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El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.

|||||| Solo fui por un café... Parte IV


FER: ¿Vamos por un café?

Dejo aquí una cuarta parte de aquella historia que inició hace muchos años... La dividiré en dos partes...

Es una historia del 2015, ¡cuántas cosas han pasado desde entonces!, si mi yo de ahora se encontrara al yo de esa época, no se imaginaría todo lo que ha pasado.

FER te extraño... Me haces falta... Ojalá que la canción se escuche, porque es casi un himno en este momento.

I need somebody to heal
Somebody to know
Somebody to have
Somebody to hold
It's easy to say
But it's never the same
I guess I kinda liked the way you numbed all the pain

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-->Aquí dejo las ligas a las partes anteriores de esta historia
Solo fui por un café I
Solo fui por un café II
Solo fui por un café III
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Los cristalitos de hielo pendían y se balanceaban en las agujas verdes de los pinos; el viento soplaba tan fuerte que incluso movía mis pestañas y congelaba mis mejillas, que estaban a medio cubrir por la bufanda que tapaba mi boca.

Eran alrededor de las 4 de la tarde, pero lo nublado del cielo daba la sensación de que era mucho más tarde, en las casas y los negocios, las series de luces de colores parpadeaban entre sí, coqueteándose como luciérnagas en pleno celo, ajenas a todo lo que pasaba a su alrededor; tú sabes, me refiero, a ese cortejo de encender y apagar, de avanzar y detener, de soltar y contener.

Y ahí iba yo, caminando sobre aquella calle que había transitado años atrás, cuando la ilusión desbordaba mi mente y corazón, cuando ésta tenía un nombre y un apellido. Parecía un tiempo tan lejano ya, se sentía como si hubiera sido otra vida, otra persona y otro corazón el que en otro tiempo latía de manera tan intensa. Ahora los pasos se arrastraban, no por la edad, pero sí por el desánimo, porque la vida había sido dura en los últimos meses y toda ilusión estaba guardada bajo llave, en un armario que tenía la chapa sellada e inservible.

Al final de la calle estaba mi destino, *El café del cielo*, hacía tantos años que no regresaba ahí, el haberme ido a vivir tan lejos, me había impedido regresar a ese lugar mágico, pero algo en mi interior, en mi instinto de supervivencia más primitivo, me dijo que volviera, que tal vez en ese lugar podría reencontrar el calor que mi alma necesitaba con tanta ansia en ese momento; tal vez en el té o en el café con maca, o quizá en algo más profundo como la sonrisa de Don Gerbacio y en los recuerdos que guardaban aquellas paredes que fueron testigos de esos encuentros entre él y yo.

Desde afuera el lugar se veía apagado, no tenía luces de navidad decorando su ventana o la puerta, sentí un golpecito en el pecho al acercarme y pensar que tal vez... ¡No!, ni lo pienses, me dije a misma... Tal vez es que solo no han prendido las luces.

Llegué y al tratar de empujar la puerta, ésta ejerció resistencia, estaba cerrada con llave. Con los nudillos de las manos congeladas por el frío, toqué de forma amable los cristales de la puerta, no se veía movimiento en el interior, volví a tocar, necesitaba aferrarme a esa última esperanza que guardaba de él, de ese pedazo de cielo que hacía años había sido tan importante para mí.

Me asomé por las ventanitas de la puerta que estaban enmarcadas con escarcha de hielo, las mesas y las sillas estaban colocadas boca abajo. A lo lejos lo vi a él, a Don Gerbacio, que se acercaba con una vela en la mano, arrastrando los pies ¡Cuántos años había pasado! ¡cuánta vida se los había escapado de entre las manos en este tiempo!

Se asomó por una de las ventanitas de la puerta, yo me descubrí la bufanda, para que pudiera ver mi rostro completo y pudiera reconocerme. Enfocó un par de veces su mirada, y yo desde afuera le dije *Don Gerbacio, ¿cómo está? Soy yo, me recuerda*

En ese momento al escuchar mi voz, una sonrisa ligera iluminó su rostro y abrió la puerta.

Yo pasé y cerré la puerta de inmediato, para que el frío no entrara en el lugar. Lo abracé con tanto cariño.

-Don Gerbacio, ¿me recuerda?

-Claro que sí, eres la amiga de Fernando, ¡Qué alegría verte! ¡Qué alegría que te acordaras de este viejo!

-No diga eso Don, que usted está como siempre, fuerte y entero como un roble... ¿Hoy no abrió su cafetería?

-Ya no está abierta al público niña, desde hace algunos meses.

-¿Y eso, por qué?

-Ven siéntate... ¿Tienes tiempo?

-Tengo todo el tiempo del mundo.

-¿Quieres un café?

-Sí, sí quiero, pero usted siéntese, yo se lo preparo- le dije como en los viejos tiempos.

Y caminé hacía las máquinas de café, estaban limpias, pero apagadas. No había casi insumos, más que solo lo suficiente para preparar unas cuantas tazas de café.

Mientras preparaba el café, escuché a Don Gerbacio toser de forma seca y profunda.

-Vi una cobija gruesa puesta sobre una silla, la tomé y me acerqué para cubrirle la espalda y envolverlo en ella, me sonrió, pero en sus ojos había una profunda tristeza.

El lugar se sentía frío, la chimenea no estaba encendida.

A los pocos minutos regresé a la mesa en la que él estaba y puse frente a él su taza de café caliente con leche y un pan que estaba solo en una bolsa.

-Mira niña, compartimos este pan.

-No Don Ger, cómaselo usted, yo de hecho acabo de comer justo antes de venir- La verdad es que no había probado bocado desde la mañana, pero en ese momento la tristeza de ver a mi viejito Gerbacio tan solo y en ese lugar tan frío, hicieron que se me cerrara el estómago y se me arrugara el corazón.

-Y su esposa Don Ger, ¿cómo ha estado?

Don Gerbacio me miró a los ojos, y se le cristalizaron en un instante -Ella murió hace unos meses, ambos estuvimos enfermos, pero Dios, no me quiso llevar a mí, se llevó solo a mi compañera de vida y desde entonces, yo me siento muerto en vida- Y unas enormes lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

Un nudo enorme se anidó en mi garganta, mientras hacía hasta lo imposible por contener las lágrimas, me acerqué y lo abracé con todas mis fuerzas, en ese momento no sabía que decir, solo podía ofrecer mi compañía, lo sentía sollozar entre mis brazos, aquel hombre robusto y fuerte, parecía tan frágil en ese momento.

Después de mucho rato, poco a poco se fue calmando, mientras lo seguía cobijando con mis brazos -Desde que ella se fue, ya no abro la cafetería, no tengo ánimos de nada, solo deseo dormir, y por los gastos, pues vivo de una pensión que me da el gobierno.

