MAYO...

Y usted me sigue desafiando.

Le pediría que me dejara coger aire, pero prefiero que apacigüe mi agitada respiración.

Me acercaré... para seguir juntos los dos.

Me acercaré aún más a usted, Sr. Colunga... prepárese.

Deseo le guste la canción y le resulte agradable a media que me aproximo...  

Me apetecía seguir con esta música que escogí para ambos, espero sea de su agrado.

Así como el olor que desprende la margarita.

Luce interesante, ¿lo sabe, verdad?.

También que Mayo es un mes especial para mí. 

 Intuyo que no tengo que recordarle el por qué. Se que lo sabe.

 Al igual que será un gusto compartirlo a su lado.

Permítame acariciar sus labios, mientras le susurro que le quiero.

Buenas noches, Sr. Colunga.

Atardecer.

01 de mayo de 2019.  

TAN ATREVIDA...

Le digo que se prepare,

cuando soy yo quien tiene que estar preparada

 ante todo lo que me provoca siempre con su mirada.

Le quiero. Buenas noches. 

Atardecer.

02 de mayo de 2019.  

SR. COLUNGA...

Mirada desafiante la suya...

Con la que me llega a provocar, a retar... pero de una forma singular, exquisita y especial.

Con sutileza y sensualidad, creando un enfrentamiento entre ambos, que lejos de ser agresivo, se torna bien agradable e interesante, uniéndonos mucho más. Incitándome y excitándome a la par, provocando en mi una batalla interna entre razón y corazón, que al instante sabe como sosegar con destreza y agilidad.

Volviéndome a desafiar...

con su personalidad y su forma de interpretar.

Con la delicadeza que solo usted sabe,

protegiéndome a la vez, Sr. Colunga.

Le reto..., un viaje con usted en moto. Sabe que es uno de mis sueños.

Por cierto, cuanto le pensé hoy mientras viajaba de vuelta a casa. Escuchando la música que suena de fondo, y la del mes pasado... y todas las que contiene el Cd, pues ya lo tengo en mi poder. Pero sobre todo al ver todas esas motos que iban camino del Circuito de Jerez para el premio de motociclismo que es este fin de semana. La carretera que transito a diario es una de las que atraviesa de norte a sur España y que en estas fechas la presencia de motoristas de todas partes incluso de fuera del país aumenta.

Hubo un momento en que fui rodeada de motos por delante, por detrás y por el lateral, en el instante en que se adentraba un camión a la autovía, y tuvimos que desplazarnos al carril izquierdo de la autovía.

Cuanto le pensé Sr. Colunga, más un de las veces en que una de las motos me seguía por detrás y al mirar por el espejo retrovisor imaginé que era usted. Un agradable escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Y ahí aceleré...

Le reto a que haga realidad uno de mis sueños. Un viaje juntos en moto... obvio, yo de copiloto. No puede ser de otra manera, Sr. Colunga... además de porque usted es el profesional, a mí me gusta demasiado la velocidad.

Le miro y puedo imaginarlo... sus bellos ojos, me reta a ello. 

Me acerco y le rodeo con mis brazos.

Le quiero, Sr. Colunga.

Atardecer.

03 de mayo de 2019.  

EMBRIAGADA...

Por el poder de su mirada,

por la fuerza de su interpretación.

Sus ojos me llaman,

alterándose mi corazón.

Al responderles,

 su magia me intimida pudiéndome la emoción.

Me atrae con su mirada,

haciendo que pierda la razón,

percibiendo en ella su interior,

atrapa hasta mi alma.

Permítame un abrazo.

 Le quiero, le extraño.

Atardecer.

04 de mayo de 2019.  

BUENAS NOCHES, SR. COLUNGA...

Deseo tenga un lindo descanso y que haya disfrutado de un agradable domingo.

Por acá fue el día de la Madre y estoy agradecida de poder haberlo disfrutado con la mía, de poder seguir disfrutando de su presencia cada día, así como de mi papá y espero sea por mucho tiempo más.

