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El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.

@---CUENTAME #14--CUANDO EL AMOR SE REBELA--1°PARTE--MARSOFISAN




En un antiguo pueblo, como una estampa detenida en el tiempo, con calles angostas de piedra, casas de típico estilo colonial, comienza nuestra historia.

Allí vive Sofía Robles es una joven artista, sonadora y romántica. Que pasó su infancia entre crayones, hojas y pinturas. Con padres amorosos que cultivaban su interés por el arte llevándola desde temprana edad a recorrer museos y exposiciones de arte que podían costear.

Su habitación es un revuelo de  pinceles, espátulas, oleos  y paletas de colores. Sus lienzos son la expresión de la calidez entre paisajes soñados. Su pintura favorita la inspiró un sueño. Casas de techos bajos una calle empedrada que se dirige hacia algún lugar que no conoce pero desde hace unos años ha buscado esa imagen y no la encontró. ¿De dónde será? se pregunta. Se dio por vencida. No la busca más. Hace tiempo que no pinta, no tiene tiempo.

Vive con su hermana de 17 años  milagros. Ella participó en campeonatos de natación clasificando en los mejores puestos. Hasta que una noche de tormenta, de regreso a casa, una rueda pinchó y  su padre perdieron el control del auto. Desde entonces Sofía se hace cargo de sus tutores y cuidados médicos. La niña fue la única sobreviviente del accidente automovilístico donde sus padres perdieron la vida.  Se encuentra en silla de ruedas y su condición puede cambiar con una nueva intervención quirúrgica. Pero es muy costosa.

Algunas noches milagros revive una pesadilla de angustia y dolor, se despierta gritando sudorosa. La consuela hasta que al fin logra conciliar el sueño. Luego Sofía se encierra en el baño y se tapa el rostro con una toalla mientras llora y grita.

-      ¡Mamá, papá! Por favor, por favor, denme fuerzas. No puedo verla así. Tengo que poder. Tengo que encontrar la manera de hacerla feliz de nuevo.

-      Vamos mi amor, levántate. Ven mi niña vamos a la cama, es tarde.

Siempre pendiente de las hermanas tía Benita entró y la llevó a su cama. Al lado de su hermana. La arropó, le dio un beso y espero que se durmiera.

Tía Benita,  es la hermana mayor de su padre. Vive con ellas desde que eran niñas. Un día llegó con una gran sonrisa y dos valijas. Se hace cargo del cuidado de la casa y de milagros.

Un ritual de las hermanas sucede cada tarde, cuando Sofía regresa  del trabajo. Milagros la espera para leer juntas otro capítulo de su libro favorito, una novela que mamá también leía. Es una forma de sentirla con ellas. Su madre tenía una colección de novelas románticas y libros de historia distribuidos en los estantes de los muebles de la biblioteca familiar.

Cada día Sofía va hacia su trabajo en el museo cruzando la plaza del pueblo para tomar el chárter que la lleva a la capital.

Allí en el centro de la plaza, rodeado de rosas y jazmines, hay una estatua que parece seguirla con la mirada. Sofía no se resiste y la saluda  con una sonrisa pícara, como todos los días y sigue camino.

Ese día había comenzado como tantos otros, sin embargo cuando  llega a su trabajo en el  Museo de Arte Colonial se encuentra con sus compañeros en medio de una reunión improvisada hablando todos juntos a la vez.

-     ¡Buen día! ? se mete entre ellos- permiso ¿qué pasa?

Una Fundación FG, dedicada a la restauración y conservación de obras de arte, junto con el alcalde del pueblo invitan a participar de un concurso para desentrañar el misterio de la estatua en la plaza. Los patrocinadores son una familia adinerada. Dan a conocer el premio: una beca para artistas en el Museo del Louvre, en Francia y una fuerte suma de dinero.

Se apodera del folleto y camina hacia su escritorio mientras lee. Se detiene en la imagen de la estatua y vuelve a decir:

-     Mira donde te vengo a encontrar. Tú, tan bello- deja la hoja en la cartelera y comienza a preparar sus herramientas de trabajo.

Con campera de cuero y chaleco de motociclista se acerca sonriente Martín Santamaría y le da un beso en la mejilla:

-      Hola Sofía ¿ya te enteraste? ¿qué opinas? ¿vas a participar?

-      Mmm, no sé Martín, me encantaría especializarme en lo que me gusta, pintar ¡y en Francia! pero vos sabes mi situación, es imposible no tengo tiempo y necesito otro trabajo, ganar dinero para operar a milagros.

-      Vamos Sofía ¿no leíste le premio? ¡no hay imposibles!-  la abraza- ¿qué te parece si participamos? ¿sí?

-      Sí, es tentador, lo admito. Podría operar a Mili.

-      Yo te ayudo, vamos, dime que sí- le hace cosquillas.

-      Hay Martín, bueno a ver,  lo voy a pensar y te digo- vamos a trabajar

Martín es carismático, hace unas miraditas que siempre la convencen. Es su compañero de trabajo, estuvo junto a ella en el peor momento de su vida. La vio llorar y deprimirse. Sus palabras de amigo la ayudaron a salir adelante.  Con su simpatía se fue ganando el corazón de las hermanas Robles y de tía Benita. Lo ven como un amigo incondicional y siempre presente. 

Sin embargo, Martín desde que la conoció se fue acercando  a Sofía. Reconoce que  siente algo más que una amistad,  la mira con otros ojos, con amor, ilusión. Alguna vez pensó en confesarle sus sentimientos pero el miedo a perderla lo paralizó y por ahora no hará nada. Aunque no pierde las esperanzas.

Juntos restauran una pintura de la época colonial para el museo capitalino.

