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Santa María Faustina Kowalska | ||
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![]() Religiosa y mística polaca, apóstol y difusora de la devoción a la Divina Misericordia de Jesús.
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Apóstol de la Divina Misericordia[1]? | ||
Nacimiento | 25 de agosto de 1905 G?ogowiec, ?ód?. |
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Fallecimiento | 5 de octubre de 1938 (33 años) ?agiewniki, Cracovia. |
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Venerada en | Iglesia católica | |
Beatificación | 18 de abril de 1993 | |
Canonización | 30 de abril de 2000 | |
Festividad | 5 de octubre. | |
Helena Kowalska, en religión Santa María Faustina Kowalska, (G?ogowiec, voivodato de ?ód?, 25 de agosto de 1905 ? ?agiewniki, Cracovia, 5 de octubre de 1938),[2]? llamada Apóstol de la Divina Misericordia fue una religiosa de la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia y mística católica polaca.[1]? La Iglesia católica la venera como santa y es conocida simplemente como Santa Faustina.
Fue llamada por Jesús como la apóstol de la divina misericordia. Está considerada por los teólogos como parte integrante del grupo de los más notables místicos del Cristianismo. Su misión fue preparar al mundo para la segunda venida de Cristo. Entró a la vida religiosa en 1925 en la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.
Su confesor, el beato Micha? Sopo?ko le pidió que escribiese sus vivencias en un diario espiritual, diario que consta de varios cuadernos. Así pues, no por voluntad propia sino por mandato de su confesor, dejó escritas sus vivencias místicas que ocupan unas seiscientas páginas. Fue canonizada por Juan Pablo II el 30 de abril de 2000, día en el que también instituyó la fiesta de la Divina Misericordia.
Infancia y adolescencia
Santa Faustina nació en el seno de una familia campesina en la aldea de G?ogowiec, en ?winice Warckie, voivodato de ?ód?, Polonia en 1905. Era la tercera de ocho hermanos tenidos por el matrimonio formado por Stanislaus, carpintero y agricultor, y Marianna Kowalska, que los educaron con gran disciplina espiritual, sobre todo por su padre. Como era una familia muy pobre, Faustina apenas tuvo tres años de estudios escolares. Ella y sus hermanas tenían sólo un buen vestido por lo que debían turnarse para ir a Misa. Así pues, cada una asistía a una misa diferente.[3]?
A los 9 años tomó la Primera Comunión en la iglesia de San Casimiro. Antes de entrar en el convento trabajó en 1919 como sirvienta en casa de unos amigos de la familia Bryszewski en Aleksandrów, cerca de ?ódzki. Más adelante, en 1922, viajó a ?ód? y trabajó durante un año en la tienda de Marjanna Sadowska con el fin de mantenerse y ayudar a la familia. Al finalizar este trabajo marchó a Varsovia con la intención de entrar en el convento pero la superiora le recomendó reunir una pequeña dote para su ajuar, lo que la llevó entonces a trabajar como sirvienta o doméstica por un año, hasta 1925.[3]?
A los 18 años Faustina, que ya sentía una vocación religiosa desde los siete años, pidió a sus padres el permiso para entrar en un convento pero sus padres no se lo permitieron. Después de esa negativa decidió entregarse a las vanidades de la vida sin hacer caso alguno a la voz de la Gracia de Dios, aunque su alma en nada encontraba satisfacción y se sentía llamada constantemente, lo que le provocaba un gran tormento que intentaba sanar con más distracciones. Evitaba a Dios y con toda su alma se inclinaba hacia las criaturas. Pero, según Faustina, la gracia divina terminó por ganar su alma.[3]?
Ella misma cuenta que al ir a un baile con su hermana Josefina tuvo una experiencia que marcó su vida. Mientras todos se divertían ella sufría y sentía gran tristeza en el alma. Mientras bailaba pudo ver a Jesús crucificado, cubierto de llagas, dirigiéndole este mensaje:
:¿Helena, hija mía, hasta cuándo Me harás sufrir; hasta cuándo Me engañarás?[4]?
Faustina disimuló lo sucedido para que su hermana no se diera cuenta y en cuanto pudo abandonó discretamente el baile. Este suceso la hizo salir de la fiesta para dirigirse a la iglesia más cercana, la catedral de San Estanislao de Kostka. Al llegar pidió al Señor que le dijera qué era lo que debía hacer. Luego de una profunda oración y de pedir perdón, cuenta que escuchó estas palabras:
:Ve inmediatamente a Varsovia; allí entrarás en un convento.[4]?
A la mañana siguiente, sólo con la ropa puesta, sin el permiso de sus padres y habiéndose despedido solamente de una de sus hermanas, tomó un tren hacia Varsovia con la intención de entrar en un convento pero sin conocer a nadie en la ciudad.[3]? Al llegar a Varsovia entró en la primera iglesia que encontró, que fue la iglesia de Santiago ubicado en la calle Grojeka, asistió a la misa y al final pidió orientación al Padre Dabrowski que le recomendó a la señora Lipszcowa, una persona muy católica con quien se hospedó mientras buscaba un convento.[5]?