-Sabe Don Ger, ya no está solo yo estoy aquí con usted, y me voy a quedar a acompañarlo el tiempo que sea necesario, y mañana que es Noche Buena le prepararé una cena deliciosa, y encenderemos el fuego, y bailaremos como tanto le gustaba a su esposa.

-Pero tú tienes una familia o alguien que te espera para que le hagas esa cena.

-Don Ger, este año tampoco ha sido fácil para mí, pero nos tenemos usted y yo, y eso es lo único que importa en este momento.

-Me alegra demasiado saber que le harás compañía a este viejo achacoso, sabes que esta es tu casa.

-Y hablando de eso, voy a ir a la tienda de la esquina a comprar algunas cosas, le voy a preparar una sopita de fideos con pollo y verduras, que le va a regresar el calor a su alma y a su corazón.

-No te molestes niña-

-No es ninguna molestia Don Ger, a ver dígame, ¿no se le antoja?

El viejecito solo sonrió, solo Dios saber cuánto tiempo tenía de no comer una sopa calientita.

-Voy a ir antes de obscurezca, no tardo, me voy a llevar la llave.

Él asintió, mientras la asaltaba otro episodio de tos.

Salí de la cafetería, y el frío calaba hasta los huesos, ya no solo por las cuestiones meteorológicas, sino por la tristeza de encontrar a ese viejecito, ahí solo, sin que nadie lo acompañara.

Llené la canasta de comida, de vegetales, de frutas, de café y de panes, como si fuera a alimentar a un ejército, además de algunos artículos de limpieza. Eran tantas cosas que el hijo de Doña Tule, la dueña del negocio me acompañó con todas las bolsas.

Llegué y acomodé todas las cosas en su lugar, Don Ger se había ido a recostar, y mientras se cocinaba la sopita de pollo con fideos, acomodé las mesas, como en sus buenos tiempos, barrí y limpié, tratando de dar nueva vida a ese lugar.

Cuando estuvo lista la sopa, le serví en un tazón la sopa calientita y se la llevé hasta la cama.

-No te imaginas como te agradezco niña- me decía el viejecito mientras devora la sopa.

-No tiene nada que agradecer Don, lo hago con todo el cariño.

Niña, te puedes dormir en el cuarto de visitas, es la única cama que tengo, es grande, era de mi mamá, aunque está un poco desvencijada, pero vas a dormir ahí como una bendita. En el ropero de la habitación hay cobijas, de ahí puedes tomar todas las que quieras.

-Sí no se preocupe, yo me acomodó, y le prometo que voy a hacer hasta lo imposible por echar a andar la chimenea, para que su habitación pueda estar calientita.

Pero por más que lo intenté, la leña no daba, estaba enmohecida y húmeda. Así es que decidí poner una cobija extra a Don Ger, quien ya dormía profundamente.

Ya pasaba de las 10, limpié la cocina, cené un tazón de sopa y me aseé. Me puse varias capas de ropa, y puse varias cobijas, una encima de la otra en la gran cama que alguna vez había pertenecido a la mamá de Don Ger.

El frío estaba terrible, los pies no se me calentaban con nada, solo pensaba en que amaneciera para ir a comprar leña seca y echar a andar la chimenea.

Estaba tratando de conciliar el sueño, cuando de pronto escuché, que alguien tocó la puerta de cristal.

Debe ser algún granizo pensé, y cerré de nuevo los ojos, pero entonces se escucharon de nuevo los golpecitos, pero ahora además tenían un cierto ritmo -Ok, el granizo no cae con ritmo, ¿quién puede ser?

Me puse una gorra tejida medio agujerada que encontré en el baúl de las cobijas, era como de duende, me envolví en una cobija hasta la cabeza, tomé un bate de madera que estaba en una esquina de la habitación y me dirigí a la puerta... Don Gerbacio no me había dicho que esperara a alguien. Ya pasaba de las 10:30 de la noche, ¿quién sería y luego con el frío que hacía?

Me acerqué a la puerta y solo vi una silueta negra con una gabardina, traía un sombrero de lana y una bufanda cubría su rostro, era muy alto, de pronto algo saltó en mi corazón, pero no, en automático mi mente lo descartó, debía ser algún cliente despistado que no sabía que la cafetería ya no daba servicio.

No quise prender la luz, atranqué la puerta con la cadena y la abrí solo los 10 c.m. que me permitía la propia cadena.

Apenas abrí la puerta y él individuo dijo en voz baja, pero perfectamente claro.

-Buenas noches, Doña Cata, soy yo Fernando- ¡Por Dios!, solo esas palabras fueron necesarias para que en ese instante a mí se me cayeran hasta los calcetines, solo de escuchar su voz el corazón empezó a latir muy de prisa, él me había confundido, pensó que era la esposa de Don Gerbacio.

Con la mano temblorosa, quité la cadena y abrí la puerta, él entró y cerró de manera rápida la puerta tras de sí.

-Muchas gracias Doña Cata, ¡qué gusto me da verla! - y me abrazó con todas sus fuerzas y me plantó un beso en la mejilla. Fue en ese momento, cuando me dio el beso, que supo que yo no era Doña Cata, entre la obscuridad y la cobija que me cubría, no se había percatado que yo no era ella.

-¿Fernando? -dije de forma tímida, mientras abría la cobija y lo miraba a los ojos, yo con aquella gorra de duende medio agujerada y disfrazada de algo parecido a unas pijamas sin par, de hecho a varias capas de pijamas, todas sin par.

Él sonrió sorprendido -¡Eres tú! Y me volvió a abrazar, ahora más fuerte y yo sentía que en ese momento el mundo se iba a detener.

Continuará mañana.



Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 22/12/2021 07:23 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208
MI QUERIDA LORENA, COMO ME HE REÍDO CON LA CAÍDA DE LOS CALCETINES JAJAJA...
LA CANCIÓN PRECIOSA Y LA HISTORIA COMO SIEMPRE DE LUJO.
ESPERO ANSIOSA LA CONTINUIDAD ...
TE MANDO UN ABRAZOTE ENORME, MIL BESOS.

ELADIO-FYA
Publicado por mer47
Publicado el 22/12/2021 07:44 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
MI LORE, POR UN MOMENTO ME TRASLADE CONTIGO...

Publicado por mer47
Publicado el 22/12/2021 07:59 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
E IMAGINE AL GUAPO DENTRO DE AQUEL CÁLIDO CAFÉ.
GRACIAS LORE POR COMPARTIR TU ARTE, MIL BESOS.




Publicado por mer47
Publicado el 22/12/2021 08:05 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
MI LORE, LINDO MIÉRCOLES, MIL BESOS.


JM-BRINDIS-YA
Publicado por mer47
Publicado el 22/12/2021 20:22 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578


Solo fui por un café IV.1

-Sí, somos nosotros, aquí, de nuevo- le susurré en el oído.

