El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
Llevame en tu Bicicleta.
Parte 1:
El día estaba espectacularmente soleado, el sol radiante le daba vida a las flores y al ambiente, era perfecto para salir a pasear con mis hermanas del alma.
Me aliste con la ropa más ligera que tenía, el plan era pasear en bicicleta por las calles de Guadalajara, donde nos habíamos encontrado las cuatro después de casi 6 años de habernos conocido por Twitter, habíamos forjado una bella amistad, y por fin nos reunimos en persona.
Lorena, Rubby y Carlita habían planeado una excursión y luego un picnic al aire libre, así que estaba super emocionada.
Tomé mi bolso y mi casco de bicicleta celeste, y salí de casa.
Lorena y Rubby, ya conocían la ciudad, así que fueron a recogerme, y las tres partimos hacia el hotel donde Carlita se hospedaba.
-Hola hermanitas- las saludé al verlas, ellas traían peluches y flores en la canastilla de sus bicicletas.
-¡Feliz Cumpleaños Mimi!!- las dos gritaron a la vez, muy emocionadas, se acercaron y me dieron los presentes.
-Me alegra tenerlas aquí, es como un sueño. Muchas gracias por todo.
-Amiga bella, te lo mereces, espero te guste todo lo que vamos a hacer hoy- dijo Lorena- vamos a recoger a Carlita, que se puede perder en el camino.
-Así es, nos estuvo llamando desde las 7 de la mañana, esta muy feliz con este paseo- dijo Rubby.
-Y yo más, vamos por ella- les dije.
Estaba segura que este día sería el mejor, algo me decía que habían muchas sorpresas por delante. Nos montamos en las bicicletas y salimos a la ciclo via, rumbo al hotel.
Viajamos riendo y conversando, las autopistas estaban desiertas, al parecer la gente estaba viajando por fiestas de año nuevo, así que teníamos pase libre para nuestro picnic.
Yo aún estaba nerviosa porque hacía mucho que no andaba en bicicleta, pero me emocionó la idea de cambiar de rutina y poder disfrutar del aire fresco,
Quince minutos después, ya estábamos cerca del gran edificio donde Carlita ya nos esperaba.
-Hermanita- le dije emocionada.
-¡Feliz Cumpleaños Mimí!!- me dijo ella, radiante, estaba ya con su casco rojo y parada al lado de su bicicleta- me alegro verte, verlas a todas, espero te guste todo lo que planeamos para este día.
-Tenerte aquí, desde tan lejos, es lo mejor, que lindo es verlas a todas- les dije.
Nos abrazamos las cuatro y nos enrumbamos de nuevo hacia la autopista.
Pasada media hora, ya nos habíamos contado todas nuestras vidas, y sobre lo que esperábamos de nuestra ilusión en común.
-Carlita, y ¿sabes cuándo aparecerá Fer?- le pregunté.
-Mira no soy buena stalkeando, pero algo me dice que lo veremos más pronto de lo crees.
-Ay si Ojala, se le extraña- dijo Rubby.
-Niñas bellas, es hora del picnic, vamos avanzando- dijo Lorena - Creo que me voy adelantando.
Tomó su bicicleta y empezó a conducir, me pareció algo extraño, pero las demás hicieron lo mismo, y quedé al final de la comitiva, fue algo muy raro, pero por andar pensando, ellas se alejaron de mí, y yo por no darme cuenta, pasé encima de unas piedras pequeñas pero filosas, y una de ellas, golpeó la llanta de mi bicicleta, haciéndome perder el equilibrio, tuve que frenar en seco, y me llevé un gran susto, por poco me dí contra un coche blanco.
-Dios mío- exclamé muy asustada, el coche blanco se detuvo, y salió su conductor.
-¿Te encuentras bien?- me preguntó el conductor, yo aún andaba desmontando, y sin percatarme del sujeto empecé a hablar.
-Estoy bien, por Dios cuánto lo siento, fue mi culpa señor, lo siento mucho.
-Tranquila Nohemí, lo importante es que estés bien- dijo el hombre.
Yo me quedé helada, ¿Cómo es que este hombre sabía mi nombre?, di la vuelta para ver de quien se trataba y me quedé aún más helada. Era de no creer.
-¿Estás bien Mimi?- me dijo Fernando.
-SI- fue lo único que pudo salir de mi boca, ante mi estaba Fernando, con sus gafas de sol tan masculinas, una camisa blanca muy casual y pantalones de mezclilla, aun con ropa sport elegante, se veía muy seductor. Se sacó las gafas y pude perderme en sus bellos ojos miel.
-Ven dejame ayudarte, revisaré cómo está tu bici- me dijo, yo solo asentí.