De regreso a casa pasa por la plaza y se detiene frente a la estatua. Camina alrededor de ella. Mira a un lado y al otro para ver si no la están mirando, se acerca y trata de leer el cartel conmemorativo. Descubre que sólo se puede leer ?c?.

Frunce el ceño:

-      Solo ?c? y nada más- se aleja para ver el rostro de la estatua- ¿cuál es tu secreto? ? se queda pensando unos minutos. Suena el celular, contesta:

-      Hola Martín, todavía lo estoy pensando

-      ¿Cómo sabes que te llamaba para eso?

-      Te conozco amigo

-      Entonces sabes que espero un si por respuesta ¡vamos Sofía!  Es una oportunidad para ganar el dinero que necesitas? y un pretexto para estar cerca de ella pensó.

-      ¡Está bien! El premio es tentador aunque  no creo que ganemos.

-      ¡Ahora mismo nos anotamos!

-      Bueno, mañana hablamos. Estoy llegando a casa, beso.

Atraviesa la puerta un regio aroma que viene de la cocina.

-      Hola, ya llegué, mmm tía ¡cómo me consientes!

-      En una hora cenamos tu hermana está en su habitación

-      Milagros ¿qué tal tu día?- una miradita tierna le da la bienvenida.

Encuentra a milagros entre cajas  abiertas y desparramadas por el suelo, acomoda cada una de las fotos que ha sacado sobre la cama como haciendo un mural.

Sofía se arrodilla a su lado, mira cada una de las imágenes y dirige su mirada a su hermana que está concentrada  en su tarea.

-      ¡Qué hermosos recuerdos hermana! Con mamá y papá, siempre los cuatro. En cada uno de nuestros paseos de fin de semana: el viaje a la capital, el museo, la iglesia de la santa patrona, la casa de los tíos en el sur.

-      Mira, estas son de la plaza del pueblo- milagros le acercó varias fotos - acá esta tú estatua.

-      ¿Cómo te enteraste? Llamó Martín ¿No?

-      Si jajaja antes que llegaras. Me contó todo y lo del premio. ¡Quiero ayudarlos!

-      Hermana por favor,  no te ilusiones, tú sabes que haré todo lo posible.

En la capital Martín trata de encontrar algo decente que cenar, busca en la heladera cuando sueña el celular. Atiende

-      Hola

-      Hola Martin, si no vienes lo mato.

Su cara se transforma, busca rápido las llaves, la campera, el casco y sale en su moto a toda velocidad.

CONTINUARÁ

Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:09 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950


Al día siguiente:

-      ¿A qué hora viene a buscarnos Martín?

-      Dijo que tenía que hacer algo, pero no dijo qué. Tranquila milagros ya viene.

-      Está sonando tú celular, seguro que es él.

-      Hola Martín ¿ya vienes?

 

Junto a Martín van a la casa de la historiadora del pueblo, y quien se encarga también, una vez por semana, de publicar en el diario local ?La Crónica? sobre los acontecimientos y novedades del lugar.

Los recibe con una hermosa sonrisa:

-      Hola, soy Carla, pasen y pónganse cómodos - refiriéndose a Martin- tú hablaste conmigo por teléfono. Acá encontré algunos periódicos viejos. Mi papá es el primer periodista local y ha guardado cada uno de los diarios que se han publicado.

-      Parece que la estatua llegó a nuestro pueblo en una carreta tirada por mulas en el 1800- lee Sofía.

-      El párroco la llevo a la iglesia  y la guardó en la sacristía- sigue Milagros.

-      Pasaron los años-  continúa leyendo Martín- y el gobierno de turno decide sacarla y ponerla en el centro de la nueva plaza.

-      Si, antes se leía lo que estaba escrito en la placa ¿ves? Nadie se encargó de cuidarla.

-      Miren, hay dibujos de la celebración de ese día- Carla les muestra unos grabados- me los presto Pamela, es la encargada de la parroquia y del mantenimiento de la plaza.

-      ¿podemos sacarles unas fotos?- dijo Martín con su celular en mano.

-      Si, por supuesto.

-      No entiendo porque la guardaron tantos años. Y luego deciden de un dio para otro exhibirla en la plaza.

-      Eso es lo que deberás descubrir Sofía. Los vecinos te deseamos mucha suerte. Conocíamos a tus padres, gente muy buena y trabajadora. Eres la única que nos representará así que cuentas con nuestro apoyo.

-      Muchas gracias haré lo mejor que pueda.

La saludan y se despiden.

-      Hay Martín en lo que nos metimos ahora siento la presión de todos sobre mi espalda.

-      No te preocupes, te presto la mía, jaja esta es una espalda fuerte - le regala una enorme sonrisa y sus ojazos picarones.

Milagros observa como Martín juguetea y mira a su hermana.

Un par de horas después Pamela pasa por la casa de Carla a buscar sus grabados. Se dispone a tocar timbre cuando descubre que la puerta estaba entreabierta y el recibidor a oscuras. Cautelosa pasa lentamente llamando a Carla:

-      ¡Hola, Carla!, ¿Soy Pamela, estas ahí?- sigue entrando lentamente y observa el  desorden en el escritorio de la periodista- ¡Dios mío! Carlaaaa

-      ¡Silencio!- una silueta femenina surge entre la oscuridad de la noche y con voz firme le dice?- ¡Quieta ahí!

Pamela queda inmóvil, con el corazón en la boca del susto.

-      Sólo vine a buscar mis grabados, no me haga daño.

-      ¿Eran tuyos? Ahora son míos. Lo siento.

-      ¿Qué? ¡Maldita ladrona! ¿Dónde estás?- pamela camina determinada hacia donde escuchó la voz y tratando de ver a la mujer, entonces escucha el sonido de los pasos hacia la puerta trasera.

Luego, afuera, un auto acelera y se aleja a toda velocidad.

