El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
CAPITULO #3
Resumen del capítulo anterior: Gabriela Ortiz conoce al inspector de la policía Walter Smith con quien comienza una relación pero toma un curso de defensa personal y manejo exitoso del pánico donde su instructor es nada menos que José Antonio San Román.
Se da entre ambos una atracción tal que terminan profesando su mutuo amor.
-Gabriela, donde andas son las 9:00 am y no has llegado recuerda la cita que tenemos hoy para ver las oficinas que recién compró la corporación.
Gabriela salto en la cama.
-Asdrúbal no me digas que esa es la hora, DIOS ya llego José, digo (Rectifico rápidamente) el Sr. José Antonio?
-Si llego muy temprano y pregunto por ti.
_Lo siento mucho Asdrúbal, nos encontramos directamente en las oficinas que vamos a inspeccionar, me arreglo y salgo para allá._ Gaby se queda pensando en José, lo que más deseaba en ese momento era encontrarse entre los fornidos brazos de él pero las obligaciones estaban primero y no quería que su jefe tuviera ninguna queja de su trabajo.
Una hora después Gabriela y Asdrúbal se encontraban frente a las nuevas oficinas, eran varias, por lo que les tomo la mañana entera.
Aun no habían terminado cuando Asdrúbal la invito a almorzar en un restaurant cercano y después del medio día continuaron por algunas horas más, ajustando los cambios de la ambientación.
Al llegar a la empresa Gabriela ansiaba poder encontrarse con José Antonio pero solo encontró una rosa blanca sobre su escritorio.
El era discreto y no había dejado ninguna nota para que los demás no supieran de su relación.
Preguntando por él como al descuido supo que había salido a una reunión pero regresaba a su oficina.
Gabriela esperó hasta las 4 pm que era su horario de salida y después de retocarse los labios, el cabello y perfumarse, salió.
Ya estaba fuera del edificio cuando ve al inspector Walter Smith frente a ella apoyado sobre su coche con un ramo de flores en las manos. Gabriela no podía rehuirlo puesto que ya la había divisado, así que se acercó a él y con mucha amabilidad lo saludo con un beso en la mejilla sin advertir que desde un sitio perpendicular a ellos su apuesto instructor de defensa personal y manejo exitoso del pánico, jefe máximo laboral y novio los observaba fijamente sin acercarse.
Ella un tanto nerviosa por la situación, se subió al coche de Walter y salieron raudamente del lugar.
José Antonio no supo ni que pensar, el fin de semana había sido tan intenso que no tuvieron tiempo para hablar de cosas del pasado pero él sabía que Gabriela no tenía compromiso con nadie.
Se había comportado tan interesado que no la dejó ni pensar. Bueno ya habría tiempo para aclaraciones, si eran necesarias.
Dejó unos documentos firmados, y se retiró a su casa.
Publicado por PAMELAARGENTINA
_Eloísa.
_Si, señor.
_Quiero que guarde en cajas las pertenencias personales de la señora Melanie, clasifique las prendas y cierre las cajas para donativos.
_Bien señor José Antonio.
Es hora de separarme de todo lo que es... lo que "era" de Melanie, ya se han cumplido dos años del accidente y no hago más que revivir su recuerdo. Solo me mortifico una y otra vez con la culpa y los remordimientos.
Nunca podré empezar a estar solo o con alguien sino saco a Melanie de mi cabeza, se ha transformado en una obsesión.
Más tarde...
_Señor, hice todo como me indicó, encontré un diario de la señora._ Ella le extiende la mano con un libro de tapas en cuero rojo y una inscripción en letras blancas sobre la cubierta.
El detiene la mirada un momento sobre el diario, ni siquiera sabía que Melanie escribiera un diario personal.
_¡Quémelo Eloísa!
Eloísa llevaba un buen rato con el brazo extendido, miró el diario con pena, bajó el brazo y dio media vuelta encaminándose hacia la cocina cuando José Antonio la llamó.
_Démelo, lo guardaré.
Melanie, mi amor eterno.
Y así quedó el diario íntimo de Melanie sobre la mesa de noche de José Antonio junto al portarretrato con la fotografía de ambos abrazados, besándose, en el día de su boda.
Todas las noches él besaba la foto de Melanie como en el momento que fue tomada para la inmortalidad.
También tomaba el diario entre sus manos, sentir algo tan íntimo de ella era como sentirla a ella.
No se atrevía a leerla. Allí estaban plasmados sus pensamientos, sus sentimientos expresados en palabras dulces y tiernas, tan tiernas como Melanie.
_Melanie.
Su recuerdo se había convertido en una tortura pero a la vez necesitaba tenerla cerca. El todavía la amaba y su esencia estaba en su diario.
Lo abrió y comenzó a leerlo en una hoja escogida azarosamente.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de José Antonio.
El cerró de golpe el diario, sintió palpitaciones ante la revelación, era mucho más de lo que deseaba saber, sintió un hondo dolor y estaba arrepentido de hurgar entre los pensamientos de Melanie.
No esperaba encontrar ilusiones de su amor tan ajenas a él.
"Rutina"
El no hubiera pensado que llevaban una vida rutinaria, en absoluto.
Estaba enamorado y solo quería encontrar tiempo libre para reunirse con ella, para compartir. De lo que estaba seguro, era de la pareja sólida que habían formado, tal vez ese fue el error.
Evidentemente a ella no le pasaba lo mismo. ¿Sabría Melanie que iban a tener un hijo? Eso hubiese cortado con la rutina. Una lástima que no lo supiera, ya nunca lo sabrá.
