El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
Pedro Fuentes pensó que el señor San Román era un hombre muy fuerte para afrontar tantos problemas; tendría que volver a pedirle una cita, todavía faltaba informarle que Smith era el responsable de la muerte de su esposa Melanie.
José Antonio estaba demostrando entereza, pero esta nueva
realidad, lo estaba mermando, Walter de ser un completo desconocido se había
convertido en su enemigo mortal, y todo por culpa de otros, lo que más le
pesaba era que había arrastrado a dos mujeres en su sed de venganza y estaba a
punto de destruir la vida de otra más, Gabriela no tenía ninguna culpa de este
juego macabro, y tenía que alejarla de todo.
-Debo alejarla de esto, debo mantenerla a salvo ?se dijo
mientras manejaba el auto rumbo al hospital, su hijo en riesgo, Gaby y Daniela
con la soga al cuello, todo por culpa de un insensato, no lo podía permitir- no
puedo llevarlos al abismo, pero mi corazón se resiste a dejarlos, te amo
Gabriela, y daré mi vida a cambio, no los dejaré, los cuidaré de todos, maldito
Walter.
Llegó al área de pediatría, donde esta Gaby, el doctor
revisaba a José Luis, se le notaba una leve agitación al respirar. Ella miraba
a su hijo con la lágrima contenida y algo asustada.
-Será mejor que se quede en observación- dijo el doctor.
-¿Cuánto tiempo doctor?- dijo José Antonio, tomando la mano
de su esposa- ¿Es grave lo de mi hijo?
-Debemos descartar cualquier complicación, la incubadora
ayudará al desarrollo del pulmón trasplantado. Espero no sea mucho tiempo,
podrán venir a verlo.
-Está bien doctor, todo por nuestro hijo- Dijo Gabriela
llorando.
Trasladaron al bebé de nuevo a sala de incubadoras, José
Antonio y Gaby miraban por afuera como el bebé era nuevamente internado, su
impotencia solo podía ser expresada en lágrimas. José Antonio se retiró dejando
desconcertada a Gaby. Ella miró al bebé por unos minutos y decidió
buscarlo. Se Sorprendió ver a su esposo
en la capilla del Hospital, en ella había una imagen de la Virgen de Guadalupe,
y José Antonio estaba hincado en el piso frente a ella.
-Madre buena, yo tengo mucha fe en ti, aunque no la demuestro como es debido, sé que cometí muchos errores, y no soy digno de pedirte algo, pero por favor tu que sabes el dolor por los hijos, cuida a mi bebé y a mi familia, es un pequeño angelito, no merece todo esto, no permitas que nada malo les pase, dame fuerza para resistir, sé que debo ser la fortaleza de mi familia, pero todo lo que pasa a mi alrededor me hace flaquear, por favor protege a los míos y si algo me pasa cuídalos, te lo ruego, daré mi vida si es necesario, pero cuídalos- en ese instante lloró amargamente, Gabriela llorando se hincó a su lado y lo abrazó, no soportaba verlo sufrir y tenía miedo de sus palabras. Estuvieron así solos durante un largo rato. Ella le agarró el rostro y lo miró a los ojos, esos ojos color miel estaban tristes y no lo soportaba.
-Mi vida, no digas eso, jamás menciones eso, sin ti yo no
podría vivir, creerte muerto en ese accidente fue muy doloroso para mí, jamás
lo digas, óyelo José Antonio San Román, jamás lo digas.
-Mi niña, yo te amo,- José Antonio también la miró, esos
ojos verdes seductores le devolvieron la mirada -Y daría lo que fuera por que
no sufras, esto que nos está pasando no es justo mi niña.
-¿Qué pasa José Antonio?, ¿Porque dices eso?- ella lo miraba
asustada, todas sus palabras tenían un significado que ella temía que fueran
ciertas.
José Antonio se puso de pie, la abrazó y le dio un beso en
la frente, se secó las lágrimas y suspiró.
