El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
INTENSO Y PROFUNDO...
Como tu,es lo que por ti siento... intenso y profundo.Vehemente..., muy vivo.Y que Noviembre, acompase... reflexivo y dulce,y a su vez, intenso... profundo.01/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoUn placer iniciar otro mes junto a ti, con deseo de que se presente muy agradable.Intenso y profundo, contigo... lo será.Te quiero. Un abrazo y un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 01/11/2018.
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GRANDIOSO...
"Grandioso...". Lo susurré más de una vez escuchando mi propia voz, porque si lo es el personaje... más lo es el actor. Observaba cada rasgo, cada expresión. Y mientras lo hacía se me venía a la mente toda la dedicación, en la interpretación, del profesional, su calidad... el tacto y delicadeza en cada escena. Su grandeza...Miré a mi alrededor comprobando que me había quedado a solas frente a él, junto a la música que sonaba de fondo, esos acordes de piano de "Ludovico Einaudi". Solos él y yo en aquella galería, entre la claridad de sus paredes. Me había adentrado tanto en aquella imagen, observando cada detalle que conseguí introducirme en la profundidad de su mirada y a través de ella en su esencia, perdiendo por completo la noción del tiempo.Caminé unos pasos hacia atrás y sin dejar de mirar me fui alejando... hasta salir de aquel lugar. Lo extrañaba, pero sonreí al pensar en que pronto lo abrazaría. Aunque todo aquel tiempo lo había abrazado con mi mirada.02/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoImagen que sigo admirando perdiendo como otras tantas veces, la noción del tiempo. El disfrute que me proporcionas con cada escena, con tu grandiosa interpretación. Y junto a la música que suena, que hace aún más intenso, si cabe, este momento contigo. Las horas pasaron sin apenas darme cuenta... pero profundas, cerca tuyo. Deseo hayas disfrutado de un agradable día. Buenas noches.Te quiero, te pienso. Un beso inmenso.Atardecer 02/11/2018.
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SENCILLO, AFABLE...
Lo tenía justo enfrente, resultando aún más interesante para mí la entrevista cada vez que sus ojos se cruzaban con los míos. Pero fue justo ese momento, en el que tras comentarme de ese proyecto que andaba realizando, y antes de dar paso a un corte musical, yo le compartía mi gusto por la música pop, rock... de los ochenta, a nivel nacional y también internacional, dedicándole una canción, la que sonaría a continuación... no si antes decirle que sería un sueño para mí, no sólo volver a verlo actuar en directo, sino también poder disfrutar de un recorrido junto a él en moto. Esto último me hizo reír presa del nerviosismo y mi propia osadía, a lo que él me correspondió con una bonita y cómplice sonrisa... y un "sería un gusto para mí", que ya no entró en conexión, pues hice que sonara antes la canción y eso se quedara entre los dos.Fue justo en ese momento, cuando sonando ese tema de rock y tras haberle susurrado "es un placer para mí el estar aquí frente a ti", segundos después mientras colocaba las notas que tenía entre mis manos, me percataba de su mirada, entre tímida y ensimismada, tal vez con los recuerdos que le traía aquella canción o quizás con mi comentario..., percibiendo aun más en él ese lado suyo tan sencillo y afable, que me había demostrado en toda la conversación, habiendo resultado una linda y atractiva comunicación, más que verbal, entre ambos.
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Querido FernandoUn placer siempre, deleitarme con tu magistral interpretación. También escucharte, oír tu voz. Aprender contigo, con tus interesantes conversaciones. En ello estuve... lo cual me hizo demorarme aún más, pero lo disfruté. Te doy un fuerte abrazo para compensarte, ¿si?...jaja.Te quiero, mi guapo. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 03/11/2018.
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SU CARISMA...
"Hacía sólo un par de días que había llegado a esa ciudad, guiada por mi ilusión y mi corazón. Esa misma mañana, tenía una entrevista. Las dos a las que había asistido el día anterior, aún estaba pendiente de respuesta, aunque una de ellas ya casi la había descartado yo, pues no me había gustado lo que había percibido. Y aunque se trataba de un trabajo temporal hasta poder avanzar en lo que quería lograr, no estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa ni lugar donde no sintiera ese respeto necesario al ser tratado.El sitio donde tenía que ir hoy caía bastante más lejos de donde me estaba hospedando. Bajé la calle hasta llegar a una cafetería. Tal vez preguntando allí podrían indicarme que transporte utilizar o donde ubicar un taxi. Justo cuando iba entrar me había percatado de unas cuantas de bicicletas que estaban aparcadas esperando a ser utilizadas. Nunca antes había utilizado una de esas bicicletas públicas.Con eso en mente entré en el local. Dando los buenos días, me dirigí a un señor que iba hacia una de las mesas, con un vaso de agua y lo que parecía un platillo con la cuenta. Mi apuro por la hora y al no ver a nadie más que atendiera, es que le seguí preguntando. Le dije el lugar donde quería dirigirme y si estaba muy lejos de allí, aunque por lo que había visto en el GPS, intuía que había un trayecto considerable.Al parecer la parada de metro más cercana no lo estaba tanto y la zona de taxi unas calles más abajo, no me garantizaba que hubiera alguno libre a esa hora. Con algo de inquietud, miré hacia el ventanal en dirección a las bicicletas y sin pensármelo más, tras indicarme el amable señor el sistema de utilización, es que me dirigía a la salida, no si antes percatarme de la mirada de alguien al fondo, que fijaba sus ojos en mi mientras hacía amago de decirme algo, interrumpiendo ese instante, las risas de unos chicos tras de mí, mientras me decían algo como "si quieres guapa nosotros te llevamos".Salí de allí sin hacer caso y a toda prisa. Y en nada estaba rumbo a aquel lugar, donde deseaba llegar sana y salva con aquella bicicleta, las indicaciones de aquel señor al que regresaría para agradecerle mejor y aquel GPS en mi muñeca. No me acababa de creer que hubiera optado por aquel medio, pero ya ni tiempo tenía para pensarlo.Pedaleaba, por el carril bici y aprovechando entre medio de aquella inquietud, de no perderme lo bonito del paisaje. En ello estaba mientras parada para cruzar una de las avenidas algo me hizo mirar para atrás. Nerviosa me percaté de que alguien me seguía y diría que se trataba de aquel hombre que había visto en la cafetería. Seria casualidad que iría por ese camino, cuando su mirara volvía a ser interrumpida por unas risas. Parados por un semáforo los dos niñatos me adelantaban poco después perdiéndolos de vista.Seguí pedaleando, tratando de tranquilizarme mientras cruzaba aquel bonito puente, pero sentía que seguía tras de mí. Si, girándome mínimamente es que me percataba de que continuaba entre el tráfico lento, pero más cerca de mí. Pedalee más fuerte, aunque reconocía que no lo hacía por miedo, al contrario, su mirada me daba confianza haciendo que el trayecto que me faltaba lo disfrutara. ¿Sería que había escuchado mi conversación y me andaba protegiendo?. Aquello salió de mi sin más, haciéndome reír.Justo cuando estaba por llegar, es que un bonito perro se cruzaba en mi camino perdiendo el equilibrio. El dueño trató de impedirlo, pero el animal no le había obedecido. Apunto estuve de caerme, pero eso lo pude evitar. Decidí entonces, el recorrido que me faltaba, hacerlo a pie... sintiendo como el coche me seguía... y eso intuía ya no era casualidad.Me volví y con una agradable sonrisa aquel hombre me saludaba. Ante mi atónita mirada, me cogía la bicicleta, la colocaba en la parte de atrás del lujoso coche e indicándome quien era, me invitaba a acercarme hasta el lugar, del que era dueño.Entre tímida y osada le pregunté por qué no me había dicho antes de quien se trataba. A lo que divertido me respondía: "Traté de hacerlo, solo que no esperaste ni a que terminara de beberme el agua".Sentía que me había protegido, antes que nada. Y sin duda, su carisma... sería lo mejor de aquella entrevista.04/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoBien pillada de tiempo que voy hoy... ay, es lo que tiene encontrarme contigo por el camino...jaja.Te quiero, te quiero. Un beso. Buenas noches.Atardecer 04/11/2018.