Al igual me alegro de que usted disfrute de sus papás y deseo que así siga siendo por mucho tiempo.

Somos muy afortunados por ello, ¿cierto?.

Le pensaré, también cuando escuche esta canción viendo el amanecer por la carretera, por la cual quizás me encuentre algún motorista de vuelta del Circuito de Jerez, e imaginaré que es usted.

Le quiero y mirándole a los ojos, le beso.  

Atardecer.

05 de mayo de 2019.  

LO PROFUNDO...

De sus bellos ojos, de lo que por usted siento.

De lo uno en conexión de lo otro.

Del latir de mi corazón y la música de fondo.

De la emoción de lo uno y lo otro.

Lo profundo de sentir su mano coger la mía,

de caminar ambos seguros hacia el mismo destino,

 de rodear su cintura al rugir de su moto,

de la excitación que todo ello a ambos nos provoca.

Lo profundo de soñarlo, Sr. Colunga.

Y si, me encontré con algunos de esas motos que regresaban del Gran Premio de Motociclismo y que no lo habían hecho en la tarde del domingo.

Y nos pensé, viniendo a la vez a mi mente aquel relato que le escribí en mis inicios por aquí, donde por entonces no le había conocido aún personalmente, y que hubo quienes al leerlo lo creyó real, llamándome la atención pues hasta me inquietó de que eso hubiera podido pasar, pero a la vez..., por lo profundo que sentí al escribirlo, no me extrañó que esa sucediera. Nosotros, aquella moto... aquel encuentro de moteros.

Se titulaba, "Dependía de Usted, Sr. Colunga". ¿Lo recuerda?. Se que si...

Le quiero y le necesito porque le quiero.

Un abrazo inmenso.  

Atardecer.

06 de mayo de 2019.  

HOY, SIMPLEMENTE...

Decirle que le quiero,

mientras entrelazo mis manos con las suyas.

Su Atardecer.

07 de mayo de 2019.  

EMOCIONADA...

Por haberle conocido,

por haber hecho posible que aquí conociera a amigas lindas,

por la preciosa fiesta de cumpleaños que me preparó nuestra amiga Josune.

y agradecida con usted por haber hecho posible conocerla a través de esta su casa.

Emocionada con su mirada,

por la ilusión de esos sueños que aún queda por hacer realidad,

por el deseo de volvernos a encontrar.

Miréme, aquí estoy emocionada.

Por ahí aún queda un poquito para ser día nueve, pero por aquí ya lo es.

Y volveré a seguir festejando, con usted.

Si... Sr. Colunga, está bien un cálido abrazo para ir empezando... jaja.

Le quiero, le pienso.

Su Atardecer.

08 de mayo de 2019.  

SALUD SR. COLUNGA...

Por ambos...

Por Fertex09, por Atardecer.

Que bonito se ve ese 09 cerca suyo.

Que bonito está siendo este 9 de mayo.

Recibiendo muchas muestras de cariño de seres queridos, tanto familiares como compañeros y amigos. Fuera de aquí y acá.

Que bonito el que pueda celebrar con usted.

Gracias por estar ahí, gracias por ese cálido abrazo que aún puedo sentir, por su felicitación que puedo percibir.

Para ir cerrando, vengo a seguir festejando a su lado.

Pensarnos en un teatro, usted en los ensayos de una obra donde me regala su magistral interpretación y donde soy la única espectadora, seguir compartiendo un agradable paseo al atardecer entre risas e interesante charla. Obsequiarme con su lectura de unas líneas de algún libro que le guste, brindar y permanecer juntos, abrazados.

Todo ello mientras le susurro, con mi mirada y con el corazón, 

que le quiero cada día más.

Muchas gracias.

Salud, Sr. Colunga.

Su Atardecer.

09 de mayo de 2019.  

PERMANECER A SU LADO...

