El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
BENDECIDO Y FELIZ DOMINGO EN EL SEÑOR
?En efecto, todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y vosotros no habéis recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si somos hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados.? Romanos 8, 14-17
Reflexión
Las consecuencias de rechazar la Palabra de Dios
¿Por qué un profeta no pude ser admitido en su propia tierra? Cristo nos da la respuesta. Por falta de fe de la gente, en este caso de sus parientes. Nos cuesta creer en una persona que ha convivido mucho tiempo con nosotros y ahora viene a darnos lecciones de vida. "¿Pero no es este el hijo del carpintero, ¿cómo es que salen tantos milagros de sus manos?"
Necesitamos pedir insistentemente la gracia de la fe. Porque la fe es un inmenso don de Dios y vale más que la vida misma, pues sólo con ella puede el hombre caminar en su existencia hacia el destino eterno, aunque a veces no vea, aunque le rodeen espesas tinieblas, aunque le azote la duda, aunque le domine el miedo, aunque le invada el desaliento, ya que "el justo vive de la fe".
La fe fue la fuerza en su peregrinar par este mundo de todos aquellos hombres de Dios y lo seguirá siendo para todos aquellos que deseen y quieran ir tras las huellas de Cristo.
La fe no es un mero sentimiento de la presencia de Dios. Es caminar, sufrir, caer y levantarse tratando de ser fiel a Dios a quien no vemos con nuestros ojos materiales, pero sí con los ojos de la fe. Pues si vemos las cosas como nosotros queremos, entonces dejaría de ser fe y sería certeza de lo que queremos ver. En definitiva, la fe es fiarse de Dios y confiar en Él. Por ello, digamos a Cristo con humildad: "Creo Señor, pero aumenta mi poca fe".
Nosotros cristianos tenemos esta libertad de juzgar lo que sucede fuera de nosotros. Pero para juzgar debemos conocer bien lo que sucede fuera de nosotros. ¿Cómo se puede hacer esto que la Iglesia llama conocer los signos de los tiempos?
Los tiempos cambian. Es característico de la sabiduría cristiana conocer estos cambios, conocer los diversos tiempos y conocer los signos de los tiempos. Qué significa uno y qué significa lo otro.
Porque nosotros escuchamos muchos comentarios: «He escuchado que lo que sucedió allá es esto y lo que sucede allá es otra cosa; he leído esto, me han dicho esto...» Pero yo soy libre, debo emitir mi propio juicio y comprender qué significa todo esto. Se trata de un trabajo que a menudo nosotros no hacemos: nos conformamos, nos tranquilizamos con: me han dicho, he escuchado, la gente dice, he leído... Y así nos quedamos tranquilos. En cambio, deberíamos preguntarnos: ¿Cuál es la verdad? ¿Cuál es el mensaje que el Señor quiere darme con ese signo de los tiempos? (Cf Homilía de S.S. Francisco, 30 de octubre de 2015, en Santa Marta).
¡Qué así sea!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.