Y nos abrazamos por largo rato, en silencio, las palabras sobraban en ese momento, no esperaba nada más allá de saberme cobijada y protegida en sus brazos, es como si después de tanta zozobra, hubiera llegado a un puerto seguro del que no quería separarme. Él acariciaba mi cabello, el que dejaba asomar la gorra.

Nos separamos un poco -Estás igual que como te recuerdo, si acaso un poco más hermosa y más libre.

-¿Más libre?

-Sí había una libertad en tu abrazo, una que no había antes- Sonreí mientras lo miraba.

-Bueno, tú estás mejor que nunca, tan mágico como siempre- Sonrió apenado y me apretó la nariz con cariño.

-¿Y qué haces aquí? -me preguntó, mientras yo a su vez le hacía exactamente la misma pregunta.

-Ja, me debes una coca -Él soltó tremenda carcajada, va, pero qué te parece si te la cambio por un café. 

-Ven, vamos por uno -y le hice una seña de que me acompañara a las máquinas para prepararle uno.

-Te sigo, duende -Me lo dijo de una forma tan tierna y a la vez con esa chispa tan suya. Volteé y le guiñé el ojo, mientras le sonreía.

La confianza estaba ahí, intacta, a pesar de los años, a pesar de los daños.

Se quitó el sombrero, la bufanda y la gabardina. 

-Vaya, está muy frío, te ayudo a encender la chimenea.

-No creo que se pueda, la leña está húmeda y enmohecida.

-¿Don Ger y Doña Cata ya están dormidos? ¡Cuéntame! ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué la visita?

Mientras le servía el café...

-Fer, Don Ger está dormido, veo que no lo sabías, pero Doña Cata falleció hace algunos meses, yo me acabo de enterar el día de hoy. Vine a visitar a Don Ger y a tomar un café, y me encontré con esta noticia tan triste, no te imaginas lo devastado que está él, todo su mundo se detuvo, la cafetería ya no la abre y por esa razón, me voy a quedar aquí el tiempo que sea necesario para acompañarlo, mientras hago las gestiones necesarias, estoy pensando en llevarlo a vivir conmigo, no puede estar aquí solo.

Él pasó saliva, sus ojos se cristalizaron.

-No lo sabía...- guardó silencio mucho rato, mientras un par de lágrimas rodaban por sus mejillas- Me llena de tristeza esto que me dices, con todo esto del confinamiento, tenía más de un año de no venir a verlo, y me apena muchísimo no haberlo acompañado ahora que era cuando él más me necesitaba.

-No es tu culpa, estamos en una situación que nos ha llevado al extremo, creo que ahora lo más importante es mirar hacia adelante y buscar formas de ayudarlo, lo veo enfermo, triste. Así es que ya le dije que pasaré aquí con él la Noche Buena, y haré lo necesario para poder llevarlo conmigo a casa. Aprovecharé las vacaciones de diciembre para hacer los trámites que se requieran.

-Te voy a ayudar en todo lo que necesites... -Me tomó de las manos -No te imaginas cómo te he echado de menos en estos años-

-Yo igual, pero por alguna razón, estábamos destinados a no ser.

Él dio un sorbo a su café, mientras su semblante se apagaba.

-Pero bueno, hablemos de cosas más felices... ¿En qué hotel te estás quedando? -le pregunté.

-Bueno, realmente no tengo hecha ninguna reservación, había pensado que después de la visita me iría a buscar espacio en alguno, pero ya no lo haré.

Lo miré con curiosidad.

-No te quiero dejar aquí sola, al cuidado de Don Ger, te voy a ayudar con la chimenea y lo que se necesite, y voy a pasar estas vacaciones aquí con ustedes.

Yo pasé saliva y empecé a temblar.

-Pero, mañana es noche buena, necesitas estar con tu familia- le repliqué.

-Ellos me han enseñado el valor de ayudar, de acompañar a quien lo necesita, y sé que podrán entender perfectamente el porqué de esta decisión. Además, ambos, tú y yo queremos mucho a Don Gerbacio, así es que juntos vamos a encontrar la mejor solución para él. Tú tampoco vas a estar con tu familia, así es que, no hay mejor lugar para nosotros en esta navidad que este lugar, que vivir el verdadero espíritu de la Navidad, que es ayudar y acompañar a Don Gerbacio, ahora que ha perdido lo que él más amaba, que era la alegre Cata, y en honor a la alegría que ella siempre tenía, hagamos de estos momentos los más felices para él, dentro de esa tristeza que está viviendo- me lo dijo mientras me sonreía y acariciaba mi mejilla.

Yo solo asentí, llena de emoción por escuchar sus palabras, y eso me hizo recordar esos motivos que parecían difusos, y ahora cobraban nuevo significado al escucharlo, y mientras asentía, la mota que pendía de la gorra, se movió rítmicamente al igual que mi cabeza.

-Y dime mi duende ¿Hay algo de comer para este peregrino? -me preguntó con una sonrisa mientras jugueteaba con la borla de la gorra que yo traía puesta.

-Bueno caballero, tenemos un sinfín de platillos, pero por ahora la sugerencia del chef es sopita de pollo con fideos y verduras... ¿Qué dice, le apetece?

Y me lanzó una mirada que me puso roja, nerviosa y con el corazón a mil, mientras me decía con una voz profunda y una seriedad inquietante -Me apetece demasiado- yo le sostuve la mirada con una sonrisa entre traviesa y tímida, mientras me mordía el labio.

-Bien, entonces la calentaré (aunque a decir verdad, la sopa estaba en ebullición total, por estar tan cerca del fogón).

Yo sabía que él era un caballero, él sabía que yo era una dama, pero ambos sabíamos también, que aunque habían pasado años y nunca habíamos traspasado la frontera de un beso, la química que teníamos y eso que sentíamos era innegable, que más allá de todos los paradigmas, él era un hombre y yo era una mujer y estábamos ahí frente a frente, alejados del mundo...

Él me acompañó a la cocina, le serví un tazón enorme de sopa, el cual devoró como si fuera un naúfrago en una isla desierta.

-Duende, está deliciosa ¿tendrás más?

-Me encanta que te haya gustado, claro te sirvo más.

-¿Tú la preparaste?

Asentí.

-No te conocía esos talentos.

Me rasqué sutilmente la nariz... y empecé a sonreír.

-Bueno, tengo muchos talentos, algunos que ni te imaginas -se lo dije con una risa nerviosa, porque eso de flirtear no era lo mío, pero con él no podía evitarlo.

Él separó la mirada de la sopa al escuchar eso y conectó con mi mirada y me dijo de nuevo con esa voz que a mí me estaba volviendo loca (comentario al margen: de la locura chida, de esa que vibra desde el alma) -Estoy seguro que así es... Solo espero que algún día me dejes descubrir esos talentos tan tuyos.

