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Tomás de Aquino | ||
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Proclamado Doctor de la Iglesia el 11 de abril de 1567 por el papa san Pío V | ||
Nombre | Tommaso d'Aquino | |
Apodo | Doctor Angélico | |
Nacimiento | 1225 Roccasecca, ![]() |
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Fallecimiento | 7 de marzo de 1274 (48-49 años) Abadía de Fossanova, ![]() |
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Venerado en | Iglesia católica, Comunión anglicana, Luteranismo | |
Canonización | 18 de julio de 1323 por el papa Juan XXII en Aviñón | |
Principal santuario | Convento de los Jacobinos de Toulouse | |
Orden religiosa | Orden de Predicadores | |
Festividad | 28 de enero Novus Ordo 7 de marzo Vetus Ordo |
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Atributos | Hábito dominico, libro, sol en el pecho, iglesia bajo el brazo | |
Patronazgo | Todos los establecimientos educativos católicos | |
Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca,[1]? Italia, 1224/1225-Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274), teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica[2]? y una de las mayores figuras de la teología sistemática[3]?. En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios de filosofía y teología.
Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, compendio de la doctrina católica en la cual trata 495 cuestiones divididas en artículos, y la Summa contra gentiles, compendio de apología filosófica de la fe católica, que consta de 410 capítulos agrupados en cuatro libros, redactado a petición de Raimundo de Peñafort.
Así mismo, fue muy popular por su aceptación y comentarios sobre las obras de Aristóteles, señalando, por primera vez en la historia, que eran compatibles con la fe católica. A Tomás se le debe un rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología monumental,[3]?[4]?[5]?[6]? así como una teoría del Derecho que sería muy consultada posteriormente.[7]? Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad se celebra el 28 de enero.
Tomás de Aquino nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en el seno de una numerosa y noble familia de sangre germana.[8]? Su padre, Landolfo, descendiente a su vez de los condes de Aquino, estaba emparentado con el emperador Federico II. Su madre, Teodora, era hija de los condes de Taete y Chieti.
Cumplidos los cinco años, Tomás recibió sus primeras enseñanzas en la abadía de Montecasino, de la que era abad un tío suyo. Ya por entonces, sus biógrafos Guillermo de Tocco, Bernardo Guido y Pedro Calo destacan su singular devoción al señalar cómo, desde bebé, se aferraba fuertemente a un papiro que tenía escrito el Ave María.[9]? Comenzó entonces su aprendizaje de gramática, moral, música y religión hasta 1239, año en que el emperador Federico II decretara la expulsión de los monjes. Entonces, el joven Tomás continuó su educación en la Universidad de Nápoles donde el estudio de las artes liberales, el currículo educativo de la época, lo puso en contacto con los principios de la lógica aristotélica.
En 1244, gracias a la amistad que había trabado con el Maestro General Juan de Wildeshausen, ingresó en la orden mendicante de los dominicos hacia cuya vida austera e intelectual se sentía atraído desde haberlos conocido anteriormente en un convento de Nápoles. La decisión contrarió a su familia, que había planificado que este sucediera a su tío al frente de la abadía de Montecasino. Enterados de que Tomás se dirigiría a Roma para iniciarse en los estudios del noviciado, sus hermanos lo raptaron y retuvieron durante más de un año en el castillo de Roccasecca con la intención de disuadirlo de su ingreso en la orden. Tras haber sido tentado varias veces, logró huir del castillo trasladándose a París para alejarse de su familia. El Aquinate sorprendió a los frailes cuando estos vieron que se había dedicado a leer y memorizar la Biblia y las Sententias de Pedro Lombardo, incluso había comentado un apartado de las Refutaciones sofísticas de Aristóteles que eran las referencias para los estudios de la época.
