El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
BENDECIDO Y FELIZ DOMINGO EN EL SEÑOR
HOY QUIERO COMPARTIR CON USTEDES LA SAGRADA ESCRITURA.
DIOS, NUESTRO PADRE LLEGA A CADA LUGAR CADA DIA DE LA MANERA MAS INSOSPECHADA, NO LO RECHACEN.
c<<ABBA PADRE>>, JESUS SE DIRIGIA ASI A SU PADRE, QUE DEL ARAMEO, SU IDIOMA MATERNO SIGNIFICA <<PAPITO QUERIDO>>, USTEDES SE IMAGINAN SALUDO MAS CARIÑOSO HACIA EL PADRE.
HOY TE PIDO YO, PAPITO QUERIDO QUE EL ESPIRITU SANTO ABRA LOS OJOS DEL CORAZON QUE LEA TU PALABRA Y SE LLENE DE TU AMOR.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 20,19-31.
19.Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
20.Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.
21.Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.»
22.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: 23.a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»
24.Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
25.Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.»
26.Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.»
27.Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.»
28.Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.»
29.Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!»
30.Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.
31.Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre."
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA
DE LA INCREDULIDAD A LA ADORACION
Después de la condena a Jesús, los discípulos escapan y hasta niegan conocerlo. Los más valientes lo siguen de lejos y los demás esperan noticias. El miedo los ha paralizado. Luego de la crucifixión se encierran en una casa. Entran en una parálisis contagiosa. Solo unas mujeres tienen el valor de ir al sepulcro y traen noticias contradictorias...
¿Robaron el cuerpo? ¿Sucedió algo extraño, increíble?
No hay ningún grupo menos confiables que estos hombres miedosos y escondidos. Pero Jesús se aparece ante ellos. Es él quien toma la iniciativa. De parte de ellos no hay ningún mérito, ni siquiera la esperanza. Jesús se pone en medio como tomando parte del grupo y no por encima.
No recrimina, no acusa, trae la paz, es decir todo lo contrario a la culpa, y les confía una misión grande como si fueran las personas más meritorias del mundo.
Les regala el Espíritu Santo y les concede la potestad de perdonar los pecados y dar la paz a todos los hombres, como él acaba de dársela a ellos. Jesús quiere que cada discípulo sea otro Cristo redentor.
Falta solo Tomás, que al volver no les cree a sus compañeros.
Es demasiado grande lo que escucha como para que sea verdad. Piensa que están alucinados y confundidos por el miedo.
Ocho días después, Jesús vuelve y les demuestra que la resurrección no ha borrado la cruz. Invita a Tomás a poner sus dedos en las heridas de sus clavos y su mano en el costado abierto por el lanzazo. Tomás pasa de la incredulidad a la adoración. "SEÑOR MIO Y DIOS MIO"
El maestro vuelve a enseñar con su método infalible a superar la imperfección, a no distanciarse de quien ha errado o traicionado, ha no hacer procesos, ha comunicar paz a aquel que está en la tormenta de los remordimientos y entregar el Espíritu Santo para renovar los corazones.
Que Dios nos bendiga.