Yo aclaré la garganta, mientras me ponía roja, sabía que estábamos él y yo en un juego de palabras e intenciones, en sincronía mental, emocional y sensual, y aunque eso me tenía con la mente a mil, a la vez me ponía ultra nerviosa, porque me sentía como esas luces de navidad, que prendían y apagaban, que avanzaban y detenían, que soltaban y contenían, y que si seguían así, iban a explotar de nuevo el transformador de la cuadra, como hacía tantos años lo habían hecho, aunque en esta ocasión por razones diferentes.

-Entonces ya viste, creo que lo mejor será que te vayas a un hotel. Aquí no hay calefacción, ni chimenea y fuera de la sopita de pollo y la pila de cobijas, no tenemos nada más para calentarnos.

-Si me voy a un hotel, es que solo si tú y Don Gerbacio se van conmigo, no los voy a dejar aquí solos. En este momento es uno para todos y todos para uno.

-Está demasiado frío afuera, no es una buena idea sacar a Don Gerbacio en medio de la noche, trae una tos terrible.

-Entonces me quedo aquí con ustedes, y mañana temprano echaré a andar la chimenea y juntos prepararemos todo para cenar juntos ¿te parece duende?

-Está bien... pero hay un detalle.

-¿Cuál? -me preguntó con curiosidad

-Solo hay una cama disponible, es grande, pero no sé si estés de acuerdo...

-¿Tú estás de acuerdo?¿No hay problema por ti?

-No en absoluto, digo, vamos a dormir ¿no?

-Sí, exacto, vamos a dormir y bueno... También a...

-¿A?

-A platicar ¿no?

-Sí claro, a platicar

-¿O me tienes miedo, Duende?

-¿Miedo? No, no y ¿tú a mí?

-Bueno, un poquito, porque con esa gorra no sé de qué seas capaz.

Y nos carcajeamos, mientras el jalaba juguetonamente la borla de la gorra.

-De nada que tú no quieras- y solté tremenda carcajada -No te creas soy inofensiva.

-Yo no estaría tan seguro -y me volvió a decir con su mirada y su voz profunda.

-Vamos a dormir ya, que mañana hay un sinfín de cosas por hacer -le dije, tratando de esquivar la intención de sus palabras, aunque deseaba con toda el alma continuar en ese jugueteo verbal, con esa complicidad tan llena de química, que por lo menos a mí me tenía al borde del abismo.

-Te sigo Duende, vámonos a dormir.

Entramos en la habitación.

Estaba la gran cama con respaldo de latón antiguo. Tenía muchas cobijas sobre ella, tal como la había dejado. Había una lamparita muy pequeña que apenas lograba eliminar la penumbra.

-Bueno, mira, en esa puerta está el baño- le dije señalando la puerta- Bien, hasta mañana, Fer.

-Hasta mañana, duende.

Me metí debajo de las cobijas, no podía con el frío, traía los pies helados a pesar de los calcetines dobles.

Escuché que él entró al baño a cambiarse.

Después de un rato salió, y sentí cuando se acostó en la cama, ya que los resortes de la misma protestaron por su peso.

Yo me reí un silencio.

-¿Te estás riendo de mi, duende?

-No, me estoy riendo contigo ¿Estás bien? ¿No tienes frío?

-Yo no ¿y tú?

-Yo sí tengo, pero ya es algo normal en mí, buenas noches, descansa.

-Igual duende, descansa. Solo déjame decirte que te ves hermosa con esa gorra.

-Gracias barbero- le dije mientras me reía -Lo dices porque mañana quieres que te dé más sopita caliente de la que preparé.

-Es la verdad, duende, te ves hermosa... Descansa.

Y estuvimos un buen rato en silencio, yo no podía ni pegar los ojos, de saber que lo tenía ahí, acostado tan cerca de mí.

De cuando en cuando, se me escapaba un escalofrío, los pies no cedían, y estaban helados. Trataba de no moverme, porque cada pequeño movimiento era registrado y replicado por los resortes un poco oxidados de la cama.

-Tienes frío, ¿verdad? -me preguntó muy bajito.

-Sí, traigo los pies helados, pero ya se me quitará.

De una forma muy dulce y con mucha ternura en su voz, me dijo -Me permites que me acerque un poco, no te asustes, es solo que si estamos más cerca podemos mantener mejor el calor, no quisiera que te resfriaras.

Yo pasé saliva y asentí sin separar la cabeza de la almohada, estaba acostada de lado, dándole la espalda a él.

Y entonces se acercó mucho a mí, pegando su cuerpo con el mío, mientras la cama reclamaba sus movimientos. Apenas se acercó a mí y sentí el calor de su cuerpo, él envolvió mis pies entre sus pantorrillas y un calor inmediato llenó mi alma. Me pasó el brazo y me abrazó por la cintura.

-Ahora sí duende, duerme, descansa, yo te cuido.

Y esas palabras tocaron y calentaron mi alma de una forma tan intensa, me sentí tan protegida a su lado, más allá de la sensualidad de sentir su cuerpo tan cerca del mío, el sentirme protegida y cuidada por él, era más de lo que hubiera pedido en ese momento, era lo que más necesitaba en ese momento de mi vida.

-Te extrañé mucho, pero ya estoy aquí de nuevo a tu lado, para cuidarte- me lo dijo en un susurro en el oído, me dio un beso en la mejilla y se recostó de nuevo. Y así nos quedamos dormidos, abrazados, con varias capas de pijamas que no combinaban entre sí, pero que cubrían un poco el frío y la vulnerabilidad que ambos teníamos en ese momento de nuestras vidas.


Está saliendo del horno en este momento... 

Continua la última parte, la subo hoy en la noche o mañana temprano.

Mer de mi corazón, gracias por todo el cariño y por los banners.

Gracias a quienes han pasado y leído esta historia :)

FER: gracias por la musa tan enorme que eres, que tienes y que despiertas en mí... Es increíble como conecto contigo para escribir ¡Gracias! Te amo.





Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 22/12/2021 21:21 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208

Solo fui por un café IV.2

A la mañana siguiente un pequeño rayo de sol penetró por la ventana, él seguía abrazado a mí, mis pies estaban calientes, y aunque no había pasado nada entre nosotros, más allá de la ternura infinita de dormir abrazados, había sido una noche reparadora, no solo porque en sus brazos descansé como no lo hacía desde hace tiempo, sino porque su cercanía, su compañía y su ternura desencadenaron un proceso sanador en mi alma. 

Muy despacito para no hacer ruido y que los resortes de la cama no me delataran. Me puse en pie y me cubrí con una cobija que se había caído, antes de salir de la habitación, le di un beso muy suave en la mejilla, él seguía dormido profundamente.

Me asomé al cuarto de Don Gerbacio y él también seguía dormido.

Me dirigí a la cocina y preparé una gran jarra de café; tan pronto estuvo listo, preparé un par de tazas de café con leche y me dirigí a la habitación.

-Buenos días, dormilón.

Él abrió los ojos y sonrió.

-Buenos días, Duende.

-¿Quieres café?

Él asintió.

