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Santa María Faustina Kowalska | ||
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![]() Religiosa y mística polaca, apóstol y difusora de la devoción a la Divina Misericordia de Jesús
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Helena Kowalska | |
Nombre en polaco | Faustyna Kowalska | |
Nacimiento | 25 de agosto de 1905 G?ogowiec, ?ód?. |
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Fallecimiento | 5 de octubre de 1938 (33 años) ?agiewniki, Cracovia. |
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Nacionalidad | Polaca | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Monja y santa | |
Cargos ocupados | Apóstol | |
Información religiosa | ||
Beatificación | 18 de abril de 1993 | |
Canonización | 30 de abril de 2000 | |
Festividad | 5 de octubre. | |
Venerada en | Iglesia católica | |
Firma | ![]() |
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Web | ||
Sitio web | ||
Helena Kowalska, también llamada Santa María Faustina Kowalska, (G?ogowiec, voivodato de ?ód?, 25 de agosto de 1905 ? ?agiewniki, Cracovia, 5 de octubre de 1938),[2]? llamada Apóstol de la Divina Misericordia, fue una religiosa de la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia y mística católica polaca.[1]? La Iglesia católica la venera como santa y es conocida simplemente como Santa Faustina.
Fue llamada por Jesús como la apóstol de la Divina Misericordia. Los teólogos la consideran parte del grupo de los más notables místicos del Cristianismo. Su misión fue preparar al mundo para la segunda venida de Cristo. Entró a la vida religiosa en 1925 en la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Su confesor, el beato Micha? Sopo?ko, le pidió escribir sus vivencias en un diario espiritual, que consta de varios cuadernos. Así pues, no por su voluntad sino por mandato de su confesor, dejó escritas sus vivencias místicas en unas seiscientas páginas. Fue canonizada por Juan Pablo II el 30 de abril de 2000, día en que también instituyó la fiesta de la Divina Misericordia.
Santa Faustina nació en el seno de una familia campesina en la aldea de G?ogowiec, en ?winice Warckie, voivodato de ?ód?, Polonia en 1905. Era la tercera de ocho hermanos, hijos del matrimonio de Stanislaus, carpintero y agricultor, y Marianna Kowalska, que los educaron con gran disciplina espiritual, sobre todo por su padre. Como era una familia muy pobre, Faustina apenas tuvo tres años de estudios escolares. Ella y sus hermanas tenían solo un buen vestido, por lo que debían turnarse para ir a Misa. Así pues, cada una asistía a una misa diferente.[3]?
A los 9 años tomó la Primera Comunión en la iglesia de San Casimiro. Antes de entrar al convento, trabajó en 1919 como sirvienta en casa de unos amigos de la familia Bryszewski en Aleksandrów, cerca de ?ódzki. Más adelante, en 1922, viajó a ?ód? y trabajó por un año en la tienda de Marjanna Sadowska con el fin de mantenerse y ayudar a la familia. Al finalizar este trabajo marchó a Varsovia con la intención de entrar en el convento, pero la superiora le recomendó reunir una pequeña dote para su ajuar, lo que la llevó entonces a trabajar como sirvienta o doméstica por un año, hasta 1925.[3]?
A los 18 años Faustina, que ya sentía una vocación religiosa desde los siete años, pidió a sus padres el permiso para entrar en un convento pero ellos no se lo permitieron. Tras la negativa, decidió entregarse a las vanidades de la vida haciendo nulo caso a la voz de la gracia, aunque su alma tenía satisfacción en nada y siempre se sentía llamada, lo que le daba un gran tormento que intentaba sanar con más distracciones. Evitaba a Dios y con toda su alma se inclinaba hacia las criaturas, pero, según Faustina misma, la gracia divina terminó por ganar su alma.[3]?
Cuenta que al ir a un baile con su hermana Josefina, tuvo una experiencia que marcó su vida. Mientras todos se divertían, ella sufría y sentía gran tristeza en el alma. Al bailar vio a Jesús crucificado, cubierto de llagas, dirigiéndole este mensaje:
- Helena, hija mía, ¿hasta cuándo Me harás sufrir; hasta cuándo Me engañarás?[4]?
Faustina disimuló lo sucedido para que su hermana no se diera cuenta y en cuanto pudo abandonó discretamente el baile. Este suceso la hizo salir de la fiesta para dirigirse a la iglesia más cercana, la catedral de San Estanislao de Kostka. Al llegar pidió al Señor que le dijera qué era lo que debía hacer. Luego de una profunda oración y de pedir perdón, cuenta que escuchó estas palabras:
- Ve inmediatamente a Varsovia; allí entrarás en un convento.[4]?
