Por MER

Juan Manuel se puso muy nervioso con lo sucedido

Así que le dijo a Lorena que se tenía que marchar porque tenía mucho trabajo aun por acabar.

Cuando Lorena capto lo que le pasaba a Juan Manuel ya el se había ido con un fuerte portazo.

Salió de allí totalmente desencajado, por más que quería sus celos lo perturbaban y decidió llamar a su amigo para contarle lo sucedido.

Eran las dos de la mañana, Lorena no podía parar de pensar en lo sucedido y pensaba -¿qué habrá pensado de mi Juan Manuel?

En sus manos tenía su teso, donde desahogaba su rabia, su impotencia y más.

No podía parar de pensar en él, -¿como le explico? -¿como le digo?

Mientras tanto, Juan Manuel seguía en la oficina conteniendo esa furia que le carcomía por dentro. Se preguntaba -¿será que me equivoco?, no, no puede ser lo que me imagino.

-Sr. Juan Manuel todavía trabajando (pregunta el conserje).

-Si, ya me voy, gracias.

Recogiendo sus cosas, mientras su cabeza estaba en otro sitio.

Al día siguiente. Lorena llego de primera a la oficina y se había con la idea de aclarar ese mal entendido

-¿no ha venido el sr Juan Manuel? Pregunto su secretaria.

-No. Llamo he informo que hoy no vendrá a trabajar.

Lorena, no podía creerlo, jamás faltaría a su trabajo, esa situación tenía que aclararse.

Dios, susurro, mientras la secretaria le explicaba sobre los paisajes de la novela de "mil besos" que se emitirían, pero que ella ni la escuchaba, solo quería que pasaran las horas y salir de allí corriendo a buscarlo.

Por fin acabo su turno y sin pensarlo dos veces, se dijo a sí misma, lo tengo que ver. En ese momento en la puerta de la oficina tomo un taxi y se acerco al hotel donde estaba alojado Juan Manuel.

Por fin llego, el corazón estaba que se le salía del pecho, entro al hotel y en recepción pregunto por él

-¿el sr Juan Manuel?

-un momento, ya le informo si está en su habitación,

-¿quien le digo que lo busca?

-tranquilo solo quiero saber si esta, pasando y dirigiéndose a la habitación Lorena toca la puerta y Juan Manuel abre.

-Juan Manuel por fin, necesito que hablemos, ahora me vas a escuchar.

Juan Manuel ni se atrevía a mirarla, no sabía si correr hacia ella o echarla de allí.

-¿qué haces aquí? (le pregunto)

-Me vas a escuchar lo quieras o no.

-Lo que vistes en el departamento no es lo que piensas, fue armando el que me abrazo, pero yo no siento nada por él, creo que lo habías entendido que es a ti a quien amo, pero ahora si me voy, solo vine a decírtelo porque ya sabes que me gustan las cosas claras.

Lorena se dio la vuelta, con la intención de marcharse, cuando Juan Manuel se levanto corriendo y se dirigió hacia ella agarrándola fuerte del brazo y diciéndole

-Espera, no te vayas, perdóname es que no podía ni pensar que te pudiera perder.

De repente en una mirada cruzada entre ellos sobraron las palabras, Juan Manuel se acerco a ella y dulcemente la beso.

El cargo en brazos y poco a poco la fue besando muy dulcemente mientras la colocaba encima de la cama.

En ese momento ya todo sobraba, en silencio y muy despacio se amaron muy lentamente, disfrutando de cada beso y de cada caricia.

A la mañana siguiente Nohemí se encontraba con armando, quien tenía toda la intención de que fuera su nueva conquista. Pues a Nohemí no le había sido indiferente armando y le hacían gracia sus bromas, ya que era bastante divertido.

Lorena se despertó sobresaltada y dijo.

- ¿qué hora es?

-tranquila mi caracolita, le susurro al oído mientras intentaba devolverla con él a la cama.

-No, Juan Manuel, es muy tarde y tengo que ducharme y pasar por mi departamento para cambiarme de ropa e ir a trabajar.

-jajaja. A Caray ¿y si hoy no vamos? le dijo Juan Manuel, nos tomamos el día libre y lo disfrutamos.

-No Juan Manuel recuerda que tenemos la reunión con la gente de España para poder vender allí la novela también.

-Si es cierto, (le dice Juan Manuel), quedamos a las diez con la señorita Mer para los detalles.

-Bueno Lorena Caracolita, (bromeando) le digo al chofer que te lleve a tu departamento y en una hora paso por ti.

-Perfecto. Ah por cierto Juan Manuel recuerda que te quiero mucho.

-Si yo también mi amor, bueno vete ya, si no, no te dejare marchar jajaja...

Lorena le sonrió, mientras se ponía los zapatos y salía corriendo.

-Espera te acompaño al coche. (Le dice Juan Manuel)

-No, Juan Manuel, es muy tarde y tengo que ducharme y pasar por mi departamento para cambiarme de ropa e ir a trabajar.

-jajaja. A Caray ¿y si hoy no vamos? le dijo Juan Manuel, nos tomamos el día libre y lo disfrutamos.

-No Juan Manuel recuerda que tenemos la reunión con la gente de España para poder vender allí la novela también.

-Si es cierto, (le dice Juan Manuel), quedamos a las diez con la señorita Mer para los detalles.

-Bueno Lorena Caracolita, (bromeando) le digo al chofer que te lleve a tu departamento y en una hora paso por ti.

-Perfecto. Ah por cierto Juan Manuel recuerda que te quiero mucho.

-Si yo también mi amor, bueno vete ya, si no, no te dejare marchar jajaja...

Lorena le sonrió, mientras se ponía los zapatos y salía corriendo.

-Espera te acompaño al coche. (Le dice Juan Manuel)