Le ofrecí la taza, él se incorporó, levantó un poco las cobijas y me invito a que me sentara a su lado bajo éstas.

Me metí bajo las cobijas y me senté a su lado, mientras nos tomábamos el café.

-Sabes, creo que esto se llama felicidad- me lo dijo él de forma tan sincera.

-Sí, yo también así lo creo. Cierra un segundo tus ojos y grabemos este momento en nuestras mentes, grabemos la sensación de la cercanía de nuestros cuerpos tibios bajo las cobijas, el olor del café y su sabor en nuestras bocas, la luz del sol que se cuela por la ventana y que podemos percibir aún con los ojos cerrados... esto es vivir, Fer... Esto es vivir...

Cuando abrí muy lentamente los ojos, su rostro estaba frente al mío, a unos cuantos centímetros...

Sonreí al verlo tan cerca -¿Me estabas viendo mientras hablaba y tenía los ojos cerrados? -le pregunté.

-Sí

-¡Eres un tramposo! 

-Quería verte pensar en voz alta.

Ambos dimos un sorbo al café, que seguía muy caliente... 

-FER: ¿Quieres besayunar? -sus ojos sea abrieron grandes, mientras escuchaba la pregunta -Perdón, es decir, ¿quieres desayunar? Lo siento, me traicionó el subconsciente- y solté una pequeña risotada.

Él tornó su mirada, con aquella maestría, de inocente a seductora.

-La respuesta es sí a ambas preguntas- me dijo.

-¡Hey!, estaba jugando- le dije mientras sonreía nerviosa.

-Pero yo no, yo lo digo en serio- lo dijo mientras acercaba su nariz a la mía, y me daba un beso suave, húmedo y con sabor a café, en los labios. Tomó ambas tazas de café y las puso en la mesita de noche y se acercó de nuevo y me besó con toda la artillería que estaba a su disposición, me recostó y el beso en cuestión de segundos subió de intensidad, de forma casi automática empecé a sentir un cosquilleo inquieto cerca del ombligo...

-Shhh, los resortes están haciendo mucho ruido-, le decía entre besos y cuando sentí que su mano cálida hizo contacto con la piel de mi cintura, ambos nos detuvimos en seco, al escuchar los pies de Don Gerbacio que se dirigía a la cocina.

Yo me paré de un brinco.

-No te vayas- me lo dijo en un susurro -Espera debo ayudarlo- me regresé y lo besé por unos segundos más, para después dirigirme a la cocina.

-Don Ger, ¡buenos días! Le tengo una gran sorpresa.

-Buenos días niña.

-¿Quién cree que llegó anoche?

En eso apareció Fernando en la puerta de la cocina. 

-¡Muchacho!-dijo el ancianito con cara de felicidad al ver a Fernando, quien se acercó y lo abrazó con mucho afecto.

-¿Cómo está Don Ger? Tenía muchas ganas de verlo

-Yo también muchacho, no te imaginas cómo te he echado de menos.

-Don Gerbacio, ya supe lo de Doña Cata, créame, que de corazón lo siento muchísimo, le tenía muchísimo afecto- y lo abrazó con el cariño de un hijo a su padre, mientras Don Ger le decía con la voz quebrada 

-Y ella a ti muchacho, te quería muchísimo, siempre dijo que si hubiera tenido un hijo le hubiera gustado que fuera como tú.

-Sabe Don Ger, Duende y yo vamos a pasar la navidad aquí con usted, queremos acompañarlo.

-¿Quién es Duende? -preguntó el viejecito con cierto despiste.

Fernando caminó hacia mí, pasó su mano por mi espalada, abrazándome.

-Duende es esta hermosa señorita.

-Niña ¿te llamas Duende?

-No Don Ger, es este travieso que así me dice por la gorra que traigo para cubrirme del frío.

-¿Dígame si mi Duende no es hermosa? -preguntó Fernando con una cara de felicidad.

-Vaya que lo es y además, hacen una pareja hermosa.

-¡Ya!, me van a apenar, vamos a servir el desayuno...

-Bueno, yo ya había empezado a desayunar... -Dijo Fernando mientras me guiñaba un ojo de forma discreta.

Yo aclaré la garganta.

-Ya sentémonos y desayunemos, que hay muchas cosas por hacer el día de hoy- me ponía muy nerviosa que me flirteara frente a otras personas, porque no podía responderle igual que cuando estábamos solos.

Mientras desayunábamos, platicamos mucho con Don Ger, quien de cuando en cuando tenía ataques de tos intensos.

-Don Ger, si me lo permite, quisiera llevarlo a que lo revisara un Doctor- le dijo Fernando.

-No, muchacho, ya me han visto un par de médicos, y me han dado medicina, y esto no cede y está bien, no quiero detener el tiempo, yo lo único que deseo es estar con mi Cata.

-No diga eso Don, usted está muy fuerte todavía, le quedan muchos años por delante.

-Ni lo digas, mi misión en este mundo ya ha sido cumplida, ya estoy aquí por horas extras y por la alegría de verlos juntos a ustedes dos el día de hoy, solo por eso.

Él y yo nos vimos a los ojos, había preocupación en las miradas, pero también entendíamos el sentir de Don Ger.

-Bueno, pues, pongámonos manos a la obra, que hay mucho que cocinar y que preparar para la Noche Buena.

Pusimos en el teléfono villancicos navideños para alegrar el ambiente.

Don Ger se veía feliz, aunque sus ojos no mentían sobre su profunda tristeza.

Fernando fue y consiguió leña y encendió la chimenea, inmediatamente la casa se sintió más cálida y confortable.

Don Ger dormía mucho, comía algo y regresaba a dormir, básicamente así transcurría su vida.

-Duende, me preocupa nuestro viejo. Hay demasiada tristeza en su semblante.

-Sí Fer, a mí también me preocupa.

-Estoy pensando... Debemos llevar a Don Ger a consultar y de ser necesario hay que hospitalizarlo. No me gusta su tos, parece neumonía.

Sí, yo también lo creo. Vamos a cenar hoy aquí, que eso como nos dijo, le hace mucha ilusión y mañana lo convencemos de internarlo para que lo puedan atender.

-Sabes, me da mucha paz estar a tu lado.

-A mí también... -le respondí, mientras me rodeaba con sus brazos.

-Y no se me ha olvidado que tenemos algo pendiente...

-¿Algo pendiente?

-Sí señorita Duende -y me apretó suavemente la nariz, para después darme un beso -Usted y yo tenemos algo pendiente- de solo imaginarlo un calor intenso se encendió dentro de mí.

-Caballero, usted me pone muy nerviosa- 

-Y la voy a poner más, usted nada más espéreme tantito- y soltó tremenda carcajada.

-Yo lo espero todo lo que usted necesite... pero...

-¿Pero? -respondió él intrigado

-Lo dejaré con la duda- y le guiñé un ojo.