A la mañana siguiente, sólo con la ropa puesta, sin el permiso de sus padres y habiéndose despedido sólo de una de sus hermanas, tomó un tren a Varsovia con intención de entrar en un convento pero sin conocer a alguien en la ciudad.[3]? Al llegar a Varsovia entró en la primera iglesia que encontró, que fue la iglesia de Santiago, ubicado en la calle Grojeka. Asistió a la misa y al final pidió orientación al Padre Dabrowski, que le recomendó a la señora Lipszcowa, mujer muy católica y con quien se hospedó mientras buscaba un convento.[5]?
La pobreza de Faustina Kowalska era extrema, hasta el punto de no poder acceder a ningún convento. Finalmente se dirigió a la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia donde por fin fue atendida, y tras un año de ahorro para poder contar con un ajuar, pudo entrar en agosto de 1925, fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, como postulante. Semanas después de su entrada al convento tuvo tentaciones de abandonar, pero según sus memorias nuevamente el Señor se presentó en su celda pidiéndole que no lo hiciera. En este convento trabajó en la cocina y fue encargada de limpiar el cuarto de la Madre Barkiewez y de cuidarla durante su enfermedad. A principios de 1926, la enviaron al noviciado en Józefów, en Cracovia, para terminar su periodo como postulante, y el 30 de abril tomó el hábito religioso como novicia recibiendo el nombre de Sor María Faustina del Santísimo Sacramento.[6]?
Faustina sabía nada del convento en que ingresó, sin embargo fue advertida de que ingresaría allí como una hermana lega y que, por su bajo nivel de escolaridad, quizás no alcanzase mayores niveles en la orden, consistiendo para siempre sus deberes en actividades relativas a la cocina, limpieza y jardinería.[7]?
El 30 de abril de 1926, a los 20 años, ingresó en el convento y adoptó el nombre de María Faustina del Santísimo Sacramento. El nombre de «Faustina» significa «bendecida», «afortunada»[8]? y podía ser una referencia al mártir cristiano Faustinus.[7]?
En abril de 1928 hizo votos como monja y sus padres estuvieron presentes en la ceremonia. Un año más tarde Faustina fue enviada a un convento de Vilna, Lituania, donde también trabajó como cocinera y se quedó poco tiempo. Regresó a este lugar más adelante, ocasión en que se encontró con Micha? Sopo?ko que apoyó su misión. Un año después de su regreso de Vilna, en mayo de 1930, fue trasladada a un convento en P?ock, en Polonia, donde se quedó casi cinco años. Faustina fue monja durante una década ya que falleció en octubre de 1938.[9]?
El 2 de agosto de 1925, fiesta de «Nuestra Señora de los Ángeles», empezó a formar parte de la Congregación como postulante y pocas semanas después tuvo la tentación de dejar el convento.[10]? Llegó a buscar a la Madre Superiora, pero no la encontró y se retiró a su dormitorio. Allí tuvo una visión de Jesús con su rostro desfigurado por las llagas. Ella le preguntó: «Jesús, ¿quién te hirió tanto?» Jesús respondió: «Este es el dolor que me causarías si hubieras abandonado este convento. Aquí es donde te he traído y no a otro sitio, y he preparado para ti muchas bendiciones». Ella comprendió que el plan de Dios para ella era que se quedara allí, donde trabajó en la cocina y se encargó de cuidar a la Madre Barkiewez durante su enfermedad, así como de asear su habitación. En su condición de postulante tuvo oportunidad de familiarizarse con los ejercicios espirituales. Por su lucha interior, cambio de vida e intensidad que ponía en una y otra cosa, la salud de Faustina empezó a decaer tanto que sus superioras, al verla tan débil y agotada, decidieron enviarla, junto a dos hermanas, a Skolimow, donde la congregación tenía una casa de ejercicios.[8]?[10]?
En el otoño del año en que Faustina llegó a P?ock aparecieron los primeros síntomas de tuberculosis por lo que fue enviada a una granja de propiedad de su orden religiosa con la intención de que se recuperase. Después de haber mejorado regresó al convento en P?ock.[8]?