-Mi niña, hay algo que tu ignoras, me llamaron de casa, a tu
mamá se la llevaron para deportarla a Venezuela, ya mandé a hacer
averiguaciones, pero haremos todo lo posible por detener esa injusticia- abrazó
a Gaby, quien volvió a llorar, lo de su madre la tomó por sorpresa.
-Mi madre tenía sus papeles en
regla, no entiendo mi amor, ¿Por qué nos pasa esto a nosotros?
-Gaby, esto es culpa de Walter,
ya sé porque lo hace.
-¿Ya te dio el reporte el
investigador?.
-Si justo estaba en la oficina
cuando me llamaste.
-¿Pero que te dijo?...
Mientras se despedían del bebé e
iban rumbo a casa, José Antonio se encargó de contarle todo lo que Pedro
Fuentes le había contado, Gabriela estaba atónita con toda la historia.
-Dios mío, mi amor por eso tanta
inquina contra ti. Dios mío, y ¿que haremos ahora?
-Aún no lo sé, pero debemos estar
prevenidos, mira que contactar a Melisa, amenazar a Daniel, matarlo, y hacer
todo lo que hizo en el pasado, es de un psicópata, tengo miedo por ustedes, por
todos.
En eso mientras manejaba, sonó su
celular, cogió las manos libres y tomó la llamada. -Bueno?, si López que fue,
ok, entonces se puede presentar la documentación, Gracias Mauricio, eres un
gran apoyo.- y colgó.
-¿Quién era mi amor?- preguntó
Gabriela.
-Era Mauricio, me dio excelentes
noticias sobre mamá, dicen que solo quedará en calidad de detenida esta noche,
ya presentamos la documentación que teníamos, y que estaba todo en regla, al
parecer fue solo un pitazo- cayó un segundo y se puso a pensar.
-Walter- dijo Gabriela- será
posible, y yo cuando lo conocí lo creí tan bueno y encantador.
-Lo mismo creía Melanie- José
Antonio suspiró al recordar el diario de su ex esposa, todas esas palabras
dulces dedicadas a ese hombre aún le dolían.
Llegaron a casa, estacionaron el
coche y bajaron, Danielita los esperaba y preguntaba por su abuela, Gaby la
consoló mientras José Antonio miraba alrededor de la casa, y se tocaba la nuca.
-José Antonio ¿Qué tienes? -Preguntó
Gaby.
-No sé mi niña, siento que nos están
vigilando, es una sensación rara, entremos, debemos distraer a la niña,
mientras pensamos en Judith y José Luis.
Entraron a la casa, mientras detrás
del arbusto del jardín San Román, un auto negro los vigilaba. Walter Smith los
miraba, y apretaba el timón con ira. Esas
voces en la cabeza seguían molestando y se volvieron más recurrentes, además
que en sus pesadillas ahora aparecían unos ojos verdes hipnotizadores. Seguía apretando
el timón, y miraba el causante de su desgracia entrar a su casa tan tranquilo.
-San Román, maldito seas, tienes
más vidas que un gato, pero lo que te espera es peor, vas a suplicar que te
mate.
Prendió el motor y cuidadosamente
salió de su escondite, a toda velocidad intentaba descargar la furia que tenía,
no creía posible que a pesar de sus esfuerzos San Román siempre sale
victorioso, pero ya tenía un plan, así que tomó su celular y marcó un numero de
su lista de contactos.
-¿Estas en la ciudad?-
-Si Smith, ¿que quieres?
-Me debes algunos favores, y
pienso cobrártelos ahora. ? colgó la llamada y se perdió en la carretera.
____________________________________xxx___________________________________
Gabriela sentía muy triste a José
Antonio, a pesar de sonreír, desde que llegaron del hospital, andaba con la
mirada perdida, pensativa, ella temía que haga alguna locura.
-José Antonio, te noto muy triste,
es sobre lo que te enteraste.
-Si mi niña, son muchas cosas,
hay mucho sufrimiento de por medio, pero hay cosas que me dan mucho miedo,
hemos visto que Walter es capaz de todo.
