El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
CAPITULO 4: AUN TE
AMO, PERO DEBO OLVIDARTE
Volvía a esa casa, a
esa casa llena de tantos recuerdos. Donde pasaron bonitas experiencias, pero
sobre todo donde conoció el AMOR, ese amor que ahora le es esquivo, y que
intenta recuperar a toda costa, no perdería más el tiempo. Además que ahí vive
el mayor motivo de su existencia, su princesa Estefanía, la niña de sus ojos,
su principal motor, que también estaba lejana a él. Por culpa de Luz Marina
solamente la veía algún fin de semana y se comunicaba mediante el internet, su
niña ya era toda una mujer, sensible, hermosa e inteligente, lamentablemente
siempre coincidía con ella cuando estaba furibundo porque siempre terminaba
discutiendo con Luz Marina, eso lo alejaba más de su hija.
Mientras divagaba, ya había llegado a la casa de Luz Marina, espléndido chalet cerca de la televisora donde ambos trabajaban, con una gran cochera donde se guardaba el deportivo rojo de Luz Marina, y donde el coche de Juan Manuel se guardaba en sus visitas, más adentro estaba la pequeña alberca que a la luz de la noche se sentía fría, un pequeño jardín y luego la entrada hacia la casa, donde todo, la sala el comedor y las habitaciones estaban decoradas de acuerdo al gusto de Luz Marina.
Lo hizo pasar la Nana
de Estefanía, una mujer joven pero ya tenía años trabajando con ellos, Juan
Manuel siempre le pedía que vigilara a su hija y cualquier cosa le llamara.
-Buenas noches Señor
Manuel.
-Buenas noches Kathy
¿Cómo has estado?
-Muy bien Señor
Gracias- Ella se dio cuenta que Juan Manuel buscaba con los ojos a su hija-
Señor, la niña Estefanía no está en casa, tenía que hacer un trabajo grupal de
la preparatoria, y la Señora le dio permiso para poder quedarse con sus amigos
un rato más.
-Si Ya veo, y Luz
Marina?- Juan tuvo que admitir que su amigo tenía razón, ella volvió a llamarlo
para verlo y puso de pretexto a su hija, esta vez no caería tan fácilmente, y
ya estaba pensando como zafarse del lío en el que estaba metido.
-La Señora está en su
recámara, me dijo que cuando llegara Usted lo haga pasar a la sala.- Dijo
Kathy.
-Gracias Kathy, dile
por favor a la Señora (Juan Manuel pone una cara graciosa con lo que hace que
Kathy empezara a reírse) que ya estoy aquí pero que ando con prisa, que si es
urgente que venga, sino que platicaremos en otra ocasión.
-No es necesario, ya
estoy aquí- Luz Marina bajaba las escaleras de la estancia hacia la sala- Kathy
muchas gracias puedes irte.
-Con su permiso Señor
Manuel, cuídese. ? Kathy salió con rumbo a la cocina.
-Tú también Kathy nos
vemos- Juan Manuel vio salir a la nana y se dio vuelta para hablar con la madre
de su hija, tenía que probar la estrategia de ser duro con ella, para evitar
caer en sus redes otra vez, pero ella sabía muy bien como dominar su espíritu.
-Hola Querido, tiempo
sin verte- Luz Marina se acercó y le dio un beso cerca a la comisura de
los labios.
Estaba bellísima, con
un vestido negro con la espalda descubierta, y muy ceñido al cuerpo, el cabello
que ahora era castaño por los cambios de look para su última novela estaba liso
y peinado de costado, los labios color carmín, y los ojos, esos ojos Verdes en
donde Juan Manuel se perdía, lo miraban directamente y no le daban chance de
huir.
-Luz como estás,
porque me engañaste de nuevo, Estefi no está aquí?- Trató de ser duro con ella,
pero su instinto macho le estaba ganando la partida, tenía que resistir.
-Es la única forma que
dejes tu obsesión por el trabajo y puedas venir a vernos siquiera un momento,
es lo menos que puedes hacer ya que nos tienes olvidadas.
-Eso no es cierto,
siempre he estado al pendiente de Estef, y si mi memoria no me falla, he estado
más pendiente de mi hija que tú.
-Y yo? Nunca has
preguntado por mi, siempre es la niña, yo nunca te he importado, siempre es
Estefanía.-Luz Marina le reprochó su falta de atención y se acercó más a Él,
Juan Manuel respiraba más rápidamente, su corazón lo traicionaba y latía más
fuerte.
-Luz Marina si solo me
llamaste para reprocharme, es mejor que me vaya, tengo muchas escenas que
memorizar, asi que nos vemos?
Ella se acercó,
percibió que Juan Manuel la estaba deseando, empezó a tocarle el pecho y a
desabotonarle la camisa. Juan Manuel estaba quieto, dentro de él había un
conflicto, se decía ?No te dejes Juan aguanta? tenía que demostrar que ella no
era su perdición. Ella sabía que al mas minimo contacto suyo Él perdía el
control. Juan Manuel no pudo más, y la agarró del cuello, plantó en su boca un
beso desesperado, y ella no se resistió, empezaron a besarse, como quitándose
el aire, ella terminó de desabotonar la
camisa, y sus manos bajaron hacia sus pantalones, el comenzóa bajarle el cierre
del vestido lentamente, le daba besos en el cuello constantemente mientras ella
intentaba sacar el cinturón de los pantalones.