Se puso de cuclillas y revisó las llantas, luego los frenos y se puso de pie
-Bueno al parecer se ponchó una de las llantas, es mejor que la llevemos a reparar
-Está bien- creo que mis únicas respuestas eran monosílabos- pero no conozco algún lugar donde reparen bicicletas.
-Yo si conozco uno, vamos yo te llevo- dijo Fer, me miró con tanta calidez, que era muy difícil decirle que no.
-No te preocupes- traté de decirle, pero él ya había levantado la bicicleta y la estaba poniendo en la parte trasera de su coche, mientras cerraba la cajuela, me miró con dulzura.
-Ahora sí vamos, permíteme abrirte la puerta- se acercó a la puerta del copiloto y abrió la puerta, como un caballero inglés me invitó a pasar, yo estaba muda, pero realmente muy emocionada, si mis amigas supieran lo que me estaba pasando.
Subí al coche y él lo hizo después, arrancó y anduvo como 10 minutos por la autopista, para luego entrar en una calle empedrada.
-¿Cómo es que sabes mi nombre?- se me soltó la lengua, no pude contenerme, y me puse muy colorada, él me miró y sonrió divertido.
-Pues como no hacerlo, hace seis años o más que compartimos cosas en el foro, ya sabes, que me gusta verlas y conocerlas a través de los mensajes que me dejan, y es obvio que lo que haces tu y en grupo es impresionante.
-Yo no hago mucho en realidad- le dije algo triste- mis amigas son las que más participan.
-No creo que sea verdad, sabes, a mi me gusta tu voz, te transporta, es tan dulce y sutil ..
Me puse tan colorada que no pude decir más, que Fernando me diga cosas tan bonitas y justo en el día de mi cumpleaños, era el mejor regalo de todos.
Llegamos a un pequeño taller, donde un señor muy amable revisó mi bicicleta y le dijo a Fernando que tendría que cambiarle la llanta, pero estaban trayendo recién las de ese modelo, porque deberíamos esperar una media hora. Fernando me dijo que era mejor esperar, mientras podíamos tomar algo en la cafetería que estaba al frente. Yo le dije que si al instante.
Entramos al local y pedimos una mesa para dos, en un rincón un poco privado, el mozo nos trajo la carta para escoger. Fernando como todo un caballero pidió que me entregaran la carta primero.
-Por favor, primero a la dama, y sobre todo a esta bella niña que está de cumpleaños- dijo Fernando, yo me iba a desmayar. ¿Cómo lo sabía?
-¿Cómo lo sabes?- le pregunté
-Pues veras Mimí, esta es la primera de muchas sorpresas, este día será maravilloso, mi niña- me miró y sonrió, sin duda amaba verlo sonreir.
Fernando como todo un caballero nos abrió la puerta del café al salir, las bicicletas de mis amigas estaban en el parqueadero, pero Fernando y yo fuimos al taller, a ver si había reparado la mía, el dueño, me indicó que ya todo estaba en orden y tras entregarmela, fue hacía el fondo del taller y trajo una bicicleta más, una montañera, justo del tamaño de Fernando, llevaba colgado el casco y los guantes de seguridad.
-Ya tengo lo que me pidio sr. Colunga.
-Se lo agradezco- dijo Fernando, yo me quedé mirando como perdida en el espacio, si Fer tenía coche,¿Por que había pedido una bicicleta?
-Señor ¿Cuanto le debo por el servicio?- decidí pensar en otra cosa.
-No se preocupe señorita, ya esta todo saldado.
-¿Cómo cree señor?, Me puede decir cuanto es, por favor.
-El señor ya canceló la cuenta- me dijo el señor muy amablemente. Yo giré y miré a Fernando muy seria- Fernando por favor, no creo necesario todo esto.
-Para mi fue un placer.-dijo Fer muy tranquilamente, mientras se colocaba el casco y los guantes.
-Por favor, debo insistir.- le dije
-Insisto yo, Mimí, no te preocupes, relájate y vamos de una vez, tus amigas nos esperan.
Se montó en la bicicleta con firmeza, no pude objetar nada más, solo sonreí tímidamente, Nos despedimos del dueño y salimos hacia la avenida, Rubby y Lorena nos esperaban.
-¿Y Carlita?- les pregunté a las chicas.
-Tuvo que adelantarse- dijo Rubby
-¿Pero si conoce el lugar?- le dije
-Eso te hizo creer ella, ya está en el lugar donde organizamos todo. ¿Nos vas a acompañar verdad Fer?- dijo Lorena.
-Estoy listo, en eso quedamos ¿Verdad?
Yo lo miraba con tanto cariño, no pensé que habían más sorpresas todavía, saber que él se había dado el tiempo de estar conmigo en este día especial, tenía tanto valor emocional para mi, que sentía que mi corazón iba a explotar.