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MARCANDO LA DIFERENCIA...
Imagen de recuerdo, participación protagónica de un actor, de una estrella que sigue brillando: Fernando Colunga. Fotografía que demuestra que ya irradiaba con luz propia y alegría. Algo que sigue transmitiendo con cada proyecto, con su propia esencia hoy en día. Artista cuya carrera y talento sigue sobresaliendo y brillando... transcendiendo mucho más. Siempre protagonista, al margen del tiempo en escena. Marcando la diferencia, entonces... y mucho más, ahora.05/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoUna imagen la que traigo hoy, en la que no pensé para el tema, pero con la que me encontré mientras buscaba otra. Y ha sido esa luz y alegría, ese entusiasmo e ilusión que he visto en ti ya desde entonces, que no he podido dejar de traerla. Ya en otras ocasiones te había observado en ella, pero hoy cuando la he vuelto a ver, brillabas con tanta fuerza, que he querido dejarla acá y comentarte sobre ella.Desde siempre ha brillado, desde siempre ha marcado la diferencia... Sr. Colunga. Y lo más admirable es que cada vez lo hace con más fuerza.Te quiero, te admiro. Un abrazo intenso. Buenas noches.Atardecer 05/11/2018.
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CONTEMPLARLE MIENTRAS DUERME...
El denso tráfico y la lluvia habían provocado que llegara algo más tarde. Entré a la casa yendo a la habitación a cambiarme de ropa y ponerme cómoda, cuando me encontré con él. Me quedé parada ante la grata sorpresa, pues hasta más tarde no lo esperaba. Una agradable sensación recorrió todo mi cuerpo. No pude más que acercarme sigilosa hasta el borde de la cama donde me senté y me quedé mirándole. Es un deleite para mí, una delicia... contemplarle mientras duerme.Sonreí, recordando el día en que me había comentado que se abrazaba a la almohada pensando en mi. Deseaba despertarlo, besarlo hasta conseguirlo, pero contemplarlo dormido era tan bonito, que me aguanté las ganas, acariciándolo simplemente con mi mirada.Tras unos minutos largos admirando atenta tan bello espectáculo, me recosté a su lado mientras seguía contemplándolo. Lo agradable del momento junto al cansancio acumulado, hicieron que me quedara un poco dormida, lo cual provocó algo gratificante al rato, cuando al roce de sus brazos abría mis ojos recordándole entre susurros lo que un día le expresaba: que era uno de mis sueños, despertarme a su lado.Además de que es una delicia para mí, contemplarle mientras duerme.06/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoComo me gusta venir a este espacio, a esta tu casa, pues siento tu calor y cercanía, la que me ofreces y me permites, y la que tanto te agradezco.Y si, es un deleite contemplarte mientras duermes, como es uno de mis sueños despertarme a tu lado.Cómo te quiero, mi guapo. Y mientras tu te empeñas en tardar, yo te quiero mucho más...jaja.Un abrazo intenso y un beso. Cuídate, por favor. Buenas noches.Atardecer 06/11/2018.
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ARTE Y PORTE...
Cuando ambos vocablos se unen,y juntos... arte y porte van de la mano,siendo ambos grandes,lo que se siente al percibirlo,aunque bello... es inexplicable.Cuando la inteligencia y elegancia,de dos seres tan dispares,conexionan de tal manera,lo irracional del animal,se vuelve hermoso,en conjunto con lo extraordinariamente humano,del hombre que con sensibilidad y tacto,sabe transmitirlo.Cuando capacidad y calidad,se une con la falta de palabras en uno,y la inmensa delicadeza del otro,solo existe la belleza del alma,y el instinto de ambos,siendo arte y porte... pura magia.07/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoHermosa esa conexión entre arte y porte, inteligencia y elegancia, entre lo irracional de animal y lo racional del hombre, que con capacidad y calidad sensibilizas, siendo bello lo que me transmites y siento... a la vez que inexplicable.Disfrutando mucho con tu magistral actuación y esos cambios en Eladio que tan bien supiste interpretar. Gracias.Te quiero, te pienso. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 07/11/2018.
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UN ABRAZO TUYO...
Es lo que hoy más necesito... un abrazo tuyo, que calme mi interior. Sentir la calidez de tus fornidas manos y el calor de tu corazón, percibir la seguridad de tu cuerpo y la delicadeza de tu alma... abrigando la mía.09/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoAsí es, hoy es lo que más necesito... un abrazo tuyo. Ayer fue un día complicado en el que la "memoria", tuvo que ver para no resultar fácil de llevar y hoy de esos en los que algo, ahí fuera, llega como una bocanada de aire helado, que corta la realidad y de paso zarandea sueños e ilusiones en milésimas de segundos, pero que éstos, fuertes, se recomponen manteniéndose en pie.Como me gustaría poder contarte... y aquí no es posible, mi guapo. Como necesito hoy de un abrazo tuyo, refugiarme en él, sentir tu calma y el calor de tu corazón apaciguando el mío.Y sí, te pienso... y puedo sentirlo. Gracias por estar ahí.Te quiero. Cuídate mucho, por favor. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 09/11/2018.