-     Maldita. Malditaaaa- continúa gritando- ¡Son míos!

De pronto se enciende la luz. Pamela da un saltó del susto.

-      Pamela ¿Qué haces aquí? ¿Porque estás gritando? ¿Qué pasa?

-      ¡Dios! Carlita, una loca me robó los grabados, ¡Mira, mira el lío que hizo la sinvergüenza!

-      ¡Hay sí!  Dejó todo revuelto- se puso a juntar sus papeles-  por suerte no te pasó nada amiga.

-      ¿Y vos? ¿Dónde estabas?- le pregunto pamela.

-      Con Eladio, me llevó a cenar. Hay amiga ? la abraza- ¡Estoy tan enamorada!

-      Bueno, bueno Carlita tranquila, mejor ordenemos todo este lío. ¿Ya terminaste la crónica? Mira que nuestras lectoras están a la expectativa, es un éxito.

 

Martín se despide en la puerta de la casa de las hermanas.

-      ¿Te pasa algo?, hoy estuviste un poco pensativo y distante. Mirabas el celular  cada rato.

-      No, sólo estoy un poco cansado, dormí poco anoche- tiene ganas de contarle la verdad pero no está seguro de su reacción ¿y si se aparta de él para siempre? No mejor no, suspira. Se prepara para partir en su moto cuando Sofía le dice:

-      Es muy tarde Martín ¿Por qué no te quedas esta noche?

-      Sí, es tarde. No te reocupes estoy acostumbrado a viajar de noche.

-      ¡No Martín! Quédate a dormir en casa- le pide Milagros- y mañana se van juntos a la presentación del concurso.

-      Imposible decirles que no, me convencieron, me quedo- entra como Pedro por su casa con moto y todo-  ¿Qué hay de cenar tía Benita? Tengo mucha hambre.

-      ¡Tía Benita! Pone otro plato en la mesa. Martín se queda.

-      ¡Hay no! ¿Se va a quedar a comer, otra vez? Este muchacho come como lima nueva.

-      No seas malita, sabes que no tiene familia y está solo- la reta Milagros.

Más tarde, le alcanza algunas frazadas y una almohada para dormir en el sillón. Y se despide con un beso de buenas noches a los dos.

Sofía y Martín quedan en el living, los dos tomando una taza de jugo. Sofía está sentada con los brazos cruzados y la cara seria. A Martín le causa gracia porque parece una nenita caprichosa.

-      ¿Estás contenta? Por lo menos ya sabemos cómo llegó la estatua al pueblo.

-      Pero es poca información la que tenemos. ¿quién la encargo? ¿porque apareció así como así en el pueblo?

-      Seguramente asaltaron la carreta, en esa época esas cosas pasaban.

-      Supongamos, pero la guardaron muchos años ¿Por qué? No estamos hablando de una obra pequeña, es bastante grande. No sé, parece que la escondían ¿De quién? Bueno, es tarde y cada vez que pienso me salen nuevas preguntas.

-      Las resolveremos, ten confianza ¿viste que feliz estaba milagros? Le hace bien salir de la casa.

-      Si, esto es como una aventura para ella? la pone triste la suerte de su hermana, no quiere pensar más- Martín me voy a descansar. Estás en tu casa.

Sofía se levanta y Martin le agarra el brazo, la hace darse vuelta lentamente y la despide con un tierno y largo beso en la frente intentando guardar en su mente el recuerdo de su aroma. Le acomodó el cabello y quedó mirándola.

Por un instante ella se sintió incómoda y sus mejillas se sonrojaron. Se apartó con una sonrisa de cortesía y se fue a su cuarto. Allí, mientras se tendía en su cama pensaba porque Martín la beso así. Nunca lo había hecho antes.

-      ¡Qué raro!

-      ¿Qué es raro?- somnolienta Milagros  le preguntó.

-      No, nada- y con sus propios brazos se abrazó a las sábanas.

-      ¡Hermana como te miraba Martín! Cuando salimos de la casa de la periodista- bostezó- Me parece que está enamorado de vos.

-      No digas tonterías. Es tarde, ¡a dormir!

Su hermana no le respondió. Se había dormido. Ella se volvió a acomodar en la cama y cerró los ojos.

Martin, como tantas otras noches, se acomodó en el sillón. Se siente en su casa. Apoyó la cabeza en la almohada y recordó los acontecimientos del día. En especial el rostro de Sofía.

 

Lejos de allí, un convertible negro entra a toda velocidad en una hacienda lujosa, en el portón de hierro se leen dos letras FG.

Una mujer madura, esbelta, alta vestida de negro sale del vehículo, deja la puerta abierta, un hombre musculoso la saluda con respeto. Ella lo ignora y sigue su camino.

En la habitación  abre los grabados sobre una mesa y saca del cajón una lupa y un cuaderno de notas. Golpean la puerta.

-      Señora ¿necesita algo?

-      Sí ¡No me molesten!- estudió cada detalle.

Al rato se acercó a la ventana, miró al jardín, fijo su mirada en una imagen, alzó la copa en su mano.

-     Brindo por ti. Muy pronto estarán de nuevo juntos, todos estos años separados terminaron- suspiró.

Allí estaba su escultura favorita ?La Madre con i suoi figli? (la madre con sus hijos).


CONTINUARÁ 




Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:11 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950


En un lujoso hotel de la capital la rueda de prensa espera la presentación del concurso. Personalidades del arte y de la alta sociedad pasan por la alfombra roja. Carla esta lista para cubrir el evento para el periódico del pueblo junto con otros periodistas en el sector de Prensa. Para ella esta nota significaba la posibilidad de presentarse ante los medios de la capital como periodista

Por otra puerta Sofía y Martín acreditan su nombre en la entrada, entran al salón y toman asiento. Reconocen algunas compañeras de la escuela de arte.

