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El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.

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Hola Familia CT. 


Gracias por permitirme abrir este nuevo tema, la verdad es que Shadow estuvo de vacaciones algunas semanas (un break creativo le llaman), porque andaba muy tenso con tanta mala racha, gracias a todas y todos los que se han enganchado con esta historia. 

Decidí abrir un tema nuevo, porque el anterior ya andaba algo sobrecargado (el duende haciendo de las suyas), además porque debo anunciar que ya estas páginas son las últimas del Gran Agente Encubierto Fernando Tellez, más conocido como AGENTE SHADOW, esta historia ya llega a su fin y les agradezco que la hayan seguido, todos sus mensajes y sus consejos han sido de gran ayuda para enriquecer este personaje, y llevarnos un poco a la aventura imaginaria, mientras la Fersequia llegue a su fin y podamos disfrutar de nuestro Fer en vivo y a todo color. 

Dejo el link de los capítulos anteriores y espero disfruten de los que siguen, hasta el gran y épico final 

Cambio y fuera 

Agente CL.


Publicado por Carlita laime
Publicado el 13/08/2021 06:25 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
Capítulos del 1 al 27





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Publicado el 13/08/2021 06:29 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
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Publicado el 13/08/2021 06:36 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
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Capítulo 28

 POV FERNANDO : 


Escenas oscuras, la cochera de esa casa, luego risas y golpes, muchas patadas, la sensación de asfixia, la soga en mi cuello, todo eso venía a mi memoria, mi subconciente estaba jugandome chueco, y las imágenes de esa tortura vinieron de manera lúgubre, luego las lágrimas de Alex, de mi Alex, cuando el ímbecil de Eduardo me había llevado a mi casa, y por último, la punzada certera de ese puñal, todo eso me hizo revolverme en la cama y terminar emitiendo un fuerte gemido de dolor. 


-NOOOOO- terminé gritando y despertando, sobresaltado entorné los ojos, estaba en mi recámara, con Alex a mi lado, asustada.

-Mi cielo, Fer ¿Qué pasó?- me dijo, me miraba muy asustada y nerviosa.

Yo estaba cubierto de sudor, y con ganas de gritar, pero mi voz no podía salir.

-No puedo- dije muy agitado.

-Por favor Fer, tranquilízate, estoy a tu lado, mi vida, estoy contigo- Los brazos de mi novia rodearon mi espalda, ese abrazo era tan cálido, ella era mi única medicina.

-Vuelve a acostarte, por favor, aquí estoy, no te preocupes- dijo ella, tomó un pañuelo de papel de la mesita de noche y me secó la frente llena de sudor, luego pasó su mano con mi rostro, yo sólo sentí su roce con amor y cerré los ojos. Yo besé sus manos.

-Te amo mi niña-le dije

-Yo también te amo, aqui estoy, recuéstate por favor- me acomodó con delicadeza, y volvió acostarme, ella se recostó con la cabeza sobre mi pecho, mis costillas no estaban de acuerdo y un dolorcito me hizo mover los brazos, tratando de sentirme mejor, ella se dio cuenta y quiso cambiar de posición.

-No, no te muevas, te quiero sentir cerca. 

-Mi cielo, aquí estoy. 

Así declarándonos amor, nos quedamos dormidos .


Me desperté casi antes de que amanezca, mis sueños no fueron tan diferentes del que me hizo sobresaltar en la noche, vi a Alex durmiendo plácidamente, se veía tan bella, estaba cada día más enamorado de ella, pero también tenía mucho miedo, no quise decirle nada, pero después de despertar, al verla en peligro, en manos del infeliz de Duarte, me imaginé que ahora los objetivos de la Güera serían Alex y mi hijo. 

Ahora debía cuidar de ellos más que nunca, pero lo que he vivido era demasiado fuerte como para olvidarlo, aún había miedo en mi cuerpo, y en mi corazón, cada paso, cada recuerdo dolía, las heridas que tenía las vería por algún tiempo, pero me atormentaban esas escenas de violencia, donde mi vida estaba en peligro.

Me levanté con mucho cuidado, para no despertarla, la cubrí con el cobertor y me asomé a la cuna, mi hijo dormía como un pequeño angelito, era increíble como él no era consciente del peligro latente en el que estaba, y todo por mi culpa. 

No podía seguir durmiendo, había muchas ideas rondando en mi cabeza, así que salí al baño, para poder asearme y refrescarme un poco, las costillas aún me dolían, por lo que caminé muy despacio, con mi mano en el pecho, y entré al baño, al mirarme en el espejo, noté los rasgos del cansancio, mi estadía en el hospital había dejado huellas, las ojeras y lineas de expresion me hacía ver más demacrado, pero estaba vivo, y eso importaba más. 

Quise mojarme la cara para despertarme bien, cuando el agua tocó mi rostro, el recuerdo del guarura que intentó ahogarme llegó a mi mente de manera vivida, cómo si estuviera en ese momento, el agua llenando mis fosas nasales. No pude más y golpeé con mi puño cerrado en el lavabo.

-No puedo dejar que me controle, debo ser fuerte, debo ser fuerte por ellos, por ellos- dije con firmeza,no podía dejarme vencer. 

Escuché un pequeño llanto a lo lejos, mi hijo estaba despertando, no tuve opción a seguir cavilando, cepille mis dientes y me metí a la regadera, el agua tibia caía como cuchillas, los recuerdos iban y venían, era difícil continuar así. 

Alex se acercó a verme, parecía tener un poder de telepatía y sabía que no me sentía nada bien. 

-¿Fer que tienes?- me preguntó.

-Estoy bien- mentí, aún cuando ella no iba a creerme- es solo que.

-Estas mintiendo mi cielo, te conozco- Alex se acercó y puso sus manos sobre mi pecho, tenía tantas ganas de hacerla mía aquí mismo, su cuerpo gritaba por amor, pero aún no era el momento.

-Dejemos eso por ahora, tengo que ir a la oficina- tenía que evadirla de alguna forma, ella estaba preocupada por mi y no quería hacerla sufrir con mis traumas.

-Pero Fer, entiende por favor.

-Mi niña, sé que debo descansar, mi cuerpo también me lo exige, pero más me exige la cautela, sabes que cada segundo que pasa, ella se hace más fuerte y no puedo desprotegerlos.

-Tengo miedo mi Fer- ella me abrazó, no pude resistirme.

-Yo también, mucho miedo, no quiero que ni tu ni mi hijo pasen por malos momentos, moriría antes de que a ustedes les pase algo malo. 

-No digas eso, por favor mi cielo no lo digas.

La tomé por el rostro, mis ojos entraron en contacto con los suyos, amaba la calidez de sus ojos marrones, y esa mirada que me llenaba de paz, besé su frente y la abracé antes de terminar de asearme.

-Te amo, mi niña, no sabes como te amo, pero debo irme- no podía dejar de abrazarla- debo ir a averiguar como es de los agentes de seguridad que cuidarán la casa, además de saber si ubicaron mi coche.

-Cuidate mi cielo- me dijo ella- no quiero dejarte ir, tengo mucho miedo por ti.

-Quisiera que el tiempo no pase, y quedarme así contigo- mis ojos se perdieron en sus labios, los tenía cerca y se veían tan carnosos y besables, no pude aguantarme, me acerqué y su aroma a cereza me conquistó, la besé con la fuerza con la que deseaba besar todo su cuerpo, pero mi cordura me pedía que me detuviera, así que me conformé con un beso intenso y me separé de ella.

-¿Vendrás conmigo a la oficina?- le pregunté.

-No, tengo que hacer algunas compras para Carlos Manuel, lo llevaré al Centro Comercial, el que está aquí a algunas cuadras. Le pedí licencia a Rubén, admito que necesitaba un descanso, para poder estar con mi hijo.

-Lo sé, esta situación nos está rebasando, por favor, ten mucho cuidado, te lo ruego, cuídense- le dije, era terrible saber que algo podría pasarles.

-Te lo prometo.

Me puse mi traje negro, tras tomar un jugo al vuelo, me despedí de mi hijo y de Vicky y salí rumbo a la Comandancia, tenía esa rara sensación de que no debía dejarlos, pero me enfoqué en hacer algo por porteger a mi familia, y decidí armar un plan de protección, Sara no volvería a hacernos daño. 

Unos minutos después, estaba estacionando mi coche en el parqueadero de la Comandancia, en eso vi llegar a Ricardo, que al verme se acercó corriendo. 


-Amigo, que gusto verte repuesto.

-No te creas, estoy de pie de puro milagro- le dije, sentía que esa era la verdad.

-Tengo noticias, pude localizar tu coche, sigue a las afueras de la ciudad, y tengo las imágenes de tu cámara de seguridad.

-Excelente, ¿Cómo lo lograste?-le pregunté,mi amigo era muy hábil.

-Pedí apoyo a amigos, cobré algunos favores, créeme, no dormí, pero logramos triangular la ubicación, y obtuvimos las imágenes.

-Veamos qué tienes ahí- Ingresamos al edificio, Rubén ya  nos esperaba en la sala de Audiovisuales.

-Te ves terrible amigo- me dijo, la verdad sabía que estaba terrible, lo había visto en el espejo esta mañana.

-Lo sé, pero eso no importa ahora.

-Bueno, a lo que vinimos- Ricardo mostró las imágenes de la cámara, en ellas se veía como me han golpeado con el bate de béisbol, luego arrastrado a la casa, y , me llevaban a la cochera, en eso la sensación de miedo y violencia, volvió a apoderarse de mi, me tomé la cabeza porque empezó a dolerme.

-Amigo ¿Estás bien?- me preguntó Rubén.

-No es nada, por favor continuemos. Esto es prueba fehaciente de que intentaron todo por matarme- ver esas imágenes me hacían daño, pero debía seguir enfocado.

-Así es, pero ya hablé con la oficina del Ministro en la capital, le expliqué lo sucedido, el mismo Ministro me indicó que eres un miembro importante y que debemos tomar todas las medidas de seguridad, por eso se ordenó que tres agentes vigilen tu casa., Y que abrieramos de nuevo el  caso de Sara y Becker.

-Gracias- le dije, debía sentirme aliviado, pero mi sexto sentido se puso alerta, algo no iba bien- debemos ir a esa casa, debemos revisar, quizás ellos siguen ahí o podemos recolectar evidencia, pero  no hay duda, los dos estuvieron en esa casa conmigo y deben comparecer. 

-Así se hará, armaré el operativo- dijo Rubén.

De pronto sonó mi teléfono, era Alex, de seguro quería saber como estaba.

-Mi niña-le dije- ¿Dónde estás?

-Estoy en el Centro Comercial, como te dije, estoy con Carlos Manuel.

-¿Y Vicky?

-Le dí el día libre, así que estamos los dos solos.

Esa frase retumbó en mi mente,  no era para nada bueno escuchar eso.

-Sabes mi cielo, siento que algo está pasando.

-¿A qué te refieres?- me puse de pie, Rubén y Ricardo me dijeron que ponga el teléfono en altavoz, se dieron cuenta de mi nerviosismo. 

-Siento que alguien nos sigue, y no traje mi arma de reglamento, la dejé en casa. 

No supe qué decir, sentía miedo de que algo le pasara.

-Amor, no cortes la llamada, estoy yendo hacia ti ¿Hay alguien extraño que te siga?- pregunté

-Dos hombres, vestidos de negro.-Alex se escuchaba algo agitada, al parecer estaba caminando muy rápido, me estaba muriendo de miedo, Ricardo logró conectar mi llamada con el sistema, así podía localizar su ubicación y escuchar de manera más clara, se escuchaban algunos gritos.

-Está  a tres cuadras de tu casa, buscaremos las cámaras de seguridad de la zona- dijo Rubén.

Asentí aún más nervioso, busqué las llaves de mi coche, tenía que ir donde ella.

-MI niña, por favor encuentra un lugar donde puedas ocultarte, voy para allá.

Me puse de pie, con una mirada le dije a Rubén que debía irme. Rubén captó la idea -Anda, mandaré refuerzos, por favor estamos en contacto.

Lo miré, más que nunca necesitaba su apoyo. Salí rápidamente hacia el ascensor, sin dejar la llamada, Alex estaba caminando de prisa, se notaba en el sonido de su respiración.

-¿Dónde estás? ¿Ves a alguien conocido?- le pregunté mientras subía al coche, activé el aparato de manos libres y arranqué.

-Estoy en el tocador de damas,  ven pronto mi amor.

-No cortes la llamada, quédate en línea mi niña.

Aceleré lo más que pude, mientras escuchaba con pánico la respiración agitada de mi novia.

-Ahí viene alguien.

-Tranquila, no hagas ningún movimiento  brusco, no deben oírte.

Tras unos segundos, Alex se agitó mucho más, eso me desesperaba. Se escuchó el sonido de unos balazos, gritos y el sonido de las sirenas de emergencia.

-ALEX ¿Qué pasa?- grité, mi miedo estaba creciendo, Alex estaba en medio de un tiroteo. 

-Fer, no puedo ver mucho, pero esos dos hombres entraron al baño.

-¿Y el bebé?

-Carlos Manuel está dormido.

-POR FAVOR NO TE MUEVAS, ya estoy llegando- le dije nervioso mientras pisaba más el acelerador. Escuché el ruido de la puerta abriéndose con brusquedad. Alex bajó la voz, seguro para que no la descubrieran.

-Fer, son Eduardo y Becker- escuché esos nombres y el alma se me fue a los pies, dejé el timón y me llevé las manos a la cabeza, La Güera estaba detrás de todo esto y  me había ganado esta vez.

-Mira, mira, que tenemos aquí-era la voz de Eduardo, también Becker reía. 

-Aléjense de mí- gritaba Alex, el niño empezó a llorar.

-Venimos por tu hijo- dijo Eduardo. 

-NO SE ACERQUEN- dijo Alex, se notó el golpe del aparato cayendo al piso, ella había soltado el teléfono, yo estaba escuchando con miedo que es lo que continuaba

- ALÉJENSE, DEJEN A MI HIJO- ella suplicaba, su respiración estaba muy agitada

-ALEX- grité, mientras oía ruidos de golpes, mi novia se estaba defendiendo.