La Universidad de París era ideal para las aspiraciones del joven Tomás, por su marcada predisposición al Trivium (ya tradicional en París) y por sus escuelas de teología. Tuvo por maestros más destacados a Alejandro de Hales y a Alberto Magno, ambos acogedores de la doctrina aristotélica (especialmente el segundo). Entre sus compañeros estaba Buenaventura de Fidanza con quien mantuvo una singular relación de amistad, aunque también de cierta polémica intelectual. Antes de que Tomás acabara los estudios, Alberto Magno, sorprendido por el entendimiento de su alumno napolitano, le encarga un Acto escolástico, y a sus fortísimos argumentos el alumno responde con perfecta distinción, deshaciendo el discurso de su maestro y futuro Doctor de la Iglesia, el cual dijo a la asamblea:
Vosotros llamáis a éste el Buey mudo, pero yo os aseguro que este Buey dará tales mugidos con su saber que resonarán por el mundo entero
Barbado Viejo, F. Introducción General en Tomás de Aquino Suma teológica Tomo I. BAC 1947, p.12
Alberto Magno, seguro del potencial del novicio, se llevó a este consigo, a Colonia, a enseñarle y estudiar profundamente las obras de Aristóteles, que ambos habrían de defender posteriormente. En esa época Tomás fue ordenado sacerdote. Tomás volvería a París en 1252 para continuar sus estudios, pero encontraría una fuerte oposición a las Órdenes mendicantes, liderada por los profesores seculares, que perseguían el abandono de la Universidad, en señal de protesta contra el encarcelamiento de alumnos delincuentes. Pero el objeto último de su ira eran los maestros mendicantes: su singular pobreza, constancia y hábito de estudio llenaba sus clases de alumnos (véase el caso de Alberto Magno) y ponía en evidencia a los seculares.
El punto álgido de aquel enfrentamiento, que llegó a amenazar la vida de los mendicantes, llegó cuando el doctor Guillermo de Saint Amour publicó sus tratados, Libro del anticristo y sus ministros y Contra los peligros de los novísimos tiempos. Tomás escribió en octubre de 1256, unos meses más tarde del segundo panfleto de San Amour, Contra los que impugnan el culto divino y, el papa Alejandro IV, ese mismo mes, excomulgaría a San Amour, prohibiéndole la enseñanza y los sacramentos. El joven napolitano contaría, a raíz de su respuesta a Saint Amour, con la confianza papal en cuestiones teológicas, y se le asignó la revisión del Libro introductorio al Evangelio eterno, de influencias joaquinistas.
Tras aquella destacada actuación se le concedió el doctorado con la excepcional edad de 31 años, por lo cual, en 1256 ejerce como maestro de Teología en la Universidad de París. Allí escribe varios opúsculos de gran profundidad metafísica, como De ente et essentia y su primera Summa o compendio de saber: el Scriptum super Sententias. Además, goza del puesto de consejero personal del Rey Luis IX de Francia.
En junio de 1259, Tomás es llamado a Valenciennes, junto con Alberto Magno y Pedro de Tarentaise (futuro papa Inocencio V), para organizar los estudios de la Orden, aprovechando que tenía que trasladarse a su Italia natal. Estuvo durante un periodo de diez años enseñando en Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo. En esta época, Tomás termina la Summa contra gentiles, que sería la guía de apología de la Orden en España, encarga la traducción de numerosas obras de Aristóteles a su amigo erudito Guillermo de Moerbeke, para evitar ciertos errores de interpretación cometidos por los árabes, y comienza la redacción de la Summa Theologiae. Es menester señalar que el papa Urbano IV lo nombró consejero personal, y que le encargó la Catena aurea (Comentario a los cuatro Evangelios), el Oficio y misa propia del Corpus Christi y la revisión del libro Sobre la fe en la Santísima Trinidad, atribuido al obispo Nicolás de Durazzo.
El Aquinate fue enviado de vuelta a París, debido a la gran oposición que se había alzado en contra de su figura y doctrina. Esta época, por ser la última, es la más madura y fecunda del Aquinate pues se enfrentaría a tres brazos del pensamiento: los idealistas agustinistas, encabezados por Juan Peckham, los seculares antimendicantes, dirigidos por Gerardo de Abbeville y, por último los averroístas, cuya figura visible era Sigerio de Brabante. Tomás ya había asumido públicamente, numerosas ideas aristotélicas y completó las Exposiciones de las más destacadas obras de Aristóteles, del Evangelio de Juan y de las Cartas de Pablo el apóstol. Por otro lado, escribe sus famosas cuestiones disputadas de ética y algunos opúsculos en respuesta a Juan Peckham y Nicolás de Lisieux, al tiempo que terminaba la segunda parte de la Summa Theologiae.