La pobreza de Faustina Kowalska era extrema, hasta el punto de no poder acceder a ningún convento. Finalmente se dirigió a la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia donde por fin fue atendida, y tras un año de ahorro para poder contar con un ajuar, pudo entrar en agosto de 1925, fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, como postulante. Semanas después de su entrada al convento tuvo tentaciones de abandonar, pero según sus memorias nuevamente el Señor se presentó en su celda pidiéndole que no lo hiciera. En este convento trabajó en la cocina y fue encargada de limpiar el cuarto de la Madre Barkiewez y de cuidarla durante su enfermedad. A principios de 1926, la enviaron al noviciado en Józefów en Cracovia para terminar su periodo como postulante, y el 30 de abril tomó el hábito religioso como novicia recibiendo el nombre de Sor María Faustina del Santísimo Sacramento.[6]?
Faustina no sabía nada sobre el convento en que había ingresando. Sin embargo, fue advertida de que ingresaría al convento como una hermana lega y que, debido a su bajo nivel de escolaridad, era probable que no alcanzase niveles más elevados dentro del orden y que sus deberes para siempre consistirían en actividades relacionadas a la cocina, limpieza y la jardinería.[7]?
El 30 de abril de 1926, a los 20 años, ingresó en el convento y adoptó el nombre de María Faustina del Santísimo Sacramento. El nombre de «Faustina» significa «bendecida», «afortunada»[8]? y podía ser una referencia al mártir cristiano Faustinus.[7]?
En abril de 1928 hizo votos como monja y sus padres estuvieron presentes en la ceremonia. Un año más tarde Faustina fue enviada a un convento de Vilnius, Lituania, donde también trabajó como cocinera y se quedó poco tiempo. Regresó a este lugar más adelante, ocasión en que se encontró con Micha? Sopo?ko que apoyó su misión. Un año después de su regreso de Vilnius, en mayo de 1930, fue trasladada a un convento en P?ock, en Polonia, donde se quedó casi cinco años. Faustina fue monja durante una década ya que falleció en octubre de 1938.[9]?
El 2 de agosto de 1925, fiesta de «Nuestra Señora de los Ángeles», empezó a formar parte de la Congregación como Postulante y pocas semanas después tuvo la tentación de abandonar el convento.[10]? Llegó a buscar a la Madre Superiora pero no la encontró y se retiró a su dormitorio. Allí tuvo una visión de Jesús con su rostro desfigurado por las llagas. Ella le preguntó: «Jesús, ¿quién te hirió tanto?» Jesús respondió: «Este es el dolor que me causaría si hubieras abandonado este convento. Aquí es donde te he traído y no a otro sitio, y he preparado para ti muchas bendiciones». Ella comprendió que el plan de Dios para ella era que se quedara allí. En este convento trabajó en la cocina y fue encargada de cuidar a la Madre Barkiewez durante su enfermedad, así como de asear su habitación. En su condición de postulante tuvo la oportunidad de familiarizarse con los ejercicios espirituales. A causa de su lucha interior, del cambio de vida y de la intensidad que ponía en una y otra cosa, la salud de Faustina empezó a debilitarse de tal modo que sus superioras, al ver la debilidad y el agotamiento que presentaba, decidieron enviarla, junto con dos hermanas, a Skolimow donde la congregación tenía una casa de ejercicios.[8]?[10]?
En el otoño del año en que Faustina llegó a P?ock aparecieron los primeros síntomas de tuberculosis por lo que fue enviada a una granja de propiedad de su orden religiosa con la intención de que se recuperase. Después de haber mejorado regresó al convento en P?ock[8]?
Sor Faustina sostuvo haber tenido la primera revelación de la Divina Misericordia estando en su celda, el 22 de febrero de 1931. La escena de dicha revelación y las palabras que escuchó de los labios de Jesús están plasmadas en su diario (Diario I, sesiones 47, 48 y 49). Según cuenta, entre otras cosas Jesús pidió que pintase una imagen suya.[11]? Jesús apareció vestido de blanco y de su corazón emanaban haces de luz roja y blanca. Entre otras cosas Jesús le pidió que pintara una imagen suya, fiel a la imagen que se mostraba ante ella; tal imagen debía contener la inscripción «Jesús, confío en vos».[12]?
Ante esta propuesta, se requirieron de los servicios artísticos del pintor Eugenio Kazimirowski, quien realizó el retrato siguiendo las instrucciones de sor Faustina. Esta imagen fue presentada y venerada públicamente en Ostra Brama (Vilna, Lituania) entre el 26 y el 28 de abril de 1935; fue la primera imagen pintada del Señor de la Misericordia.[nota 1]? Pero la imagen que se hizo famosa en el mundo entero fue la realizada por Adolf Hyla, ofrecida como agradecimiento por la salvación de su familia de la guerra.[13]?