Sor Faustina sostuvo haber tenido la primera revelación de la Divina Misericordia estando en su celda, el 22 de febrero de 1931. La escena de dicha revelación y las palabras que escuchó de los labios de Jesús están plasmadas en su diario (Diario I, sesiones 47, 48 y 49). Según cuenta, entre otras cosas Jesús pidió que pintase una imagen suya.[11]? Jesús apareció vestido de blanco y de su corazón emanaban haces de luz roja y blanca. Entre otras cosas Jesús le pidió que pintara una imagen suya, fiel a la imagen que se mostraba ante ella; tal imagen debía contener la inscripción «Jesús, en Ti confío».[12]?
Sin saber cómo pintar, Faustina se acercó a otras monjas en el convento de P?ock en busca de ayuda, pero no la recibió.[13]? Tres años después, después de su asignación a Vilna, la primera representación artística de la imagen se realizó bajo su dirección.
En el mismo mensaje del 22 de febrero de 1931 sobre la imagen de la Divina Misericordia, Faustina también escribió en su diario (#49) que Jesús le dijo que quería que la imagen de la Divina Misericordia fuera "solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua; aquel domingo será la fiesta de la misericordia".
Ante la propuesta, se requirió el servicio del pintor Eugenio Kazimirowski, quien realizó el retrato bajo las instrucciones de sor Faustina. La imagen fue presentada y venerada públicamente en Ostra Brama (Vilna, Lituania) entre el 26 y el 28 de abril de 1935; fue la primera imagen pintada del Señor de la Misericordia.[nota 1]? Pero la que finalmente se hizo famosa en el mundo entero fue la realizada por Adolf Hyla, ofrecida como agradecimiento por la salvación de su familia de la guerra.[14]?
Santa Faustina escribió un diario en el que recogió los mensajes que recibió de Jesús. De aquí surgió la devoción a la Divina Misericordia, la cual considera que la principal prerrogativa de Jesús es la misericordia y que es la última tabla de salvación. Se accede a la misericordia por la confianza. Esta devoción está integrada por el mensaje de la Divina Misericordia, la Coronilla de la Divina Misericordia, la Imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta de la Divina Misericordia y la Hora de la Misericordia (las 3 p. m.).
Poco después de llegar a Vilna, Faustina conoció al padre Micha? Sopo?ko, el recién nombrado confesor de las monjas. Sopo?ko también fue profesor de teología pastoral en la Universidad Stefan Batory (llamada ahora Universidad de Vilna).
Cuando Faustina fue con Sopo?ko para su primera confesión, ella le dijo que había estado conversando con Jesús, quien tenía un plan para ella.[15]? Tras un tiempo, en 1933 el padre Sopo?ko insistió en una evaluación psiquiátrica completa de Faustina por parte de Helena Maciejewska, psiquiatra y médico asociada del convento. Faustina pasó todas las pruebas y fue declarada mentalmente sana.[16]?[17]?
Desde entonces, Sopo?ko empezó a confiar en Faustina y apoyó sus esfuerzos. Él también aconsejó a Faustina comenzar a escribir un diario y que registrara las conversaciones y mensajes de Jesús que ella estaba informando. Faustina contó a Sopo?ko sobre la imagen de la Divina Misericordia, y en enero de 1934, él le presentó al artista Eugenio Kazimierowski, también profesor en la misma universidad.
Para junio de 1934, Kazimierowski había terminado de pintar la imagen basada en la dirección de Faustina y el padre Sopo?ko.[18]? Esa fue la única pintura de la Divina Misericordia que vio Faustina.[12]? Una superposición del rostro de Jesús en la Imagen de la Divina Misericordia sobre la ya conocida Sábana Santa de Turín muestra una gran similitud.[19]?
Faustina escribió en su diario (#414) que, el Viernes Santo , 19 de abril de 1935, Jesús le dijo que quería honrar públicamente la imagen de la Divina Misericordia. Una semana después, el 26 de abril de 1935, el Padre Sopo?ko pronunció el primer sermón sobre la Divina Misericordia, y Faustina asistió al sermón.[18]?
La primera misa durante la cual se mostró la imagen de la Divina Misericordia tuvo lugar el 28 de abril de 1935, el primer domingo después del domingo de Pascua, y contó con la presencia de Faustina. Este día también fue la celebración del fin del Jubileo de la Redención del Papa Pío XI . El Padre Sopo?ko obtuvo el permiso del Arzobispo Ja?brzykowski para colocar la imagen de la Divina Misericordia dentro de la iglesia de la Puerta del Amanecer en Vilna durante la Misa de ese domingo y celebró la Misa en persona.[20]?