Los flashes anuncian  a la Sra. Lorena Peñalver y Beristaín. Ella sube al escenario y comienza a hablar al auditorio. Es una mujer alta, elegante de cabellos rojizos.

-     Bienvenidos queridos artistas. Tengo la inmensa alegría de presentar ante ustedes este concurso que ha sido bien recibido por la comunidad. Nuestra Fundación FG desde hace casi medio siglo se ha dedicado a recuperar aquellas obras representativas de nuestro arte colonial.  Hoy nos convoca desentrañar el misterio de una hermosa estatua en la plaza de un pequeño pueblo. Es muy poco lo que sabemos. Sospechamos que esta escultura es parte de otra obra de arte. Queda en ustedes confirmar nuestras sospechas. ¡Manos a la obra!

Continúa informando las bases y condiciones del concurso y finaliza el acto con un cálido aplauso de gran cantidad de artistas y asistentes.

Luego en el coctel  Lorena circula de charla en charla intentando averiguar que han descubierto los participantes hasta el momento. Llama su atención Sofía que intenta conversar con alguien desde el celular.

-      ¿En serio Mili? ¿Dónde estaba?- pregunta Sofía

-      Entre los libros de mamá en la biblioteca, es un libro viejo. Las páginas están amarillas.

-      ¿Por qué dices que nos puede servir? ¿Qué tiene de especial?

-      ¿Interrumpo? Hola, soy Lorena Peñalver y Beristaín. Tengo entendido que vienes del pueblo en donde está la estatua- estrecha su mano.

-      Hola, me llamo Sofía Robles, encantada. Sí, yo vivo allí.

-      ¿Has averiguado algo?

-      Se lo mismo que todos. Pero continúo averiguando. Estoy muy interesada en el concurso.

-      Espero que sí, te deseo toda la suerte.

En ese momento Martín llega con dos copas.

-     Disculpen voy por otra copa.

Lorena no se había percatado de él, giro para responderle y quedó mirándolo. Sólo pudo atinar a decir

-      No se preocupe, yo no bebo- no podía dejar de mirarlo, el corazón le saltaba en el pecho.

-      Señora, el auto la espera en la entrada- le dice un guardaespaldas musculoso.

Lorena se va con él, antes de salir del salón se da vueltas para volver a ver a Martín.

Entra al auto. Una lágrima recorre su mejilla, la angustia la invade.

-      ¿Qué paso con milagros?- pregunta Martín.

-      Seguramente encontró otro libro que quiere que leamos. ¿Qué extraña esa señora verdad? ¡Cómo te miró!

-      Jajaja, sí es que soy un galán.

-      Basta Martín, en serio es raro el comportamiento de esa señora.

-      Puede ser ¿Qué te parece si aprovechamos que estás tan linda y vamos a tomar algo? Hay un lugar de moda muy cerca de aquí y me gustaría que lo conocieras.

-      Gracias por el cumplido, bueno ¿un ratito si? No quiero llegar tarde a casa.

Llegaron a un bar con música electrónica. Pidieron algo para tomar.

Pasaron un par de horas y Sofía estaba de lo más alegre.

-      Me parece que el trago que tomé me hizo mal.

-      Si me doy cuenta. Mejor te llevo a tu casa.

-      No- se le tiró encima y lo abrazo- me encanta esta música, vamos a bailar ¡vamos!

Tiempo después.

-     Sofía es tarde, ven- trata de sacarla de allí.

Sofía no lo suelta, y lo vuelve a abrazar. Martín ya no la puede controlar y tampoco puede contenerse. También la abraza. Es la primera vez que la siente tan cerca, desinhibida, feliz.

Está nervioso, tiene la boca seca, siente calor en el pecho y la quiere besar. Se consume por dentro. Se muere por besarla como imaginó tantas veces, apasionadamente. Y ella correspondería a todas sus caricias. Pero se despabila, aparta su cuerpo, no es momento ni el lugar.

Salen y descubren que perdieron el chárter

-      Hay no ¿Ahora qué hacemos? No tenemos forma de regresar.

-      Te llevo en la moto, tranquila.

-      No, ni loca me subo en la moto de noche, no. Además bebimos mucho.

-      Tu bebiste, yo no.

-      Bueno si, bebí un poquito más- la noche comienza a refrescar, Martín la cubre con su abrigo.

-      Está bien, Llama a tu hermana, te quedas aquí. En mi departamento. Y no te preocupes soy un  caballero. Además tía Benita está con ella.

Sofía está un poco molesta, enojada con ella misma. Ahora se tiene que quedar. No es que dude de la caballerosidad de Martín, pero ella hoy está un poco borracha, alegre y tiene miedo de ceder. Él es muy codiciado entre las compañeras de trabajo, es el candidato ideal para casarse. Trabaja, tiene casa propia. Ella siempre mantuvo distancia, prefiere tratarlo como un amigo, aunque a veces le ha costado mantener su postura porque Martín tiene una personalidad encantadora.

Toman un taxi y llegan a un edificio de departamentos Martín abre la puerta y la invita a entrar, enciende la luz.

-      Bienvenida a mi humilde casa. Ya te traigo las frazadas y el almohadón. Te quedas en el sillón.

-      ¿Cómo? ¿Voy  dormir aquí? Pensé que me darías una cama donde dormir.

-      No se queje señorita, yo en su casa también duermo en el sillón.

Martín le ofrece un brevísimo recorrido por el pequeño departamento. Le da una remera de él para que pueda cambiarse.

-      Buenas noches Sofi ¿estás bien?

-      Si, buenas noches.

Sofía está inquieta, no puede dormir. Nunca había estado en la casa de un hombre. Mira en la penumbra la habitación. Las luminarias de la calle la hace darse cuenta que no hay fotos familiares y siente curiosidad.