-No te resistas, vamos aléjate del niño- dijo Becker.

-Alex- volví a gritar, estaba ya cerca del Centro Comercial, pero tenía miedo de no llegar a tiempo.

-DEJA A MI HIJO- dijo Alex- DESGRACIADO, suéltame, Eduardo SUELTAME, MI HIJOOOOO , MI HIJOOOOOOO.

El niño lloraba desconsoladamente, mi hijo estaba llorando, y mi novia gritaba, al parecer los hampones habían reducido a los agentes de seguridad del Centro Comercial, no había nadie ahí para ayudarla, era desesperante. Se escuchaban ruidos de alarma, de seguro ya habían llamado a la Policía. O quizás Rubén ya había enviado agentes. No podía creer que estaba volviendo a vivir esa horrible sensación de impotencia, tal cual la había vivido con Sofía y Camila. 

Llegué al dichoso lugar, estacioné de manera brusca el coche, donde se pudiera, saqué mi teléfono y salí tirando la puerta del auto, corrí lo más rápido que pude, mientras seguía con la llamada. 

-Eres buena peleando- decía Eduardo- pero nos llevamos a tu hijo. 

-Alex por favor ya estoy aquí, no te rindas- dije al teléfono.- ALEX

-SUELTAME, MI HIJOOOOO CARLOS MANUELLLLLLLLLLLL-gritó ella, un golpe seco y el sonido de un cuerpo cayendo al piso, luego el silencio, en el Centro Comercial habían varios tocadores de Damas, pero ¿En cuál de ellos se habría ocultado Alex?

-ALEX , ALEX, ALEJANDRA- grité con desesperación, veía gente huyendo, había sucedido un tiroteo bastante grande, sentí que uno de ellos tomó el teléfono y cortó la llamada, no podía estar tranquilo, ella me necesitaba. 



Llegué después de unos minutos de luchar contra la gente huyendo, un grupo de policías empezaron a acordonar la zona, me reconocieron y me ayudaron con la muchedumbre que estaba enloquecida, saqué mi revólver y apuntando hacia adelante, entré a uno de los tocadores del este del complejo. Había en ese baño, la marca de dos balazos en la pared, dos cañerías rotas, un montón de agua corriendo por el piso, los atacantes se habían ido, pero ante mi, estaba la peor escena de todas

En el piso, boca abajo, estaba Alex, inconsciente, la bolsa pañalera de Carlos Manuel desparramada, los casquillos de las balas junto a su cuerpo, y ningún rastro de mi hijo. 


Carlos Manuel había sido secuestrado, mi hijo estaba en manos de la Güera, Sara González no tenía límites, y yo estaba en sus manos, otra vez. 



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Publicado el 13/08/2021 07:00 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
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Capítulo 29

Fernando tomó con delicadeza el cuerpo de Alex, ella no tenía ninguna herida de bala, pero al parecer la habían golpeado en la cabeza, por eso cayó desmayada, la revisó de pies a cabeza, estaba ilesa pero aún no despertaba.

-ALEX- dijo con suavidad- Alex mi niña, despierta, te lo ruego despierta. 

Alex no reaccionaba, seguía inmovil, Fernando no sabía qué hacer y la abrazó, la apretó contra su pecho, tratando de hacerla reaccionar. 

-Alex, mi niña- volvió a decir, con un lamento- despierta por favor. 

Se escuchó a unos de los policías, que estaban pidiendo una ambulancia, para llevar a Alex al hospital. 

En eso la agente empezó a pestañear y a moverse, Fernando la levantó del suelo y la ayudó a incorporarse.

-¿Fer?

-Aqui estoy mi niña, aquí estoy- dijo él suspirando con algo de alivio- Dime que estás bien.

-Estoy bien- Alex se tocó la nuca sintiendo mucho dolor, su rostro confuso cambió de repente- MI hijo, Fer mi hijo.

Alex empezó a llorar, Fernando se sentía impotente, la ayudó a ponerse de pie, mientras los demás policías acordonaron el lugar para la investigación.

-Mi niña, por favor tranquila- le dijo Fernando, estaban abrazados a un costado de la puerta de entrada al tocador- dime qué fue lo que sucedió.


-Estuvimos tranquilos, hasta que se oyó un ruido de bala, habían muchos hombres grandotes vestido de negro, entraron y la gente empezó a huir de ellos, mientras yo hablaba contigo, me di cuenta que me habían visto, así que decidí entrar aqui, no sé que pasó afuera, pero las alarmas de emergencia sonaron, luego dos hombres estaban entrando al este tocador, y eran Eduardo y Bruce, yo vi que se miraron y Eduardo me tomó por el cabello, y me jaló hacia atrás, ellos solo querían llevarse al niño- Alex necesitaba aire, lo decía tan desesperadamente, que se agitaba al hablar. Fernando tomó sus manos y las besó.- Yo luché con él, le aventé varios golpes con los puños, cuidando de Carlos Manuel. Becker apretó mi cuello y no dejaba respirar, eso aprovechó Duarte y jaló el moisés de mi hijo, yo grité en busca de ayuda, y en eso me golpeó con la cacha de la pistola, y no supe más.- Alex terminó de contar lo sucedido llorando abundantemente. Fernando lloró con ella mientras recordaba las amenazas de Duarte, él se cobraría con Alex, las rencillas antiguas de Sara.

-Mi niña, tranquila- abrazó a su novia, no podía dejar que cayera en desesperación- Haré todo por traerte a nuestro hijo de vuelta, aún a costa de mi vida. 

-Fer, vamos a hacerlo juntos- dijo Alex, algo más tranquila.- Mi niño, estará asustado, Dios no puede quitarmelo. 

-No lo hará mi niña, Dios nos traerá a nuestro hijo a nuestros brazos, ya verás, lo rescataremos- Fernando abrazó más fuerte a Alex, ella lloraba desconsoladamente.

En eso entró Rubén al lugar .

-Alex ¿Estás bien?- preguntó, ella asintió en silencio- Tranquila querida, haremos todo por devolverte a tu hijo, los de Criminalística, estudiarán la escena, nosotros vamos a la oficina para que nos digas exactamente cómo sucedió todo, vamos a la oficina.

Los tres salieron hacia la comandancia, a rendir declaraciones y a esperar que la Güera se comunique para dar las condiciones y así  recuperar a su hijo. 

Sara estaba en un lugar apartado de su casa de campo, donde se estaba ocultando, era obvio que Shadow estaría buscándola, ahora que le había quitado a su hijo, pero ella era la que mandaba ahora, Fernando debía hacer lo que ella quisiera, sino su hijo pagaría las consecuencias.

-Estás en mis manos Fernando- dijo sonriente, mirando un recorte de periódico que estaba en su mesita de noche, la foto de Shadow y Alex  de la gala de hace algunos meses, era lo único que ella guardaba con recelo- Ahora podré tenerte a mis pies y harás lo que yo te diga.

En eso vio por la ventana de su habitación, el coche de Duarte estacionándose en la parte trasera, bajó de él un moisés, con un bebé recostado. Tras unos minutos, el hombre tocó la puerta de su recámara, entró y puso sobre la cama a su pequeño prisionero. 

Sara se acercó, y vio a un bebé, totalmente despierto, que solo la observaba, como esperando alguna reacción.

-Déjame a solas con el bebé- ella ordenó.

-¿Pero cuándo contactaremos con Shadow?- refutó Duarte. 

-Yo te haré saber, solo déjame con él.

Duarte aún molesto, salió de la habitación, Sara se acercó más y sacó al niño de su moisés, al cargarlo tuvo una sensación extraña. 

-Tienes los ojos de tu padre-dijo algo melancólica, el pequeño no hacía ruido- eres igual a él, hubieras sido mío, pero Fernando Tellez decidió arruinarme la vida, tu no tienes la culpa, pero tu padre morirá por haberse burlado de mi, y tu eres la carnada perfecta- sacó su teléfono del bolsillo y marcó en el teclado, su plan no podía fallar.


-Tranquila Alex, recuperaremos a tu hijo- dijo Rubén, estaban en la comandancia en la sala de juntas, Ricardo estaba en la computadora, pidiendo las cámaras del Centro Comercial, para ver la las imágenes de la cámaras de vigilancia, para ver si podrían captar la huida de los delincuentes. Fernando daba vueltas en la habitación, con su teléfono a la mano, era lógico que Sara lo llamara, así lo hizo cuando secuestró a Alex hace unos meses, haría lo mismo, pero esta vez debían tener mucho más cuidado, la vida de su hijo estaba en riesgo. 

-Esto es desesperante ¿Donde puede estar?-dijo Fernando.

Alex estaba sentada en silencio, sin expresión, sólo quería recuperar a su hijo.

-Fer, mira esto- Ricardo lo llamó. Fernando se acercó a la computadora, estaban las imágenes del parqueadero del Centro Comercial, dos coches negros estaban cerca de la salida, en uno se subió un hombre con un moises celeste, y el otro subió solo al otro coche. 

-Duarte se llevó a mi hijo- dijo Fer. 

-Pedí las cámaras de la autopista, ambos coches llegaron a la salida de la ciudad, estaban cerca de la casa donde te tuvieron prisionero, pero las imágenes se pierden entre algunas esquinas- Ricardo señalaba con el dedo todas las imágenes- ahí no hay una cámara en la diagonal de la avenida, la cámara más cercana está a unas millas, y ahi solo se ve un coche, el otro se pierde.-

-Maldición, es increíble la suerte de estos desgraciados, debemos ir a la casa de las afueras. Debemos agotar todas las posibilidades, ahí puede estar mi hijo. 

-Lo haremos- dijo Alex, después de un largo silencio se puso de pie- debemos ir a hi, no puedo pasar un minuto más sin mi hijo. 

Rubén asintió y llamó a los demás agentes para armar un operativo.

-Alex ¿Estás segura?- preguntó Fernando, la veía muy mal.

-Si mi cielo- Alex se miraba las manos vacias- necesito abrazar a mi hijo y lo buscaré donde sea, por favor no me digas que no lo haga.

Fernando podía entender el dolor de su novia, ella era la madre y no tener a tu hijo era un dolor que supera cualquier pensamiento, no pensaba detenerla, pero tenía miedo de lo que podría hacerle esa mujer.

-Lo haremos juntos, lo prometimos un día, y así será- él se acercó y le besó en la frente.


En unos minutos varios coches iban hacia las afueras de la ciudad, Alex y Fernando iban liderando el paso, se propusieron ser discretos y los autos estaban distanciados, unos metros detrás de la camioneta de los agentes. Rubén iba al volante y podía ver por el espejo retrovisor del coche que sus amigos se veían muy tensos, estaban en silencio. 

-Amigos haremos todo lo posible por recuperar a su hijo.

-Gracias hermano- dijo Fernando- será mejor si nos estacionamos por aquí.

-Está bien- dijo Rubén y apagó el motor del coche. Los tres bajaron y cerraron la puerta, usando sus armas de reglamento por delante, apuntando.

-Con cuidado- le dijo Fernando a Alex, ella asintió con la mirada y una ligera sonrisa.


Alex avanzó liderando a los demás, abrió la puerta del jardín de la casa, apuntando con el arma por delante, ella hizo una señal para que los demás avancen, Fernando iba a la retaguardia, Rubén avanzó y trató de buscar una puerta trasera, mientras Alex entraba por la puerta principal. 

La manija de la puerta no estaba asegurada, ella movió el cerrojo y la casa se abría ante ella sin ninguna restricción, avanzó unos pasos por el lobby, pero no había nadie. 

-No hay nadie en el lobby-dijo Alex por el radio, los demás escuchaban atentos.

-Por favor ten cuidado- le dijo Fernando, estaba muy contrariado, sentía que algo malo iba a pasar. 

Alex siguió avanzando, revisando las áreas de la casa, entró a la sala y luego al comedor, todos están vacíos y sin rastros de que alguien viviera, pero de pronto vio una ligera mancha de sangre, que se abría camino por el pasillo hacia la cocina, era una larga hilera que se iba incrementando, Alex suponía de quién era, Fernando había sido cautivo en esta casa, y también torturado trágicamente, era su sangre, de seguro la regó cuando lo arrastraban. La sangre seguía por todo el pasillo, llegó hacía la cochera, donde de seguro los hombres de Eduardo y Becker habían hecho su hazaña, sintió un ligero ruido.

-Hay ruido por la cochera-dijo Alex por el radio.

-Yo me encargo- dijo Fernando. Se trasladó rápidamente hacia la puerta de la cochera.

-Yo estoy ahí, la puerta se abre- dijo Rubén apuntando. No pudieron contener a la camioneta negra que avanzaba rápidamente con rumbo al norte. Fernando y Rubén dispararon hacia el coche, pero el hombre seguía avanzando.

-Demonios- dijo Fernando, corrió apuntando a las llantas del coche, dio un par de disparos, pero sólo uno logró desinflar el neumático trasero. La camioneta seguía avanzando a pesar de eso, pero dos de los coches de la policía cerraron el paso, la camioneta frenó en seco, el conductor salió despavorido, pero se levantó del suelo y empezó a correr. Fernando lo persiguió. 

-ES BECKER- gritó Fernando por el radio, el maleante seguía corriendo, pero Fernando logró alcanzarlo y se abalanzó sobre él, ambos cayeron al piso. 

-ALTO INFELIZ, no podrás escaparte de esta- Fernando tomó las muñecas de Becker y sacó unas esposas para retenerlo- ¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO INFELIZ?

-No está aquí idiota- Becker respiraba agitado tratando de liberarse del peso del cuerpo de Fernando- caiste en la trampa, aqui no hay ningun bebé, sólo han perdido el tiempo. 

Fernando no resistió la impotencia y golpeó la nuca de Becker con la cacha del revólver.

-MALDITA SEA, DÓNDE ESTÁ MI HIJO.

Rubén alcanzó a los hombres y vio a Becker desmayado, Fernando estaba de pie tocándose la cabeza con las manos. 

-Hermano tranquilo, encontraremos a tu hijo.

-No puede ser Rubén, esa mujer es el demonio, no puedo permitir que le haga algo a mi hijo. 

