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San Pedro Chanel, Presbítero, misionero en Oceanía y Mártir
Memoria: 28 de abril.
Ver también: Elogio de san Pedro Chanel en el Oficio Divino
Las islas Fiji son uno pequeños puntitos en el mapa, entre el ecuador y el trópico de Capricornio, en el inmenso océano Pacífico. Hoy día son posesión francesa y los habitantes, su mayoría católicos, viven en paz. Pero no siempre fue así. Ellos gozan del la herencia de San Pedro Chanel quien dió su vida allí por Cristo y su Iglesia.
Pierre-Louis-Marie Chanel nació en Cuet (Francia) el 12 de julio de 1803. Su familia era campesina y Pierre de niño fue pastorcito. Era muy buen estudiante y fue ordenado sacerdote a la edad de 24 años, en 1827. Lo asignaron a la parroquia de Crozet la cual estaba en decadencia y pronto comenzó a renovarse gracias a la devoción del joven sacerdote. Tenía don especial de servicio a los enfermos.
Ejerció durante algunos años el ministerio pastoral. Ingresó en la Compañía de María (padres Maristas) (1831). Enseñó en el seminario de Belley por cinco años. Fue con un compañero laico de 20 años de misionero y desembarcó en la isla Fortuna, Oceanía el 12 de noviembre de 1837. Encontró que el canibalismo solo recientemente se había prohibido pero la isla estaba dividida entre dos tribus que estaban continuamente en guerra.
En medio de dificultades de toda clase, consiguió convertir a algunos paganos. Aprendió el idioma nativo, cuidaba a los enfermos y enseñaba. Su ministerio le granjeó el odio Niuliki, jefe de la tribu musumusu, quien estaba celoso de la influencia del misionero que había convertido hasta algunos miembros de su familia. Mandó a unos sicarios que lo asesinaron a golpes en la isla Futuna el 28 de julio de 1841. Descuartizaron su cuerpo con hachas. Es el primer mártir de Oceanía.
Canonizado el 12 de junio de 1954 por el Papa Pío XII
Es patrón de Oceanía.
San Pedro Chanel, Presbítero, misionero en Oceanía y Mártir
Memoria: 28 de abril.Ver también: Elogio de san Pedro Chanel en el Oficio Divino
Las islas Fiji son uno pequeños puntitos en el mapa, entre el ecuador y el trópico de Capricornio, en el inmenso océano Pacífico. Hoy día son posesión francesa y los habitantes, su mayoría católicos, viven en paz. Pero no siempre fue así. Ellos gozan del la herencia de San Pedro Chanel quien dió su vida allí por Cristo y su Iglesia.
Pierre-Louis-Marie Chanel nació en Cuet (Francia) el 12 de julio de 1803. Su familia era campesina y Pierre de niño fue pastorcito. Era muy buen estudiante y fue ordenado sacerdote a la edad de 24 años, en 1827. Lo asignaron a la parroquia de Crozet la cual estaba en decadencia y pronto comenzó a renovarse gracias a la devoción del joven sacerdote. Tenía don especial de servicio a los enfermos.
Ejerció durante algunos años el ministerio pastoral. Ingresó en la Compañía de María (padres Maristas) (1831). Enseñó en el seminario de Belley por cinco años. Fue con un compañero laico de 20 años de misionero y desembarcó en la isla Fortuna, Oceanía el 12 de noviembre de 1837. Encontró que el canibalismo solo recientemente se había prohibido pero la isla estaba dividida entre dos tribus que estaban continuamente en guerra.
En medio de dificultades de toda clase, consiguió convertir a algunos paganos. Aprendió el idioma nativo, cuidaba a los enfermos y enseñaba. Su ministerio le granjeó el odio Niuliki, jefe de la tribu musumusu, quien estaba celoso de la influencia del misionero que había convertido hasta algunos miembros de su familia. Mandó a unos sicarios que lo asesinaron a golpes en la isla Futuna el 28 de julio de 1841. Descuartizaron su cuerpo con hachas. Es el primer mártir de Oceanía.
Canonizado el 12 de junio de 1954 por el Papa Pío XII
Es patrón de Oceanía.
San Prudencio | ||
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Venerado en | Iglesia católica | |
Patronazgo | Cuerpo Consular de Aragón | |
[editar datos en Wikidata] |
Prudencio (Armentia, Álava, ? - ? El Burgo de Osma, Soria, 28 de abril de ?), anacoreta y clérigo que llegó a ser obispo de Tarazona. Es santo patrón de Álava desde mediados del siglo XVII y su festividad es el 28 de abril.