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SU ESCUCHA... SU MIRADA
La tarde se me estaba haciendo interminable. Me faltaba solamente ordenar unos documentos para marchar. Entré en aquel despacho como cada día solía hacer, a veces una vez... otras varias, según precisaba de mi. Dejé aquellos papeles sobre la mesa y antes de marchar, anhelé su presencia en aquel lugar. Por lo general estaba allí a esa hora. Recordé en ese instante las escasas veces que nos habíamos visto fuera del trabajo. En aquella fiesta que hubo por la marcha de uno de los compañeros, la vez que acepté que me acercara hasta casa porque llovía a mares coincidiendo en la salida y las más recientes hacía unos días, en las últimas dos semanas, cuando accedí una tarde a tomar un café con él y otra a acompañarle a una obra de teatro de las que tenía un par de entradas. La inevitable necesidad de ambos de vernos fuera de aquellas paredes, de darle una oportunidad a lo que entre el trasiego de aquellos trámites diarios, sentíamos a través de nuestras miradas y gestos en silencio, es lo que nos llevó a ello. Y aunque quería actuar con discreción, en ambas ocasiones a la vez que sencillo, fue demasiado bonito como para poder seguir conteniéndolo. Y sin querer con mi actitud estaba haciéndolo... Estaba impidiéndolo. De ahí que en los últimos días extrañara el no verlo a esas horas.Abrochándome el abrigo salía fuera del edificio. El aire frío me recibió de lleno. Me disponía a caminar para coger un taxi más adelante, cuando me percaté de su presencia, mirándome, con los brazos entrelazados y apoyado en su coche, el cual permanecía aparcado justo enfrente. En ese momento el corazón me dio un vuelco. Desee correr a sus brazos, pero me contuve. Intuía que él sentía lo mismo. Sabía que le necesitaba y estaba ahí, y se lo agradecía. Sin más se acercó y tras un simple "hola" acompañado de una penetrante mirada, posaba su mano en mi cintura abriéndome camino a la cafetería que había unos metros más adelante.Fuimos hacia la mesa que estaba libre. Nos sentamos y en ese momento, antes de que llegaran a atendernos, me miró y sin vacilar, me pidió por favor que le contara. Sabía que algo me pasaba, al margen de lo que había entre nosotros... Aún así estaba ahí para escucharme. Comencé a hablarle, haciéndole saber que yo estaba bien, contándole así de esa situación que trataba de asimilar de alguien conocido que me afectaba.Su escucha atenta... y su intensa mirada, fueron de gran ayuda para mí. Un bálsamo, al igual que sus cálidas palabras al terminar: "Estoy aquí, no te preocupes. Todo irá bien".A la salida, se ofreció a llevarme hasta mi casa algo que no impedí, como tampoco al llegar lo que me dictaba mi corazón, invitarle a pasar. Sentados en el sofá, recostada sobre él, entre sus brazos, concilié el sueño... en nuestro silencio, tras su atenta escucha y su profunda mirada.10/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoGracias por tu atenta escucha...y por tu profunda mirada con la que tanto me hablas en nuestro acogedor e intenso silencio.Gracias también por todo lo que me transmites y me haces disfrutar a través de tu magistral interpretación. Disculpa, por la hora en darle a agregar, porque aquí contigo llevo recreándome bastante...je, demorándome ... ay!!.Te quiero, te necesito. Un beso y un abrazo inmenso. Buenas noches.Atardecer 10/11/2018.
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¿MANOS QUIETAS...?
Contigo, es difícil, más teniéndote cerca.Ser prudente, puede llegar a doler...cuando mi deseo se tiene que detener.Pero a su vez, el contenerme... se vuelve deleite,cuando es tu mirada la que me envuelve,sabedora de lo que mi cuerpo y mi corazón sienten.Y entonces las manos se inquietan,difícil de mantenerse quietas,pero consiguen calmarse,permaneciendo activos la vista y el corazón,y el resto de sentidos... incluso el tacto,al percibir los tuyos, al sentirte,aún manteniendo mis manos quietas.Apreciando y admirando al gran ser humano,al hombre interesante... y al grandioso actor,con todo mi ser, con todos mis sentidos,con mi amor, con todo mi corazón,acariciando el tuyo... aún con mis manos quietas.11/11/2018 - Atardecer.
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Querido Fernando¿Qué más te puedo decir, que tu no sepas... aún manteniendo mis manos quietas, teniéndote cerca?. ¿Qué más te puedo decir, que mi mirada no te dijera?. La tuya me sigue diciendo tanto... aún en la "oscuridad total", que contigo no es tal.Gracias por tanto, por todo.Te quiero, mi Intérprete Predilecto. Un beso intenso. Buenas noches.Atardecer 11/11/2018.
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TU... FERNANDO.
Mi Sueño Especial y mi Realidad.Mi Gran Amor, mi Intérprete Predilecto.13/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoAlgo tatuado, no en la piel, sino mucho más adentro.Y hoy, hasta aquí puedo decirte, no tanto por falta de tiempo... sino por un cúmulo de sentimiento que se agolpa en mi pecho.Te quiero, te pienso. Un beso intenso. Buenas noches.Atardecer 13/11/2018.
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CONEXIÓN TOTAL...
Sin más, en medio de su inquietud y en lo que andaba ocupada, le vino el recuerdo de aquella primera vez. Verle aparecer y el momento en que la mirada de él se encontraba con la suya. Cuando se buscaban y se volvían a encontrar, entre los minutos de escenas, entre sesión y sesión. Aquella vez y todas las que le siguieron también.Y de pronto notaba que la emoción le embriagaba, cuando su mente se paraba justo en aquel momento, que se hizo mágico, por lo inesperado, por lo espontáneo, por lo imaginario que podría parecer resultando ser tan real a la vez.Rompió a llorar sin más de pura emoción, cuando revivió de nuevo aquel momento, en que entre aplausos y su fijeza en él, de pie... y algo más alejada de donde antes se encontraba, se percataba de su reacción. Sus ojos la buscaron hasta encontrarla. Y en ese momento aparecía de nuevo esa magia, pero con más intensidad, a medida que ambos retenían sus miradas, paralizándose el tiempo alrededor suyo, entre aplausos y griteríos, a la vez que pasaban los segundos convirtiéndose en pura emoción, por lo significativo de aquellos instantes, por lo mucho que en ellos se trasmitían. Se sentía flotar, como si estuviera soñando pero era verdad. Algo que surgía y sucedía de una forma natural, instintiva, sin provocarlo ni buscarlo. Sus miradas se sostenía la una a la otra, comunicándose a la vez, prolongándose aquel bello y emotivo momento más de lo que ella podía creer, resultando increíble e indescriptible, surgiendo entre ambos una conexión total y muy especial... Conectaron sus miradas y mucho más.14/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoEse cúmulo de sentimiento en mi pecho del que te hablaba ayer, más allá de la escasez del tiempo, era debido a esto que te expreso hoy.En esos momentos en que andaba inmersa en los estudios, resultando un día donde la inquietud y la falta de concentración me podían, apareció aquel momento, aquella vez... y todos los que le siguieron después. Siento que tu lo recuerdas también. Aquel primer día, aquella vez... y aquellos otros días también.Pero fue el recuerdo de aquel intenso momento el que me hizo emocionar, brotando en mí las lágrimas de emoción, de lo significativo para mí no solo de aquellos instantes, sino de lo vivido y sentido, al encontrarnos, al coincidir nuestros caminos. Y que guardo y siento bien profundo.Te quiero, llevándote muy adentro. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 14/11/2018.