Pero su gran lucha vino contra los averroístas: Sigerio de Brabante, máxima figura de la Facultad de Artes, había manifestado en sus clases (no en sus obras, de lógica y física, como el Sophisma y su comentario a la Física de Aristóteles) que el hombre no tenía naturaleza espiritual por lo que la razón podía contradecir la fe sin dejar ambas de ser verdaderas. Tomás, líder indiscutible de la Facultad de Teología, respondería ese mismo año con su De unitate intellectus contra averroistas terminando dicho opúsculo con esta declaración:
He aquí nuestra refutación del error. No está basada en documentos de fe sino de razón, y en los asertos de los filósofos. Si hay, pues, alguien que, orgullosamente engreído en su supuesta ciencia, quiera desafiar lo escrito, que no lo haga en un rincón o ante niños, sino que responda públicamente si se atreve. Él me encontrará frente a sí, y no sólo al mísero de mí, sino a muchos otros que estudian la verdad. Daremos batalla a sus errores o curaremos su ignorancia
GK Chesterton Santo Tomás de Aquino. Espasa-Calpe 1941, p.84
Tras este desafío singular se dice, pues no consta entre sus biógrafos, que ambos se enfrentaron públicamente[10]? y no sería descabellado, ya que Tomás había disputado con, por ejemplo, Peckham ante la universidad[11]? pero lo históricamente válido es que Tomás salió ampliamente victorioso tras la publicación del opúsculo ya que, en primer lugar, Siger se retractó de muchas cuestiones en su De anima intellectiva, y en segundo lugar, el obispo de París, Esteban Tempier condenaría a los pocos meses hasta trece cuestiones esenciales del averroísmo, lo que provocó una gran huelga en la Facultad de Artes.
Terminada su labor en Francia, se le encargó la fundación de un nuevo capítulo provincial en Nápoles. Antes de ello, Tomás visitó a su familia y a sus amigos, el cardenal Anibaldo degli Anibaldi y el abad de Montecassino Bernard Ayglier. En Nápoles debe destacarse que fue recibido como un rey, así como la numerosa correspondencia que mantuvo, respondiendo dudas al mismo Bernard Ayglier entre muchos otros. Sin embargo, tan pronto comenzó la tercera parte de la Summa Theologiae tuvo una singular experiencia mística (ya las había tenido antes, está bien documentado[12]?) tras la cual se le haría imposible escribir:
Me han sido reveladas semejantes cosas que lo que he escrito me parece paja.
No obstante, accedió a la invitación del papa Gregorio X de asistir al Concilio de Lyon II. Sin embargo, enfermó repentinamente y tuvieron que acogerle en la abadía de Fossanova. Tomás murió haciendo una enérgica profesión de fe el 7 de marzo de 1274, cerca de Terracina. Posteriormente, el 28 de enero de 1369, sus restos mortales fueron trasladados a Tolosa de Languedoc, fecha en la que la Iglesia católica lo celebra.
La importancia y la gravitación política de Tomás de Aquino fue de tal magnitud, que aun existen dudas acerca de la causa de su muerte. Ciertamente, se ha escrito sobre un posible envenenamiento por orden del rey de Sicilia, Carlos de Anjou, según una afirmación sostenida por Dante Alighieri en el Purgatorio de la Divina Comedia,[13]? epopeya escrita entre 1304 y 1321.
Después de su muerte, algunas tesis de Tomás de Aquino, confundidas entre las averroístas, fueron incluidas en una lista de 219 tesis condenadas por el obispo de París, Étienne Tempier, en la Universidad de París en 1277. A pesar de ello, tras varias profecías y milagros[14]? documentados con numerosos testimonios, Tomás de Aquino fue canonizado casi a los 50 años de su muerte, el 18 de enero de 1323. Las condenas de 1277 fueron inmediatamente levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino el 14 de febrero de 1325.