-Lograremos obtener toda la información de este infeliz- dijo Rubén- vamos Fer, llevémoslo a la Comandancia. Con una mano llamó a los demás agentes, dos vinieron y se llevaron a Becker a la camioneta de la Policía. Fernando y su jefe caminaron hasta la entrada de la casa, donde Alex los esperaba, al ver a su novio, ella corrió y lo abrazó.

-Revisé toda la casa Fer, Carlos Manuel no está aquí. 

-La Güera nos puso un señuelo, esto fue solo una distracción, pero no te preocupes, te entregaré a nuestro hijo cueste lo que cueste- Fernando  le dio un beso en la frente y la abrazó muy fuerte- Te lo prometo mi niña, te lo prometo 


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Capítulo 30 


POV ALEX: 


No podría describir el dolor enorme de no tener a mi hijo a mi lado, después de haber luchado tanto en la vida, Carlos Manuel y su padre eran el regalo más lindo que la vida me había dado, pero ahora mi hijo estaba en las manos de esa loca de Sara, y yo estaba ahí sin poder hacer nada. 

Estamos de camino a la Comandancia, con Becker aún inconsciente, sólo él podría darnos una pista del paradero del bebé. 

Un agente manejaba el coche, Rubén iba de copiloto, yo y Fernando íbamos en la parte trasera, mientras en la otra camioneta viajaba el detenido. Vi como mi novio movía frenéticamente los dedos, estaba acumulando tensión, Fernando pasó por un trauma muy fuerte tras su secuestro y no quería que se pusiera mal, necesitábamos un milagro.

-Mi niña. encontraremos a nuestro hijo- Fernando habló en voz baja, yo sabía que le dolía esta situación y se culpaba de todo, no era fácil tampoco para él.

-Amor, lo único que quiero es tener a nuestro bebé- dije en un susurro, estaba a punto de llorar

-Y lo tendrás, te lo juro.- me dijo él, se acercó más y me abrazó, sus brazos fuertes siempre fueron mi refugio, mi roca, sabía que nunca me dejaría sola, Fernando era el hombre de mi vida, y no podía permitir que nada le pasara.

-Fer, por favor, no quiero perderte a ti también, debemos hacer esto juntos, vamos a encontrar juntos a nuestro hijo, Promételo.

-Te lo prometo- tomó mi mano y la besó. Sonreí tímidamente.

Llegamos a nuestro cuartel general, los demás agentes llevaron al detenido a la sala de interrogatorios, ya estaba despierto y miraba a Fernando con odio, me daba miedo saber que planes tenían entre manos. 


-Entraré a Interrogarlo- Fernando estaba tocándose la cabeza con la mano derecha, como si estuviera a punto de desmayarse

-¿Mi cielo Estás bien?-pregunté alarmada.

-Si mi niña, por favor no te preocupes.

-Mejor entramos los dos ¿Te parece?

-Está bien mi niña- Fer me besó la mano y sonrió, era increíble lo fuerte que se veía por fuera, yo sabía muy bien que estaba cansado, destruido y agobiado, pero su semblante denotaba fortaleza, lo que yo estaba perdiendo poco a poco. 

Ambos entramos a la sala, Becker nos recibió con sarcasmo.

-La pareja del año acaba de entrar- dijo el delincuente, sonriendo socarronamente- ahora están juntos para acabar con el mal, como superhéroes.

-Cierra la boca Becker, sino te la partiré en un segundo-dijo Fernando con fiereza- dime todo lo que sabes.

-No tengo nada que decir, hasta que venga mi abogado- dijo Becker y me miró directamente a los ojos, me sentí muy intimidada.

-Eres hábil, infeliz- Fernando lo obligó a que dejara de mirarme, se lo agradecí en silencio- pero la verdad no estoy aquí para obligarte a hablar, vengo a ofrecerte un trato.

Dirigí mi mirada hacia Fernando, no me esperaba esa afirmación, de seguro vino pensando en esa posibilidad mientras regresamos a la comandancia.

-Eso no lo vi venir, Te escucho agente Shadow. 

Fernando se movió de un lado a otro, organizando sus ideas y luego habló enérgicamente.

-Mira puedo abogar por ti, declarar a tu favor en un juicio, porque es más que obvio que irás a juicio, por mi secuestro, si me dices dónde está Sara con mi hijo, se puede incluso pedir que no se te nombre en la declaración, así quedarías absuelto, pero eso ocurrirá sólo si tu me entregas a Sara y a Duarte, y me devuelves a mi hijo.

-Eso suena muy tentador Shadow, pero como puedo estar seguro que esto es cierto.

-Aquí hay testigos, está Alex, y también mi jefe- Fernando miró primero al espejo blindado que estaba a su frente, Rubén los miraba desde la sala contigua tras el espejo, totalmente de acuerdo con el trato; luego me miró, con esperanza, ese plan no podría fallar.- Soy hombre de palabra Becker. 

Becker lo pensó unos minutos y pude observar su mirada lujuriosa otra vez sobre mi, Fernando odiaba esa actitud y su rostro se transformó, golpeó el puño sobre la mesa metálica, luego miró de cerca a Becker, sus rostros estaban muy juntos. 


-Estoy dándote la posibilidad de salir libre de esta, porque lo más probable es que te condenen a la silla eléctrica o a cadena perpetua, por secuestro, tortura e intento de homicidio, te la mereces malnacido, pero si me ayudas, borraré de mi memoria todo lo que me hiciste y podrás salir libre de polvo y paja, si no respondes ahora, te juro que te enviaré a prisión con una marca que nunca olvidarás, todos los golpes que te daré hasta dejarte molido, así que, habla de una maldita vez.

-Está bien, acepto- Becker respondió con frialdad, con tal de salvarse, podría entregar a su madre si era necesario, eso me dio nauseas, era repugnante.

-¿Dónde está mi hijo?- preguntó Fernando con fuerza.

-Sara tiene una casa de campo a tres kilómetros del campo militar de la ciudad.

-Eso está como a cuatro horas de aquí. Será mejor que estés diciendo la verdad, porque de lo contrario, te juro que te mataré.

-Es lo que ella me dijo, Duarte debe estar con ella, me dijeron que tendríamos un señuelo para hacerte perder la cordura, volverte loco.

-No estoy perdiendo la paciencia, sino que esto me hastía, sólo quiero recuperar a mi hijo y acabar con esa obsesión enfermiza que Sara tiene conmigo.

-Ya dije todo lo que sé, ahora no diré nada más hasta que venga mi abogado- Becker sonreía triunfante, eso me molestó bastante, así que preferí salir de ahí, me sentía muy mareada, sólo quería tener a mi hijo en mis brazos, mis esperanzas crecían, con la información de Becker. 

Llegué a los servicios higiénicos de la Comandancia, entré y sentí la necesidad de devolver el estómago, era horrible la sensación.

Fernando me esperaba fuera, yo tenía una cara muy demacrada. Él al verme, abrió los brazos y sólo pude refugiarme en ellos. 

-MI niña, vamos a encontrarlo, haré lo que sea necesario para que esté en tus brazos. 

-Lo sé Fer, confío en ti, pero tengo miedo, no quiero perderte, ni a mi hijo.

-¿Por qué dices eso?

-Fer, por favor déjame ayudarte- le dije, se me estaba ocurriendo un plan. 

-MI niña, lo único que puedes hacer es esperar aquí, yo te traeré de vuelta a Carlos Manuel.

-No Fer, esta vez quiero participar, ella tenía un plan, podemos revertirlo.

-¿Qué quieres decir?- Fernando me miró asustado, eso no lo esperaba.

-Hagamos lo mismo que ella, pongamos un señuelo, Yo puedo ser ese señuelo.

Fernando me alejó de su cuerpo con fuerza, en un momento llegó a lastimarme un poco.

-NO-dijo gritando- NO MI NIÑA.

-Fer por favor- le miré suplicante, no podía dejar que haga esto solo, tenía mucho miedo por él.

-NO PIENSO EXPONERTE, ES UN NO ROTUNDO.

-Fernando escúchame- le tomé de la mano pero él empezó a caminar de vuelta a la sala de juntas, dando la espalda.

-NO ALEX, ES UN NO DEFINITIVO, NO VOY A PERMITIR QUE TE HAGA DAÑO.

-FERNANDO MÍRAME- estaba harta de su obstinación, tenía que ponerme fuerte, aunque por dentro estaba por desvanecerme- POR UNA SOLA VEZ, ESCUCHA.

Fernando se paró en seco, sin mirar aún.

-DIJISTE QUE HARÍAMOS ESTO JUNTOS- Luego bajé el tono de mi voz, ya que obtuve su atención- Fer, mi amor, no sabes todo lo que sufrí al sentir que te perdía, ahora mi corazón sufre porque mi hijo está perdido, no quiero perder a ninguno de los dos, ahora que tenemos una ligera ventaja, necesito que confíes en mí, juntos podremos generar una estrategia, por favor, sé que puedo ayudar, pero tu me haces sentir impotencia de no poder hacer algo, quiero que mi hijo se entere cuando sea mayor, que sus dos padres son gente valiente, ahora más que nunca nos necesitamos, por favor.

Sentí que Fernando tenía una lucha interna, estaba tratando de cambiar de idea, así que lo vi voltear y venir hacía mí, con una mirada llena de amor.


-MI niña, no quiero que te hagan daño, me volvería loco si los perdiera- me tomó de las manos y las besó luego me abrazó de nuevo- MI mente se rebela, pero debo admitir que tienes razón. 

-Una vez dijiste que querías trabajar en equipo, porque estando solo tenías menos oportunidades de cumplir nuestras misiones, es momento de que trabajemos juntos para rescatar a nuestro bebé. 

-Siempre tienes razón mi niña- Fernando suspiró hondo y clavó sus ojos en los míos- me muero de miedo por ti, pero está bien, estamos juntos en esto.

-Siempre juntos- a pesar de toda la tristeza que me embargaba, de sentirme vacía sin mi hijo, besar los labios de Fernando, me llenaba de esperanza y de fuerza. Rodie su cuello con mis brazos, me puse de puntillas y atraje su cara a la mía, juntamos los labios y nos besamos, mi rostro se puso colorado, el suyo también, el beso se intensificó y se volvió un poco salvaje, la mano de Fer llegó a mi nuca, ejerciendo su control habitual, se adueñó de la situación como siempre y yo agradecí que continuara así.

-Te amo- me dijo Fernando en un susurro seductor e irresistible. 

-Te amo- le dije también al oído, aunque era demasiado placentero, nuestro hijo ahora era la prioridad, así que me alejé, él también se dio cuenta.

-¿Qué plan tienes, amor?- dije.

-Pedí los planos oficiales de la casa de campo, ubicaron la dirección exacta, así que debemos ir ambos- percibí que Fernando aún no soportaba la idea de que yo sea la distracción, pero se armó de valor- Tu los distraes mientras yo busco y saco a nuestro bebé de ese lugar.

-Estoy dentro, revisemos los planos- ambos caminamos de la mano hacia la sala de juntas, estaba muy nerviosa, pero sin duda, debía poner de mi parte para rescatar a mi bebé, nuestra fuerza estaba en lograr ese objetivo y poder volver a vivir en familia. 


Publicado por Carlita laime
Publicado el 13/08/2021 07:26 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
Hay Carli, me como todas las uñas , que suspenso, me encanto, espero con ansia los capitulos que faltan, besos abrazos
Publicado por mirta beatriz
Publicado el 13/08/2021 22:40 - Total Temas: 12 - Total Mensajes: 928
toc toc!!! carlita! estas ahí?  me tienes comiendo ansias para saber el desenlace de nuestro agente shadow! los nuevos capítulos pa'cuando? tenemos ganitas ya!!! que sea pronto ehh! un abrazo fuerte guapa!
Publicado por DIANA MELISSA
Publicado el 06/09/2021 21:43 - Total Temas: 8 - Total Mensajes: 409

NOO NOO NOOOOO EL PEQUE NOOOOO :( AHH PERO VOLVERÁ ¿CIERTO?

 CARLI AQUÍ ESTAMOS PARA SER TESTIGOS DE LAS HAZAÑAS DE SHADOW Y VER COMO TRAE A CASA A SU PEQUEÑÍN

 S E G U I M O S

Publicado por rubby92
Publicado el 07/09/2021 04:27 - Total Temas: 20 - Total Mensajes: 17106
CARLITA, ME DEJAS CON GANAS DE MÁS JAJAJA...
LA VERDAD QUE VOLVIA EN TREN Y ME PUSE A LEERTE YA SABES QUE NO SERÍA LA PRIMERA VEZ QUE ME PASO DE PARADA COLUNGUEANDO JAJAJA...HOY NO TRANQUILA.
GRACIAS POR COMPARTIRLO Y ESPERO SABER PRONTO COMO LO HACEN , MIL BESOS.


ELADIO-N-G-YA
Publicado por mer47
Publicado el 07/09/2021 20:32 - Total Temas: 204 - Total Mensajes: 14509
Hola Hola mi querido Ct .. 
aqui de vuelta a las andadas literarias, Gracias Mer hermosa y a mi peque Rubby por los comentarios que me dejaron gracias por seguir estar historia. 
La verdad, terminar las aventuras de Shadow, se ha convertido en un gran reto para mi, en este pequeño lapso de tiempo, han ´pasado tantas cosas, que Ver trounfar a Shadow y su familia me ha costado un poquito, sin embargo dejo todo mi amor en este personaje literario que es tan especial, creo que que he ido madurando con el conforme pasan los dias, pero espero que así como siempre lo hacen, sigan apoyando mis ideas locas , las quiero mucho a todas 

Fer: 
hay momentos en los que una sueña con mundos imaginarios, donde tu eres la principal excusa para poder ser feliz, leas o no este tema (se que si lo haces, me lo dice el corazon), sabes que lo hago con todo el cariño, porque gracias a lo que nos has regalado con tu talento y tu trabajo, podemos dejar crecer la ilusion y poder plasmar en este espacio, todo lo que puedes lograr con tu magia, Shadow para mi, es la forma de acercarme a tí, de saber que con tu talento puedes ser todos los hombres del mundo, siendo solo tu, te adoro mi niño hermoso, te extraño y se que pronto podré decirte esto a los ojos. 
Te extraño 

Agente CL: 


Pongo los capitulos finales y un pequeño epílogo, como para dejar con emoción esta historia, la que más quiero de todas las que escribi

Besitos colungueros desde Perú 
Publicado por Carlita laime
Publicado el 12/10/2021 05:47 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
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Capítulo 31: 



Fernando manejaba el coche de la comandancia, mirando hacia su coche negro, Alex manejaba delante de él, para no levantar sospechas, debía fingir que ella iria en su encuentro por su cuenta,y que Fer no estaba enterado. Antes de dar inicio al plan, se despedirían y ella entraría sola a la casa de Campo.