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SU ILUSIÓN CADA DÍA...
Cada tarde quedaban bajo los arcos de aquella antigua ermita. Así lo hacían desde que se conocieron y supieron lo que sentían. Aquel encuentro al principio fue casual, seguido se convirtió en una necesidad. Habían coincidido en aquel lugar, visitado por ambos a modo personal, tal vez por el bonito paisaje que era en si mismo aquel particular edificio y los alrededores que le acompañaban, o quizás buscando la tranquilidad que proporcionaba. Puede incluso, que el motivo hubiera sido la petición de mantener la esperanza que albergaba en ellos desde aquel encuentro.Él la observaba venir por el camino, percibiendo su sonrisa aún a lo lejos, contoneando su cuerpo mientras sus pasos acortaban la distancia entre serenos e inquietos. Por la seguridad de saber que allí estaría él y por la emoción que aquello le producía a la vez.Emoción que aumentaba en los dos cuando se tenían cerca, tan cerca que sus respiraciones se fusionaban con el latido de sus corazones, amenizado previamente por el despliegue de sensaciones que en ellos florecía una vez se tenían uno frente al otro, dando paso al sentimiento que se expresaban a través de su intenso abrazo.Sus manos se buscaban y emprendían ese caminar juntos de vuelta, en silencio y a ratos conversando, entre la caricia de sus bocas y el calor de sus cuerpos.Ese encuentro entre ambos... era su ilusión cada día.15/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoComo cada día, con ilusión en este nuestro encuentro, en esta, nuestra cita.Siempre que te miro en esta imagen, parecieras que estuvieras en los arcos de esa antigua ermita de la que ya te hablado a veces, que conozco y sigo visitando en ocasiones desde chica.Gracias por ese disfrute que me proporcionas en ese encuentro en el coincidimos cada día, como actor y admiradora, a través de tu personaje y tu magistral interpretación, y mi apreciación por todo lo que me transmites.Te quiero. Cuídate. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 15/11/2016
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SU INMENSIDAD...
Le miraba... y mientras más lo miraba, más veía su admirable grandeza.Sabía de su grandiosidad a la hora de interpretar. De sus cualidades profesionales. De su integridad y esencia, intuyendo su personalidad.Pero al mirarle... percibía mucho más.Instantes antes, mientras preparaba el objetivo de mi cámara, pensaba en los distintos enfoques que realizaría al no ser el típico modelaje. Se trataba de un actor, era lo que conocía de aquel reportaje fotográfico que me esperaba por delante. Su conexión con la cámara y yo, la desconocía aún. La fluidez de la que dispondría para poder extraer de él lo máximo que deseara plasmar de lo que fuera capaz de transmitirme.Pero todo eso desapareció cuando lo vi llegar. De inmediato me percaté de lo inmenso en él.Tras los saludos y presentaciones de rigor, entre redactores y jefes de ejecución, me quedaba a solas con él... y con su inmensidad.La misma que yo percibía en cada enfoque... la qué el me transmitía sin más, con cada interesante mirada, con cada elegante pose.El deleite de mirarle... y apreciar su admirable grandeza. El no sentir la cámara entre medio de él y yo... porque es tal su magia que atrapa de manera especial, tanto, que me cautiva de inmediato, no habiendo obstáculo entre lo que él me transmite y lo que yo de él percibo.Existiendo una trasparencia tal entre ambos, que... con solo mirarme es tan intenso y profundo lo que, en todos los sentidos me llega a expresar, que con solo mirarle... veo su inmensidad.16/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoTienes esa esencia, esa preciada cualidad... de transmitir tanto y de tanta calidad, con sencillez y humildad, que aquello que realizas haces que sea grandioso y especial, resultando fácil para mí apreciar tu inmensidad.Bella imagen. Así tal cual. Plasmar algo sobre ella no sería creatividad, sino, no saber apreciar lo esencial.Si mi guapo, esa es una opinión mía personal...jajaja.Te quiero. Un beso inmenso. Buenas noches.Atardecer 16/11/2018.
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EL VALOR DE SU SONRISA...
Ya sean horas de poderla admirar o apenas unos minutos... siempre es de apreciar el grandioso valor de su sonrisa.17/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoSean horas o minutos... observar tu sonrisa siempre es un deleite. Tiene un valor incalculable. Y mucha la gratificación que produce. Con deseo de verla nuevamente en directo.Te quiero, te extraño. Un abrazo intenso. Buenas noches.Atardecer 17/11/2018.
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PROFESIONALIDAD Y TALENTO...
Que manan de dentro,con profundidad y constancia,con elegancia y dedicación,fluyendo cual agua cristalina,natural... de exquisita calidad,dejando gratamente saciadoal que gusta de buena interpretación,embriagando a quien lo absorbe y admira,a quien se adentra en su particular forma de actuar,saboreando su excelente calidad.Profesionalidad y talento,de un Grande de la Actuación,que mima cada detalle... cada escena,con entusiasmo y mucho amor.Con entrega y disciplina,dejando huella en cada escenario,con cada gesto y expresión,con profesionalidad y talento,proporcionando a su paso surcos de brillo y placer,todo ello sin dejar de transcender.19/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoGracias por todo, por tanto. Por todo lo que me transmites con cada personaje. Por tu grandioso trabajo con profesionalidad y talento, con exquisitez y calidad. Gracias por lo mucho que me sigues deleitando con Eladio.Pd: Podría decirse que repito imagen, pero no, es diferente... tiene otro toque...je.Te quiero. Cuídate mucho. Un beso intenso. Buenas noches.Atardecer 19/11/2018. |
BOSQUE ADENTRO...