Entre más pasaban las horas, más crecía el deseo mutuo, que se traducía en miradas, en besos robados, en pequeñas caricias súper sensuales.

...

Más tarde armamos un pinito sintético que encontramos en la bodega y le pusimos una serie de luces que también estaba ahí, el ambiente era ahora mucho más acogedor y cálido.

Cenamos los tres juntos, fue una noche de anécdotas, risas, recuerdos, algunas lágrimas e inclusive un baile de tres, bailamos un poco, antes de que la tos atacara de nuevo a nuestro viejito.

-Muchachos, yo no tengo cómo pagarles el que hayan hecho esta noche tan especial y bonita, y sobre todo que la hayan compartido con este viejo. Me voy a dormir satisfecho y feliz de haber coincidido con ustedes en  esta Noche Buena y de que Dios me diera la dicha de conocerlos y de que fueran parte de mi vida. Ya me voy a retirar a dormir, estoy muy cansado.

-Yo lo acompaño Don Ger.

-Yo voy con ustedes- dijo Fernando.

Acostamos al viejecito, lo cubrimos de cobijas, y la chimenea de su habitación fue avivada por más leña que trajo Fernando. En cuestión de minutos, Don Gerbacio ya roncaba y dormía como un bebé.

Cerramos la puerta de la habitación y regresamos a la cocina.

-Gracias por quedarte Fer, gracias por hacer esta noche especial para Don Ger.

-Es lo menos que podía hacer, yo lo aprecio muchísimo, me recuerda mucho a mi abuelo.

Yo empecé a lavar los trastes y él los iba secando, estábamos en silencio, había un tipo de tristeza en el ambiente que las palabras no podían llenar.

Al terminar, me dio la mano y nos fuimos a sentar frente a la chimenea de la sala.

-Sabes, hoy que escuchaba a Don Ger platicar sobre sus anécdotas de vida, me di cuenta de la importancia que tiene el amar a alguien desde el corazón, desde la compañía y la complementariedad, tan difícil de encontrar a veces- me dijo.

-Sabes Fer, yo no sé qué somos tú y yo, y tampoco me interesa ponerle una etiqueta, yo solo sé que siento muchas cosas hermosas cuando tú estás cerca, sé que me das paz, que me das cariño, protección, que despiertas un lado deliciosamente salvaje e instintivo en mí, que a tu lado, la vida parece mucho más sencilla, no sé qué somos, tal vez estamos inventando una nueva forma en la que dos seres humanos se pueden conectar, más allá de los cánones establecidos por la sociedad.

-Me gusta mucho eso... Me gustas mucho tú, pero no solo me gustas, te quiero de esa forma que acabas de describir, tan única, tan irrepetible y además despiertas todos mis instintos de hombre, quiero protegerte, quiero cuidarte, quiero hacerte mía...

Y la respiración de ambos empezó a volverse un poco más rápida, mientras entrelazaba su mano con la mía y con la otra me acariciaba el cabello, y así despacito, con una prisa que nos consumía, pero a la vez con una deliciosa paciencia que se disfrutaba gota a gota, nos besamos, y por primera vez nuestras manos saciaron la ansiedad de tocar suavecito y bajo la ropa, la piel tibia del otro, y los besos que iniciaban en el cuello, continuaban en un descenso sin prisa pero sin tregua, hacia los lugares más inexplorados, recorriendo territorios nuevos, retirando prendas que detenían por segundos el proceso de exploración, y dejando con nuestros labios, rastros de besos que nos iban llenando del sabor del otro. 

Él era un hombre experimentado, un lector experto en ternura y en reacciones instintivas, *catador* de gemidos e intenciones sutiles, un calibrador nato de emociones y, por lo tanto, supo identificar con precisión total, el momento en el que estaba lista para recibirlo, no solo a nivel álmico, sino también a nivel físico. Su amor me embistió de forma piadosa, pero a la vez tremendamente decidida, y sus movimientos me iban catapultando al cielo, a su cielo, a nuestro cielo. Yo sentía que ya no podía más de tanto amor, de tanta ternura, de tanto deseo que sentía por él, hasta que me desvanecí en sus brazos, en esos brazos que me protegían y me hacían saber que estaba en el lugar más seguro del mundo.

Y de nuevo dormimos abrazados, pero ahora nos conocíamos mucho más, el uno al otro.



...

La mañana siguiente, el rayito de luz entró por la ventana y nos encontró abrazados, exhaustos, enamorados. Bajo las cobijas, Con mi dedo índice recorrí como dibujando, cada uno de sus contornos, apenas podía creer que estuviera ahí con él.

Me puse en pie para hacer café.

Preparé una taza y fui a dejársela a Don Ger, me llamó la atención que continuaba dormido en la misma posición en la que lo habíamos dejado la noche anterior.

-Don Ger- le dije suavecito, mientras tocaba su hombro que seguía oculto bajo las cobijas -Don Ger, buenos días, le traje cafecito.

Pero él no respondía. Su falta de reacción me empezó a preocupar -Don Ger, ¿está usted bien? -lo moví con un poco más de fuerza, pero seguía sin responder. De forma instintiva puse mi mano en su frente y estaba fría.

El corazón empezó a latir con rapidez, corrí a buscar a Fernando.

-Fernando, rápido, Don Ger no responde- Él se puso de pie en un brinco y ambos corrimos hacia la habitación, él lo destapó con cuidado y puso un par de dedos en la yugular de Don Ger, para poder sentir los latidos.  Al no sentirlos, puso su oído directamente en su pecho y su mano cerca de su nariz, para comprobar la respiración.

Si piel ya estaba fría.

-Duende... nuestro viejito se nos fue, se nos ha adelantado- me dijo mientras nos abrazábamos y llorábamos de dolor por él, pero a la vez por saber que él ya estaba en el lugar que quería estar, con Doña Cata, su amor eterno.

Con todo el dolor que invadía nuestra alma, hicimos todas las gestiones necesarias. La autopsia de ley arrojó un ataque al miocardio. Ese día, después del sepelio al que acudieron muchos amigos de Don Ger, todos en su mayoría ancianitos, regresamos a la cafetería. Ahora parecía un lugar tan grande, tan solo y mucho más frío que hace algunos días. Nos sentamos frente a la chimenea por muchas horas, a grandes ratos estábamos en silencio, otros tantos contábamos anécdotas que teníamos con Don Ger, y entre lágrimas nos sacaban alguna sonrisa.

Dos días después se leyó el testamento.

Don Ger había dejado la cafetería a Fernando, a quien según lo decía en su testamento, era para él como un hijo, solo le pedía en el mismo testamento, que no la vendiera, que continuara llenando de café la vida de sus amigos, ya fuera que la operara él o que contratara a alguien más para que lo hiciera. Fernando estaba conmovido hasta las lágrimas.

Ese día regresamos a la casa-cafetería después de la lectura del testamento.

-¿Y qué piensas? Le pregunté

-No puedo estar más agradecido a la vida por tanto cariño, por tanto amor.