El 13 de septiembre de 1935, aún estando en Vilna, Faustina escribió sobre una visión sobre la Coronilla de la Divina Misericordia en su diario (#476).[21]? La coronilla es un tercio de la longitud del Rosario.[22]? Faustina escribió que el propósito de las oraciones de la coronilla por la misericordia es triple: obtener misericordia, confiar en la misericordia de Cristo y mostrar misericordia a los demás.[23]?
En noviembre de 1935, Faustina escribió las reglas para una nueva congregación religiosa contemplativa dedicada a la Divina Misericordia. En diciembre, visitó una casa en Vilna que dijo haber visto en una visión como el primer convento de la congregación.[24]?
En enero de 1936, Faustina fue a ver al arzobispo Ja?brzykowski para discutir una nueva congregación para la Divina Misericordia. Sin embargo, él le recordó que ella se comprometió por siempre a su orden actual.[25]? En marzo de 1936, Faustina dijo a sus superiores que pensaba dejar la orden y comenzar una nueva dedicada específicamente a la Divina Misericordia, pero fue transferida a Walendów, suroeste de Varsovia.[24]? Informó que Jesús le dijo: "Hija Mía, haz lo que esté a tu alcance para difundir la devoción a Mi Divina Misericordia, Yo compensaré lo que te falte".[26]?
En los últimos años de su vida, aumentaron los sufrimientos interiores de tipo espiritual y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello se le internó dos veces en el hospital de Pradnik, durante varios meses. Falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento.
Su funeral fue dos días luego, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de la comunidad, en el jardín de la casa de la congregación de las hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en ?agiewniki, Cracovia. El 25 de noviembre de 1966 sus restos fueron llevados a la capilla, más tarde consagrada como Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia. Tras su beatificación, sus reliquias se depositaron en el altar de la capilla.
Veintisiete años después de la muerte de sor Faustina comenzó el proceso de canonización. Fueron presentados a consideración dos casos de sanaciones milagrosas. El primero fue en Massachusetts a la Sra. Maureen Digan y el siguiente milagro fue la sanación de una condición congénita del corazón del Padre Pytel en el día del aniversario de la muerte de sor Faustina, el 5 de octubre de 1995.
El 18 de abril de 1993, día de la Fiesta de la Divina Misericordia (Segundo Domingo de Pascua), Juan Pablo II declaró beata a Sor Faustina frente a una multitud de devotos de la Divina Misericordia en la plaza de San Pedro en Roma.[27]?
María Faustina Kowalska fue canonizada el 30 de abril de 2000, segundo domingo de Pascua, día al que la Iglesia católica denomina también Domingo de la Divina Misericordia. El Santo Padre presidió la ceremonia de canonización ante una gran multitud de peregrinos de la Divina Misericordia.
El 2011, en ocasión del 2º Congreso mundial de la Divina Misericordia, se le dirigió una carta a Benedicto XVI solicitando abrir el dossier que estudie la posibilidad de proclamar a María Faustina Kowalska doctora de la Iglesia.
Froilán | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 833 Lugo (España) |
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Fallecimiento | 904 | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sacerdote | |
Cargos ocupados | Obispo de León | |
Información religiosa | ||
Canonización | santo | |
Festividad | 5 de octubre | |
San Froilán (Lugo, 833 - León, 904) es un santo de la Iglesia católica, patrón de la provincia de Lugo y de la diócesis de León.
Nace en Lugo hacia el año 832. Siendo muy joven abandona la casa paterna para vivir como ermitaño en las montañas del Cebrero y el Bierzo. Se siente impulsado por Dios a abandonar su retiro para dedicarse por entero a la predicación en las comarcas de Galicia y León.
Es en este tiempo cuando, según la leyenda, tiene lugar el episodio del lobo que devora su jumento. Conminado por el santo, el fiero animal, como manso cordero, carga con las alforjas de los libros que siempre acompañaban a San Froilán en sus correrías apostólicas.
Conoce a San Atilano, monje como él, y ambos comparten el ministerio de la predicación y la tarea de reforma y fundación de muchos monasterios.
El pueblo lo reclama como obispo para la sede de León. Muy a pesar suyo, fue consagrado como tal cuando contaba 68 años de edad.