Hacía tiempo que no iba por allí. Aunque normalmente a finales de año solía estar, las últimas veces había ido con los días contados para las fiestas de esa época en la que junto a sus padres y algunos familiares más, seguían yendo por la propiedad. Ahora venía por unos cuantos de días, aprovechando que en la ciudad tenía que llevar a cabo algo relacionado con su trabajo, decidió quedarse en la casona que quedaba a las afueras del pueblo y a unos kilómetros de aquella.Bajó del coche y miró hacia la enorme fachada de piedra cubierta en algunas zonas de yedra alrededor de las amplias ventanas, cuyas persianas de madera verde se encontraban entreabiertas, señal de que la señora que se encargaba del mantenimiento de la casa durante el resto del año, junto a su marido, ya había estado por allí dejándolo todo preparado al saber que llegaba hoy. Eran un matrimonio que vivían en el pueblo, al que conocía desde adolescente, cuyos padres de ella, siempre habían trabajado en la casa, y que ahora ellos, continuaban yendo a cada cierto tiempo a mantenerla cuidada, cuando no estaban los dueños.Sin llegar a entrar en la propiedad, se giró, observando el hermoso paisaje a su alrededor y que tan bonitos recuerdos le traían a su pensamiento. Comenzó a andar llevado por los mismos. Cruzó el camino y se metió bosque adentro,A medida que caminaba, sentía el frescor de los árboles, el agradable olor a tierra húmeda propio de aquella época del año, del cantar de los pájaros entre las ramas, el chasquido de las hojas secas a su paso y los finos y delicados rayos de sol que se filtraban por las copas de los árboles en aquella cálida tarde de finales de noviembre.Tras un tiempo andando, se desprendía de su chaqueta. Continuó en dirección hacía aquel lugar donde tantos ratos lindos había vivido en los veranos pasados. Una pequeña cascada, cuya agua cristalina, seguía arroyo abajo.Ensimismado en sus pensamientos, se percataba de un par de bicicletas que estaban aparcadas. Seguido le llegaba el sonido de las voces de gente hablando. Se quedó parado al escuchar el ruido del motor de un coche. Al verlo aparecer a lo lejos, vio que se trataba de uno de sus mejores amigos de pequeño, y con quien seguía manteniendo el contacto.Tras un apretón fuerte de manos, se saludaban rápido, ya que la hermana, a la que también conocía y a la que sonriéndole también saludó, había tenido un pequeño accidente y llevaba un tobillo fastidiado. Sin más le pedía un favor, antes de seguir hacia el consultorio médico, que se hiciera cargo de la amiga de su hermana, que empeñada en no dejar solas a las bicicletas y ni que perdiera tiempo en pararse a recogerlas, había insistido en que ella regresaba sola sin problemas.Al ver la expresión de su amigo mientras se lo decía, algo dentro suyo comenzó a inquietarse acelerándose su corazón. Tras quedarse sólo de nuevo, no sabía si seguir la vereda abajo en dirección a la cascada o permanecer allí hasta que llegara, pues no sabría que opción sería mejor. Decidió quedarse unos minutos a tranquilizarse, cuando de pronto comenzó a escuchar unos pasos que se acercaban.Hasta que dejó de oírlos... no sólo porque ya pararon, sino porque tras verla a ella todo paró, creándose un silencio entre ellos dos. Ella se quedó paralizada al verlo allí. Por unos intensos segundos sus miradas se cruzaron y con ellas un montón de recuerdos lindos, en aquel mismo lugar, vividos juntos.20/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoTu... y esa sonrisa tuya que transmite tanta emoción y energía.Deseo vaya todo como tu deseas. Me adentré un poquito más con la historia, aunque preparando el tema y demás... embobada entre palabra y palabra, ya no me dio para continuar...jaja. Pero disfrutándolo mucho, como siempre que te escribo, mi guapo.Te quiero, te pienso. Un abrazo intenso. Buenas noches.Atardecer 21/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...Ella deseó correr hacia él, coger impulso y abrazarlo como tantas veces hizo tiempo atrás, algo que a él le encantaba que hiciera, acogiéndola siempre con una amplia sonrisa y sus brazos abiertos.Deseaba hacerlo, aferrarse a él, pero era incapaz de reaccionar, aunque su emoción al verlo seguía perenne como las hojas de aquellos árboles que estaban siendo testigo de aquel emotivo encuentro.Hacía unos tres años que no se habían vuelto a ver. Lo miraba allí parado, con aquella postura tan suya, con esa seguridad impregnada de estilo y elegancia, tan viril y vigoroso, con tanta delicadeza a la vez. Los segundos pasaban lentos mientras se embriagaba de él, mientras que su intensa mirada hacía que su corazón se acelerada cada vez más.Fue aquel "hola" pronunciado con ese agradable tono de voz que conocía tan bien, lo que hizo que saliera de su ensimismamiento y a lo que sólo pudo responder "¿tu...?".21/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoEl deleite de mirarte, de escucharte, de sentirte... de contarte poco a poco, suave... pensándote a medida que te escribo, que te hablo, que te escucho... que te digo, es puro deleite. Si, y ? ¡qué te digo!..., que eres un encanto y percibir que estás ahí, es todo un gusto.Te quiero, te quiero. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 22/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
Aquella pequeña palabra resonó en el silencio de los dos, con tal emoción que tal vez sonó más expresiva de lo que era su intención, siendo recibida por la cálida sonrisa de él y aquella simple respuesta: "yo... ¿acaso no te alegr", que no dejó terminar, porque en un impulso y sin pensarlo más, ella recorrió los escasos metros que los separaban y se abrazaba a él, quien sorprendido al ver su reacción se giraba rápido atrapándola entre sus brazos y elevándola del suelo unos palmos.En ese instante el silencio se apoderaba nuevamente de los dos y el tiempo de detuvo en torno a ellos. Sólo sus latidos y el sentir de sus cuerpos unidos, es lo que percibían entremezclados con los susurrantes sonidos que emitía el bosque.El roce de sus mejillas en contacto con el suave aliento entrecortado por la respiración acelerada de ambos, producida por aquella agradable emoción, hizo erizarles no sólo la piel sino despertar todos sus sentidos.22/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoDiscúlpame, pero ya sabía yo que con algo más de tiempo y contigo, me perdería bosque adentro...jaja. ¡Ay!, pasaron las horas sin darme apenas cuenta, pero lo disfruté, sin poder parar de escribir e imaginarnos allí.Al igual que disfruté con tu magistral interpretación, de esa manera tan singular que me haces disfrutar como sólo tu sabes hacerlo, a igual que lo consigues con tu bella sonrisa. Aun así, discúlpame por la demora, ¿si?.Te quiero, te extraño. Un beso intenso. Cuídate. Buenas noches.Atardecer 24/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