Así es como nos pienso, continuando abrazados.

Así es como deseo seguir..., sintiéndole a mi lado.

Contarle que estuve riéndome un montón con mi sobrino pequeño, que vino a visitarme.

Ahora el sueño me pudo, necesitando dormir...

y permanecer a su lado.

Le quiero Sr. Colunga, le quiero.

Su Atardecer.

10 de mayo de 2019.  

FRENTE A FRENTE...

Tanto por expresarle,

y desde que he venido,

sólo he podido mirarle.

Tanto por contarle,

y lo único que he conseguido,

ha sido emocionarme.

Frente a frente...

nuestros ojos se entienden,

se hablan, se escuchan,

pero también se necesitan.

Siento que sus ojos también precisan de los míos..., Sr. Colunga.

Le quiero, le pienso.

Su Atardecer.

11 de mayo de 2019.  

SR. COLUNGA, LE DESEO...

Buenas noches.

Le quiero, le pienso,

le extraño, le sueño.

Y sin tiempo para más, pues ya tengo que marchar...

espero me pueda disculpar la rapidez con la que hoy llego a pasar.

Un abrazo enorme.

Atardecer.

12 de mayo de 2019.  

SIGO AQUÍ...

Mirando la profundidad de sus ojos... junto a esa música de fondo.

No se inquiete, Sr. Colunga... que su Atardecer continua aquí como siempre.

Se que me puede sentir... como yo lo siento ahí.

A pesar de la distancia física que nos separa,

 a pesar del silencio que entre nosotros se cruza en momentos.

Porque obvio, usted y yo... seguimos en contacto.

Le quiero Sr. Colunga, le quiero y le necesito cada día más.

Pensar en sus brazos rodeándome es para mí un bálsamo. Buenas noches.

Suya,

Atardecer.

13 de mayo de 2019.  

LE SIENTO...

En la intensidad de su mirada,

en el desafío de sus ojos.

En su forma de interpretar,

al percibir su esencia singular.

A lo lejos... apoyado sobre un árbol,  

seduciéndome sin más.

Camino hacia usted,

dejándome llevar.

Mi latido acelerado,

y una vez frente a usted,

se queda casi parado.

Mis ojos caprichosos,

posan en los suyos hasta su boca,

perdiendo no sólo la noción del tiempo,

también la timidez.

La acaricio con mis dedos,

y alzo la mirada,

donde vuelvo en sus ojos,

a quedarme atrapada.

Y ahí le siento... cercano, profundo.

Le comento que en estos días,

sigo celebrando,

coincidiendo con amigos,

entre naturaleza y buena música.

Y siento agitarse su respiración,

cuando me acerco y le susurro,

que le llevo en mi pensamiento y en mi corazón.

Y el mío se altera ante el desafío de su mirada.

Le quiero, le extraño.

Su Atardecer.

14 de mayo de 2019.  

PIÉNSELO POR FAVOR...

Piense en aquellos momentos en que coincidimos, 

en que cruzamos una y otra vez nuestras miradas.

Piense en ello Sr. Colunga y siéntalo de nuevo.

Piénselo por favor...

y abracémonos.

Le quiero y le echo mucho de menos.

Admirándole, añorándole.

Su Atardecer.

15 de mayo de 2019.  

SUS BELLOS OJOS...

Lo mismo me dan vida, que me cautivan,

que me quitan hasta el sentido y me nublan la razón,

atrapándome el corazón.

Le quiero. Y a sus ojos también... Sr. Colunga.

Su Atardecer.

16 de mayo de 2019.  

TARAREANDO...

Algunas líneas de la canción, mientras le miro... Sr. Colunga.

A la vez que con sus ojos usted me las recita.

Pienso en el significado de la traducción,

y en que el desafío de su mirada hoy es mayor.

Dígame, ¿está enfadado...?. Y no, no se lo pregunto porque no lo sienta cercano, al contrario. Solo que hoy al mirarlo ha sido mucho más lo que me ha desafiado.