Del otro lado de la habitación Martín tampoco puede dormir, prende la luz, mira a hora, apaga la luz, acomoda la almohada. Se queda mirando la pared, del otro lado está Sofía. Muchas veces se imaginó invitarla a su casa. Y ahora la tiene a unos metros de él.

Luego de un rato. Descalza tratando de no hacer ruido caminó hacia el dormitorio. Se quedó parada apoyando su cuerpo contra el marco de la puerta de la habitación de él.

-     Martín- susurró- no puedo dormir.

Él encendió la luz y se sentó rápido en la cama, allí estaba Sofía descalza y con su remera de la universidad, le quedaba enorme, podía ver sus piernas delgadas, su cabello largo y rubio.

-      Yo tampoco, me desvelé ¿Te sientes bien? Te traigo un té, un café.

-      No, gracias. Estoy bien.

-      Ven aquí, siéntate a mi lado, conversemos.

-      Martín me he dado cuenta que no sé nada de ti ¿Quiénes son tus padres?

-      No tengo padres, me crie en el orfanato.  

-      ¿Y no quieres saber? ¿Alguna vez preguntaste?

-      Si pregunté, muchas veces y sólo me contaron que una noche me dejaron en una canasta en la puerta. Mira, sólo tengo esto de mi madre- le muestra la medalla que lleva siempre colgada al cuello con la imagen de la Virgen de Guadalupe.

-      ¿Te gustaría conocerlos?

-      Por supuesto, durante años los esperé mirando hacia la puerta de entrada. Y después de un tiempo me di cuenta que no vendrían.

-      Tu apellido es Santamaría ¿No es el apellido de tus padres?

-      No, es apellido de Franco Santamaría mi padrino, él colabora económicamente con el orfanato. Tiene mucho dinero, es un hombre muy bueno pero triste y solitario. Me ha educado a mí y a otros compañeros que nadie quería adoptar, todos estudiamos una carrera universitaria y estamos trabajando, algunos ya se han casado y tienen hijos. Siempre dice que somos su familia.

Le siguió contando su vida y anécdotas de su pasado.

Sofía escuchaba con atención, se había recostado a su lado. Ambos tenían la cabeza en la almohada, mirándose de frente y tomados de la mano. El sueño los venció. Se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente un rayo de luz entró por la ventana. Sofí abrió los ojos y se quedó mirándolo, grabando cada detalle de su rostro en su memoria.

Entonces Martín se movió, Sofía cerró los ojos haciéndose la dormida. Martín abrió los ojos, se vio sosteniendo la mano de ella y no lo pudo evitar se acercó para darle un beso pero en ese momento Sofía sintió su respiración agitada muy cerca, se levantó de un salto. Casi se cae, se enredó el pie en la sábana.

-     ¡Buen día!- dijo tratando de disimular.

Martín la miró, se dio cuenta que estaba despierta, sonrió.

-     Buen día ¿desayuno?

Comienzan a vestirse cuando suena el timbre de la puerta. Martín va a abrir, entra un hombre maduro, como de unos 50 años, saluda muy cordialmente. Es Franco Santamaría. Se lo ve preocupado, nervioso. Camina de un lado para el otro de la habitación.

-     Disculpa hijo, pensé que estarías solo. Tenemos que hablar. Ella está fuera de control.


CONTINUARÁ



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Publicado el 13/11/2016 19:12 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950


Sofía se da cuenta de la gravedad de la charla e intenta salir pero Martín le hace un gesto para que se quede

-      Tienes que internarla. Y debes sacarle al niño. Ella llama a cualquier hora y amenaza. Las drogas la han enloquecido.

-      No, eso sería cruel padrino.  Es la madre de mi hijo. Cuando ella me ve se calma, está tranquila. No le va a hacer daño, ama a nuestro hijo. No te preocupes. Si le saco al niño la destruiría.

-      ¿Y vas a pasar tu vida corriendo  cada vez que llame amenazando con matar al niño?  Vive con un hombre peligroso. Te arriesgas a que te descubra y te pegue un tiro. ¡Hijo por dios! ¿Y el niño? ¿no piensas en él? ¿Te parece que vive una vida sana en ese ambiente? Aún es pequeño pero no creas que esto no lo afecta.

-      Si, lo sé. Y no creas que no he hecho nada. He consultado con los abogados. Pero no tengo como cuidarlo.

-      Yo te ayudaré, lo sabes. Pero tienes que hacerlo ya, antes de que  seguridad social te lo quite, lo perderás. Mañana paso por ti, todo saldrá bien hijo- lo abraza y se despiden.

Sentada en un rincón, Sofía escucho todo, ha quedado pensativa. Martín se acerca a ella

-      Sofía, yo sé que no es la mejor manera para enterarte de mí pasado pero es mejor que lo sepas de una vez. Por favor no me juzgues mal.

-      No por supuesto que no. Yo no tenía idea. No sé qué decirte. Y tú siempre tan bueno conmigo y con mi hermana- las palabras no le salen, no sabe que decirle, pero el gesto vale más. Sólo lo abrazó muy fuerte. Cuando lo soltó se dio cuenta que estaba emocionado.

-      Gracias Sofia, no tienes idea de lo que tú significas para mí.

-      ¿Quién es esa mujer de la que habló tu padrino? ¿Tú esposa?

-      Si, Camila, así se llama, fue mi mujer-se arrodillo delante de ella-  Éramos muy jóvenes, nos enamoramos, tuvimos un hijo y después ella cambió. Comenzaron las discusiones y las peleas. Ella me pedía dinero y yo comenzaba a trabajar, no ganaba mucho. No supe hacerla feliz. Hasta que un día se fue de la casa con el niño. Mi padrino tiene razón, tengo que proteger a mi hijo. Hacerme cargo de él, darle un hogar.