Después de un fructuoso pontificado, muere en loor de santidad a la edad de 73 años.
El pueblo inmediatamente lo venera como santo y su fama se extiende por toda la Iglesia.
Es patrono de las diócesis de León y Lugo y titular de la parroquia lucense que lleva su nombre. Nacido extramuros de Lugo, bajo su advocación está una de las iglesias barrocas del casco viejo, teniendo a su vez una capilla en la catedral de Santa María de Lugo. Sus restos se conservan en un arca del altar mayor de la catedral de León. Su nombre también está mencionado en caracteres criptográficos (cifra notarial visigótica) en los márgenes de los folios 128v y 149r del Antifonario de León. Su conmemoración es el 5 de octubre, aunque las fiestas arrancan desde el sábado anterior.
En León, ciudad de Hispania, conmemoración de san Froilán, obispo, que primero fue eremita y después, ordenado obispo, evangelizó las regiones liberadas del yugo de los musulmanes, propagando la vida monástica y distinguiéndose por su beneficencia hacia los pobres.
Se conserva una corta biografía, copiada en minúscula visigótica por el diácono Juan, coetáneo suyo. Esa copia es del año 920, quince años después de su muerte. Se ignora el autor. A pesar de su estilo lacónico, se puede intentar reconstruir los rasgos fundamentales de su vida y carácter aunque en ella hay adherencias legendarias comunes a los relatos de las vidas de santos de la Edad Media.
Nace en la ciudad de Lugo, en el Regueiro dos Hortos, en el año 833, es hijo de los condes de Lugo y lleva vida de estudiante hasta que aproximadamente a los 18 años, se prepara para el sacerdocio según los usos del momento.
Rosas purpúreas de esta larga primavera martirial fueron, entre otros, el sacerdote Perfecto, degollado el día de la Pascua mora; el erudito monje Isaac, decapitado y colgado de un palo; el joven Sancho, crucificado; las dos vírgenes Columba y Pomposa, y el más famoso de todos, el bienaventurado Eulogio, aquel hacedor anhelante de mártires, cuya cabeza cortó el alfanje de un solo golpe, a las tres de la tarde del sábado 11 de marzo del año 859. Tal vez la voz poderosa de esta sangre inocente retumbó entre los montes donde Froilán se escondía y le empujó a organizar una cruzada. Tal vez en el diálogo familiar con Dios sintió la invitación a la vida activa.
Nos cuenta su biógrafo, con la ingenuidad de nuestros cantares de gesta y, sin duda, imitando los inicios de la predicación de Isaías, que al joven eremita le acuciaba la duda de si debía permanecer por más tiempo en aquellas soledades.
Para liberarse de la soledad se sometió a una prueba de fuego. Si Dios suspendía las leyes, era señal evidente de su voluntad divina:
Froilán introdujo unas brasas encendidas en su boca. El fuego no le causó la más mínima quemadura. Dios había hablado. De los montes se lanzó a los poblados a propagar entre los hombres otro fuego que le ardía dentro.
A lo largo de los años, su vida se ve marcada por diferentes acontecimientos que irán forjando poco a poco su destino, tal vez uno de los más importantes conocer al sacerdote mozárabe de Tarazona, Atilano, con el cual emprenderá una vida monacal y de reforma de la vida eremítica, con ánimo de atender únicamente a su perfección y a la unión con Dios. Se retiran a lo más quebrado de las montañas leonesas, el monte Cucurrino (hoy conocido como monte Corueño o monte Curueño)
Pero los pueblos en masa le seguían a su celda solitaria. Con las muchedumbres iban magnates y obispos que anhelaban oír su palabra. Entre sus oyentes se despertaron numerosos seguidores cautivados por sus ejemplos. Ante los ruegos insistentes se ve forzado a bajar a la ciudad de Viseu. Allí erige su primer monasterio, que llenará pronto con 300 monjes. Es el comienzo de una nueva etapa: fundador de cenobios.
Su fama salta los montes de León y llega a oídos de Alfonso III en Oviedo, la capital. El rey le envía mensajeros ordenándole venir a su corte.
Se fija en él para la gigantesca obra de repoblación que había comenzado su padre, Ordoño I. Las fronteras del reino astur-leonés llegaban por el sur hasta la línea del Duero.