-Mi niña, no permitiré que entres ahí sola- Fernando salió del coche a una cuadra de la casa en cuestión, bajó rápidamente y se acercó a Alex, ella bajaba muy nerviosa y triste. 

-No voy a desistir ahora, mi cielo, no puedo, necesitamos hacer esto. 

A los pocos segundos, apareció una camioneta blindada, se detuvo justo delante de ellos, y de la parte posterior, salieron Rubén y Ricardo. 

-Estamos listos, Agente Vega, estaremos vigilando todo desde la camioneta- dijo Rubén.

-Este es el chip de GPS- Ricardo le entregó a Alex un chip plateado casi diminuto- ya sabes lo que debes hacer. 

-Ponle el chip al niño cuando te lo entregue-Fernando habló cabizbajo, no quería  mirarla a los ojos- de seguro ella solo te permitirá tenerlo un rato, no creo que no se conduela al ver que quieres alimentar al niño. 

-Así es, pídele ver al niño, ella por dar alarde de su poder sobre ti, te lo entrega- dijo Rubén.

-Sólo asi sabremos en que parte de la casa lo tiene, colocando este chip, yo entraré para sacarlos de ahi- dijo Fernando

-Fer por favor primero es el bebé, rescata primero al bebé- dijo Alex.

-Dije que a los dos, aún sigo creyendo que esto es absurdo.

-Por Favor Fer no lo compliques más.

-Tengo miedo mi niña- Fernando la tomó por la cintura y la arrastró a su cuerpo, le tomó luego el rostro, y la besó apasionadamente- no puedo pensar en que Sara te haga algún daño, yo hago lo que sea si te hacen daño. 

-Confía en mi, amor- dijo Alex y se acurrucó en sus brazos por última vez- Te amo Fer, por favor rescata a nuestro hijo.

-Yo también te amo, no lo olvides, yo te sacaré de ahí.Mantén tu micrófono prendido, te lo ruego.

Se besaron con más fuerza y se separaron, Fernando y los demás subieron a la camioneta. Alex sacó su teléfono del bolsillo y marcó. 

-¿Bueno, Sara?- dijo Alex, había un dejo de terror en su voz, se supone que debía escucharse desesperada. 

-Vaya, la niña es muy inteligente y consiguió mi número- dijo Sara.

-Quiero a mi hijo ¿Dónde lo tienes?

-Es un niño muy inteligente, no me da lata, pero la cosa no es contigo.

-Responde¿Dónde está mi hijo?

-Yo sólo hablaré con Shadow, lo quiero a él, no a tí.

-No permitiré que le vuelvas lastimar, Fernando casi muere por tu culpa, pero por mi hijo y por él, soy capaz de todo ¿Ahora dime dónde estás?

Se escuchó la risa burlona de Sara, Alex estaba empezando a perder la paciencia y la fe en su plan, pero no debía rendirse. 

-Estúpida, como sé que no es una trampa. 

-Fernando no sabe de esta conversación, yo te estoy hablando por mi cuenta, estoy cansada de que quieras asesinar a mi novio, y ahora te metes con mi hijo, ¿Acaso no tienes entrañas? yo sólo quiero acabar con esto y tener de vuelta a mi hijo. Dame tu ubicación e iré sola.

-No quiero trampas, mocosa- dijo Sara y cortó, Alex vio la pantalla del teléfono y leyó la ubicación que la Güera había dejado en mensaje, era exactamente lo que Becker les había dicho. Apresurada subió al coche, mirando si había moros en la costa y arrancó.

En la camioneta estaban los tres hombres, con un equipo sofisticado de rastreo, las cámaras de vigilancia de la zona, y una pantalla con los planos de la casa de Campo, así cuando logre Alex ponerle el chip al niño, sabría en qué parte de la casa estaba oculto.

-Fer, hermano, por favor ten fe- dijo Rubén, sabía que su amigo, estaba muriendo de miedo- ella es fuerte y logrará salir librada de esto.

-No resistiré si pasa algo- dijo Fernando muy nervioso. 

Alex llegó a la puerta de la Casa de Campo, manejando el coche de Fernando, para seguir con el plan, pidió que el guardia la dejara pasar, y avanzó en el coche. La reja de la puerta se cerró y ella pudo estacionar el coche en el parqueadero del Patio, era una mansión muy amplia y con bastantes áreas verdes, estaba viendo hacia los laterales y vislumbró a un par de sujetos flanqueando la casa, con ametralladoras cargadas, nadie podría luchar contra los francotiradores, era la muerte segura. 

Un hombre se acercó y la sacó bruscamente del asiento del conductor, Alex no dijo nada, sabía que así sería. 

-Patrona, está sola- le tocó superficialmente, buscando armas de fuego u otros- está limpia. Tenían una excelente red de comunicación, mediante aparatos de manos libres, el hombre escuchaba atento y recibía órdenes, sacó un revólver y apuntó al pecho de Alex.

-Mi patrona la espera, camine.- la tomé del brazo y la llevó con fuerza hacia dentro de la casa. Alex no dijo nada, era normal que la otra aprovechara su ventaja y tratara de lo peor a la mujer que se atrevió a meterse en su camino. Entraron a la sala, que era digna de la realeza, Arañas de cristal, colgando del techo, muebles que parecían bañados en oro, y una visión de lo que el dinero podría conseguir, Alex estaba mirando y pensando en todo lo que Güera había ganado por la muerte del Chacal, era como ganarse la lotería.

-Avanza- le dijo el guardia, y la jaló con tanta fuerza que Alex sintió dolor, parecía que le arrancaría el brazo de un tirón. Pasaron por varios pasillos, y era como llegar a la cochera de la casa, allí había una puerta algo lúgubre. El hombre tocó con la punta de su revólver. 

-Pasa- dijo una voz conocida para Alex, tenía un miedo enorme a lo que le esperaba, pero no debía rendirse ahora, ya estaba adentro. 

El guardia jaló de su brazo con tanta fuerza, que Alex se vio cayendo al piso de la habitación, justo a los pies de Sara y Eduardo, que estaban conversando y vieron a la muchacha como un cúmulo de basura cayendo al piso. 

-Hola mi Alex- dijo Eduardo- no pensé que fueras tan tonta.

-Es una ilusa- dijo Sara y luego soltó una carcajada- Eduardo levántala.

Él obedeció y volvió a jalar a Alex como una muñeca de trapo, la agente debía ganar tiempo y poder seguir con el plan, así que los miró a los ojos.


-Desgraciada ¿Dónde está mi hijo?

Sara la miró con furia y le soltó una bofetada, Alex volteó el rostro y sintió la cara roja por el golpe, pero no dijo nada.

-No me vengas con imposiciones, tu solita te metiste en esto, háblame bonito si quieres ver a tu hijo- dijo La Güera.

-Te lo ruego, el niño debe tener hambre, por favor sólo quiero ver si esta bien, después haz conmigo lo que quieras- dijo Alex llorando, Eduardo la seguía sujetando con fuerza, el brazo se le entumecía con la fricción- Por favor. 

-Sigue suplicando, quiero ver el terror en tus ojos.

-Eres muy cruel, no tienes entrañas y nunca entenderás el dolor de una madre de no tener a su hijo, desgraciada e infeliz.

Sara le propinó otro golpe, que hizo que su labio inferior sangrara un poco, Eduardo la sujetaba con mucha más fuerza del brazo, pero ejerció presión en el cuello de su víctima.

-Quiero ver que sufres, mocosa estúpida, no creas que será fácil devolverte a tu hijo, primero probarás mi poder, te metiste a la boca del lobo, ahora con más ganas Shadow me buscará y me suplicará por tu vida y la de tu hijito adorado, lo veré derrotado suplicando porque te deje libre, gracias por entregarte tu misma como carnada, me solucionaste el problema.

-Quiero ver a mi hijo- dijo Alex, tratando de zafarse de la presión del cuello, poco a poco le quitaba el aire y en un momento se desmayaría.

Sara se quedó callada un momento, preparando su venganza con frialdad.

-No soy tan mala mujer- dijo ella y llamó  a uno de sus secuaces, el hombre abrió la puerta- tráeme al bebé, pero con cuidado.

Alex estaba perdiendo el aire que quedaba, Eduardo se dio cuenta y le soltó el cuello, tosió para recuperar el oxígeno perdido y miró a sus captores. 

-Es verdad, yo me metí a la boca del lobo, porque no aguanto más que quieras matar a mi familia.

-¿Tu crees que podrás conmigo?- dijo Sara con sarcasmo. 

-Sólo quiero recuperar a mi hijo, y que nos dejes en paz, Fernando no te ha hecho nada y tu vives obsesionada con él, estás enferma.

Sara la abofeteó otra vez, esta vez el puñete fue certero, le partió el labio inferior y tuvo que respirar hondo para contener un grito de dolor.

-CÁLLATE IMBÉCIL- dijo Sara en un grito sonoro- NO JUEGUES CON TU SUERTE, PORQUE SI NO MATARÉ A TU HIJO FRENTE A TUS OJOS.

En eso entró el hombre, con el bebé en brazos, estaba llorando de hambre, Alex dejó todo de lado e intentó acercarse a su hijo, pero Eduardo se lo impidió.

-No tan rápido chiquita, debes tener paciencia.

-Exacto- dijo Sara- este lindo bebé si que tiene hambre- empezó a jugar con el bebé, eso enfureció a Alex, y se movió frenéticamente tratando de liberarse del apretón de Duarte.

-QUIERO A MI HIJO, SUÉLTAME EDUARDO- gritó

-Quieta, quieta, sino no podrás acariciar a tu hijo- dijo Sara, tomó al niño y lo puso delante de Alex, miró rápidamente a Eduardo y él tomó el otro brazo de la mujer, reduciendola totalmente, Alex se movió más, tenía todos los miedos del mundo ante lo que se venía.

-Mira a tu hijo, feliz conmigo- increíblemente el niño no lloró más- este niño pudo ser mío pero Shadow lo arruinó todo, así que lo pagará con la vida de ustedes dos.

Alex necesitaba tener a su hijo en sus brazos, ver que no estuviera herido y asi seguir con el plan, era más que obvio que ser la distracción había funcionado, ellos estaban plenamente ocupados en ella y podría lograr que Fernando pueda rescatar a su hijo, lo que pasara con ella no le importaba, lo que anhelaba era salvar a su hijo de las garras de esta mujer desquiciada.

-Suéltala Eduardo- dijo Sara tras unos segundos de pensar- El bebé debe alimentarse. 

Alex se sintió libre y lo primero que vio fue a su hijo, Eduardo la soltó, y Sara torpemente le pasó al bebé, que miraba asustado a su madre, el contacto fue mágico, madre e hijo se entendieron solo con la mirada.

-?Te sacaremos de esto mi niño hermoso, tu papá te salvará?-pensó Alex y alistó su ropa para amamantar al niño, Sara miraba con desgano la escena, y Eduardo se veía distraído mirando al techo.

-Si no les molesta- dijo Alex en voz baja, se acomodó un momento de espaldas hacia ellos, para poder alimentar a su hijo, y sin hacer el más mínimo ruido y movimiento, sacó de su bolsillo de la chamarra, el chip, miró a su hijo y muy suavemente lo introdujo en el pequeño bolsillo de los vaqueros del bebé, así podría mantenerse junto a él.

-Seré generosa y te dejaremos un momento a solas con tu hijo, despídete de él- Sara hizo una señal a Eduardo y ambos dejaron la habitación. 

Alex empezó a llorar en silencio, viendo los ojitos color miel de Carlos Manuel, esa mirada heredada de Fernando.

-MI amor, mi niño valiente- decía ella mientras le empezó a dar besitos alrededor de su rostro y todo su cuerpo- ten paciencia, Papá vendrá por ti, él es nuestro superhéroe, él te sacará de este feo lugar, te amo mi niño, te amo mucho, eres mi vida.

Siguió con la ronda de besos, porque sabía muy bien que acabaría pronto, esa mujer estaba loca y entraría en cualquier momento.

-Es suficiente- Sara abrió la puerta, detrás de ella llegó Eduardo y el guardia.

-Quítaselo- ordenó Sara, el hombre jaló con brusquedad al niño y este se puso a llorar.

-Mi niño- lloró Alex, sabía que Fernando lo sacaría, pero aún así el miedo a dejarlo era enorme.

-Espero que hayas podido despedirte bien de él, porque es la última vez que lo verás. Muy pronto será el fin para ti y tu amado novio- dijo Sara riendo- Eduardo llevatela a la recámara de huéspedes, ya sabes cúal es.

-Está bien- Eduardo la tomó del brazo nuevamente con fuerza pero Alex tomó un impulso.

-Te juro que acabaré contigo,maldita loca- Alex se abalanzó sobre ella y ambas cayeron al piso. Sara se defendió, sin éxito, le cayeron una ronda de puñetazos, Alex, que estaba sobre ella, le propinó tremendos golpes, llena de rabia y frustración.Eduardo trataba de separarlas.

-Es la última vez que amenazas a mi familia, no dejaré que toques a Fernando ni a mi hijo, loca desquiciada.

Sara aprovechó un descuido de Alex y le dio un golpe en el estómago, la agente tosió por el dolor y la falta de aire, fue reducida por Eduardo, quien tomó sus dos muñecas y las sujetó con unas cintas plásticas de seguridad que sacó del bolsillo de sus pantalones, luego puso una de sus manos en la boca de Alex, silenciandola.