-      ¿Tú aún la amas?

-      No y es definitivo, la considero sólo porque es la madre de mi hijo.

-      ¿Cómo se llama tu hijo?

-      Santiago, es un niño muy dulce y bueno, lo extraño.

Sofía asintió con la cabeza. Estaba triste, pero lo disimulaba lo más que podía. Enterarse de esto fue toda una revelación. Martín no le sacaba los ojos de encima, estudiando cada reacción,  preocupado de lo que estaría pensando de él.

-     Te llevo a tu casa.

Llegaron a la hora del almuerzo.

-     Parece que la única que va a ganar este concurso voy a ser yo. Ustedes de fiesta y yo aquí investigando. No van a creer lo que descubrí.

Milagros les muestra un libro viejo con páginas amarillas.

-      ¿Dónde lo encontraste? Historia Romántica del Arte Colonial

-      En una caja entre los libros de mamá. ¡Miren quien está en la tapa! También encontré un cuaderno escrito por ella. Y algunas fotos.

-      Increíble ¿Quieres decir que mamá también investigo el origen de la estatua?

-      Si, hay datos muy interesantes. Nombres de familias muy importantes.

-      Es como si tu madre estuviera ayudándolas desde el cielo- dijo tía Benita- voy a preparar el té, ven Martín, ayúdame. No comiencen a leer. Espérenme quiero escuchar todo lo que su madre ha escrito.

Pasaron toda la tarde leyendo el libro y el cuaderno.

-      Muchachos que les parece si vamos a la plaza. Necesito verlo de nuevo. Aunque ahora con otros ojos- tía Benita salió del brazo de Martín. Se sentaron frente a la estatua. Milagros y tía Benita comentaban lo que habían descubierto.

-      Ven Sofía acompáñame, necesito hablar contigo- la invitó a alejarse un poco para estar a solas, tenía que saber si no la había perdido, dejar algo de esperanza en su corazón. ¡Si supiera como la amo! 

Ella daba saltos de alegría, vislumbraba un futuro prometedor

-      Martín ¿Sabes lo que esto significa? ¡Que podemos ganar! Milagros podrá caminar de nuevo y tal vez volver a nadar, lo que le apasiona.

-      Y el premio a Francia, no lo olvides. Es tu gran oportunidad.

-      Si, también. Pero ¿Por qué lo dices tan triste? Pensé que estarías contento.

-      Por supuesto, por ti y por tu hermana. Pero más por ti.

-      Eres tan bueno con nosotras. Siempre estás cuando te necesitamos.

-      ¿Nunca te preguntaste porque?- se para frente a ella- Mírame a los ojos, lo de anoche significó mucho para mí- tomo sus manos y las llevo hacia su pecho- Yo te amo Sofía. Me enamoré de ti el mismo día que te conocí. Sé que tengo que solucionar mi vida. Que no va a ser fácil. Pero quiero que sepas que te amo más que a nada en este mundo. Y te pido que me des una oportunidad para demostrártelo.

-       Martín, en este momento no podemos. Necesito, necesitamos tiempo.

-      Cierto, pero no me apartes. No quiero perderte- no quiere darse por vencido. Pero ella tiene razón.

Acerco sus labios para darle un beso de despedida en la mejilla, pero ella  lo sorprendió, acercó los suyos esperando el beso en la boca. Martín no se resistió con sus manos sostuvo su rostro, y se fundieron en un beso lento y cada vez más apasionado. Sus cuerpos se estremecían Ella rodeó su cuello con sus brazos. Él acarició su espalda y le apretó la cintura. El beso fue largo, y por un momento se olvidaron que estaban en la plaza.

Luego se despidieron, él se subió a su  moto y se marchó. Sofía volvió a casa con Milagros y Tía Benita

Ya tarde casi pasadas las 21 hs. Tocan timbre. Escucha una voz que la llama insistentemente desde afuera, abre la puerta.

-      Hola, Sofía ¿cómo estás? Soy Camila, la mujer de Martín y la madre de su hijo ¿está él aquí?- empuja para entrar- Yo sé que viene muy seguido por acá.

-      No, Martín no está. Él es amigo de la familia.

-      ¿Amigo? Y algo más ¿no?

-      No sé a qué te refieres.

-      ¡Que ustedes son amantes!

-      Por supuesto que no y si lo fuera no es asunto tuyo.

-      Te equivocas, es asunto mío porque él es mi marido y el padre de mi hijo. Además el me ama a mí. Y seguramente está contigo por lástima.

-      Te pido que te vallas de mi casa- estaba furiosa y la empujaba hacia la puerta de entrada.

-      Además vamos a tener otro hijo ¿Qué? Jajaja ¿No te contó? ¡Hay Pobrecita!

Sofía sintió una daga en el pecho, certera. Y a los gritos respondió:

-      ¡Felicidades! ¡por favor déjame en paz! ¡déjenme en paz los dos! cerró de un portazo la puerta y se echó a llorar. Tía Benita fue a verla y la encontró llorando.

-      ¿Qué pasó? ¿Qué fueron esos gritos? ¿Qué pasa hija?

-      No, Nada, Nada tía- se levantó y corrió a la que fuera la habitación de sus padres, cerró la puerta- por favor necesito estar sola, pensar. Me duele la cabeza.

Cuando estuvo más calmada fue a su habitación su celular registraba dos llamadas perdidas de Martín. Tenía un correo de voz. Pero estaba tan enojada y dolida que tiró el celular en la cartera que lleva al trabajo.

Un par de horas después Martín llegó a su departamento, guardó la moto y cuando puso la llave para abrir la puerta, la encontró abierta, sé quedo parado y de pronto un dolor en la cabeza le nublo la vista y lo tiro al piso, inconsciente.