Sentidos que seguían avivándose a medida que permanecían abrazados, algo de lo que instantes más tarde ella se percataba, reaccionando con el mismo impulso inclinándose hacia atrás como intentándose separar. En ese momento sus miradas se encontraron, sus corazones se aceleraban... y él no dejó que escapara, atrayéndola aún más, acercando su rostro al de ella, rozando la comisura de sus labios, provocándole el deseo de besar su boca.Pero ella lo impidió..., en un suave forcejeo se separó, con la única justificación de un: "No... otra vez no", pues lo único que deseaba era seguir abrazado a él, seguir sintiendo su calor, volver a sentir sus labios rozando los suyos, su boca absorbiéndola a ella por completo, como lo hiciera aquella vez en aquel extenso y apasionado beso que se dieron, donde ambos sintieron amarse en la intensidad de aquel momento, penetrando el uno en el otro, entre respiración entrecortadas y susurrantes gemidos de placer que eran inevitables acallar, caricias y el latido acelerado de sus cuerpos.Momento aquel que sin saberlo, los uniría para siempre y que a la vez, se convertiría, en un recuerdo tan bonito como doloroso, pues no era fácil sobrellevar aquella distancia entre ellos que tras el mismo aparecería. Ella, tras acabar el verano, comenzaría sus estudios en la Universidad y él habiéndolos terminado años atrás, por entonces ya andaba inmerso, entre viajes y oportunidades, en ese sueño que quería hacer realidad. Eso, y el conocer, justo cuando iba contarle a su mejor amigo lo que había sentido, los sentimientos de aquel por ella. A pesar de que con los años, tras convencerse su amigo de que ella no sentía lo mismo y que no podía corresponderle, se sincerara con él, de amigo a amigo, de hombre a hombre. Pero entre tanto, los años habían pasado, las circunstancias cambiado... y aunque siguieron coincidiendo en ocasiones en los años posteriores, sus encuentros y acercamientos cada vez se veían más limitados inconscientemente por ambos, él por respeto a lo que sabía respecto a su amigo y por la reacción de ella algo más distante impidiéndole actuar como hubiera deseado..., ella porque temía creer en lo que sentía hacía él tras aquel beso y que por su parte no fuera más que eso. Y así, la distancia, el tiempo y sus propias circunstancias, habían seguido interponiéndose entre ella y él.Pero ahora estaban de nuevo ahí, uno frente al otro sin nada que les impidiera estar juntos, nada más que sus propios miedos. De ahí que ese "No... otra vez no", pronunciado por ella y que él, a pesar de no querer escucharlo por ser un impedimento entre ambos, entendía muy bien. Pues era mucho el sentimiento, el deseo contenido y las emociones que removía en sus interiores el pensamiento de aquel beso, para que la distancia volviera tras la intensidad de otro.Accediendo a lo que su mente le decía, la soltó separándose unos centímetros de ella. Fue en ese instante, en que se percataba más aún de su aspecto. Lucía preciosa a pesar de llevar el pelo revuelto, la ropa manchada de barro y sus zapatillas algo mojadas, probablemente tras caer al querer acceder hasta la zona donde se divisaba completamente la hermosa cascada. Aunque ella había corrido más suerte que su amiga, no habiendo sufrido ninguna fractura.- Y dime, ¿tan importantes son para ti estas bicicletas que preferiste quedarte con ellas en vez de regresar en el coche, hasta que Javier hubiera podido volver a por ellas?.Sin más dijo aquello, más tratando de calmar su instinto que de averiguar su opinión. La expresión pícara de él hizo que ella se olvidara de todo lo que acababa de pasar por su mente y entre ellos, respondiéndole atrevida como otras veces cuando él trataba de picarla y hacerla rabiar.- No, simplemente que intuí que vendrías a rescatarme tu.Solo que ella no se imaginaba, lo que aquella espontánea respuesta, podría remover en el interior de ambos, como sucedió.Sin dejar de mirarla él volvía a acercarse, pero ella se desvió.- Será mejor que sigas tu camino, pues supongo que ibas hacia la...- No, vine a por ti... y esta vez no podrás escapar.Tras aquellas palabras, ella comenzó a inquietarse mucho más, pues dudaba de que se pudiera controlar. Dejando de sostener su mirada, comenzó a andar hacia las bicicletas.- Espera...- No, no voy a esperar a que trates de atraparme nuevamente con tus...- En serio. Vine guiado por mis pensamientos en ti y para mi grata sorpresa estabas aquí.Ella tratando de no escucharlo, se disponía a coger las bicicletas por los manillares con ambas manos. El con rapidez se lo impidió.- Deja que te ayude.- De la única manera que me puedes ayudar es...- ¿Marchándome...?.- No dije eso...- Pero lo pensaste... Anda, deja que te ponga la chaqueta o cogerás frío.- Ni te acerques, sólo es una escusa para volver a...- ¡Ah... !, ¿pero qué pretendes dejarme...?.Tras ver la expresión divertida de él, entre sonriente y simulando dolor, es que ella no pudo evitar echarse a reír.- Qué cómico eres... Si, desde siempre lo tuyo era ser actor.Tras escucharle decir aquello, era él el que soltaba tremenda carcajada, algo que a ella le encantaba de él y que su vez le volvía bien loca. De ahí, que de nuevo, volviera a ponerse seria.- De verdad, no necesito que me ayudes. Puedo caminar con ambas bicicletas. Y una vez en el camino, ya seguro que regresa Javier o algún bus pasará de vuelta de la ciudad y podré llegar al pueblo sin problema.- No vuelvas a decir una tontería más... ¿si?.Y mirándose con intensidad permanecieron en silencio durante unos segundos, accediendo ella no solo a que él la acompañara, sino también a ponerse su chaqueta.En silencio, emprendieron ambos aquel interesante camino de vuelta que les esperaba por delante, cada uno llevando una bicicleta en los extremos y ellos en el medio, uno al lado del otro, con la distancia justa para no rozarse sin querer, con sus miradas buscándose y la profunda emoción que aquella situación provocaba en los dos.24/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoSimplemente agradecida y orgullosa, por la magistral interpretación que hiciste en este último personaje que nos regalaste, tan complejo, arriesgándote como lo hiciste. Hoy veía el capitulo donde Julia se entera que Franco es hijo de Eladio. Excelente escena en aquel despacho.Gracias por tanto, por todo.Te quiero. Un beso enorme. Buenas noches.Atardecer 25/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