-Te tardaste Duarte, llevatela y haz con ella lo que quieras- Sara se puso en pie y sonriendo con ironía miró a su rival- debemos recibir a su novio con una bella sorpresa.

Eduardo miró a Alex con lujuria, esto no estaba en el plan, aunque sabía que ellos no se irían tranquilos, sin hacerlos sufrir, Alex sabía que debía resistir, como Fernando lo hizo, hasta el último momento, resistir.


Publicado por Carlita laime
Publicado el 12/10/2021 05:54 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704


Capítulo 32

-Fer, el chip ya está visible en el recuadro- dijo Rubén desde la camioneta, Fernando estaba trepando el muro de ladrillo que rodeaba la parte trasera de la casa de Campo, al haberse memorizado los planos, sabía por donde entrar sin ser visto, pasaría por las caballerizas, el establo y luego entraría a la sala, de ahi ubicaría a su hijo.

-El niño está en la recámara de la segunda planta, en el ala sur, es una pequeña habitación.- dijo Ricardo, ambos controlaban por las pantallas todo el movimiento.

Fernando saltó desde el muro y cayó sobre el pasto, haciendo un ligero ruido, se quedó quieto por si lo habían oído, pero no llegó nadie, sacó su teléfono y revisó el monitoreo del chip, que podía verse en su aparato, el chip del niño destellaba dentro de la casa y su ubicación se vislumbraba a unos 200 metros del lugar. 

-Entraré por la cocina, luego subiré por las escaleras de servicio, sino treparé por las ventanas hasta llegar a esa recámara- Fernando habló suavemente, luego buscaba otra señal, que estaba fija en una habitación al extremo norte de la casa- Alex está también en la segunda planta.

-Así es- dijo Ricardo- fue buena idea que le pusieras el chip en su chaqueta.

Fernando al despedirse de su novia, colocó en uno de los bolsillos otro chip de ubicación, ella no lo notó pero no podía correr más riesgos.

-Debo sacarlos a los dos, con ellos fuera, podremos arrestarlos sin problemas- dijo Fernando- Por favor hermano, trae a Vicky en lo que sacó a mi hijo, así podré regresar para rescatar a Alex ¿Su micrófono aún sigue sin señal?

-Apenas entres a la casa, podrás escucharla- Rubén tranquilizó a Fernando, porque sabía que era muy impulsivo- estarán conectados mientras más cerca estén. Ya estoy pidiendo que traigan a Vicky

-Gracias, Rubén.

-Todo saldrá bien. 

Fernando avanzó con cautela, viendo hacia todos los lados, pasó por las caballerizas sin novedad, entró al establo y cruzó por una pequeña fuente de agua, la parte trasera de la casa tenía nula vigilancia, así que no tuvo problemas, al llegar a la puerta de servicio, se podía ver una parte del patio principal y de la puerta de ingreso, ahí se vislumbraban francotiradores, dispuestos a matar.

-Debemos salir por atrás- dijo en un susurro. Debía ser cauto, la vida de su mujer y de su hijo estaban en juego. 


En el ala norte de la casa, Eduardo estaba arrastrando a Alex, quien se resistía a entrar a la habitación. La había silenciado con un trapo y cinta adhesiva colocadas con brusquedad en la boca, además de sus muñecas atadas con las cintas plásticas.


-Vamos, cariño no te resistas- Alex sólo emitía sonidos guturales, al estar amordazada, pero puso su cuerpo pesado para evitar entrar ahí, era obvio que este hombre iba a violentarla, sus miradas lujuriosas eran muy penetrantes y ella tenía pánico, no quería desenterrar ese pasado que Fernando había borrado por completo. 

Eduardo aburrido hizo un esfuerzo y la tiró de sus cabellos como si fuera un costal, Alex cayó al piso, sintió dolor en todo el cuerpo, su caída dañó sus rodillas y una parte del rostro, que quedó roja por el impacto. Eduardo cerró la puerta tras ellos y la miró con triunfo. 

-Estamos solos amor mío, por fin podré saber cómo se sienten tus besos- Se acercó a la víctima y le quitó la mordaza.

-Eres un infeliz- dijo Alex, su queja terminó en llanto, tenía mucho miedo.

-Relájate preciosa, te aseguro que lo disfrutarás mucho- la levantó del piso jalando de nuevo por el cabello

-AUXILIO, SUÉLTAME- Alex trató de resistir, pero fue jaloneada de los cabellos, Duarte la subió a la cama de la habitación, la acomodó en el medio y empezó a tocar sus pantorrillas, pasando por sus muslos y por el estómago, terminando en sus pechos, Alex se retorcía, debía salir como sea de esto.

-SUELTAME, SUELTAME. AUXILIO, POR FAVOR.

-CALLATE- Eduardo le dio una cachetada- Alex volteó el rostro con el fuerte golpe, su labio inferior hinchado por los golpes de Sara recibió un golpe más, se reventó, salpicando sangre a la camisa del agresor.- ESTA VEZ NADIE, MUCHO MENOS EL IDIOTA DE TU MARIDO TE SALVARÁ- la besó salvajemente, Alex no respondió sólo volvía a recordar cuando Quevedo hace muchos años, había hecho exactamente lo mismo, sólo podía ahora llorar en silencio, estaba recordando su desgracia, Eduardo no se detendría, Sara le había premiado por su lealtad.

-Esta vez me vengaré de Shadow, contigo, es lo único que quiero.

-Él nunca te hizo nada y tu lo torturaste hasta casi matarlo¿Por qué ese odio tan desmedido?

-Tu no sabes nada, él me hizo mucho daño, todo lo que tiene me corresponde. Incluída tu. 

-Estás loco, él nunca te hizo nada.

-CÁLLATE MALDITA, NO HABLES DE ÉL DELANTE DE MÍ- Eduardo le dio una patada en el estómago. Alex tosió y se protegió el estómago, rezaba interiormente por un milagro, mientras las lágrimas salían.

?Fernando, sácame de aquí?- pensó, lo deseaba con todo el corazón.


Fernando había pasado por la cocina sin mayor dificultad, estaba por llegar al pasillo que llevaba a la sala, pero ahí ya empezaba la vigilancia, estaban dos hombres, uno de ellos viendo su teléfono y el otro caminando de un lado al otro, con un revólver en la mano. El agente retrocedió, sino lo habrían descubierto. 

-Saldré y treparé por la ventana de servicio, aquí hay guardias- dijo en voz baja. 

-La ventana de la izquierda está paralela a la habitación del niño- dijo Rubén- las cámaras de seguridad de la casa tienen un código encriptado, no podemos hackearlas aún, Ricardo está en eso.

Fernando salió por la ventana indicada, puso su pie en el alféizar y se impulsó, la pared era de ladrillos y tenía algunas rendijas espaciosas que podía aprovechar para sujetarse, trepó algo de cinco minutos y llegó a la ventana de la recámara, revisó con la mirada el lugar, no había nadie, el guarura, seguro estaba vigilando la puerta. En la cama estaba su hijo.

-Mi niño ya estoy aquí- Fernando forcejeó cuidadosamente la ventana, que se abrió, lo hizo tan cuidadosamente, que no se demoró mucho en llegar hasta su hijo, lo encontró dormidito, tanto llorar había hinchado sus ojos, se derritió ante ese momento, levantó al bebé con delicadeza, para dejarlo dormir, luego lloró. 

-Papá llegó mi vida, te sacaré- estaba llorando en silencio, lo acomodó sobre su pecho con cuidado para no despertarlo, y salió por la misma ventana. 

-Ya falta poco hermano, Vicky está con nosotros- dijo Rubén, Vicky esperaba en otro coche al costado de la camioneta. 

-No puedo escuchar a Alex- dijo Fernando estaba preocupado porque no sabía nada de ella- ¿Cómo van con las cámaras?

-Ya estoy a punto de acceder, no estoy seguro si tendrán una cámara en la recámara donde la tienen, espero que así sea- Ricardo le indicó, mientras tecleaba en el ordenador, desencriptando el código de seguridad. 

Ya había recorrido gran parte de la casa, estaba ya cerca a la pared trasera, cuando un sonido llegó a sus oídos, era Alex, pidiendo auxilio.

-NO TE ME ACERQUES, SUÉLTAME- decía Alex- NO ME TOQUES.

-Estás demasiado tensa, sólo relaja tu cuerpo- decía Eduardo- ya verás que lo disfrutarás, te haré olvidar a ese idiota y yo podré gozarte como lo he deseado tanto. 

Fernando se quedó inmovil, escuchar esas palabras lo transformó, el plan se le borró de la mente, solo pensaba en matar a ese infeliz. 


-Shadow- dijo Rubén, ellos también escucharon esas horribles palabras.

-Lo voy a matar- Fernando giró sobre sus pies, comenzó a deshacer sus pasos, de vuelta a la casa. 

-Fer, hermano- repitió Rubén- Detente, tenemos un plan. 

-Lo voy  a matar- seguía caminando, no veía nada más que sus manos en el cuello de ese infeliz.

-FERNANDO, SHADOW DETENTE, ES UNA ORDEN- gritó Rubén, debía hacer entrar en razón a su amigo.

Fernando se detuvo con la respiración agitada, se dio cuenta que llevaba a su hijo, y se agitó aún más. 

-Hermano- dijo Rubén- Alex no quisiera que vayas y compliques todo, recuerda que llevas en tus manos a tu hijo, tu objetivo es salvarlo a él primero, Alex así lo quiere. Respira hermano, estás a punto de lograrlo, resiste un poco, deja a tu hijo a salvo, juntos entraremos después a acabar con esa mujer, por favor termina tu misión, tu misión es salvar a tu hijo, se lo prometiste a Alex.

Fernando estaba contando mentalmente, sintió la respiración del bebé y bajó las revoluciones.

-También le prometí que la salvaría, que estaría a mi lado de nuevo.

-Y lo harás, por favor que la furia no te consuma, eso quiere Sara, que te vuelvas loco y cometas una estupidez, trae al niño primero. Alex es una mujer inteligente, sabrá cómo pelear, por eso te contó sobre este plan

Fernando suspiró, miró a su hijo y caminó de vuelta hacía la parte trasera de la casa, trepó la pared muy despacio, su hijo seguía durmiendo, debía dejarlo con Vicky antes que los guardias se dieran cuenta, reprimió el llanto, porque sentía miedo por lo que podía pasarle a ella, pero Rubén tenía razón, Alex sabría salir del problema, ella es una gran agente. Logró salir de la casa por donde había entrado y alcanzó el coche donde estaba Vicky, el niño seguía durmiendo. 

-Mi pequeño, te extrañé tanto- Vicky acurrucó el bebe en su pecho, con lágrimas en los ojos. 

-Gracias Vicky- Fernando emitió otro suspiro, por fin su hijo estaba a salvo. 

-Fer, eres un gran padre, eso no lo dudes- Vicky le dio una palmada en el hombro. Fernando se acercó a su bebé, le dio un beso en la frente y acomodó a Vicky en el coche. 

Rubén salió de su estación en la camioneta y se acercó al agente. 

-Bien hermano, hiciste lo correcto, ahora vamos por Alex. 

-Si le tocó un solo cabello a Alex, te juro que lo mato- Fernando cerró los dos puños con rabia, al recordar esos gritos, pero debía guardar fuerza, debía rescatar a su novia y encerrar de por vida a ese par de enfermos. 

-Vamos Fer es hora- dijo Rubén, llamó por radio a varios agentes, todos subieron a los coches y avanzaron hasta la puerta de la casa, Fernando que iba primero, salió imponente, listo para invadir esa propiedad, Rubén le daría la señal para que llamaran a Sara, sólo quedó esperando unos segundos. 


En la casa, Eduardo estaba mirando con malicia a Alex, ella ya no se movía, decidió tratar de seguirle la corriente, iba a pedir que la liberara, asi buscar una forma de escapar, había pasado el tiempo estimado para que Fernando pudiera sacar a su hijo, ella en su corazón sabía que lo había conseguido, su novio era un hombre de palabra, sólo necesitaba un milagro para salir de ahí. 

-Vaya, así me gusta, que cooperes, si no gritas, te dejaré libre, y te haré gozar, sabes que tengo razón. 

Alex sólo asintió con la cabeza, esa era su oportunidad, se quedó quieta, Eduardo sonrió con sorna y empezó a desatar las sogas de los tobillos, y cortó con una navaja las cintas plásticas, Alex se sintió libre y frotó sus muñecas, estaba muy coloradas por todo el esfuerzo. 

-Asi tranquila eres más bonita- Eduardo tomó con fuerza la barbilla de Alex y la obligó a mirarlo- ahora tendremos mucha diversión.

En eso tocaron la puerta con brusquedad, la voz agitada de Sara se oyó. 

-IMBÉCIL, MUÉVETE- dijo ella- ENTRARON A LA CASA. 

-¿CÓMO?- dijo Eduardo distraído en el cuerpo de Alex.

Sara abrió la puerta, vio con desdén a Alex y miró a su cómplice. 

-Hay un guardia caído en la habitación del niño, muévete, Shadow está en la casa, hay que matarlo ahora mismo. 

Eduardo miró a su jefa con una furia enorme, le cortó el placer, pero debía salir a buscar al agente, los dos se movieron rápidamente, cerrando la puerta con llave.

Alex sonrió a pesar de tener todo el labio partido por los golpes, Fernando había cumplido su palabra, su hijo estaba a salvo, era la oportunidad de salir de esa casa y abrazar de nuevo a su hijo en paz. Buscó alguna herramienta para abrir la puerta, vio sobre la mesita de noche, la navaja de Eduardo, la tomó y forcejeó la puerta, luchó varios minutos, y por fin salió. Ahora debía salir, como fuera posible, acabar con el odio de la Güera y poder vivir feliz con su familia, Tenía que lograrlo.


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Capítulo 33: 


Eduardo y Sara llegaron a la recámara donde había dejado al bebé de Shadow, el guardia herido había sido llevado por sus compañeros para ser atendido, por lo que la puerta estaba libre. 

-Maldita sea- dijo Eduardo, abrió la puerta y no encontró a nadie adentro, estaba vacío.  

Sara gruñó y cerró los puños 

-Vega era un señuelo, MALDITO SEAS SHADOW. Eres un desgraciado, me hiciste perder la concentración, mandándome a tu tonta noviecita como carnada.