Tomás de Aquino es uno de los intelectuales más profundos, sistemáticos y fecundos de la Historia.
La obra escrita de Tomás de Aquino es inmensa: teniendo en cuenta que murió con cuarenta y nueve años y considerando que al mismo tiempo llegaría a recorrer unos 10 000 kilómetros en viajes a pie, se comprende que su obra sea calificada por algunos como una hazaña inigualable. Josef Pieper comentaba:
Apenas puede creerse todo lo que escribió los últimos años en París
Josef Pieper Doce lecciones sobre tomismo Ed. Rialp 1948, p. 27
Sus obras más extensas, y generalmente consideradas más importantes y sistemáticas, son sus tres síntesis teológicas o Summas: Summa Theologiae, Summa contra Gentiles y su Scriptum super Sententias. Aunque el interés y la temática principal siempre es teológico, su obra abarca igualmente comentarios de obras filosóficas, polémicas o litúrgicas. Resulta especialmente conocido por ser uno de los principales introductores de la filosofía de Aristóteles en la corriente escolástica del siglo XIII y por representar su obra una síntesis entre el pensamiento cristiano y el espíritu crítico del pensamiento aristotélico. A lo largo de la historia se le han atribuido obras espurias, que con el paso del tiempo han dejado de ser consideradas de su autoría. Así, sus obras se encuentran divididas en:
Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es lícito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus mismas definiciones, no hay posibilidad de que los principios racionales sean contrarios a la verdad de la fe
El Ser y el Uno son la misma cosa
Aristóteles Metafísica. Alianza Editorial, 2011, p.112
Conformidad del entendimiento con su principio, las cosas
Tomás de Aquino. Suma Teológica Tomo I. BAC, 1947, pg. 639
Beato Enrique Suso O.P. |
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![]() Grabado en madera del siglo XV
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Nombre | Heinrich Seuse | |
Nacimiento | 21 de marzo ca. 1300 Überlingen, ![]() |
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Fallecimiento | 25 de enero de 1366 Ulm, ![]() |
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Venerado en | Iglesia católica | |
Beatificación | 1831 por Gregorio XVI | |
Orden religiosa | Orden de Predicadores | |
Festividad | 25 de enero (rito romano) 2 de marzo (rito dominicano) |
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Heinrich Seuse O.P. (también llamado Amandus, nombre que adoptó en sus escritos), o en su forma latinizada Suso o castellanizada Susón, místico alemán nacido en Überlingen (lago Constanza) el 21 de marzo de alrededor de 1300 y muerto en Ulm el 25 de enero de 1366.
Fue beatificado en 1831 por el Papa Gregorio XVI siendo su festividad el 25 de enero, aunque en la orden dominica se traslada al 2 de marzo.
Suso y su amigo Juan Taulero fueron discípulos de Meister Eckhart. Los tres forman el núcleo de la escuela de misticismo de Renania. Como poeta lírico y trovador de la sabiduría divina, Suso exploró con intensidad psicológica las verdades espirituales de la filosofía mística de Eckhart. Sus devotas obras fueron sumamente populares a finales de la Edad Media.
Heinrich Suso adoptó el nombre de su madre, su padre se llamaba Herr von Berg. En su libro El Libro de la Eterna Sabiduría (Das Büchleln der ewigen Weisheit), escrito alrededor de 1327-34 en Constanza, aborda los aspectos prácticos del misticismo. La última obra, que también tradujo al latín con el título de Horologium sapientiae (El Reloj de la Sabiduría) ha sido considerada la mejor obra del misticismo alemán.
Es el poeta del movimiento místico precoz, "el Minnesänger de Gottesminne". Pero su fe es puramente medieval, inspirada por el romanticismo de la época de la caballería; el individualismo, la introspección filosófica y las tendencias anti-católicas que hicieron este movimiento místico en sus últimas manifestaciones tan importantes y precursoras de la Reforma están ausentes en Suso.