Atrás de él un hombre con un bate lo entró en el departamento.

Minutos más tarde despertó atado a una silla con tres hombres con armas vigilándolo. Uno de ellos acercó una silla, para conversar:

-     Martín Santamaría yo te conozco, seguramente vos a mí no ¿verdad? Soy el marido de Camila. Vengo a pedirte por las buenas que te alejes de mi mujer y de mi hijo.

Martín se sacudió en la silla, no podía hablar, estaba amordazado. Le sacó el pañuelo de la boca y pudo decir

-      ¡Jamás, jamás me apartarán de mi hijo!

-      Jajaja, Mira. Sólo necesito tu promesa de que no le quitarás el niño. Esto la está consumiendo y la quiero de vuelta alegre y bien dispuesta. Y por el niño, no te preocupes, lo cuidaré bien. ¿Qué dices?

-      ¡No! ¡Yo soy su padre! Y lo quiero conmigo.

-      Martín es la primera vez que estamos frente a frente. No me provoques. Te va la vida en ello- se levanta de la silla.

-      Nunca permitiré que mi hijo se críe con un delincuente, un asesino.

-      Jajaja - dio la señal a los dos hombres que comenzaron a golpearlo, vio como aguantaba los golpes sin quejarse, entonces gritó - ¡Basta! ¡Basta! Me cansó- dos tiros salieron de su arma plateada e impactaron en el pecho de Martín.

-      Afuera, el sonido de las sirenas anunciaban el arribo de la policía.  Los tres hombres desaparecieron.

La vigilancia del departamento había dado parte a la policía.

Lo trasladaron de urgencia a un hospital cercano. Franco Santamaría estaba con él.

Al día siguiente, camino al trabajo,  Sofía pasa por la plaza, se detiene y mirando a la estatua le dice

-     ¿Tú qué harías en mi lugar? ? sueña el móvil, responde el llamado de Franco, el estado de salud de Martín es grave.

Angustiada llega al cuarto del hospital, ahí está, conectado con cables a una máquina. Se ve tan vulnerable. Se acerca y toma su mano. Una enfermera le pide que salga, él no puede recibir visitas.

Se sienta en el corredor del hospital se tapa el rostro con el pañuelo de su cuello y se larga llorar.  


CONTINUARÁ



Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:13 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950


Ella no había pensado en el amor hasta ahora.  Muchas veces se dijo que era mejor estar sola. Y pensó que estaba realmente muy bien y hasta lo afirmaba convencida a todo aquel que le preguntase. Hasta que Martín de a poco fue ganando su corazón. Con esos detalles, sus gestos, su manera de ser.  Le dio lugar al amor. El amor duele pensó.

Recordó que la noche anterior la había llamado y que tenía un mensaje de voz en su celular.

-     ?Sofi, soy yo otra vez, sólo quería escuchar tu voz. Voy a soñar con nuestro primer beso, amor. Todo saldrá bien, ya lo verás. Te demostraré todo lo que te amo?.

Una y otra vez lo escuchó. Hasta que se quedó dormida.

Ella fue a verlo todos los días y se quedó esperando detrás de la puerta, sentada en el pasillo. Veía entrar a médicos, enfermeras. Un oficial de policía vigilaba en la puerta.

Franco Santamaría se conmovió al verla.

-      ¿Tú eres Sofía verdad? No conocimos en el departamento de Martín- le alcanza un pañuelo- No llores.

-      Es que no se puede morir. ¡No es justo!

-      Confiemos que Dios lo dejará con nosotros muchos años más. Está en manos de los mejores médicos del país.

Se acercaba el día de presentar los trabajos en el concurso. Ella fue a verlo, lo encontró despierto. Franco la hizo pasar.

-      Hola ¿Cómo estás?- le dijo sonriente

-      Hola Sofía, mi padrino me dice que has venido todos los días.

-      Si, por supuesto- ella se acercó para darle un beso en la boca pero el dejó que se lo diera en la mejilla.

-      Mañana presentas el trabajo en la Fundación.

-      Si, mañana es el gran día. Vamos a ganar, estoy segura- le sonrío entusiasmada.

-      Bien por ti- se acomodó en la cama, algo incómodo y serio tal vez ¿enojado o dolorido?

-      Me hubiese gustado que estuvieras ahí conmigo.

-      Pero no se puede - la interrumpió- y es lo mejor. Definitivamente.

-      ¿Lo mejor? ¿Qué quieres decir? No entiendo.

Desvió la mirada hacia la ventana del cuarto.

-      Que cada uno debe seguir su camino. Tú tienes tus planes, tu beca, la operación de tu hermana. Yo tengo que recuperar a mi hijo y cuidar de Camila. Ella me necesita. No me voy a desentender de ellos.

-      Sí, no voy a cuestionar de lo tu hijo. Santiago te necesita. Pero pensé que no sentías nada por Camila. Además ella tiene pareja. ¿No?

Martín respiró hondo y le mostró un carácter que Sofía no había conocido.

-      ¡A ver Sofía! ¿Qué es lo que no entiendes? ¡Son demasiados problemas! -le gritó- Date cuenta. ¡Lo nuestro es imposible! ?aún sentía dolor por la herida pero hablarle así lo estaba torturando

-      Siempre me decías  ?no hay imposibles?.

-      Eso es, decía, en el pasado. Ahora todo es diferente. Es mi culpa, perdóname.

-      No entiendo- los ojos se colmaron de lágrimas.

-      ¡Padrino, padrino sácala de aquí!

No entendía el cambio de Martín. Sólo se quedó mirándolo esperando que la mirara. Pero él no apartó la vista de la ventana.  El silencio y su indiferencia le clavaban espadas en el corazón.