A medida que caminaban, surgieron no sólo las miradas y alguna tímida sonrisa, también las palabras. La última vez que se vieron, también fue un encuentro casual pero significativo para ambos, como cada vez que coincidían, pues a pesar de la distancia, siempre se sentían muy cerca.La conexión entre ambos, la complicidad que siempre existía entre ellos facilitaba cualquier situación y conversación. A pesar de cada uno seguir su camino en un momento dado, a como se fueron dando las circunstancias, continuaban ahí. Buscándose en silencio, encontrándose... coincidiendo, sintiendo aquello que sentían cada vez que se veían.En aquel trayecto aclararon cosas, algunas que el tiempo impidió resolver, otras el propio miedo a actuar, interponiéndose una barrera cuando más cerca deseaban estar.Entre la charla pausada que fueron llevando, a la par que sus pasos, regresaba el silencio. Él acercó su mano a la de ella, cogiéndola despacio, suave... sintiendo como al tacto reaccionaba, algo inquieta... hasta ir entrelazando sus dedos y sentir aquel agradable contacto, que no solo era físico, aquel pequeño gesto les acarició el corazón y sus miradas se volvieron a encontrar.Bromearon, y entre risas salía a conversación como había sucedido el pequeño accidente al querer saber él qué tanto habían arriesgado en ir hasta allá. En ese momento él le hacía un comentario sobre su amigo Javier preguntándole algo sobre una ocasión. Lo cual hizo que ella soltara su mano, quedándose parada. Le fastidió que le hiciera aquella pregunta, cuando bien sabía cuales eran sus sentimientos.Con cierto fingido mosqueo, se montó en la bici ante la atenta mirada de él, quien acercándose le susurraba: "entiéndeme que tenía que preguntártelo". Eso le hizo poner más furiosa aún, a pesar de que lo entendía, lo cual hacía reír más a él, provocando que ella pedaleara dejándolo atrás. Pero él subiéndose a la otra bici en nada le adelantó. La risa de ella de nuevo regresaba, cuando lo vio montado en aquel bajo sillín.Entre bromas y risas, estando en algún momento a punto de chocar, es que iba apareciendo el claro del bosque y aquel trayecto llegando a su final.25/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoSimplemente, gracias por permitirme, por tu talento y maestría... por tu sonrisa.Te quiero, llevándote muy adentro. Un abrazo intenso. Buenas noches.Atardecer 26/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
Antes de llegar a divisar el camino, es que ella, algo inquieta porque aquel momento con él se iba terminando, es que le retaba a una carrera. Él se negó, ella incorporándose pedaleó más, entrándole la risa cuando le escuchó decir un comentario en relación a lo holgada que le quedaba la chaqueta, algo como "ahí va la "payaseta" montada en su bicicleta. Al mirar hacia atrás, tuvo que suspirar, pues se veía guapísimo, y elegante, aun con los calcetines sujetándole los bajos de los pantalones, tan precavido como siempre. Y aquella sonrisa picara mientras conducía lento su bicicleta sin hacer caso del reto de ella, entre otras cosas, por lo peligroso del terreno.No dejaba de mirarlo volviéndose de vez en cuando para atrás, mientras él le decía que tuviera cuidado. En esas estaba cuando un animalillo del bosque se le cruzaba en el camino. Por esquivarlo casi perdía el equilibrio dando un pequeño chillo, pero fue el "¡Nooo!" que él gritaba el que le provocó la carcajada haciendo que la bici se le desviara, estando punto de caer sobre la verde hierba.En ese momento el dejó la bici y acercándose hasta ella con pasos acelerados es que le decía: "Estás loca, se acabó de sustos". Y cogiéndola, se fue dirección hacia la casa como si cargara un saco de patatas. Sin parar de reír, es que ella le decía:- "Si vas a cargarme, déjame que me aproveche de ti".- ¿Cómo dices...?.- Qué aunque tu trasero me resulta bastante atractivo, en este momento prefiero tu cuello para agarrarme, más que nada porque resulta menos atrevido.- Descarada...- Jaja...Y riendo ambos, es que él le daba una palmada en su trasero antes de girarla y cogerla a cuestas, donde ella se acopló encantada a su fornido cuerpo, acercándose suave a su cuello, acariciándolo con un delicado beso, algo que a ambos hizo estremecer por dentro. El silencio se apoderó de ellos de nuevo. Así cruzaron el camino, hasta bajarla justo al lado del coche.Mirándola con intensidad, es que se acercaba a ella, quien había dejado la risa a un lado, apoderándose de ella la seriedad de lo que sentía. Él se detuvo, tras cerrar los ojos, con un resoplo es que regresaba al bosque a por las bicicletas.Cuando lo vio caminar con esa seguridad y elegancia suya, algo dentro de ella se estremecía. Mucho más, cuando volvía a verlo tras desaparecer entre los arboles con una bicicleta en cada mano. Qué interesante se veía y cuánto más lo era, percatándose de que lo amaba más que nunca.26/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoHoy con posibilidad de pasar vía ordenador, pero sin tiempo para mucho más. Día completo, con viaje después del trabajo, eso si... hoy al mando de mi coche...je.Con ganas de pasar y poder continuar contándote con tranquilidad.Te quiero y te echo de menos. Un beso intenso. Buenas noches.Atardecer 28/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
A medida que él se acercaba, más se inquietaba. Su fornido cuerpo, la expresión de su rostro, entre sonriente y con cierta seriedad..., que en aquel momento no podía definir a que se debía, o tal vez si, a la situación en si... Encontrándose una vez más con su penetrante mirada.28/11/2018 - Atardecer.
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Querido FernandoPodría disculparme por la demora, y lo hago... "discúlpame, por favor", pero llevo horas aquí, desde madrugada, (cuando suelo venir), aún siendo día 30 ahí... y lo he disfrutado tanto que eso lo compensa. Y al margen del tiempo que me lleve preparar el tema. Pues no solo es imaginar, pensarte... y escribirlo, es sentirlo... despacio, tal cual estuviera sucediendo, lo cual requiere de su tiempo, simplemente el que necesita, con sus pausas y la intensidad de las emociones que en ciertos casos llevan implícita las mismas. No porque yo haga que sea así, sino es lo surge sin más, con la emoción de escribir en directo, con las emociones que ello pueda conllevar en mi en cada momento. Con la tranquilidad que requiere el instante y que esa que hoy pude permitirme, complaciendo así a mi sentir.Ha sido un placer como siempre, Fernando. Gracias por ese noviembre intenso y profundo, contigo. Te agradezco por permitirlo y compartirlo conmigo, pues así lo siento.Te quiero, te pienso. Un abrazo y un beso, enorme. Buenas noches.Atardecer 30/11/2018.
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BOSQUE ADENTRO...