Su padre pertenecía a la noble familia de los Berg; su madre, una santa mujer de quien tomó el apellido, a la familia de Sus (o Süs). En 1308, a la edad de 13 años entró en el convento dominico de Constanza, donde realizó sus estudios preparatorios, filosóficos y teológicos hasta 1322.
De 1324 a 1327 hizo un curso complementario de teología en el Studium generale dominico de Colonia, donde se sentaba a los pies de Eckhart von Hochheim, "el Maestro" y, probablemente, junto a Taulero, ambos renombrados místicos.
Al morir el Maestro en 1328, fueron condenadas por Juan XXII veintiséis de sus tesis entresacadas y descontextualizadas con mala intención por sus enemigos. Suso defendería su ortodoxia escribiendo El Libro de la Verdad (Das Büchlein der Wahrheit). Las consecuencias fueron inmediatas: fue convocado al capítulo general de 1330 acusado de herejía, aunque no se le condenó.
De regreso a Constanza, fue destinado en la sala de lectura, de la cual, al parecer, fue trasladado en algún momento entre 1329 y 1334. En 1334 comenzó su labor apostólica. Fue admirado como predicador y escuchado en ciudades y pueblos de Suabia, Suiza, Alsacia y los Países Bajos. Sin embargo su apostolado no fue entre las masas, sino más bien entre los individuos de todas clases que eran atraídos hacia él por su singular y atractiva personalidad y para quienes se convertía en director espiritual de sus vidas.
Se convirtió en el primero, entre los Amigos de Dios, en la labor de restaurar la observancia religiosa en los claustros. Su influencia fue especialmente marcada en muchos conventos femeninos, en especial en el convento dominico de Katherinenthal, una famosa escuela de misticismo durante los siglos XIII y XIV, y en el de Toss, donde vivía la mística Elsbeth Stagel, que tradujo del latín al alemán algunas de sus obras, recopiló y preservó la mayoría de sus cartas y esbozó la historia de su vida, la cual él mismo desarrollaría y publicaría posteriormente con el título Vita (Leben).
Alrededor de 1343 fue nombrado prior de un convento, probablemente en Diessenhofen. Una prueba dolorosa le sobrevino en 1347 cuando fue denunciado por una mujer que lo acusaba de ser el padre de su hijo, lo que llevó a su deposición como prior, y traslado a Ulm, donde viviría hasta su muerte. Su inocencia fue reconocida en 1354.
La vida mística de Suso comenzó a los diechiocho años, cuando abandonó sus descuidadas costumbres de los cinco años precedentes y se convirtió en "el Siervo de la Eterna Sabiduría", identificando la Sabiduría Eterna con Jesucristo. A partir de entonces, un apasionado amor por la Eterna Sabiduría dominó sus pensamientos y controló sus acciones. Tenía frecuentes visiones y éxtasis, practicaba rigurosos ascetismos (que prudentemente moderó en sus años maduros) y soportaba con excepcional paciencia los dolores corporales, las amargas persecuciones y las penosas calumnias.
Se ha dicho a menudo, incorrectamente, que fundó una sociedad entre los Amigos de Dios a la cual llamó la Hermandad de la Eterna Sabiduría. La así llamada Regla de la Hermandad de la Eterna Sabiduría no es sino una traducción libre de un capítulo de su Horologium Sapientiae y no hizo su aparición hasta finales del siglo XV.
El primer escrito de Suso fue el El Libro de la Verdad (Das Büchlein der Wahrheit), que publicó cuando era estudiante en Colonia. La finalidad del escrito fue exponer la doctrina de Eckhart, diferenciándola de la de los Hermanos del Libre Espíritu y de las enseñanzas panteístas de los Begardos. En la obra sustituyó algunos términos de Eckhart para evitar errores y malinterpretaciones.
Su doctrina fue desfavorablemente criticada en algunos círculos y Suso acabó por ser citado para explicar ciertas proposiciones al capítulo general de 1330 pero se comprobó que era totalmente ortodoxo. Henry Denifle lo considera el libro más difícil de las obras de los místicos alemanes.