La ermita de San Saturio fue construida en el lugar donde Prudencio fue discípulo de Saturio.Es patrón de Nájera y Álava.
Aunque existen menciones confusas en varios documentos refiriéndose a diferentes San Prudencios, se da por cierto lo que aparece en el breviario antiguo de Tarazona,[1] aun sin admitir todas sus partes, ya que en algún caso se le confunde con un Prudencio poeta, del que se tiene constancia que era otra persona distinta.[2] No se sabe a ciencia cierta en qué años vivió, puesto que se barajan varias fechas de entre finales del siglo IV a finales del siglo VI.[3] Si bien a Saturio, quien sería su maestro, se le supone nacido el año 493, con lo que de ser cierto Prudencio debería de haber nacido a mediados del siglo VI.[3]
Nació y vivió en Armentia, aldea alavesa hoy absorbida por el municipio de Vitoria, hasta que a sus 15 años se retiró como anacoreta en las cercanías de la actual ciudad de Soria, en la margen derecha del río Duero, teniendo como maestro a Saturio (actual patrón de dicha ciudad).[1] Allí permaneció durante siete años, tras los cuales se dirigió a Calahorra, sede de una gran diócesis y donde se dice que había muchos idólatras.[1] Allí estuvo durante un tiempo. Se afirma que evangelizó a muchas personas y realizó varias curaciones milagrosas, por lo que viendo el número de enfermos que a él acudían, huyó a Tarazona para alejarse de la fama.[1] Se cree que las conversiones y evangelizaciones podrían haberse realizado en la zona del los Cameros, dado que los idólatras eran expulsados de las ciudades, refugiándose en las aldeas.[4]
Tras un tiempo fue admitido como clérigo de la catedral de Tarazona, encargándose inicialmente del mantenimiento del templo, llegando a ser nombrado arcediano.[4] Tras el fallecimiento del obispo de la diócesis de Tarazona, Prudencio fue propuesto para sustituirle, consiguiendo el cargo.[4]
Al existir desavenencias entre el Obispado y el clero de Burgo de Osma, fue elegido como intermediario para dirimir la cuestión.[4] Tras llevarles a un entendimiento, le sobrevino una enfermedad mortal.[4]
Al haber fallecido en Burgo de Osma, fuera de su diócesis, y siendo ilustre por sus milagros, se originaron disputas entre el clero sobre el lugar donde debería ser enterrado. La leyenda dice que la cuestión se resolvió poniendo el cadáver sobre la cabalgadura que usaba en vida, dejándola marchar libremente. Esta se detuvo a seis leguas de Logroño y allí se le dio sepultura.[5] Este lugar sería una cueva en las faldas de monte Laturce, en el actual municipio de Clavijo (La Rioja).
En ese lugar se edificó una iglesia dedicada a San Vicente Mártir. Según fray Gaspar Coronel, pasó a denominarse monasterio de San Prudencio de Monte Laturce a partir de 1025, como se desprende de un privilegio de Sancho III el Mayor.[6] Aunque Francisco Javier García Turza localiza la primera mención al monasterio entre 1011-1021, en una interpolación de un documento del año 880.[7]
Desde el siglo XII surgieron disputas entre los monjes de Monte Laturce y Nájera por la ubicación de las reliquias del Santo. Aunque existe confusión debido a la existencia de muchos documentos falsos, lo más probable es que García Sánchez III, al crear el monasterio de Santa María la Real de Nájera, decidiese trasladar hacia 1040 las reliquias de San Prudencio desde Monte Laturce al nuevo monasterio, para honrar su fundación, dejando en Monte Laturce la cabeza y algún hueso menor.[8] [9]
También se baraja que pudiera trasladarlas García Sánchez I en el año 954.[9] Aunque algunos han insistido en demostrar que las reliquias no salieron de Monte Laturce, parece que el monasterio a finales del siglo X quedaba en situación de cierto abandono, ya que según cuenta Yepes, en el año 950 el número de monjes de Monte Laturce era tan escaso, que el abad Adica y otros seis monjes se sometieron al abad Dulquito del monasterio de Albelda, ofreciéndole su monasterio, personas y bienes.[10] Por esto se considera muy razonable que, para que no quedasen las reliquias abandonadas, se trasladasen a otro lugar.
A mediados del siglo VIII ya se le consideraba santo, apareciendo documentado por primera vez de esta manera en un cartulario del monasterio de San Millán de la Cogolla, fechado el 24 de abril de 759.
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