Las zonas fronterizas a ambos lados del río estaban despobladas y devastadas por los reyes asturianos. Lo exigía así la táctica militar. Pero había que ir empujando la frontera más abajo. Para eso, en la zona norte del Duero era necesario levantar los poblados destruidos y poner en explotación las tierras abandonadas. Ninguna fuerza más cohesiva para dar vida a estas preocupaciones regias que la acción colonizadora de los monasterios.
Esto lo comprendió cabalmente el rey y concedió al monje amplias facultades para visitar todos sus dominios y levantar cenobios a cuyo amparo se acogiesen los nuevos poblados. Estas agrupaciones humanas, así formadas, constituían una unidad política cuyo jefe era el abad, y sus agentes y maestros los monjes, que enseñaban las artes de la paz e infundían el espíritu de cruzada en la guerra de reconquista.
Froilán puso en juego de nuevo su capacidad de iniciativa y se dio a recorrer las tierras del reino. Su beligerante actitud le llevó a fundar dos grandes monasterios cerca de la frontera, a pocos kilómetros de Zamora.
El primero fue el de San Salvador de Tábara, en el que se congregaron 600 monjes de ambos sexos. Era uno de esos monasterios llamados dúplices, donde las monjas, aunque rigurosamente separadas, tenían la ventaja de la asistencia sacerdotal y de la defensa en caso de invasión.
Fue éste uno de los más famosos monasterios por el arte refinado de su escritorio. La pesadumbre del tiempo, insensible a los afanes del hombre, no nos ha permitido ver en su realidad de piedra la arquitectura de esta fundación. Pero, afortunadamente, un códice de su escritorio nos la conserva parcialmente. En el último folio aparece la torre del monasterio, alta y lapídea, de sillería policroma, con ventanales de arcos de herradura. Sobre el tejado, dos airosas torrecillas con sendas campanas. A los lados de los últimos ventanales, dos balcones voladizos se asoman al horizonte. Tres hombres suben a la torre por unas escaleras de mano y otro hace sonar las campanas tirando de una cuerda. Adosado a la torre está el escritorio. Un pergaminero aparece sentado en un taburete cortando el pergamino con grandes tijeras. En un aposento inmediato están el monje Sénior, copista, y Emeterio, escriba y pintor, discípulo predilecto de Magio. Fue Mágio la gloria cultural más notable del monasterio tabarense. Contemporáneo en su niñez de Froilán, elevó a alturas maravillosas el arte de la miniatura, ese arte casto, espiritual y apacible a los ojos, y que mueve el ánima a altas consideraciones.
El segundo monasterio, según el citado biógrafo, lo levantó en un emplazamiento alto y ameno junto a las aguas del río Esla, al parecer cerca de Moreruela (Zamora). Sólo una frase añade a este laconismo: ..se reunieron allí 200 monjes consagrados al ascetismo de la vida regular.
En el año 900, muere el obispo de León, Vicente, y el pueblo pide al rey que sea Froilán el nuevo obispo.
Nombrado obispo en el día de Pentecostés (19 de mayo) del 900; ese mismo día recibía también la consagración episcopal para ser Obispo de Zamora su inseparable y santo amigo Atilano.
La Iglesia de León, que estaba dedicada, según una donación de la época, "a los señores, santos, gloriosos y, después de Dios, fortísimos patronos Santa María Virgen, Reina celeste, y San Cipriano, obispo y mártir", recibía ahora clamorosamente por obispo al que había de ser su patrón hasta el día de hoy. Los ceremoniales fueron presenciados por el rey y toda la corte del momento, lo que da una idea de la importancia de la figura de San Froilán en la época.
Cinco años después muere en León, el 5 de octubre, y es enterrado en la Catedral de León o antigua iglesia de Santa María, en un suntuoso sepulcro construido para sí por Alfonso III de Asturias.
Cuenta la tradición que el representar al santo patrón en compañía de un lobo podría deberse a un encuentro que tuvo con uno de ellos en una de sus múltiples peregrinajes.
Dicen que estando San Froilán una mañana rezando y absorto en sus oraciones, se le apareció un lobo hambriento que vio en el asno del santo un apetitoso almuerzo. Abalanzándose sobre él, comenzó a devorarlo momento en el que lo encontró el Santo, que con su mirada dejó al lobo acurrucado y temeroso, mientras le hablaba de amor y paz.
Así fue como San Froilán consiguió quitarle al lobo el miedo al hombre y al fuego, tomándolo a su servicio para llevarle por el mundo las alforjas. Desde entonces, el lobo caminó siempre a su lado, arrimado a su pierna derecha.
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