Esos segundos en los que sus ojos se acariciaban entre emocionados y deseosos de expresarse tanto, ella pensaba en ese tiempo que acababan de disfrutar juntos, con esa complicidad de siempre, llevados por el lindo recuerdo que mantenían de aquel lugar, de aquellas otras veces.Desvió levemente su mirada, algo ruborizada quizás, por el calor que percibía en sus mejillas, al pensar en el comportamiento algo atrevido que tal vez había tenido hacía unos momentos, como cuando adolescente se encontraban o pasaban tiempo juntos, pero se lo había pasado tan bien... que nada más importaba. Era increíble, lo que les había transmitido aquellos recuerdos... aquel bosque. Y ahora estaban ahí uno frente al otro, casi sin poder articular palabra... con un cúmulo de emociones, con cierta timidez a pesar de la confianza que entre ambos existía. Y él, a su vez, le estaba expresando tanto con su mirada... La abrazaba, invitándola a que se quedara.Su corazón se aceleró y su estomago sintió un sobresalto, agradable... pero produciendo un desconcierto en todo su cuerpo. El sonido de su voz, interrumpía aquella conversación intensa y silenciosa que sus ojos mantenían.- Gracias... ha sido un rato increíble. Me ha gustado verte... Eh, disculpa mi comportamiento, un poco... alocado. No se, el verte de nuevo, los recuerdos que ya traía al ver la cascada...- Shhh? has estado preciosa, como siempre. También me gustó verte, el que me llevaras con tu osadía a aquellos momentos en que...Sus ojos se miraron profundo, tanto que ella necesitó reaccionar, tratando de controlar aquella vorágine de emociones que sentía.- Eh... tu siempre tan amable. Gracias. Bueno..., será mejor que vaya a ver como sigue mi...- No te preocupes, en nada estamos allí.Sonriéndole, le pedía un par de minutos para enganchar las bicicletas en la parte trasera del coche, mientras ella arrepintiéndose tontamente por el comportamiento que acababa de tener, es que se dirigía hacia la puerta del copiloto entrando al vehículo.Su corazón le dictaba una cosa y su mente otra. Y sin querer le estaba haciendo caso a esta última. Le fastidiaba, pero quizás era mejor dejar las cosas tal estaban.El corto trayecto hasta el pueblo, aún se le hizo más corto junto a él y su amena charla, entre bromas y su propio encanto, que hacía que la situación se complicara más, más bien, que la opción que ella eligió resultara aún más complicada de llevar. Obvio, tratar de tener un comportamiento distante con él, resultaba hasta chistoso. Ambos lo sabían, pero aún así, él la dejaba estar. Era algo en él, que admiraba y le atraía, esa empatía, esa facilidad para comprenderla que siempre tenía, aunque alguna vez casi le hiciera perder los nervios, ella rápido le sabía compensar y la complicidad entre ambos resolvía.Tras haber dejado las bicicletas en el estacionamiento público, justo cuando se iban acercando al pequeño hospital, es que salían Javier y su hermana. Tras saludarse e interesarse por la accidentada, es que se despedían. Ella acompañaría a su amiga hasta su casa para ayudarla con las muletas y con lo que necesitara. La ayudó a entrar en el coche del hermano. Ambos amigos se quedaron unos minutos hablando mientras tanto. Seguido, ella se acercó hasta él, cuando ya Javier se despedía dirigiéndose hacia el coche.- Ya nos veremos. Gracias de nuevo por todo...- No tienes que agradecerme nada. Cuídate, ¿si?. Quítate cuanto antes esas zapatillas mojadas.Esa última frase se la susurraba al besar suave su mejilla. Ella se estremeció, y él lo notó. De ahí que la penetrara de nuevo con su mirada... antes de que caminara hacia su coche, chaqueta en mano, girándose para verla una vez más antes de marcharse. Ella pudo observarlo a través del cristal de la ventanilla, allí... parado con esa seguridad y elegancia tan suya, mientras su corazón acelerado gritaba queriendo regresar a su lado y su cuerpo trataba de apaciguar la emoción por los agradables momentos agradables.Un par de horas después, cuando ya en su casa, tras darse una ducha y ponerse ropa cómoda, se encontraba mirando por la ventana de la cocina, a la que se había dirigido para prepararse algo de comer sin apetito, el horizonte anaranjado y grisáceo que iba dejando el sol a su puesta, sin dejar de pensar en él. Sentía que algo se desgarraba en su interior, no pudiendo resistir aquella sensación, aquel dolor silencioso.Sin más salió de allí, se dirigió a la habitación, se desnudó para colocarse unos vaqueros y un suave jersey de hilo fino. Regresó de nuevo a la cocina, cogió una de las botella de vino reservadas para alguna ocasión especial y salía de la casa, algo nerviosa... pero entusiasmada, con emoción y mucho amor.Al sonar el timbre de la puerta, él reaccionó sobresaltado, sacándole del ensimismamiento de su pensamiento en lo sucedido en la tarde, mientras preparaba algo ligero para cenar más que nada procurando pasar el tiempo tratando de no pensar de más, sin éxito.Cuando abrió la puerta y lo vio allí, con aquella camiseta de manga corta y aquel pantalón cómodo y suave, acoplándose ambas prendas con delicadeza a su cuerpo, dejando entrever la fortaleza del mismo a pesar de lo holgado de la ropa que lo cubría, casi se quedó sin respiración... pero la cálida sonrisa de él la salvó.Apena un simple "hola" pudo pronunciar, obteniendo la intensa mirada de él por respuesta, no necesitando de más, invitándola a pasar. Tras cerrar la puerta, la atraía por la cintura, abrazándola con fuerza mientras le cogía la botella con la otra mano evitando que cargara con el peso. Entre minutos intensos, sintiendo el calor de sus cuerpos entrelazados por aquel emotivo abrazo, él le susurraba: "no hacía falta que trajeras nada, sólo a ti necesitaba". A lo que ella respondía, deslizando sus labios por su cuello, haciendo que soltara un gemido: "Lo se... pero en un principio, no me atrevía a venir sola".Escuchar aquello de su boca no solo le hizo gemir su roce, también sus palabras le hicieron reír soltando tremenda carcajada, con la que terminó por atraparla, provocando que lo besara suave en un principio, apasionadamente a medida que él correspondía con la misma pasión a su beso.Cesando, entre susurros, hicieron regresar sus risas, con las que trataron de apaciguar sus cuerpos. Disfrutando despacio de aquellos momentos. De la divertida preparación de la comida y de la interesante velada que le siguió, con amena charla e intensas miradas. Así como de esa complicidad que continuó en el sofá del salón, entre el suave tejido de la manta que los cubría y la intensidad de sus cuerpos, entre sus palabras y el sutil silencio que los iba acompañando a veces, terciándose sensual por momentos, al darle paso a las caricias, a la respiración cada vez más desenfrenada que salía de ellos, al roce y al excitante sonido de sus besos, del encuentro de sus labios, de sus bocas... y de la alteración que la conexión interna entre ambas, provocaba en sus más profundos sentidos.Una vorágine de emociones, de sentimientos profundos, entre emotivos recuerdos y lo agradable de lo esperado y tan inexplicablemente evitando, pero surgiendo en su momento, en ese instante en que estaba sucediendo. Así lo entendieron ambos, cuando se despertaban en la madrugada, entre las sábanas de la amplia cama y sus cuerpos entrelazados, se movían nuevamente acompasados por la melodía de lo que el corazón les dictaba y su deseo y su pasión les susurraba llevados por el amor que sentían.30/11/2018 - Atardecer.
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