Mientras que en este libro Suso habla como intelectual y al intelecto, en el siguiente, Libro de la Eterna Sabiduría (Büchlein der ewigen Weisheit), publicado a principios de 1328, es eminentemente espiritual y práctico, y «tiene como meta el amor a Dios, que en los últimos tiempos empieza a extinguirse». En el prólogo se explica el origen del libro, debido a un éxtasis de Suso y su deseo de participar a otros su experiencia. Durante el éxtasis se le propone la conmemoración de la Pasión de Jesucristo con cien postraciones, que darían lugar a las cien meditaciones, que son la tercera parte del libro, y el núcleo más antiguo. Las dos primeras partes están escritas en forma de diálogo entre la Sabiduría y el Siervo, adoptando este último diversos papeles (pecador, perfecto, principiante, proficiente...)
Karl Bihlmeyer acepta el criterio de Denifle que lo considera como el "más bello fruto del misticismo alemán" y lo coloca junto a las Homilías de San Bernardo y a la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis. Durante la segunda mitad de los siglos XIV y XV no hubo otro libro de meditación más extenso en alemán.
En 1334 Suso tradujo este trabajo al latín y en el proceso amplió su contenido considerablemente convirtiéndolo casi por entero en un nuevo libro, al cual dio el nombre de Horologium sapientiae. Más elevado incluso que el original, refinado en el lenguaje, rico en la forma, rítmico en el movimiento, se convirtió en el libro favorito de los claustros de la Edad Media, no sólo en Alemania, sino también en los Países Bajos, Francia, Italia e Inglaterra.
Ambos tuvieron una gran demanda a juzgar por los ejemplares que se han conservado. Existen más de cien manuscritos completos y ochocientos fragmentos de El Libro de la Eterna Sabiduría; y más de trescientos del Horologium sapientiae.
Tras retirarse a Ulm, Suso escribió la historia de su vida interior (Vita o Leben). El origen del escrito es, en parte, las transcripciones hechas por su discípula Elsbeth Stagel, sobre la base de las confidencias que el propio Suso le hacía. Posteriormente estas transcripciones fueron aumentadas con algunos textos más por el propio Suso. La finalidad de la obra es edificante y hay que considerarlo en el marco de las hagiografías medievales, en las que se prefiere el sentido de la vida antes que narrar hechos cronológicamente organizados.
Durante esta época también revisó el El Libro de la Verdad y el Libro de la Eterna Sabiduría, todos los cuales, junto con la Vita, once de sus cartas (las Briefbüchlein) y un prólogo, se convirtió en un libro conocido como el Exemplar Seuses.
Además de los ya mencionados escritos existen cinco sermones atribuidos a Suso, aunque solo uno o dos tienen visos de autenticidad. Se trata de pequeñas conferencias de carácter espiritual impartidas a monjas y transcritas por ellas.
También existe una colección de veintiocho de sus cartas (Grosses Briefbuch), que se pueden encontrar en la edición de Bihlmeyer.
Wolfgang Wackernagel y otros llaman a Enrique Suso un "Minnesänger de la prosa y del orden espiritual". El amor mutuo de Dios y hombre que es su principal tema, da calidez y color a su estilo. Utilizó el pletórico y flexible idioma alemánico con excepcional habilidad y contribuyó en gran medida a la formación de la buena prosa alemana, especialmente dando nuevos matices de significado a las palabras empleadas para describir sensaciones interiores. Su bagaje intelectual era característico de los eruditos de su época y en su doctrina no hubo nunca el más leve rastro de tendencias heterodoxas.
Durante siglos ejerció su influencia en los escritores espirituales. Entre sus lectores y admiradores estuvieron Tomás de Kempis, Pedro Canisio, Jan van Ruysbroeck y Nicolás de Cusa.
Buenas noches chicas, espero estéis bien.
Soledad, Fina gracias por todo, ante todo por vuestra perseverancia
hacia mí.
Espero que pronto disponer de más tiempo y participar como antes.
Os deseo a todas, colaboradoras y visitantes un feliz jueves.
Besos Andaluces
Mercedes
¡Feliz jueves! Abrazos colungueros.