¿Sabe Sr. Colunga?, su profunda mirada la tengo presente siempre. Al igual que a su magistral forma de actuar, pues se del poder que también detrás de las cámaras poseen ambas, de lo mucho que en directo me transmitió y me trasmite con la una y la otra.

Con deseo de descansar el fin de semana, sin prisas, de organizar cosas, de retomar la lectura de libros pendientes, de escribirle, de relatarle, de contarle con tranquilidad.

¿Pero sabe qué?, lo que más me importa es estar aquí cada día con usted, con más o menos tiempo, con más o menos palabras, sean cuales sean las circunstancias.

Le miro... y tatareo mi propia canción.

Que le amo y que sigo esperando por los dos.  

Su Atardecer.

17 de mayo de 2019.  

DORMIRME EN SUS BRAZOS...

Es lo que ahora deseo...

Si Sr. Colunga, estoy que me caigo de sueño... y sus brazos son ideales para conciliarlo.

Aunque una vez en ellos creo despertaré...je.

Cuénteme que tal le va, si cuénteme... y yo le sigo después.

Entre otras cosas... salí de compras y le pensé.

Por cierto, no me olvidé de Manuel... aunque no le hable de él.

Por qué mejor no me cuenta como está usted... ¿si?. Espero que bien.

Pero por favor, cuénteme... que yo dormiré después.

Ay... Sr. Colunga, que duro puede llegar a ser cuando quiere.

Aún así le quiero..., mucho.

Si, así es..., también quiero dormirme en sus brazos.

Suya, 

Atardecer.

18 de mayo de 2019.  

QUIERO VOLVER A VERLE...

Sabe que le quiero, ¿cierto?. 

De ahí mi mensaje... Sr. Colunga.

 Un intenso abrazo.

Su Atardecer.

19 de mayo de 2019.  

ENTRE MORAS Y RECUERDOS...

El aire fresco le acariciaba la cara mientras andaba entre recuerdos de la infancia por ese camino que tantas veces había recorrido desde niña. Paseaba ensimismada, entre aquellas moreras que había visto crecer desde pequeña, y que lucían como antaño cuajadas de moras. Esos árboles ahora frondosos, cuyas hojas en el pasado les había previsto tantas veces de comida para sus gusanos de seda, y que tales había ido a recolectar junto a sus hermanos.

Entre pinceladas de antaño comenzó a sonreír al pensar en Él, a medida que caminaba hacía aquella bonito ermita de la que ya le había hablado alguna vez. De pronto el Sr. Colunga aparecía en su pensamiento una vez más y lo hizo con más intensidad, al ver los jugosos frutos morados colgando de las ramas así como en el suelo alrededor del tronco. De pronto vino una imagen hasta ella que no solo la hizo reír? también emocionar al imaginarla. Unos niños, él y ella de pequeños, cogiendo aquellas moras para comerse unas y juguetear con otras mientras ambos se ayudaban a digerirlas entre risas, acabando ambos con la cara y las manos del mismo color que aquellos exquisitos frutos.

Aquellas lindas escenas se adentraron en su mente entremezclándose con el pasado, mientras ella seguía pensando en ese niño ya grande, en ese hombre interesante al que admiraba y tanto quería, que igual le hacía sonreír al pensarle tan pillo como de pequeño.

Y le pensaba entre el viento fresco que movía las hojas de aquellos álamos que más adelante perfilaban el camino, el sonido de sus hojas, el del cantar de los pajarillos y el roce de los cálidos rayos de sol que seguían acariciando su rostro a medida que siguió caminando. Hasta llegar a la bonita ermita, donde le dio gracias a la Virgencita y oró también por Él y su familia.

La vuelta por aquel camino resultó tan agradable como la ida. En su mente seguía el Sr. Colunga... y en su corazón lo mucho que lo quería.