-¿Cómo supo dónde estábamos?- Eduardo lucía algo confundido.

-Es obvio, Becker nos delató, ese desgració salvó el pellejo y nos entregó. 

Eduardo golpeó la pared con rabia. Sara miraba la habitación vacía, se había encariñado un poco con ese niño, tenía esos ojos miel, esos ojos que siempre rondaban sus sueños, que odiaba y amaba a la vez. 

-Aún tenemos una carta por jugar- dijo ella- vamos a jugar con el corazón de Shadow, se llevó al niño, pero no podrá llevarse a su mujer, no se lo permitiré- volteó a ver a Eduardo- vamos a mi recámara, haremos que esta fiesta entre en calor. 

Los dos salieron directo a la recámara principal. 


Alex estaba cruzando uno de los pasillos, no había guardias, vio por la ventana la parte trasera de la casa, Fernando había entrado y salido por esa zona, como lo habían planeado. Se tocó la oreja, recordando que llevaba un micrófono cuando oyó los pasos de dos hombres, uno detrás y otro delante de ella, eran guardias que le apuntaban con revólveres. 

-Alto ahí, no se mueva- dijo uno de ellos, Alex vio las armas, tenía que ser prudente, escondida en la manga de su blusa, estaba la navaja de Eduardo que trajo de la recámara, ella tenía buena puntería, pero sólo tenía una oportunidad. 

Lanzó la navaja hacia el brazo del guardia delantero, para generar distracción, y con el codo distrajo a quién estaba detrás de ella, la navaja se incrustó en la muñeca del hombre, cayó al piso con un grito de dolor, Alex se volteó y dio un puñetazo al otro guardia, forcejearon y ella le dio un codazo en la cara, el hombre le aplicó una llave al cuello, pero ella pudo liberarse, tomando el arma, disparó a la pierna del hombre herido, para inmovilizarlo, y al brazo del otro. 

Los hombres caídos se desmayaron y ella pudo salir corriendo hacia la parte trasera, se tocó de nuevo la oreja, probando si alguien la podía escuchar. 


-¿Alguien me copia?- preguntó

-Dios mio mi niña, por fin puedo oírte- dijo Fernando mientras seguía en la puerta esperando. 

-Nuestro hijo.

-Carlos Manuel, está con Vicky, está a salvo. 

-Gracias mi cielo, sabía que lo lograrías, te amo.

-Alex, que gusto oírte- dijo Ricardo- te vamos a sacar de ahí. 

-Están nerviosos y acorralados, creo que fueron a verificar si estaba el bebé, entraré por el comedor y los retendré hasta que ustedes entren- dijo Alex. 

-Vamos a entrar ahora mismo, estoy viendo a los francotiradores, será mejor que me esperes- dijo Fernando, estaba cargando su revólver- Por favor no te expongas. 

-Fer, recuerda que yo también soy agente, confía en mi, Cambio y fuera- Alex se sacó el micrófono de la oreja y lo lanzó hacia la puerta, ella sabía que en este mismo instante Fernando estaría refutando su decisión, era mejor ignorarlo ahora, debía ser cautelosa y avanzar, necesitaba generar el pánico entre los dos secuaces, para que sea más fácil atraparlos. 

-Alex, responde, ALEJANDRA- Fernando gruñó muy enojado- demonios.

-Confía en ella- dijo Rubén- entremos, es mejor terminar con esto de una vez.

Ambos agentes encabezaron el operativo. Dispararon a la puerta, haciendo volar la cerradura. Los guardias se alertaron por el ruido y empezó la balacera. Agentes y hampones se apuntaban y las balas corrieron. Sara y Eduardo sintieron el ruido cuando iban hacia la recámara de Alex, pasando por la cocina. 

-Shadow está aquí- dijo Eduardo- ese infeliz es demasiado dramático, y quiere lucirse.

-No le durará mucho- Sara llevaba consigo un pequeño maletín metálico, posiblemente con algún arma secreta, avanzaron mientras Alex los esperaba en la puerta de la cocina, apuntándoles con el arma. 

-Gracias por venir- dijo Alex con tranquilidad, apuntando a ambos- si son tan amables de quedarse quietos, y levanten sus manos. 

-Estás demasiado tranquila Vega- dijo Sara- supongo que es porque tu falso príncipe azul llegó por ti. 

-Levanta las manos- dijo Alex con calma- y deja el maletín en el suelo, como te habrás dado cuenta, no tienen salida.

-Te ves tan valiente niña tonta- dijo Sara, dejando el maletín en el suelo- por dentro tienes miedo de que acabe con tu hombre, o con tu hermoso bebé.

-No hables de mi hijo ahora, desgraciada- Alex seguía apuntando con el revólver.

-No podrás atraparnos, aunque tu hijo ya no esté aquí, aún tengo un arma muy poderosa para derrotar a Shadow- Sara reía con sorna y señalaba el maletín.

Alex se agachó sin dejar de apuntarles, para verificar el contenido del maletín, pero eso aprovechó Sara, y de una patada, hizo que Alex perdiera el control del arma, luego la empujó al piso. Las dos mujeres empezaron a pelear a puño limpio. Mientras Eduardo abrió el maletín. 

-No podrás huir Güera- decía Alex en medio del forcejeo, estaba en el piso y Sara sobre ella, ahorcándola.

-No cantes victoria niña, Fernando aún sufrirá mucho, ya lo verás- Sara seguía presionando el cuello de Alex, pero pudo zafarse del apretón y cambió su posición, la balacera seguía afuera y Alex miraba hacia la puerta. 

-Estás detenida de nuevo, Sara González.

-No lo creo Agente Vega- Sara miraba con triunfo hacia arriba, mientras Eduardo tomó el cuello de Alex y le inyectó con una jeringa muy fina, la aguja penetró el cuello de la Agente sin dejar rastro, mientras el hombre introducía el contenido. Alex luchó por sacar esa inyección. Terminado su cometido, Eduardo vio como Alex soltó a su detenida, temblando, ella sentía que su cuerpo se volvía pesado.

-¿Notas cómo tu cuerpo se rinde ante la droga Agente Vega?- dijo Sara. Alex estaba arrodillada, con las manos sobre el suelo, sentía que cada parte de su cuerpo se dormía, y su lengua se volvía de trapo, pasando los segundos.

-¿Qué hiciste?- dijo Alex, esforzándose al máximo para que salga su voz, no pudo más y se estiró en el suelo, no podía mover ni un solo músculo, pero podía ver y oír todo lo que decían.

-Verás, esta droga te hace perder la motricidad, tus músculos se contraen y no responden ante los estímulos, pero si puedes ver y oir- dijo Eduardo acomodando a su presa de manera que pueda verlos a ambos hacia arriba- verás como tu novio muere frente a tus ojos, y no podrás gritar, así que esperemos a que él llegue. 

Eduardo la tomó por los brazos y la levantó del piso, Alex quería gritar, hizo un esfuerzo interno por hacer que algún músculo suyo se mueva, pero era inútil, estaba demasiado tiesa y sin poder hacer nada, Eduardo sacó su revólver y puso el cañón directo a la sien de Alex, para esperar al invitado especial, muy sádicamente, empezó a besar el rostro y cuello de su víctima, mientras Sara esperaba en la puerta. Se oyeron ruidos fuera, balas y gritos, se sentía la pelea desatada con los guardias y los policías. 

-Realmente Shadow es un dramático- dijo Eduardo- es un idiota, siempre fue un hombre egocentrico. 

-No es cierto- fue lo único que pudo balbucear Alex, cada vez su cuerpo se entumecía más.

-Ahora lo defiendes, no sabes nada de él, es un idiota, espere tanto tiempo para poder vengarme de él, y encontré la mejor aliada- Eduardo miró a Sara, ella sonriendo se acercó y tomó la barbilla de Alex con rudeza, la agente tenía la mirda perdida, la droga ya estaba haciendo efecto en todo el cuerpo. 

-Veamos que dice nuestro invitado cuando descubra a su damisela- le pegó un puñetazo en la cara a Alex, ella interiormente sintió el dolor, pero no podía expresarlo, una línea de sangre volvió a salir del labio inferior.

-Mírala, hace unos segundos estaba tan orgullosa de habernos atrapado- le hizo una señal a Eduardo y él apretó el cuello de su víctima, Alex sentía que el aire se agotaba, pero estaba totalmente inmovil.

-Que gusto me dará ver la cara de tu novio cuando sepa que has muerto, eso  es lo menos que ese infeliz se merece. La vida me regalará la venganza que necesitaba. Shadow debe morir, pero antes lo haré sufrir. 

Alex fue arrojada al piso, parecía un costal de huesos sin reacción, Sara le dio un par de patadas en la cara, haciendo que su nariz sangrara. Alex no podía decir ni una sola palabra, deseaba con fervor que Fernando entrara por esa puerta, así se terminaría todo.

Fernando había abatido a los francotiradores, los agentes federales detuvieron a  todos, sólo quedaba sacar a Alex de este embrollo, pero estaba convencido que no acabaría ahí, sabía perfectamente que Sara había hecho su jugada maestra. 

-Entremos a la casa, por esta puerta- Fernando entró por la sala, y llegó a la cocina, con el arma delante de él. Rubén cubría sus espaldas

Entrando vio a Sara muy sonriente, Eduardo se escondía detrás de la puerta de servicio, sujetando a Alex que no podía moverse.

-Quedas detenida Sara González, ¿Dónde estás Alex?- dijo Fernando con firmeza.

-Hola Fernando ¿Me extrañaste?- dijo ella.

-No es momento de jugar, esto se acabó- dijo Rubén- dinos dónde está Alex.

-Lamento decepcionarlos agentes, pero esto aún no ha acabado, aún tengo un as bajo la manga- Sara carraspeó y Eduardo entró a la cocina, arrastrando a Alex, que miraba aterrada a su compañeros de trabajo, miraba aterrada a su novio.

Fernando la veía sangrando por la nariz y los labios, veía las marcas del abuso. Su mente se nubló, lo mataría por haber torturado así a su novia.

-Desgraciado,TE MATARÉ, NO LA TOQUES, SUELTALA- Fernando intentó  acercarse pero Sara lo impidió.

-Das un paso y ella muere- Sara se sentía ganadora, viendo la desesperación del agente- Bajen sus armas o ella deja de existir.

-Maldita seas Sara- Fernando seguía apuntando, miró el maletín metálico abierto, ahí llevaban otra jeringa más, de seguro era la inyección letal que le esperaba- sueltala.

-ARROJEN SUS ARMAS AL SUELO O ELLA MUERE- Eduardo gritó apretó con más fuerza el cañón del revólver en la sien de Alex, ella estaba tratando de decirle con la mirada a Fernando que esto estaba mal, quería gritar y decirle que la sacara de ahí, pero era inútil. 

-Armas al suelo- dijo Sara, los agentes no vieron otra salida y arrojaron sus armas al suelo, Fernando se quedó quieto, necesitaba hacer algo, veía con terror como Alex no movía ni un músculo, tenía la mirada vacía, como perdida, era como si estuviera muerta, necesitaba sacarla de ahí, así que al dejar el arma en el piso, se impulsó y empujó a Eduardo, Rubén vio la acción y ayudó a Fernando, entablando una lucha entre los tres. Alex cayó al suelo, pero seguía inmovil, Sara se metió a la pelea y golpeó a Rubén con un trozo de  madera que estaba en el suelo, lo tumbó al suelo y lo dejó inconsciente. 

-RUBÉN- gritó Fernando y Eduardo aprovechó su descuido para darle una patada en el estómago. Alex quería gritar y no salía ningún sonido de su garganta, sólo abrió mucho sus ojos, para demostrar que estaba viendo y entendía todo lo que pasaba a su alrededor. 

-¿QUÉ QUIEREN DE MI?- gritó Fernando, tosiendo por el golpe y la falta de aire, Sara tomó las armas de los agentes y apuntó con una de ellas hacia el pecho de Fernando, y con una mirada lo obligó a ponerse de pie. Eduardo volvió a tomar a su rehén y levantó a Alex, con el cañón de la pistola apuntando su sien derecha.

-Quiero que sientas el mismo dolor que yo sentí cuando me engañaste.-Dijo Sara el arma estaba sobre el corazón de Fernando- todo sería distinto si me hubieras amado, ese bebé sería nuestro. 

-Tu no tienes remedio Sara, cuando lo entenderás, yo no sentía nada por ti, nunca lo hice, eras la mujer de quien me arruinó la vida, jamás hubiera tenido algo que ver con una mujer como tu, te tuve lástima esa vez, pero no eres digna ni de eso, eres más desgraciada que el propio Chacal, no eres mujer para mi.

-CALLATE- Fernando recibió un puñetazo de Sara lleno de odio- CALLATE MALDITO, AHORA MISMO TE MUERES.

-APUNTA- Fernando tomó el cañón del arma y lo puso directamente en su pecho- VAMOS, DISPARA, ACABA CON ESTO DE UNA VEZ.

Una voz cambió el ambiente, una sirena se prendió en el lugar.

-POLICIA FEDERAL, SARA GONZÁLEZ, EDUARDO DUARTE, ESTÁN DETENIDOS- Ricardo hablaba claro y fuerte por el megáfono. Los dos villanos se desconcertaron por un par de segundos, que Fernando aprovechó, empujó a Sara y luego a Eduardo, ambos cayeron uno sobre otro, Duarte cayó al lado del maletín con la otra inyección. Fernando corrió hacia Alex que seguía totalmente inmovilizada.

-MI NIÑA REACCIONA- gritó, la trató de sacudir, pero vio los ojos saltones de Alex, algo estaba pasando a sus espaldas. Eduardo tomó también el cuello de Fernando y lo inyectó, su cuerpo tuvo más resistencia, y pudo pelear contra Duarte, dándole patadas, el hombre estaba riendo.

-Eso fue todo Shadow- dijo Sara, Fernando parpadeaba, estaba luchando por no dejar que sus músculos se inmovilicen, debía sacar a su gente de ese lugar.