Empezamos a manejar de nuevo por la autopista, Fernando iba a mi lado, mientras las chicas iban delante nuestro, conversamos sobre el paisaje y lo hermosa que estaba poniéndose el atardecer, Fernando contaba de las experiencias que había tenido aquí en Guadalajar y de las cosas que había hecho de joven cuando aún no era famoso, yo lo escuchaba con fascinación, porque cada palabra suya era un libro abierto, podíamos saber que pasaba por su mente y su corazón, eso era maravilloso. Por momentos él se volteaba a verme y nuestras miradas se cruzaban, no necesitábamos palabras.
A unos kilómetros, Carlita ya nos esperaba, ella había escogido una zona, no tan lejos de la ciudad, donde se podía contemplar el amanecer con total libertad, al parecer era una zona que no tenía mucha afluencia de gente, pero el paisaje era maravilloso.
-Hermanita, yo sabía que te iba a gustar ver esto.
-Es hermoso Carlita, muchas gracias, pero más hermoso es estar con ustedes, mis bellas hermanas de cariño, y sobre todo contigo Fer, ni en mis sueños más locos pensé estar contigo en mi cumpleaños.
-Te lo mereces Mimí, sentir felicidad y cariño en este día especial- me dijo Fer con una enorme sonrisa, amaba ver esos ojos miel mirandome directamente.
Lorena. Rubby y Carlita me abrazaron, ese fue su mejor regalo, luego ellas muy estratégicamente se fueron alejando, al parecer quería que Fer y yo nos quedaramos solos.
-Carlita es muy hábil- me dijo Fer, que sabía lo que estaba pasando- mira, nos ha dejado con algo de libertad.
-Y no sé cómo se esta aguantando, yo que la conozco estaría sobre tí todo el tiempo- Me puse roja ante la confesión- Ella te adora.
-¿Y tú, me quieres?
Yo me quedé helada en ese momento, había tantas cosas que había planeado decirle cuando lo conociera, tantas verdades que iban a salir de mi corazón, pero teniendo ahí tan cerca, sólo podía pensar en una cosa ¿Qué le digo?
-Yo te amo Fer.- me tapé la boca con las manos y me puse muy colorada, mi subconsciente me ganó- Fer no creas que es mentira, es que la verdad no sé como pude decir eso, lo que quiero decir es que si te quiero, es que esperé tanto tiempo para decirlo y ahora que estás frente a mi, no sé como empezar a hablar, no resistí las ganas de decirtelo.
Enterré mi cara sobre mis manos totalmente avergonzada, Fernando se acercó y levantó mi barbilla con su mano derecha, esa pose tan varonil era muy atractiva y exclusiva de él, la había visto tantas veces, pero ahora era yo la que podía disfrutar de esa visión.
-Mimí, no tienes nada por qué avergonzarte, es normal sentir cariño o amor, y te agradezco que puedas decirmelo.
-Fer, yo lo siento.
-Sentir amor no es pecado Mimí, y ese amor tan bello y super profundo alimenta mi alma, saber que puedo llegar de esa forma a tu corazón me endulza el alma, es lindo sentirse amado, pero yo también quiero decirte algo.
Se acercó más a mí, él era bastante más alto que yo, pero se agachó un poco.
-Eres hermosa, por dentro y por fuera, sin duda una mujer fuerte, que no tuvo la vida fácil, sabes que nadie tiene una vida fácil, pero a pesar de que la vida nos trata así, saber que tu corazón puede albergar la clase de amor que me demuestras en cada gesto o palabra tuya, me da la certeza de que no me equivoqué al haber aceptado la invitación de tus amigas, eres especial Mimí y te agradezco que me permitas compartir este momento contigo.
Fernando me tomó en sus brazos, y me acercó peligrosamente a su pecho, ese abrazo que parecía ser fuerte o de oso, al final se convirtió en una abrazo lleno de suavidad y ternura, sabía que él era así de lindo y guapo, pero no me imaginé que tuviera las palabras tan precisas.
-Este es el mejor cumpleaños de mi vida Fer. Gracias
-Gracias a tí por ser quien eres, Nunca cambies.- Sentí que su boca estaba peligrosamente cerca a la mía, sus manos planeaban en mi cintura, aferrándose a mi pecho, yo en un inicio quise frenarlo, pero cómo hacerlo, si era lo que más quería, poco a poco sentí su dulce contacto, su aroma tan particular y único, y sus labios chocaron con los mios, yto estaba en las nubes, de sopetón viaje por el universos y los planetas al mismo tiempo, quien más que Fer que hacerme viajar sin mover mis pies. Este sin duda había sido el mejor dia de Cumpleaños de mi vida, el atardecer, las amistad, el cariño, y mi hermoso Fernando delante de mi, no podía recibir mejor regalo y sus labios me confirmaban que si se puede soñar y que el universo siempre conspira, conspira a tu favor