Quizás piense que es un relato más de los muchos que le cuento, en que nos pienso e imagino, pero fue algo que sucedía tal cual hoy mientras paseaba hacia ese lugar, porque Sr. Colunga... usted es mi sueño y mi realidad.

Le quiero. Cuídese, por favor.  

Su Atardecer.

20 de mayo de 2019.  

LA FIJEZA DE SU MIRADA...

Me tiene embriagada,

atrapada... junto a su magistral interpretación.

Confío en ella y en usted,

de ahí que regrese cada día..., Sr. Colunga.

Aunque sea a toda prisa, con pinceladas por contar,

con ganas de permanecer a su lado mucho más.

Pero vuelvo a mirarle a los ojos,

y la fijeza de su mirada queda plasmada en mi retina,

mientras profundiza mi alma.

Le quiero, le extraño. Un abrazo.  

Su Atardecer.

21 de mayo de 2019.  

DE ESAS PINCELADAS...

Por contarle... mientras le pensaba.

Al ver las estrellas en la noche percibiendo ese aroma que desprende la misma a naturaleza y calor de primavera. Al escuchar de nuevo conversar a las golondrinas que siguen habitando mi patio. Sobre algunos libros que compré días atrás o como es que supe del compositor y la música que suena.

De la sensación de comer cerezas con usted rondando por mi cabeza. Charlar tranquilamente sobre algo que leí en las noticias tiempo atrás relacionado con historia y la forma que fue contada por Hollywood en algunas películas y que tanto me interesa conocer su interesante opinión de ello.

Sobre su magistral forma de interpretar, sobre ilusiones y proyectos por realizar... sobre tanto más.

Pinceladas por contar... Sr. Colunga.

Mientras le pienso y el tiempo se va...

Le quiero. Un abrazo intenso.

Su Atardecer.

22 de mayo de 2019.  

UN PRECIOSO ATARDECER...

Que viví y disfruté con usted, pensándole.

Fue un día completo, pero mientras viajaba de vuelta a casa, un precioso atardecer me acompañó y compensó.

Es algo sencillo, puede parecer hasta algo tonto de comentar, pero para mí no. Pues lo gocé y me gusta mucho contarle de esa pequeñas cosas. Tanto como me gustaría compartirle muchas más y otras de mayor tamaño.

Al anochecer más tarde hizo posible que condujera con la puesta de sol acompañándome, esta vez por el lateral y por detrás, con un sol encandilado de color fuego anaranjado que resplandecía todo, incluido la carretera. Era precioso, el poder ver a través de los espejos laterales y retrovisor, tal atardecer. Tridimensional, como una bella postal. Aunque es cierto que son de las horas más complicadas para conducir llegando a deslumbrar, también es de las más bonitas viajar, para mí. 

La calidez de los rayos del sol acariciándome, observando cuando me era posible el despliegue de su hermosura, esta canción junto a otras del mismo autor sonando de fondo y pensando en usted sintiéndolo muy cercano, resultó ser muy agradable.

Mañana también será un día completo... Por ello, Sr. Colunga, abráceme mientras me duermo.

Le quiero, le necesito. Permítame un beso.  

Su Atardecer.

23 de mayo de 2019.  

EL LATIR DE SU CORAZÓN...

Hacía tiempo de la última vez que nos vimos. Y allí estaba, en el lugar acordado. Podía percibir su silueta a lo lejos. Recuerdo que caminé hacia él... con paso seguro hasta que, pude percibir el alcance de su mirada atrapando la mía y ahí las piernas me flaquearon, paralizándome... algo de lo que se percató y antes de que pudiera reaccionar, comencé de nuevo a caminar, despacio... controlando la respiración y el palpitar interior.

Al llegar hasta él, pude sostener su intensa mirada... Mi cuerpo se estremeció cuando sentí la calidez de su fornida mano sobre la mía, a la vez que no dejamos de mirarnos, no podíamos... era tanto lo que nos estábamos expresando el uno al otro en ese momento, que no pudimos articular palabra.

