Corría un viernes de enero, con frío, era una mañana con un dejo de melancolía, año nuevo, vida nueva...
-Profesora Mimí, la llaman en recepción, al parecer traen un paquete para usted.
-¿Estás segura? No esperaba ningún paquete...
-Anda vaya, yo me quedo con los niños unos minutos, mientras lo recibe... dijo la secretaria de la escuela.
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-¿Srita. Nohemí?
-Sí, a sus órdenes.
-Traemos esta caja para usted, ¿puede firmar aquí por favor?
-Sí, pero... ¿está seguro de que es para mí?
-Así es, nosotros solo somos un servicio de mensajería y paquetería, y estamos entregando esto.
-Sí, gracias, entiendo...
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El sobre de la tarjeta del paquete solo decía *FC*
Las ansias por abrirlo la devoraban, pero tenía que regresar con su grupo, tendría que esperar hasta el descanso para poder abrirlo.
Cuando ya todos los niños estaban en el patio, cerró la puerta del salón, las manos temblaban por abrir aquella caja, esas iniciales eran mágicas, aunque su sentido común, le decía que obvio esa caja no venía de parte de él, tal vez alguna amiga que le enviaba un regalo colunguero especial, pero algo muy dentro del corazón mantenía la chispa de la ilusión encendida.
Dentro estaban un par de zapatos hermosos de su talla y una tarjeta que decía *Feliz cumpleaños mi niña, te espero hoy a las 7:00 p.m., Calle Amor #3366... FC*
Solo eso decía la tarjeta... eso debía ser una broma...
En ese momento tomó su móvil y escribió en el grupo de sus amigas...
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***Me encantaron los zapatos, qué buen detalle lo de la tarjeta. Ahora sí, ya díganme ¿Quién fue? ¿Quién envió el regalo? ¿Cuál de todas ustedes se hizo pasar por FER?***
Inmediatamente una serie de mensajes fueron apareciendo en la pantalla del celular...
***¿Zapatos? ¿tarjeta?... Mimi ¿De qué hablas?***
***Por favor, ya díganme***
Ninguna de ellas entendía de qué hablaba, entonces decidió contarles sobre el paquete recibido...
****-Ayyyy Mimí y ¿vas a ir?
****-No sé, yo pensé que era alguna de ustedes que me estaba haciendo una broma, pero veo que no es así
****-No vayas sola, puede ser peligroso****
****-¿Y si te acompañamos? ¿Que tal que sea quien nos encantaría que fuera?
****-Ufff no, bueno eso ya es soñar en las grandes ligas
****-Bueno, finalmente Fernando es un hombre de carne y hueso, no es un extraterrestre, todo puede pasar
****-Bueno sí, pero... sería como demasiado mágico, ¿no creen?
****-Mira se me ocurre que te acompañemos y te esperamos afuera, si vemos algo misterioso, ahí estamos para cuidarte, si era una broma estamos ahí para defenderte y si es magia pura, prometemos desaparecer de ahí, para no estorbar jejeje.
****Está bien, entonces nos vemos a las 6:30 en donde siempre, para de ahí irnos a la dirección de la tarjeta.
****Sí Mimí, ponte bien guapa y estrena tus zapatos, que esta tarde todo puede pasar...
****-Gracias amigas, así lo haré, entonces las veo ahí a las 6:30 p.m.
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Y ahí estuvieron todas puntuales, listas para custodiar a Mimi en su cita misteriosa con *FC*, las iniciales que firmaban la tarjeta.
Mimí llegó y lucía espectacular, los zapatos estaban preciosos y quedaban perfectos con su atuendo.
-Estoy muy nerviosa
-Calma Mimi, verás que todo será una linda sorpresa y recuerda que si no es, tú gritas y entre todas hacemos pinole a cualquiera que se atreva a intentar hacerte daño.
-jejeje, gracias
Llegaron a la Dirección... era un restaurante muy lujoso, tenía también algunas mesas en el jardín posterior, iluminadas con lucecitas minúsculas y velas...
-Vaya es un restaurante, anda Mimí entra, nosotras aquí aguardamos, cualquier cosa aquí estamos- y se acomodaron en una banca que estaba bajo un árbol en el jardín frontal del restaurante, lo suficientemente lejos para darle privacidad, pero lo suficientemente cerca para auxiliarla si lo requería.
Ella empezó a subir la escalinata de piedra del restaurante, cercada por plantas de ornato y un camino de velas... cuando ya se encontraba cerca de la puerta, ésta se abrió...
A todas les faltaban ojos para ver lo que alcanzaban a ver desde donde estaban...
-Díganme que lo que veo es real -decía una de ellas desde la banca
-Sí, es él, quiero gritar cómo le hago para contenermeeeee
-Calma, no grites para que no se dé cuenta que venimos con Mimí
-Sí es él, por Dios, en persona es todavía más guapoooo
-Ayyyyyy la saludo de besooooo
Mimí escuchaba muy a lo lejos el murmullo, el cual poco a poco se fue apagando, o ella dejó de escucharlo... estaba helada y temblando...
-FER, ¿eres tú?
Él asintió con una sonrisa
-Pasa mi niña, te preparé una sorpresa por tu cumpleaños, no pudo ser el día 31, porque estaba en Estados Unidos, pero ya estoy aquí, ven aquí... -y la abrazó fuerte y le dio un beso en la mejilla, ¿creías que se me había olvidado?
Ella lo abrazó de regreso...
-Fer, ¡¡qué hermosa sorpresa!!, verte es mi mejor regalo... no lo puedo creer, pienso que en cualquier momento voy a despertar.
-No es un sueño Mimi, estoy aquí y vamos a cenar juntos -la tomó de la mano y la llevó a la mesa, fue lo último que se pudo ver desde la banca justo antes de que se cerrara la puerta del restaurante.
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Sus amigas desde la banca suspiraban y suspiraban, se habían dado cuenta de que la magia sí existe, y se llama Fernando Colunga... y con todo el dolor de su corazón, se tuvieron que ir de ahí y seguir el onceavo mandamiento, no hacer mal tercio.
Y esa noche fue inolvidable para Mimí, desde ese día anda con una sonrisa imborrable en el rostro, nos contó los generales de la cita, pero no los detalles, ni tampoco nos dijo a donde fueron después del restaurante ella y Fernando. Solo nos ha dicho *Desde esa noche soy la mujer más feliz del mundo*
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Y todas tenemos la curiosidad, nos encantan los detalles... ¡Que nos cuenteeee, que nos cuenteee...!
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