FUENTE: Ediciones Impresas Milenio
Crítica a Televisa
El pozo de los deseos reprimidos
Álvaro Cueva
El
gran problema de Televisa es que no estamos hablando de una televisora,
estamos hablando de un monopolio, pero de un monopolio tan grande que
su injerencia supera a la de los otros monopolios que existen en
nuestra nación.
Televisa es un poder fáctico, como la Iglesia Católica, como el crimen organizado.
No hay nada ni nadie que se pueda oponer a sus intereses, ni
siquiera la autoridad que en la cúspide de la sumisión tiene que
negociar con ella de diferentes maneras y a cambio de diferentes
beneficios.
¿En qué me baso para decirle que Televisa es un monopolio si parece que hay muchas televisoras en nuestro país?
En que Televisa tiene la sartén por el mango, sus redes se extienden
desde los más acreditados sindicatos y sociedades autorales hasta los
más variados sistemas de televisión de paga y las más afamadas casas
productoras internacionales como Fox, Telemundo y HBO.
Si Televisa quiere, puede aniquilar a TV Azteca con tan sólo
quitarle los derechos de transmisión de los partidos de la Selección
Nacional y puede destruir cadenas de radio enteras negándoles el acceso
a sus notas o a sus talentos.
Si se le antojara, podría pulverizar a la mayoría de los canales
públicos retirándoles películas y ni hablemos de lo que haría con
canales musicales, deportivos o de cualquier otro tipo evitando que sus
cantantes y hasta los de otras marcas, se presenten en ellos, que los
goles de sus equipos salgan por esas señales, o sacándolos de sus
plataformas de distribución como Cablevisión o SKY.
Televisa confirma que no se necesita ser una televisora única para
ser un monopolio y casi nadie la puede criticar porque incluso muchas
de las mentes más brillantes de México y de otros países del mundo
comen de ella.
Lo más terrible de esta historia es que Televisa no es un monopolio
de televisión, es un monopolio empresarial. Por tanto, sus inquietudes
son de cualquier tipo menos televisivas.
Usted sabe, importan más el valor de las acciones en la bolsa, las
casas de juego, las compañías de aviación y establecer alianzas con
determinados políticos, países y compañías, que hacer televisión.
Da lo mismo si se producen muchos o pocos contenidos, si se produce
bien o se produce mal. Televisa tiene prácticamente garantizado su
porcentaje de participación en los presupuestos publicitarios de todos
los anunciantes de todos los rincones de México.
La carretada de dinero automático que año con año recibe esta
corporación es tan grande, que hasta el peor de sus fracasos es un
éxito si se le compara con lo que obtienen otros títulos de otras
partes del continente.
En consecuencia, ninguna de sus producciones tiene la necesidad de competir, especialmente a nivel internacional.
Con la fortuna directa que Televisa recibe de su mercado natural que
comienza en México y acaba en la cada vez más grande comunidad latina
de los Estados Unidos, le basta y le sobra.
El pequeño detalle es que como Televisa tiene la obligación bursátil
de crecer y ya tiene controlado el mercado, en lugar de producir más y
mejor, abarata costos y le exige más a sus vendedores y productores.
¿Resultado? Un régimen del terror donde la tendencia es venderle
publicidad hasta a las marcas más desprestigiadas y dejar de hacer
televisión de verdad para producir sólo estímulos audiovisuales que
retengan a las audiencias a cualquier precio.
Esto es monstruoso porque producir estímulos es como producir
drogas, es tener a la gente eternamente excitada, consumiendo, crearle
adicción.
No sé qué piense usted, pero yo estoy convencido de que después de
varios años de mirar sólo Televisa, ninguna persona puede ser capaz de
volver a digerir una serie como “The Sopranos”, una telenovela como
“Una joya en el palacio” o un trabajo de animación como “Bleach”.
Hasta el más sabio de los televidentes, tras varias sesiones de pura
Televisa, le comienza a ver cualidades a emisiones infames y a
personajes grotescos.
No existe una manera de cuantificar el daño mental que Televisa le
ha hecho al pueblo de México pero me queda claro que aquí está pasando
algo que está marcando a varias generaciones, y que desde hace mucho
tiempo que el negocio de esta empresa dejó de ser el de la comunicación
para ser el de la hegemonía. ¿A poco no?
Más Programas
Los mexicanos deberíamos poder apreciar contenidos
de televisión diferentes, con propuestas a las cuales no estamos
acostumbrados, como la serie “The Sopranos”, una telenovela como “Una
joya en el palacio” y un trabajo de animación como la serie mas popular
de animación japonesa, “Bleach”.
Monopolio
Si se le antojara, Televisa podría pulverizar a la
mayoría de los canales públicos retirándoles películas y ni hablemos de
lo que haría con canales musicales, deportivos o de cualquier otro tipo
evitando que sus cantantes y hasta los de otras marcas, se presenten en
ellos, por su poder como empresa.
acueva@milenio.com
Publicado por justvisitor
Publicado el 04/08/2009 11:54 - Total Temas: 2431 - Total Mensajes: 21984