Solo me dejé llevar acercándome más a él. Mi mano libre, entre tímida y decidida, siguió ordenes de mi instinto y entre la apertura de su camisa se coló. Todo mi cuerpo se excitó de emoción al sentir el sentir de su corazón.

En ese momento él me aferraba con fuerza entre sus brazos sin dejarnos de mirar, hasta que el cuerpo no pudo más y nuestros ojos le dieron prioridad a la sensibilidad de nuestra piel, fundiéndonos en un profundo abrazo.

Y ahí le susurraba un le quiero... a lo que me respondió con un intenso beso.

Le quiero, Sr. Colunga. Le quiero.   

Atardecer.

24 de mayo de 2019.  

DOBLE SENTIR...

Más que un error al escribir, podría decir, que era el sentimiento que lo hacía por mí... al sentirlo tan cercano. Ese doble sentir cuando quise escribir: Todo mi cuerpo se excitó de emoción al sentir el latir de su corazón. Ese latir con el que me transmitía su sentir y así es como terminé plasmándolo: Todo mi cuerpo se excitó de emoción al sentir el sentir de su corazón. Mi subconsciente fue más allá, sacándome lo profundo que sentí...

Decirle que tras terminar de escribir esas líneas ayer, al quedarme dormida, soñé con usted... Fueron sólo unos minutos, pero lo que me susurró al oído fue hermoso e intenso. Fue muy bonito, haciendo que mi despertar fuera pura emoción.

Me alegra mucho que se encontrara en este lado del charco... le sienta bien. También estoy feliz de que tuviera la posibilidad de disfrutar de esa gran experiencia que debió ser para usted. En varias ocasiones le comenté de esa ilusión mía de verlo por acá... se va acercando. ¿Sabe de lo que le estoy hablando, verdad?...jaja.

Por cierto, no se si recuerda cuando el 30 de marzo le comentaba que fui al cine y que fue inevitable no pensarle... donde le conté, con todo mi respeto y admiración hacia usted, que se trataba de la última película de Almodóvar en la que actuaba entre otros el actor Antonio Banderas. Donde le decía que me hubiera gustado compartirla con usted, tanto como espectador y a la vez, como el gran actor y director que es Sr. Colunga, e intercambiar opiniones.

Que si le compartí aquello como le dije entonces, era porque me apetecía y porque sabía de esa fotografía que existía de ambos juntos, donde coincidieron en alguna ocasión en algún programa de televisión. Pero también porque me llevaban en aquel momento hasta usted muchas cosas y a relacionar otras (que no comparar). Donde le hablaba además, de la esencia de una buena actuación y la dirección de la misma. Y le dije, de mi sensación tras levantarme de aquella butaca, de que era un trabajo bien hecho.

Si entonces me quise compartir aquello con usted, más ahora. Me alegro mucho de que estuviera en Cannes y de que viviera esos momentos de cine. También por ese merecido premio al Sr. Banderas como mejor actor en ese Festival. La Palma también podría haber sido para el director, de no ser porque dicho festival impide que una misma película se lleve dos galardones. Una gran ovación al cine español.

 Orgullosa de usted Sr. Colunga y contenta de que esa ilusión mía se vaya aproximando... que esté de este lado... je.

Con todo respeto y admiración, reciba un intenso abrazo.

Ese doble sentir... el suyo y el mío, al latir de su corazón. Le quiero.    

Su Atardecer.

25 de mayo de 2019.  

AÚN EMOCIONADA...

Y sin tiempo en este instante de articular más palabras, Sr. Colunga,

sigo disfrutando de lo acontecido, en silencio, llevándole en mi pensamiento.

Pero obvio, seguimos en contacto.

Le quiero. Un beso.    

Su Atardecer.

26 de mayo de 2019.  

MI INTÉRPRETE PREDILECTO...