Santa Faustina escribió un diario en el que recogió los mensajes que recibió de Jesús. De aquí surgió la devoción a la Divina Misericordia. Esta devoción considera que la principal prerrogativa de Jesús es la misericordia y que es la última tabla de salvación. Se accede a la misericordia por la confianza. Esta devoción está integrada por el mensaje de la Divina Misericordia, la Coronilla de la Divina Misericordia, la Imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta de la Divina Misericordia y hora de la misericordia (las 3 pm.).
En los últimos años de su vida aumentaron los sufrimientos interiores de tipo espiritual, y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello se le internó dos veces en el hospital de Pradnik, durante varios meses. Falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento.
Su funeral tuvo lugar dos días más tarde, en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de la comunidad situado en el jardín de la casa de la congregación de las hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en ?agiewniki, Cracovia. El 25 de noviembre de 1966 sus restos fueron trasladados a la capilla, más tarde consagrada como Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia. Luego de su beatificación, sus reliquias se depositaron en el altar de la capilla.
Veintisiete años después de la muerte de sor Faustina comenzó el proceso de canonización. Fueron presentados a consideración dos casos de sanaciones milagrosas. El primero fue en Massachusetts a la Sra. Maureen Digan y el siguiente milagro fue la sanación de una condición congénita del corazón del Padre Pytel en el día del aniversario de la muerte de sor Faustina, el 5 de octubre de 1995.
El 18 de abril de 1993, día de la Fiesta de la Divina Misericordia (Segundo Domingo de Pascua), Juan Pablo II declaró beata a Sor Faustina frente a una multitud de devotos de la Divina Misericordia en la plaza de San Pedro en Roma.[14]?
María Faustina Kowalska fue canonizada el 30 de abril de 2000, segundo domingo de Pascua, día al que la Iglesia católica denomina también Domingo de la Divina Misericordia. El Santo Padre presidió la ceremonia de canonización ante una gran multitud de peregrinos de la Divina Misericordia.
El 2011, en ocasión del 2.º Congreso mundial de la Divina Misericordia, se le dirigió una carta a Benedicto XVI solicitando la apertura del dossier que estudie la posibilidad de proclamar a María Faustina Kowalska doctora de la Iglesia.[15]?
1 - Por la veneración de la imagen, el alma que venera esta imagen no perecerá;
2 - Por la veneración de la imagen, el alma será defendida como gloria de Cristo;
3 - Por la veneración de la imagen, el alma tendrá un recipiente con el cual puede ir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias;
4 - Por la veneración de la imagen, al alma que viva a la sombra de ellos [de los rayos de la Misericordia] no le alcanzará la justa mano de Dios;
5 - Por la Hora de la Divina Misericordia (D. 1320), nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Su Pasión;
6 - Por la propagación la Divina Misericordia durante toda su vida, el alma será protegida por Cristo como una madre cariñosa protege a su niño recién nacido y, a la hora de la muerte, no será para ella Juez, sino Salvador Misericordioso;
7 - Por acercarse a la Fuente de la Vida (Cristo) el día de la Fiesta de la Divina Misericordia, el alma recibirá el perdón total de las culpas y de las penas;
8 - Por la Novena, las almas que sean presentadas a Cristo (las mencionadas en la novena) van a sacar fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte;
9 - Por la Coronilla de la Divina Misericordia, serán envueltas por Su Misericordia en la vida y especialmente a la hora de la muerte;
10 - Por la Coronilla de la Divina Misericordia, Cristo se complace en dar todo lo que Le pidan;
11 - Por la Coronilla de la Divina Misericordia, a los pecadores empedernidos (cuando la recen), Cristo colmará sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz;
12 - Con almas que recurran a Su Misericordia y con las que la glorifican y la proclaman, en la hora de la muerte, Cristo se comportará según Su infinita misericordia.
Santa Flora
Alrededor del año 1324, la santa ingresó al convento de las monjas "hospitalarias" de la orden de San Juan de Jerusalén. Desde su ingreso Flora tuvo que hacer frente a toda clase de pruebas espirituales. En una época le asaltó el deseo insidioso de volver al mundo. A consecuencia de esto sufrió una depresión nerviosa, y la tisteza que se revelaba en su rostro enfadaba a sus compañeras, las cuales insistían en tratarla como demente. Sin embargo, bajo la ayuda de un confesor que sí creyó en ella, la santa hizo grandes progresos en la vida espiritual, y Dios le concedió al fin las más extraordinarias gracias místicas. Tal vez, la más curiosa de estas experiencias fue la sensación que tenía la santa de que llevaba dentro de su cuerpo una cruz de madera de la prendía el cuerpo del Salvador. Los brazos de la cruz le perforaban las axilas y le producían hemorragias. Unas veces eran bucales y otras, la sangre manaba de una herida que tenía en el costado.
Murió en 1347, a los 38 años de edad. En su tumba se dieron numerosos milagros .
¡Feliz fin de semana! Abrazos colungueros.