-No ganarás Sara- Fernando estaba de cuclillas, con las manos en el suelo, tratando de resistir, no se dejaría vencer. Alex miraba todo con terror, ella sin poder ayudar a su novio.

Sara recuperó un revólver y apuntó a la cabeza de Fernando.

-Hasta nunca Fernando Tellez.- amartilló el arma y estaba por apretar el gatillo, cuando una bala traspasó la puerta, abriéndose.

-ALTO AHÍ- era Ricardo, disparó otra vez, hiriendo en la pierna a Duarte- ESTO ACABA AQUÍ- disparó una tercera vez, dando de lleno en el pecho de Sara, Fernando con la última reserva de fuerza que le quedaba, vio mientras caía al suelo, como la sonrisa de Sara se iba de su rostro, su piel se puso blanca mientras caía su cuerpo inerte al suelo.

Fernando ya no pudo más, su mente se puso en blanco, pero ya estaba hecho, Sara González había muerto, La Güera había caído.


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Rubén empezó a reaccionar, tratando de adivinar cómo había terminado todo, al despertar, encontró a Alex y Fernando inconscientes, a Duarte siendo llevado por dos agentes hacia la ambulancia, su pierna derecha llena de sangre y a Ricardo de cuclillas sobre el cuerpo inerte de la Güera, al ver a su jefe se viró hacia él. 

-Jefe ¿Se encuentra bien?.

-Si Ricardo- Rubén se tocó la nuca y sintió dolor, producto del golpe que esa mujer le propinó- Explícame qué pasó ¿Cómo están los dos?.

Tres paramédicos entraron con dos camillas, para trasladar a los agentes a la ambulancia. Ricardo se acercó a Rubén.

-Será mejor que te atienda a ti también.

-Estoy bien, por favor dime que pasó.

-Duarte inyectó una droga muy fuerte primero a Alex, y mientras forcejeaban, también lo hizo con Shadow, la Güera estuvo a punto de matarlo, pero cuando entré, disparé, la primera bala abrió la puerta, la segunda hirió a Duarte y cuando vi a Sara apuntándole, le advertí, pero ella no cambió de opinión así que le disparé.

-Fue en defensa propia, ella no hizo caso de tu advertencia., tranquilo, debemos acompañarlos al Hospital. Luego veremos el destino de Duarte, y presentaremos nuestro informe final.

Los dos salieron, dejando el cuerpo de Sara a los forenses, subieron a su camioneta y condujeron detrás de las ambulancias. 

Todos llegaron al Hospital de Policía, y los dos agentes fueron llevados a la sala de Urgencias , para ser revisados, el Doctor Estrada ya los esperaba. 

-Les haremos algunos estudios, por lo pronto un lavado gástrico, y esperemos su reacción. 

Erick dejó a Rubén y entró a la Sala de Urgencias. 

-Vamos muchachos, ustedes pueden salir de esto- dijo Rubén, sacó su teléfono y llamó a su esposa. 

-Emilia, mi vida, estoy bien, tranquila, por favor quédate en casa con Vicky, los muchachos aún están indispuestos, pero al fin terminamos con esta pesadilla.

Ricardo se acercó a Rubén, aún lucía algo nervioso. 

-Te amo mi amor- dijo Rubén y colgó la llamada- Ricardo, todo ya pasó, sólo debemos esperar, ellos son fuertes.Lograrán salir de esto. 


Fernando abrió los ojos con desesperación, necesitaba saber qué había pasado, lo último que vio fue el cuerpo de Sara sin vida, cayendo al suelo y a Alex sin poder moverse. Se quiso tocar la cabeza y parpadear, una luz suave entraba por la ventana, era una habitación del Hospital de Policía, conocía tan bien ese lugar, buscó frenéticamente si había alguna otra cama en la habitación, y encontró lo que buscaba. 

Alex dormía plácidamente, con la conexión del suero en su mano derecha, tenía rasguños, la cicatriz de su labio partido, la nariz aún un poco hinchada por las patadas y varios moretones en brazos y en la cara, pero aún así lucía tierna. Intentó salir de su cama, pero sintió que abrían la puerta. 

-Que bueno es verte despierto Fernando- era el Doctor Estrada.

-¿Cómo está ella?.

-Está estable, están estables ambos. 

-Gracias al Cielo- Fernando respiró hondo, mirando al techo, por fin había terminado este tormento. En eso entraron Rubén y Ricardo, Fernando trató de acomodarse sobre la cama, para poder hablar. 

-Hermano que bueno es verte bien, Erick nos puede decir que les pasó- dijo Rubén. 

-Bien, seré concreto, ambos fueron inyectados con una alta dosis de GHB, o éxtasis líquido, esta droga se usa para robos o abusos sexuales, sirve como sedante e inmoviliza el sistema nervioso central, quitando la voluntad de las personas. En una alta cantidad, puede ser peligroso- Erick se quedó callado unos segundos, Fernando se puso nervioso.

-¿Erick, por qué te quedas callado?

-Fer, Alex tuvo más tiempo el GHB en el cuerpo, puede tener efectos adversos.

-¿Por eso no despierta, verdad?

-Así es, debemos dejarla dormir, y que el suero haga su efecto, no te preocupes, de todos modos estaremos atentos. 

-Gracias Erick- dijo Rubén.

-Estoy para servirlos, por favor no lo agiten mucho, necesita descansar- Erick salió de la habitación. 

-Vamos, diganme que pasó- preguntó Fernando, necesitaba la verdad. Se sacudió un poco, Ricardo lo ayudó a sentarse, Rubén respiró hondo. 

-Hermano, todo se acabó. Sara está muerta, y Duarte está detenido esperando a que presentemos el informe, así se lo llevarán al reclusorio. 

-¿Quién la mató?- Fernando se empezaba a agitar, era increíble lo que estaba pasando.

-Fui yo- dijo Ricardo- le advertí porque te estaba apuntando directo a la cabeza, ella no soltó el arma.

Fernando seguía agitándose.

-Hermano relájate, te hace mal.-dijo Rubén, Ricardo le ayudaba a relajarse frotando suavemente su espalda. 

-No sabes el peso que tenía sobre el alma y el cuerpo, sentir que han muerto tantas buenas personas, por culpa de gente tan malvada como el Chacal y su novia, saber que ya no están es algo que realmente me emociona y me espanta. 

-Vamos Fer, por favor tranquilo, recuerda que debes ser más fuerte ahora, Alex te necesita. 

Fernando miró a su novia, que dormía tan tranquila, ahora ya no habría nadie tan desquiciado para hacerles daño, al fin vivirían sin miedo a que los maten.

Suspiró muy hondo y le funcionó, su presión disminuyó y se sintió más tranquilo. 

-Será mejor que nos vayamos.- dijo Rubén

-No hermano, por favor. Necesitamos coordinar lo siguiente.

-Fer, eso puede esperar, por favor lo más importante es que se recuperen.

Fernando sonrió ligeramente y se recostó, Rubén y Ricardo salieron y lo dejaron solo con sus pensamientos, decidió relajarse, ya nada podía salir mal, cerró los ojos y durmió un buen rato. 

Al cabo de unas horas, Fernando volvió a abrir los ojos, en la habitación estaba la enfermera, revisando las bolsas de sonda de la cama de Alex, ella seguía aún dormida.

-Señorita- le preguntó- ¿Ella ya despertó?

-Aún no agente Tellez- dijo la enfermera- el GHB es una droga muy fuerte, lo usan comúnmente para robos o abusos sexuales, ella lo ha tenido por mucho tiempo, felizmente los trajeron a  tiempo- revisó la sonda y salió de la habitación. 

Fernando no pudo aguantar las ganas de darle un beso, se quitó la sonda de la mano, tuvo que aguantar el pinchazo de dolor, se puso de pie y se acercó a su novia. 

-Mi niña- acarició su rostro y acomodó un mechón de su cabello- ya acabó todo, tenía mucho miedo de perderte- le dio un beso en la frente y luego se acercó a sus labios, necesitaba sentirla, saberla viva y sana era un gran alivio.

Alex abrió los ojos ante el suave contacto, el aroma de Fernando era un néctar difícil de ignorar, tan fuerte y suave al mismo tiempo, nadie olía como su Fernando. 

-Te amo- dijo Alex suavemente.

-Te amo- dijo Fernando y unas lágrimas salieron de sus ojos- mi niña por fin puedo ver tus ojos marrones. 

-No llores mi cielo, ya todo acabó- levantó su mano y secó las lágrimas del rostro de Fernando.

-Dios mio mi niña, sabes que tu plan casi nos mata.

-Pero lo logramos, rescatamos a nuestro hijo- Alex sonrió y jaló a Fernando por la nuca- bésame te lo ruego.

-Te amo- Fernando hizo caso y la besó, estuvieron largo rato así juntos, hasta que la enfermera volvió a entrar, se puso colorada ante la escena, los agentes se rieron cómplices y Fernando tuvo que regresar a su cama. 


-Sara estaba demasiado desquiciada para hacer todo esto.- dijo Fernando.

-Duarte también, pensé que solo seguía las órdenes de Sara, pero él tiene una lucha muy personal contigo.

-¿Por qué lo dices?.

-Porque mientras me golpeaban, él dijo que tu tuviste todo lo que él no tuvo, que eso era suyo, incluida yo, no te merecías nada de lo que tenías, todo debía haber sido para él.

-Yo no lo conozco, para que pueda tener algo que ver conmigo.

-Pues para que él si te conoce.

-Mi niña, eso no nos importa ya, descansa, quiero salir de aquí cuanto antes.

Fernando y Alex se miraron con ternura y decidieron descansar, necesitaban sentirse tranquilos antes de enfrentar lo siguiente.



Dos días después, Fernando y Alex fueron a rendir su declaración del operativo y la muerte de Sara, Rubén y unos jefes que llegaron de la capital estuvieron a cargo del informe final, anduvieron en gestiones e interrogatorios, Fernando pidió interrogar a Duarte, que tras la detención, ya no era el hombre apuesto de siempre, estaba totalmente demacrado.


-Otra vez estamos juntos Duarte, pero en el lugar que nos corresponde, Yo del lado de la Ley y tu del lado del crimen.

-No hablaré sin mi abogado.

-No estás en posición de escoger, sólo habla, rinde tu declaración. Dinos cómo La Güera te convenció, cuéntanos cómo dejaste de ser hombre de honor te aliaste con una desquiciada.

Duarte no dijo nada, Fernando empezó a dar vueltas.

-¿Cuándo empezaste a trabajar para la Güera?

-Desde hace un par de años, cuando terminaste con la vida de su novio.

-Vaya, entonces te convertiste en su ángel vengador.

-Ella me contactó a travez de Becker, ambos te querían muerto, pero el idiota tuvo miedo y frustró nuestro plan. 

-Es un hombre inteligente, pasará un tiempo en prisión, pero logrará salir y lo estaré vigilando, sin embargo tu no tienes salida. Estás siendo acusado de intento de homicidio, secuestro, tortura y falta de ética policial, además de intento de abuso sexual. La Agente Vega ya declaró y explicó sobre los tocamientos que le hiciste mientras estaba secuestrada. 

-Por favor, Alex es una tonta, hubiera pasado un lindo momento juntos, pero ella se negó.

-No hables de ella en mi presencia- Fernando cambió de tono de voz, no pensaba aguantar un desplante hacia su mujer- Cuenta cómo lograste secuestrarme y torturarme hasta dejarme casi muerto, estuve en estado de coma y regresé del más allá y tu quedaste libre de polvo y paja, pero al fin llegó tu hora. 

-No cantes victoria Shadow, saldré pronto y verás como tu mujer se rinde ante mis brazos, y tu estarás  agonizando, porque al fin podré acabar contigo. Tengo mucho tiempo esperando para cobrarme lo que me debes.

-Yo no te debo nada, no te conozco de antes.

-Yo sí, y cuando acabe contigo, haré que tu mujer se rinda ante mi y la haré mi mujer, le daré tanto placer, y su cuerpo será mío- Duarte tenía una cara de loco.- Esa será mi venganza, mi premio a tantos años de espera.

-CÁLLATE IMBÉCIL- Fernando le pegó un puñetazo y tumbó al acusado, Duarte cayó al piso tras el golpe y terminó con el labio partido. Fernando salió de la sala de Interrogatorios, mandando una mirada asesina a su enemigo. 

-Se acabó Duarte, es tu fin, solo recuerda, Shadow fue quien te encerró.

Fernando llegó al cuarto escondido tras el espejo unidireccional, allí lo esperaba Alex, ella buscó sus brazos y se acurrucó. 

-Por fin mi niña, esto se acabó.

-Mi cielo, Fer mi amor, no sabes cuanto te amo.

-Y yo más- dijo Fernando perdido en el aroma a flores de su hermosa novia. 



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Fernando estaba solo en el cementerio de la ciudad, ante las tumbas de Sofía y Camila, habían flores blancas que Alex había dejada unos días antes, recordaba su pequeño encuentro en lo que parecía el limbo y aún no creía que hubiera sido real, sin embargo el olor de las flores amarillas le hacía sentir paz. 

-Si pasó o no, nunca lo sabré Sofía- decía con la mirada fija en la lápida de su esposa- pero jamás olvidaré tu abrazo, gracias mi amor, por esta nueva oportunidad. 

En eso llegó Rubén, quien lucía feliz, se acercó y dio una palmada en la espalda a su amigo. 

-Hermano, que gusto verte aquí.

-Fer, sabes que te apoyaré siempre, me alegra saber que ahora ya nada te quitará la paz que has conseguido.

-Lo sé, me costó mucho rehacer mi vida, pero al final lo logré, al final se acabó la era de dolor, de venganza.

-Esas dos cosas te trajeron hasta aquí, pero ¿Ahora qué camino sigues?

-¿Por qué esa pregunta Rubén?

Rubén se sentía inseguro ante lo que respondería su amigo, se encogió de hombros y suspiró.

-Soy consciente de que no naciste para ser espía o policía encubierto, yo te ofrecí servir de esta manera a la justicia, porque sabía el deseo de venganza que te impulsaba. Cuando murió Quevedo, me dijiste que seguirías en el equipo por que aún no habías terminado con quienes te hicieron daño, aún quedaba Sara, pero ahora que ella también se fue, me pregunto qué pasará con esta vida que comenzaste, o regresarás a hacer justicia de la manera tradicional. 