Se abrazaron y se miraron en
silencio por largo tiempo, ese cruce de miradas solo fue una antesala al beso
apasionado que se dieron, necesitaban un remanso después de todas las malas
noticias, solo se dejaron llevar por las ganas de pertenencia, era más que
obvio que no podrían estar separados, y José Antonio se sentía más confiado, el
pensar en alejarla de él sería el dolor más grande y su corazón no lo
soportaría.
-Te amo Gabriela, te amo- se
detuvo solo un momento, el contacto de sus labios era el elixir que necesitaba-
daría mi vida si es necesario por ti y por mis hijos, yo?..
Gabriela le puso un dedo en los
labios, no quería que continúe- Calla mi amor, nada de dar la vida, mi vida sin
ti no tiene caso- y lo volvió a besar, no querían que ese momento de paz se
acabe, estuvieron contemplándose toda la tarde y besándose y se quedaron
dormidos en el sofá. Después de varias horas, José Antonio se despertó y vio a
su mujer dormida plácidamente en su regazo, así que cuidadosamente la movió y
la puso en sus brazos, con delicadeza la llevó a la cama, y la recostó, le dio
un beso en la frente, y se dirigió a la cocina, para ver si Eloísa había
preparado la cena, Danielita estaba jugando y preguntándole sobre su abuela,
después de cenar, la recostó, le contó un cuento y le dio su beso de buenas
noches, sabía que ella también era parte de su familia ahora, era la promesa
que le hizo a su padre y él era hombre de palabra, adoraba a Danielita y ella a
él también, así estaría dispuesto a todo por sus hijos. Cansado con tanta información,
se acostó al costado de su esposa y la abrazo esperando que sea mañana un nuevo
día.
Al día siguiente, Gabriela se
levantó muy temprano, algo inquieta, su madre regresaba hoy después de ese
problema y quería recibirla de la mejor manera, para que Judith olvidara el mal
rato, fue a su encuentro y la abrazó al verla en el vestíbulo de la Embajada,
ambas llorando pero contentas se dirigieron a casa.
Mientras que José Antonio recibía
la llamada de su hija.
-Josefina mi amor que sorpresa.
-Papá, ¿como estas?
-Bien hija. Bien
-Papá tu voz está muy triste,
pasa algo??- Josefina sentía que había algo que a su padre le pesaba.
-No hija, tuve un día muy agitado
ayer. No es nada, me alegro que me llames.
-Quería comunicarte que ya en
unos días estaré por Miami. Tenemos un tema pendiente por aclarar.
-Si hija , lo sé- José Antonio,
ahora que sabía la gran verdad de toda esta tragedia, tragó saliva por el
nerviosismo, esperaba tener valor para contar todo lo que se había enterado.- Y
ya sabes que te quiero, y deseo de todo corazón que podamos arreglarnos.
-Yo también Papá, un favor ¿puedo
venir con mi hermana?
-Claro que sí las dos serán
bienvenidas. Espero verte pronto, y ya sabes si necesitas algo no dudes en
llamarme. Te quiero ? y colgó, ver a su hija de nuevo era una gran alegría,
pero esta vez, con todo lo que sabía de Walter, se sentía nervioso, esperando que
las cosas se aclaren.
Llegaron Gaby y Judith a casa, y
José Antonio las recibió con un fuerte abrazo, estaban desayunando tranquilos,
cuando el celular de José Antonio sonó, se levantó de la mesa con el permiso de
las damas y con su vaso de jugo en la mano.
-Bueno?
-El Señor José Antonio San Román?
-Si señor a sus ordenes.
-Soy el comandante Felix Valdez,
de la Policia, le llamo para comunicarle sobre la muerte de la Señorita Melisa
Marrero, ocurrida hace unos días en Miami.
El vaso de jugo hizo un ruido
fuerte al hacerse añicos con la caída. José Antonio estaba estupefacto y asustó
a su novia y a su suegra con su reacción. Otra muerta más eso era obra de Walter
sin duda?.