-¿Y sobre la cafetería? ¿Vas a contratar a alguien para que la opere? 

-Tal vez, esto que te voy a decir, te va a parecer lo más loco, pero yo quiero operarla... Claro, para ello necesitaré una socia.

-Pero tú tienes una vida hecha en otro lugar... -le dije

-Sí, pero cada día tengo la oportunidad de reinventarme, de empezar de nuevo, de buscar nuevas formas de ser feliz... Yo sé que tú también tienes una vida hecha en otra parte...

-Bueno una vida que ahora está medio resquebrajada y en proceso de reconstrucción.

-Vente conmigo Duende, vamos a iniciar de cero aquí, alejados del mundo y de todo lo que conocemos hasta el momento...

-Pero tú tienes una carrera... y yo también.

-Sí, pero antes de eso soy un hombre, un ser humano, ya he conocido el éxito, el triunfo, la gloria y ahora conocí la paz infinita de estar aquí a tu lado, el anonimato y la tranquilidad tras el calor de una taza de café bien hecha, el cariño incondicional.

Yo lo escuchaba y lo observaba atenta, había tanta luz en sus ojos, mientras hablaba.

-Duende, mis brazos están abiertos para protegerte y darte cobijo, para llenarte de amor, pero la decisión solo es tuya. No respondas ahorita si no quieres, piénsalo, sé que eso significa dejar muchas cosas atrás y empezar una nueva historia, en este último trayecto que nos queda de vida, ahora desde la adultez. Piénsalo, yo te quiero y sabré entender la decisión que tú tomes.

Yo solo guardé silencio, mientras nos abrazábamos.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano, él no estaba acostado y un sutil olor a café llegó hasta mi nariz. 

Era Fernando haciendo pruebas con las máquinas de café.

-¡Buenos días!- le dije mientras me acercaba y lo abrazaba por detrás, mientras le acariciaba el tórax -Entonces, ¿a qué horas abrimos la cafetería socio?

Él volteó con una sonrisa enorme que iluminaba su cara.

-¿Es en serio?

-Sí, es en serio- le dije con una alegría que no me cabía en el alma, con la certeza de saber que estaba tomando la decisión correcta.

Me abrazó tan fuerte y tan tosco que hasta me elevó del piso, como sólo él sabe hacerlo, con esa masculinidad y esa ternura, que a mí me desarmaban.

-Socio, ¿cuánto es el capital que deberé aportar?

-¿El capital?

-Ajá

-Bueno, esas cuestiones podemos arreglarlas noche a noche, con caricias y con... ¿No sé si estarás de acuerdo con los términos del contrato?

-Ayyy, bueno, definitivamente esos términos me parecen muy *convenientes*, muy bien estructurados, sumamente convincentes, sin duda maravillosos y tremendamente sexys... -Y me lanzó esa mirada que empezaba a conocer y que me hacía generar una energía interior en ebullición que me enloquecía -pero antes tenemos que brindar y para ello te voy a preparar el café amor.

-¿El café amor? Y ese ¿cómo es?

-Es un café afrodisiaco, Don Ger me dio la receta.

-¿Afrodisiaco? Y ¿tú crees que lo necesito? Porque yo creo que no.

-Bueno, definitivamente no lo necesitas ayyy, no me pongas nerviosa... Pero es que no podemos ofrecer a los clientes algo que no hemos probado.

-En eso tienes razón, y mientras preparaba el café amor, él me iba besando el cuello y me susurraba cosas al oído que despertaban mi imaginación. Cuando estuvo listo, tomamos el café amor de golpe y wow, wow, wow, el pudor me impide contar los detalles, solo diré que ese café amor es una maravilla... Una verdadera maravila. 

Dejo aquí de nuevo la receta.



Y ese día en la tarde, la cafetería abrió sus puertas de nuevo al público, hicimos algunos ajustes en el nombre de la cafetería, ahora se llamaba: *Café del cielo de Ger&Cata*. La sencillez de esa vida y el amor en común, fueron dos ingredientes mágicos, no solo para el café, sino para él y para mí para nuestra plenitud y felicidad como seres humanos.

Fin.

Mil gracias a quienes se tomaron un tiempo para leer esta historia, que definitivamente no fue breve. Ojalá que la hayan disfrutado tanto, como yo lo hice al escribirla. 

FER: Gracias por ser, por estar y por despertar eso que despiertas en mí. Te pasas, de verdad que te pasas, pero por mí síguelo haciendo, porque esa magia tuya es sanadora e increíble, te adoro.
FER: te ofrezco una disculpa si me pasé de lanza, pero debo confesar que me contuve (que si no me hubiera contenido, ufff...) Te amo FER, feliz navidad.

#TúEresMiPeliNavideñaFavorita




Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 23/12/2021 18:41 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208
Mi Lore hermosa , que lindo final para una mega historia, propia de una sensei como tu, mi niña hermosa, estuve siguiendo el tema desde que salio, solo que por el trabajo recien pude darme un tiempito para escribir, aun sigo full maquita en la oficina, pero me gusta conectarme con Fer mediante tus historias, y yo se que propia boca, que te reconectaste super bien con nuestro amorzote. 
Gracias por tan lindo regalo de navidad, esperando que pases una lista fiesta a lado de los que amas. y apara Fer; pues que mas decirle, algo que el ya sabe, que lo amo, admiro su trabajo y lo espero con ansia, es parte ya fundamental de mi vida.. 
Gracias Lore, FerLiz Navidad

Feliz Navidad Fer ¡¡¡¡¡
Publicado por Carlita laime
Publicado el 23/12/2021 19:28 - Total Temas: 360 - Total Mensajes: 4879
MI LORE, COMO SIEMPRE ME TRASLADASTES Y HASTA EL ME VINO EL SABOR DE ESA SOPA JAJAJA...




PERO ESTA VEZ IGUAL QUE REÍ, LLORE POR LA MUERTE DE DON GERBACIO ...
GRACIAS POR REGALARNOS ESTA HISTORIA NAVIDEÑA TAN BONITA Y PERSONAL.
SUERTE LA TUYA DUENDE JAJAJA... SOLO POR ESE CAFECITO JUNTO AL GUAPO VALIO LA PENA JAJAJA.. Y YA PUESTOS, CON UN SOCIO ASÍ A TRABAJAR CONTENTA TODOS LOS DÍAS JAJAJA...
TKM MI LORE, MIL BESOS.


Publicado por mer47
Publicado el 23/12/2021 19:40 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578

Mis queridísimas Mer y Carli, gracias por pasar al Café del Cielo, que con tremendo nuevo socio, debe estar a reventar, pidiendo el café amor y soñando con hacer realidad sus sueños con el dueño del lugar... Ayyyy si yo les contara los detalles uffff ;) 

Feliz año 2022, que este nuevo año sea por mucho mejor que el 2021, que llegue lleno de sueños cumplidos y que cada café que tomamos en la mañana, esté lleno de magia.