Unos días después el diario sigue sobre la mesa de noche, inmóvil, testigo cruel de lo que ya no es pero una curiosidad invadía interiormente a José Antonio sin atreverse a manifestar.
¿En qué habría terminado aquella ilusión de su esposa? Ni siquiera siente celos, la quiere y la quiso tanto que es como una travesura, un entusiasmo pasajero. Como cuando una mujer bonita se cruza en el camino de uno, y uno no puede más que verla, admirar su belleza.
?..............................
Llovizna.
José Antonio esta acostado, la congestión nasal no lo ha dejado tranquilo ni un momento, el catarro va cediendo pero muy lentamente, es reacio a tomar medicamentos. Hacía años que no se engripaba y era responsable de no haber querido dejar de trabajar, eso había alargado la curación.
Se levanta, se ducha y se viste.
La hija de Gabriela se había enfermado como él, de gripe y ella había ido a verla tomándose un par de días.
José Antonio le había pedido que no se apurara por el trabajo y se encargara de "trabajar" de mamá todo el tiempo que quisiera.
Gabriela era una mujer tan dulce y cariñosa, pero él no estaba preparado todavía para aferrarse a otra mujer que no fuera Melanie, más bien sentía miedo. Melanie había sido desde jóvenes el gran amor de su vida. Después del accidente de tránsito no podía concebir una vida sin ella.
Gabriela representaba un capullo en flor, la belleza, la ilusión de ser feliz, pero Melanie se interponía con sus recuerdos.
Solo en su habitación abre el diario, tenía la hoja marcada con una cinta roja en lo último leído: Aquél 28 de junio y la rutina del matrimonio. Sigue leyendo...
Pasa con rapidez las hojas leídas, José Antonio se siente nervioso y ya no puede detenerse, no sabe si lo que hace está bien. Quiere saber de ella, como vivía y sentía en aquellos días, sus más íntimos deseos, sus secretos recónditos.
Eloísa golpea la puerta...
_Señor lo llaman de su oficina.
_Señor lo llaman de su oficina.
_Ahora no Eloísa, no estoy para nadie.
_Señor, es importante.
_No la escucho Eloísa.
Eloísa con vehemencia repite todo varios tonos más altos.
_Eloísa le dije que no la escucho, no que hable más alto.
_Disculpe señor.
Sigue leyendo hasta que la realidad golpea con fuerza su mejilla.
¡MELANIE TUVO UN AMANTE!
Era duro leerlo en primera persona, deseos, fantasías, ilusiones, sueños, ¿amor?
Todo estaba allí escrito pero con otro hombre.
Decía que un tal Walter Smith la elevaba en un torbellino de pasión y ella era feliz. "Locamente feliz"
Había hojeado con tal apresuramiento el diario, que una hoja suelta cayó sobre la alfombra, al percatarse se agachó lentamente descubriendo con pavor que es la foto de un hombre.
Al verla le quema la mano, se le escurre entre los dedos y cae nuevamente. Duda en recogerla. Sin más la toma y la hace añicos.
Con ese hombre Melanie tenía una doble vida.
Varios encuentros amorosos y un tórrido romance con escapadas incluidas.
_¿Por qué no intuí nada?
El hombre quería irse a Europa.
Ella quería seguirlo.
Era capaz de abandonar todo por él!
José Antonio cerró el libro y lloró amargamente.
El dolor de la traición era insoportable.
_Melanie... ¿Por qué?... Dios mío... ¿Por qué?
Recuerda la última discusión, él llegaba a la casa, ella estaba molesta, alterada, quería irse y no entendía razones.
Publicado por PAMELAARGENTINA
El la retuvo con fuerza de un brazo para platicar. Ella se zafó, tomó su bolsa y salió apresurada de la casa, a él no le pareció tan grave como era... Fue la última vez que la vio con vida.
Nada más doloroso que la mentira y la traición.
José Antonio se recluye en su casa, la recuperación de su gripe lo justifica ante los compromisos laborales.
Casi no sale de su habitación durante varios días, días en que la tristeza y la depresión inundan su alma.
_¿Y el niño? ¿De quién era el niño?_ Tenía más intimidad con su amante que con él. Es más, casi podía asegurar que le rehuía sutilmente para serle fiel a ese amor.
Con valentía y adivinando la respuesta tomó el diario, buscó y encontró. Todo estaba expresado muy claramente. El diario no miente. Ella siempre supo que estaba embarazada.
Melanie en el momento más pleno de su vida declara que va a ser madre de un hijo fruto del amor, un hijo del hombre que ama, y lo nombra con todas sus letras.
_¡Aj!
José Antonio no puede más, va hasta la cocina e incinera el maldito diario. Ya no soporta verlo sobre la mesa de noche cual una reliquia de su esposa muerta.
El que se siente muerto en vida, es él.
Se culpa de su ceguera, y la culpa a ella por no haber tenido valor para sincerarse y dejar todo por escrito en ese libro, como si él nunca se fuera a enterar, como si esta vida fuera eterna.
¡Hipócrita!
Melanie lo ha destrozado. Siente una mezcla de dolor y rabia.
Con el paso de los días José Antonio logra calmar el enojo por el engaño, solo queda la pena de un "nosotros" que se le hace muy poquito, se da cuenta que el nosotros era solamente de parte de él. Ya no la juzga con dureza, ni siquiera quiere juzgarla.
_Mi amada Melanie, quien soy yo para reclamarte que te hayas enamorado de otro. No se que me duele más, si haberte perdido hace dos años o volverte a perder nuevamente por haber elegido amar a alguien que no era yo.
Mientras yo aquí, te sigo amando.
Fin del capítulo 3.
Y ahora le toca a........Carlita Laime.