Fernando respiró hondo, era una pregunta difícil, era cierto que no quería más peligros pero también sabía que ya no podía dejar la vida que había escogido.

-No voy a regresar a la Fiscalía, si esa es tu inquietud, verás Rubén aunque quisiera, esa ya no es la vida que me toca vivir, yo la verdad prefiero seguir donde y como estoy, con la gente que me quiere, con tu equipo maravilloso, buscando y encerrando a los que no merecen libertad, jugar con el peligro, me gusta ser Shadow, y no lo cambiaría. Pero si Alex..- Fernando se quedó en silencio unos segundos. 

-Si ella te pide que te alejes de este trabajo ¿Lo harías?

-Sólo si ella me lo pidiera, pero lo dudo, ella también ama este trabajo.

En eso llegaron Ricardo y Alex en una camioneta de la comandancia. Ella bajó y rápidamente buscó los brazos de su novio. 

-Mi cielo, ¿Por qué la prisa, que quieres decirnos?

-Gracias por venir, la verdad la primera vez que quise hacer esto, no resultó cómo quería, además aún había heridas que debían sanar -Fernando sacó del bolsillo de sus pantalones, una pequeña cajita negra. Alex se sonrojó y soltó una risa nerviosa, se tapó la cara con las manos, Rubén y Erick también se emocionaron. Fernando se puso de rodillas contra el suelo, abriendo la cajita, ahí se veía un anillo de plata con un pequeño diamante como adorno. Alex empezó a llorar. 

-Quiero hacer algo que debí hacer mucho, delante de mi familia, la que vive en esta tierra y la que me acompaña desde arriba, quiero pedirte Alejandra Vega, que seas la mujer de mi vida, la mujer que escogió Sofía para mi, con la que está contenta. Al inicio de nuestra relación, no nos llevábamos bien, éramos polos opuestos, pero quiero unir y combinar esos polos, quiero que seamos uno solo. Alex Vega ¿Te quieres casar conmigo?

Alex lloraba emocionada, no dijo nada durante unos minutos, a Fernando se le hizo eterno. -Te amo Agente Shadow- dijo ella y estiró la mano izquierda.- Sí quiero, sí quiero. 

Rubén y Ricardo aplaudieron mientras Fernando torpemente colocaba el anillo de compromiso en el dedo anular de Alex. 


-Te amo Alejandra- Fernando la tomó por la cintura y ejerció presión en la nuca de Alex, la besó como hace mucho no lo hacía. Alex puso sus brazos sobre el cuello de Fernando, luego instintivamente jaló del cabello. Se besaron por largo rato hasta que todos dejaron el cementerio. Alex y Fernando estuvieron en silencio en el coche , Alex tomaba la mano de Fernando y se miraban, hablaban con los ojos y podían sentirse conectados, en unos minutos habían llegado a su casa. 

-Debo darle de comer al bebé -dijo Alex bajando del coche. Fernando hizo lo mismo.

-Tranquila Vicky se encargará. 

-¿Cómo dices?

-Ella y Emilia cuidarán a Carlos Manuel, quise que este día lo disfrutemos sólo los dos. 

Fernando abrió la puerta de la casa, tomó a Alex y la cargó hasta su recámara principal,adornada con unas velas aromáticas encendidas, música suave retumbando en la habitación, un plato de frutas con chocolate y dos copas de champagne. 

-Te amo Alejandra, te amo, te necesito- Fernando empezó a besar el cuello de Alex, sin dejarle tregua, ella se excitaba ante el roce de labios, Fernando hacía lineas verticales de besos, llegando a su espalda, donde dejó una ligera mordida en la piel, para luego seguir besandolo.

-Soy tuya Fernando, te amo.

Fernando tocaba su espalda con dos dedos, y tomó su muñeca ejerciendo presión.

-Eres mía, sólo mía- Alex no podía escapar, los besos eran más suaves sobre toda la espalda y luego regresaron a su cuello, Fernando estaba entrando en calor, tomó la barbilla de Alex con mano libre y delicadamente la obligó a mirarlo.

-Me has negado tu cuerpo muchos días, te quiero, te necesito.- sus manos desabotonaban su blusa, haciéndola caer al suelo, Alex buscaba la hebilla de la correa de los pantalones de Fernando, el temblaba con el roce de sus manos.

-Mira como me tienes, niña.

-Y tú a mí- Alex lanzó un pequeño gemido, Fernando puso sus manos en la cintura de Alex, jugueteaba por sus curvas. Ella también puso las manos sobre el pecho de Fernando y le trató de quitar la camisa, ambos jugaban entre besos y caricias. Fernando se alejó un poco para tomar unas fresas y las mezcló con chocolate. 

-Esto es un sueño- dijo Alex, recostada en la cama- no puedo creer que hace unos dias estábamos tan desesperados, sin nuestro hijo, y ahora podamos gozar de este placer. 

-La vida es así de loca, mi niña- Fer llevaba una fresa llena de chocolate- pero al final estamos juntos, y así será siempre. Te amo Alejandra.

Le puso la fresa en la boca, ella mordió la fruta con el chocolate y luego recibió un beso de su prometido, él volvió a jugar con sus dedos, pasando del pecho hasta las piernas, Alex estaba temblando ligeramente. 

-¿Te estoy haciendo daño?

-No mi amor, jamás me haces daño solo me haces feliz.

Ambos empezaron a besarse, con ternura al inicio, luego con más intensidad, poco a poco llegaron al clímax y juntos  disfrutaron de su amor. 

-Te amo mi vida, te amo- Alex decía con suavidad, dichosa en brazos de su amor, de ese hombre que la hacía olvidar todo. 

-Yo también te amo, no hay barrera que nos separe. 

Mucho tiempo separados fue el detonante para esta pasión, ambos disfrutaron de ese placer que otorga el amor verdadero y terminaron con un gran suspiro de tranquilidad, se quedaron dormidos y abrazados, y no tuvieron noción del tiempo ni del espacio, estaba juntos y nadie podría acabar con esa realidad. 


Varias semanas después, estaba toda la familia policial, en la casa de los Tellez, en el jardin trasero se armó una carpa blanca para la ceremonia, Fernando lucia totalmente apuesto con su traje de frac negro y su corbata muy bien estilizada, y Alex estaba llegando del brazo de Rubén, con un escueto vestido blanco, un elegante moño en la cabeza y sus maquillaje tipico de novia, todos apaludian mientras la ceremonia transcurría. Emilia y Vicky del lado de la novia, llevando en brazos al pequeño hijo de los agentes, y Ricardo del lado del novio, tomando fotografías. 

-¿Aceptas a Alejandra Vega como tu esposa?- preguntaba el sacerdote. 

-Si, Acepto- dijo Fernando, miraba a su novia totalmente embelesado.

- ¿Y tú Alejandra, aceptas a Fernando Tellez como tu esposo?

-Si acepto- dijo ella entre lágrimas, mirándolo tan enamorada como la primera vez. 

-Entonces los declaro, marido y mujer, ahora puede besar a su esposa. 

Se besaron, ante los aplausos y gritos de sus invitados, ellos estaban felices, era lo que siempre habían esperado, ahora por fin eran marido y mujer, y tenían una familia, un trabajo fascinante, amigos incomparables y no había quien pudiera malograr esa felicidad. 




Pero no todo es como lo imaginamos, el agente Shadow, podría tener otras aventuras, eso el tiempo lo dirá. 



Fin 


Publicado por Carlita laime
Publicado el 12/10/2021 07:12 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704
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Epílogo: 


Fernando estaba en el ático de la casa, mientras Alejandra había ido de compras con el bebé y Emilia, estaban por terminar sus días de vacaciones, ya debía regresar al trabajo, pero decidió buscar y reorganizar las cosas de ese ambiente de la casa. 

Habían pasado tres meses de la boda, y un mes de la condena de Eduardo Duarte. Esa semana estuvo muy cargada con informes y una redada que se salió de control, pero el juicio fue algo muy intenso, al final el Juez determinó una condena de veinticinco años y una cuantiosa reparación civil. Duarte no argumentó nada más, pero le dijo algo a Fernando que lo dejó muy pensativo. 

-Aquí estamos Shadow, crees que me conoces, pero no sabes nada de mí, ten por seguro que saldré pronto, sólo te diré que, estamos más unidos que nunca, sino revisa el pasado que habita en el ático de tu casa, ahí está la respuesta. 

Fernando se quedó mudo mientras veía al hombre ser llevado por los guardias, no quiso pensar en lo que había querido decir, pero tras varias pesadillas perturbadoras con esa idea, decidió terminar con esa curiosidad. 

Estaba de pie en el ático de su casa, había levantado las cosas de la mitad del ambiente, y la otra parte aún seguía sin revisar. 

-Esto es absurdo, no sé qué me pasó por la cabeza- dijo en voz alta. 

Se supone que el ático de su casa era un lugar ocupado recientemente, porque tras la tragedia de Sofía, él se había mudado un par de veces, antes de tener a su hijo. Ese lugar tenía muy pocas cosas de su vida anterior, algunos libros de su pasado como fiscal, cosas que guardaba de hace años, un pequeño álbum de fotos de su matrimonio con Sofía, y ahora las cosas y juguetes que Carlos Manuel casi no utilizaba, lo que dijo Duarte no tenía ningún sentido. 

Estaba cerrando la puerta, cuando recordó que él guardaba con recelo, una caja con los objetos personales de su padre, le había dejado algunas reliquias de su infancia, pero no eran nada importante. 

Halló la caja cerca a una ventana, la abrió y gran cantidad de polvo se desprendió de él, Fernando tosió ligeramente y abrió la caja para  ver su contenido, habían unas pelotas de béisbol, un cuaderno con todas de abogado y una libreta de direcciones.

-Es todo, Duarte esta loco- dijo Fernando, reacomodando todo, pero de la libreta cayó un sobre de color amarillento por los años. 

Era una carta, de puño y letra de su padre, dirigida a él, Fernando abrió el sobre, nunca había visto esta carta, su padre en algún momento se la habría querido dar, pero la guardó en esa caja. 

Fernando leyó con calma y no dió crédito a lo escrito en ese papel:

Fernando:

Querido hijo mío, es muy doloroso para mí, escribir esta carta, porque me duele el corazón por no tener el valor de decirte esto a la cara, eres mi orgullo, un hombre con la meta de trascender, una persona justa y ecuánime, digno de llevar el título de abogado, verte triunfar es una alegría para mi viejo corazón. 

Por esto mismo se que entenderás lo que quiero decirte en esta carta, se que quieres seguir mis pasos y piensas que soy alguien ejemplar, pero no todo fue bueno en mi vida, como todos, caí en las desgracias, y aunque rectifiqué a tiempo, hay errores que no pueden borrarse, pero si se pueden asumir. 

Tu madre se enteró hace años de este pecado que he venido cargando, y aunque tu no lo notaras, ella se sintió herida, pero como es un angel, trató de perdonarme, solo tu eres ignorante de esta situación. 

En un viaje de negocios que tuve hace muchos años, en los primeros de nuestro matrimonio, yo no pude contenerme a estar solo y conocí a otra mujer, mantuve con ella una relación oculta, que tuvo un fruto, un niño que es unos años menor que tú, él lleva el nombre de Eduardo, y el apellido de su madre, Duarte. 

Fernando empezó a respirar agitadamente, y a cada segundo que leía, su mente viajaba rápido, tratando de armar el rompecabezas. 

Según esta carta. Eduardo era su HERMANO, SU HERMANO.


Publicado por Carlita laime
Publicado el 12/10/2021 07:14 - Total Temas: 350 - Total Mensajes: 4704

AY AY AYYYY ESTOY EN SHOCKKKKK

 OK, HE RESPIRADO PROFUNDO Y HE VUELTO...

 CARLI ¡¡¡ESTO ES ACCIÓN EN TOODA SU EXPRESIÓN!!! CRÉEME QUE HASTA YO SENTÍ LA INYECCIÓN QUE CASI NOS DEJA SIN SHADOW Y ALEX JEJE 

 HEYYY ¡QUE SÚPER MEGA AVENTURAAAAA! VALIÓ LA PENA CADA SEGUNDO DE SUSPENSO PARA EL CIERRE DE AMOR APASIONADO Y FAMILIAR DE NUESTRO AMADO AGENTE AJUA 

 P.D. YO FUI AL BODORRIO, POR NADA DE NADA ME PIERDO EL EVENTO DEL AÑO

  ..... 

CARAY CARAY AÚN NO ME LO PUEDO CREERRRR, ESE SECRETO DEL PASADO DEL SUEGRIS... SON HERMANOS ¡OMG! ESO NO ME LO ESPERABA NENAAAAA

 QUERIDA, TE LUCES CADA VEZ MÁS AL ESCRIBIRRRR ESTOY MUY ORGULLOSA DE TI!!! 

HASTA LA PRÓXIMA...

BUENO, HASTA LA SIGUIENTE AVENTURA SHADOW 



Publicado por rubby92
Publicado el 13/10/2021 05:22 - Total Temas: 20 - Total Mensajes: 17106
buenas noches mi carlita!!!! me has dejao muerta!!! pero como se puedes contar esa historia tan increíble!! y para rematar la fanea nos deja ese pedazo de epílogo!! pa dejarnos con la mandíbula desencajada!!! simplemente increíble el talento que tienes para redactar!! muchas gracias por compartirlo!! he disfrutado como una niña con la historia de nuestro agente favorito!!! porque el lo vale!!! seeee muchos abrazos para ti!!! gracias
Publicado por DIANA MELISSA
Publicado el 15/10/2021 21:11 - Total Temas: 8 - Total Mensajes: 409
Hola querida Carli, cuanta aventura nos hiciste sufrir hasta el ultimo minuto, ese veneno odio hacia Fernando ,las inyecciones y el secreto mejor guardado, gracias por tan lindo cuento, ovio que me encanto, besos abrazos
Publicado por mirta beatriz
Publicado el 19/10/2021 00:04 - Total Temas: 12 - Total Mensajes: 928
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