Un abrazo fuerte para todos 
Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 02/01/2022 06:58 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208
MI LORE QUERIDA, SIEMPRE VAMOS CORRIENDO JAJAJA... PERO LO BUENO ES TENER ESE MOMENTO PARA TOMARNOS ESE CAFER LLENITO DE BUENA VIBRA.

TAZA-C-YA


TE DESEO UN MUY FERLIZ AÑO NUEVO 2022 RODEADA DE SALUD Y MUCHO AMOR, MIL BESOS-


FRN-YA
Publicado por mer47
Publicado el 02/01/2022 15:52 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
BUENAS NOCHES LORE!! FELIZ AÑO NUEVO Y FELIZ NAVIDAD!!, QUE POR LO QUE PUEDO LEER TE PASASTES ESAS FIESTAS DE LUJO! YA TE DIGO!!!!,OYE! YO ME APUNTO A SER SOCIA DE ESE PEDAZO DE DUENDE!, Y TOMAR UN CAFE AMOR, O CAFE SOLO  O CON LECHE!!! DA IGUAL! COMO SEA EL CAFÉ, PERO CON ESE SOCIO YO LO TOMO DONDE ÉL DIGA! CUANDO Y DONDE SEA! A QUE SI?, YA QUE VISTO LO VISTO, TU LO PASASTE EN GRANDE EH!!, SEEEEE!... UN ABRAZO GUAPA
Publicado por DIANA MELISSA
Publicado el 03/01/2022 22:14 - Total Temas: 10 - Total Mensajes: 414

AYYY PERO QUE HERMOSO LORELEY!!! IR SOLO POR UN CAFÉ Y REENCONTRARSE CON EL SER QUE TE HACE ESTREMECER... ¡ES LO MÁXIMO! 

BENDITO FRÍO QUE AMENIZO LA NOCHE DE ESTOS TORTOLITOS JEJE Y QUE DELICIA FE SOPITA, DE CAFÉ Y DE BESAYUNO YUMI YUMI





DON GER FUE UN ANGELITO EN AMBAS VIDAS Y EL FINAL DE REAPERTURA DEL CAFÉ DEL CIELO ES PRECIOSOOOO

 GRACIAS LORE POR TAN BELLA LECTURA (Y TAN DELICADAMENTE EXPLÍCITA ;)  

ABRAZOTE, FELÍZ 2022 Y QUE SIGA LA MUSA INSPIRANDOTE!!! 

Publicado por rubby92
Publicado el 05/01/2022 05:34 - Total Temas: 20 - Total Mensajes: 17180
MI LORE, FERLIZ DÍA DE REYES, MIL BESOS.

Publicado por mer47
Publicado el 06/01/2022 20:10 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
MI LORE, ME PASO A TOMARME UN CAFER LLENITO DE CARIÑO JUNTO A TI .
LINDO LUNES, MIL BESOS.

Publicado por mer47
Publicado el 07/02/2022 21:07 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
 

Publicado por Perlis
Publicado el 08/02/2022 02:03 - Total Temas: 163 - Total Mensajes: 4102
 

Publicado por Perlis
Publicado el 08/02/2022 02:05 - Total Temas: 163 - Total Mensajes: 4102
MI LORE, TE DEJO UN CAFER CARGADITO DE MUCHO CARIÑO, MIL BESOS.

BUENOS-D-YA


Publicado por mer47
Publicado el 09/02/2022 19:38 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
MI LORE, HOY HACE UN DÍA DE ESOS QUE NOS GUSTAN CON UN POCO LLUVIOSO Y PERFECTO PARA ESTAR CON UNA MANTA (COBIJA)POR ENCIMA JAJAJA..
TE MANDO UN ABRAZOTE ENORME Y TE DESEO UN LINDO SÁBADO, MIL BESOS.


CAER-L-YA
Publicado por mer47
Publicado el 12/02/2022 21:27 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
LORE, TE MANDO UN ABRAZOTE ENORME EN EL DÍA DE LA AMISTAD Y ESPERO QUE TE ENCUENTRES RODEADA  DE AMOR, MIL BESOS.

ABRAZO-C-YA
Publicado por mer47
Publicado el 14/02/2022 20:53 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
Mis queridas Mer, Diana, Rubby y Perlis. 
Gracias de todo corazón por sus mensajes, he andado muy ausente, arreglando el mundo, que por cierto, todavía no queda listo jeje.
Mil gracias por cada uno de sus hermosos mensajes y banners.
Les mando un abrazo apretado.

#LasQuello


Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 04/05/2022 05:42 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208

Lore querida, no te he leído durante mucho tiempo.. Es una dicha verte de nuevo por estos rumbos<3 

El cafecito esta calientito en todo momento! 

~Besitos amiga linda~ 


Publicado por Ananickol2
Publicado el 04/05/2022 09:50 - Total Temas: 32 - Total Mensajes: 6241
Mi querida Nickol, muchísimas gracias por el cariño y la calidez, que me regalas.
Siempre es una gran alegría el regresar a casa y reecontrarnos con nuestros amigos.

Un abrazo fuerte.
Lorena


Publicado por Lorena de Colunga
Publicado el 09/05/2022 01:26 - Total Temas: 196 - Total Mensajes: 4208
MI LORE, EN ESTE DÍA ME ACORDE DE TI.
 VIENDO CAER LA LLUVIA POR LA PUERTA DE LA TERRAZA Y AL ENTRAR ESE AROMA A HIERBA MOJADA QUE ME ENCANTA JAJAJA..
TE MANDO UN ABRAZOTE ENORME, MIL BESOS.

lluvia-ya-luis
Publicado por mer47
Publicado el 21/08/2022 18:39 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578

Que hermosa historia mi querida Lore !!!!  la acabo de ver  y leer , gracias a que  Mer subió el tema ,  en  la fecha en que publicaste esta última parte , yo  estaba usente del foro "por causas de fuerza mayor " , así que mi agradecimiento a Mer por  acercarme  el tema y  mis  gracias a ti por esta nueva parte de una historia  que siempre  me conmueve y disfruto  mucho leer !!!! 
La inspiración que provoca  Fer y tu magia con las letras sigue dándo hermosos frutos  de los que  siempre  disfrutamos  en el foro  ¡¡¡¡ que sea siempre así  !!! 
 Felicitaciones y un GRAN abrazo . 

   
Publicado por mardorre
Publicado el 22/08/2022 15:51 - Total Temas: 414 - Total Mensajes: 15190
MI LORE, TE DESEO UN LINDO VIERNES AQUÍ PASADO POR AGUA JAJAJA...MIL BESOS

CAFER-DOSIS.gif
Publicado por mer47
Publicado el 02/09/2022 18:33 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
LINDO MARTES MI LORE, MIL BESOS.

Publicado por mer47
Publicado el 06/09/2022 19:09 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
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