?Porqué me haces
esto?- Juan Manuel ya excitado preguntó.
-Basta de hablar, cállate
y bésame. ?Luz Marina volvió a conectar sus labios con los de Juan Manuel, ella
volvió a bajar las manos a sus pantalones, pero Él la detuvo.
-Aquí no Luz, puede que Estef llegue y nos vea.
Entre besos Juan la
tomó en sus brazos y la llevó hasta la habitación principal, esa que tenía tantos
recuerdos de años maravillosos. Esta habitación había sido de los dos mientras
estuvieron casados, y Luz la mantenía tal como el la había dejado, la cama en
medio de la habitación, al costado la mesa de noche donde estaba el retrato de
Estefanía y de Juan.
El lo vió y sus
esperanzas crecieron más. Al llegar la acomodó suavemente en la cama y continuó
besándola.
?Hazme tuya Juan, mi
cuerpo siempre te extraña.
-Me gusta mucho estar
así contigo, por favor yo?.
Ella puso un dedo en
su boca callándolo, él obedeció, no quería arruinar este momento así que se
dejo guiar por ella.
-Juan, ámame mi cuerpo
te necesita- ella le decía tocándole el pecho-
Juan Manuel no lo
pensó mas, ya estaba en el climax, la atrajo hacia él, Posó sus manos en el
cierre del vestido negro, lo sacó y
empezó a rozar todo su blanco cuerpo con la boca, la besaba la hacía temblar.
Luz Marina al parecer si extrañaba esas caricias, no ponía resistencia, asi que
el no se contuvo, Luz Marina bajó las manos hacia el cinturón de los
pantalones, lo desató, desabrochó el botón y bajó el cierre de los pantalones, dejándolos
caer.
Ambos llegaron al
climax mas alto y unieron sus cuerpos en
uno solo. Juan entregaba todo no perdía la esperanza que aunque sea en esa
forma, podía recuperar a la mujer que amaba, la que se había ganado su corazón
tal vez esa pasión podía encender en ella la antigua llama de amor que los
había hecho enamorarse hace tanto.
Seguían unidos en esa
pasión, empezaron a soltar algunos gemidos, primero ella y luego el, Juan Manuel se había olvidado del tiempo,
espacio, de todas las consecuencias, del sermón de Ricardo, de su hija, solo
quera permanecer ahí por siempre, que nadie lo sacara de eso abrazo acogedor de
Luz y quedaron así por varios minutos, Él la contemplaba y la acariciaba mientras
ella se iba quedando dormida.
-Eres realmente bella
Luz- Juan Manuel tenía fe que esta vez ella lo acepte y vuelvan a empezar.-Te
Quiero y hoy te propongo que volvamos a empezar.
- Espera Juan? Luz
Marina se alejó del abrazo que el le daba, algo fastidiada- Otra vez con lo
mismo Por favor ya vete , eso es todo.
- Disculpa ¿Cómo que
es todo?- Juan Manuel ya había creído que Luz ahora si estaría mas tiempo con
el pero la decepción al ver que siempre era lo mismo dolió mas esta vez ?
Siempre es lo mismo., me llamas , me besas, tenemos sexo casual y después ya me
dices que es todo. Enserio crees que mi corazón puede seguir aguantándote, si
quieres a alguien para poner tener sexo puedes llamar a uno de tus amiguitos,
se que lo haces con ellos también, pero porque conmigo es siempre así. No soy
una maquina sexual, soy un hombre, un hombre que aun te ama, a pesar de todo.
Te amo Luz, maldigo el momento en el que te deje ir. Pero esto es suficiente.
- Me amas? Después de
haberme pedido tu el divorcio me echas la culpa de nuestra situación, no te
hagas el santo Juan, y si quieres saber la verdad, a mi la verdad me importas
solo pasionalmente el amor que algún día te tuve se esfumó y todo gracias a ti
. Retirate por favor y si nuestra hija te necesita le pedire que te escriba
aunque dudo que lo haga somos mas felices sin ti.
- Bien Luz Marina,
esta será la última vez, si, lo admito, te sigo amando, pero ese amor ha de
morir para siempre, lo prometo por la memoria de mis padres, me he dejado
lastimar lo suficiente y aunque me cueste te olvidare.
Juan se vistió lo más
rápido y salió de la casa. No vio rastros de su hija seguro aún no había
regresado, así era mejor porque ella no
vería como su padre no podía contener el llanto. Salió de la casa y subió otra
vez a su coche, al manejar en la autopista se secaba las lágrimas.
Manejaba a alta
velocidad, tenía rabia contenida, que solo podía apaciguar con las lágrimas, se
sentía estúpido, utilizado, recordaba cada palabra de Ricardo y no podía negar
que se lo advirtieron, no sabía qué hacer.
-Te lo juro Luz Marina,
buscaré mi felicidad, aunque me desgarre el alma el tratar de olvidarte, lo
lograre. No me merezco seguir sufriendo por tu desamor y encontraré la mujer
que te borre de mi mente y de mi corazón.
Carlita, muchas gracias por un capítulo cargado de emociones y en el que la pasión predomina. Me da la impresión que tanto Mati como tú tienen esta novela planchada y requeteplanchada de principio a fin. Por la coherencia, tal parece que la autora es una sola. ¡Las felicito por su creatividad y por su labor en equipo!