Bien sabe que lo es y de como me gustaría su participación en un proyecto español y su participación en los festivales de acá, pero también sabe que verlo como invitado en el Festival de cine de Cannes, me llenó de emoción... por usted y por mí.

Y bien sabe de mi emoción sin necesidad de expresarle más. Y que lo sigo disfrutando, mucho. Como bien sabe que disfrutaré lo que esté por venir, de lo que decida realizar. Pero sabe que me gusta saber de sus proyectos por usted y celebrarlos juntos. Sabe a lo que me refiero... ¿cierto?.

Mi Intérprete Predilecto, me alegra cada paso que da en busca de sus sueños. Se de su inteligencia y su profesionalidad, pero por favor, no se olvide del Teatro...

Si, se que eso, jamás...jaja.

Feliz de verlo cumplir lo que desea, feliz de que estuviera a este lado del Atlántico.

Sabe que para mi tiene mucho significado...

Le quiero, Sr. Colunga. Le quiero.

Su Atardecer.

27 de mayo de 2019.  

LE DESEO LO MEJOR...

Como empresario y productor.

Para mí ya lo era en cierta manera... 

Su capacidad siempre fue más allá de lo actoral,

pero a partir de ese proyecto, se hará oficial.

Le deseo lo mejor, Sr. Colunga... bien lo sabe.

También que aquí estaré para acompañarle,

disfrutando de su disfrute con cada paso,

pensándole entusiasmado y

compartiendo con usted con aquello en lo que quiera contarme.

Mientras tanto voy a seguir disfrutando

de esa esencia interpretativa que tanto me gusta.

La suya y la que me transmite a través de sus personajes,

con su magistral forma de actuar.

Siga trascendiendo Sr. Colunga,

pero siga deleitándome como el grande de la actuación que es.

Gracias por escucharme, por entenderme...

por su comprensión, por su gesto.

Digamos que desde ya la aventura comenzó para los dos...

¿Sabe?... hoy en el trabajo me sorprendí, mientras le pensaba emocionada, con los ojos humedecidos al recordar a ese niño bohemio y soñador en la playa. Y ahora al contárselo vuelve a pasarme... no puedo evitar que las emotivas lágrimas se deslicen por mi cara. Añorando a la vez que emocionada... pero orgullosa y feliz por ese niño, por ese hombre en el que se convirtió después. Feliz y orgullosa de usted, de su grandiosa capacidad de ir tras sus sueños. Le felicito por ello. 

Le quiero. Un abrazo intenso.    

Su Atardecer.

28 de mayo de 2019.  

REALMENTE...

Esa aventura comenzó para mí cuando lo vi a este lado del Atlántico...

cuando supe que voló sobre ese inmenso mar, cruzándolo,

bajo el mismo cielo en que lo hice yo,

 para encontrarme con usted en más de una ocasión.

Realmente ahí..., es que nuevamente volvía a aventurarme con usted.

Lo más importante para mí, el saberle ahí... el sentirle cerca, el que se sienta bien.

Lo interesante, todo lo demás que respecto a sus propósitos esté por llegar.

Le quiero, le pienso. Permítame un beso.  

Su Atardecer.

29 de mayo de 2019.  

SU ELEGANCIA...

No la obvié... por supuesto, aún siendo obvia;

la disfrutaba en silencio simplemente...,

 al igual que su mirada.

De ahí que no le mencionara nada,

sobre su porte y elegancia en dicha gala.

Me deleitaba con ello, 

concentrada en lo que sus ojos me transmitían,

interesada en lo que usted a través de los mismos,

en aquellos momentos me expresaba.

Esa emoción sobre lo que sentía y percibía,

hizo que disfrutara de su elegancia sin mencionársela,

entre otras cosas... porque es más que obvia.

Por aquí fue San Fernando, espero disfrutara de un buen día.

Le quiero, Sr. Colunga.   

Su Atardecer.

30 de mayo de 2019.