No pudo más y salió de la habitación. Franco que entró a ver a Martín.

-      ¿Le dijiste? ¿Cómo lo tomo?

-      Mal, muy mal ¿Cómo pude tratarla así? Me comporté como un maldito. La perdí para siempre padrino ¡Dios mío! debe estar muy triste y confundida. Pensará que me burlé de ella.

-      Es lo mejor, ya lo hablamos. Esos hombres siguen libres y si se presentan en su casa.

-      No, ni pensarlo. Tres mujeres solas- ¡Dios mío cómo pude lastimarla así!

-      Además ya dimos curso a la tenencia de tu hijo. Esperamos la sentencia. Tiempo al tiempo. Confía todo saldrá bien, ya lo verás.

Sofía volvió a su casa con un dolor en el pecho que no la dejaba respirar. No quiso cenar. ¡Maldito amor! Apenas habló y se retiró al cuarto de los padres. Lloró toda la noche hasta que se durmió.

Milagros y tía Benita no lo podían creer.

-      Tía la actitud de Martin es tan extraña. Yo vi como la miraba. Algo raro está pasando.

-      Yo pensé que la quería- en mis tiempos las cosas eran diferentes- ¿Sabes qué? Vamos a verlo mañana.

Al día siguiente Sofía presentó en la Fundación FG su trabajo, esperó con ansias el resultado. Quería desaparecer. Y Paris era el sitio ideal.  Sólo tenía que ganar. Y se iría muy lejos.

Lorena la vio y se acercó a ella, miraba alrededor esperando ver al joven que la había acompañado en el coctel. Sofía estaba sumida en sus pensamientos. Una lágrima se escapó de su mejilla.

-     Hola pronto sabremos quién es el ganador.

Sofía asintió y continuó callada.

-      ¿Estás sola? Pensé que estarías con tu amigo.

-      Estoy sola

-      ¿Cómo se llama? no recuerdo que me lo presentaras.

-      Sí, disculpe  no lo presente, se llama Martín Santamaría. Él no vendrá, está  en el hospital- le respondió con voz quebrada.

-      ¿Qué le paso?

-      Unos hombres lo atacaron

-      Estás muy triste querida ¿es por ese muchacho?- Sofia asintió-

-      ¿Era tu novio y pelearon? Disculpa mi atrevimiento pero te veo tan mal que me preocupas, rompes en llanto cuando hablas de él- ¿Niña, en que puedo ayudarte?

Sofía atiende el llamado de Milagros, está en el hospital con tía Benita.

Mientras Lorena no puede apartar de su mente el apellido Santamaría.

-      Disculpe Sra. Lorena, me tengo que ir al hospital.

-      En ese estado no te irás sola. Te llevo

En el hospital

-      ¿Tía Benita que haces aquí?

-      Esperaba ver a Martín, pero fue inútil, no quiso vernos. Mejor nos volvemos a casa. Su padrino me dejo muy en claro que no quiere volver a vernos.

Franco las despide. Del otro lado del pasillo, una mujer madura, esbelta, alta vestida de negro, de cabellos rojizos se acerca a un hombre que la mira hipnotizado.

-      ¿Qué haces aquí? Entiendo, Martín Santamaría es otro de tus hijos adoptivos.

-      Efectivamente- vio en su escote la medalla- todavía la usas.

-      Siempre lo haré. Es parte de mí. En algún lugar, donde quiera que esté,  mi hijo también la está usando.

-      Es cierto, yo puse mi medalla en su frágil cuello cuando nació.

-      ¿Todavía lo buscas?

-      He buscado en cada niño de ese país y en el exterior.

-      No pierdes las esperanzas ¿verdad?- se sentaron en el pasillo.

-      Nunca. ¿Recuerdas cuando fui a verte hace 10 años, tus guardaespaldas me sacaron y no me dejaste hablar? Me prohibiste acercarme a ti.

-      Si, lo recuerdo. Estabas obsesionado,  habías enloquecido buscando a tu hijo, nuestro hijo. Nuestra vida feliz se convirtió en un infierno desde el día que nos lo robaron.

-      Yo sólo quería decirte que había cumplido mi promesa. Que encontré a nuestro hijo- y desvió su mirada hacia la puerta del cuarto de Martín.

-      Franco por favor ¿qué estás diciendo?

-      Que en esa habitación pelea por su vida nuestro hijo, Lorena

-      Después de todos estos años ¿estás seguro?

-      Por azares del destino un día lo vi en la entrada del orfanato. Llevaba puesta mi medalla. Y desde ese instante supe que mi búsqueda había terminado.

Lorena se levantó y fue directo hacia la puerta. Franco fue detrás de ella. Martín los vio entrar. Ella emocionada hasta las lágrimas, Franco nervioso.

-      Hijo tenemos que hablar. recuerdas cuando te dije que tal vez un día conocerías a tu madre.

-      Si, lo recuerdo.

-      Ella es tu madre, Lorena.

-      Cuando te apartaron de nuestra vida llevabas una medalla igual que esta ¿cierto?- lo dijo llorando, acongojada

Franco sonreía y lloraba. Le contaron todo lo que debía saber. Y le dieron la certeza de que era su hijo. Finalmente Martín entendió, extendió sus brazos, como un niño que quiere un abrazo, ellos se acercaron y entre lágrimas y risas, se abrazaron los tres.

Luego Martín, solo en su habitación,  tuvo en sus manos las dos medallas de la Virgen de Guadalupe y atrás de cada una estaba escrita la letra ?C?.


CONTINUARÁ


Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:14 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950


En el  recibidor de su casa Pamela encuentra una enorme caja. Y sobre ella una carta que deja de lado en una mesita. Ansiosa abre y encuentra sus grabados. Ya no son una pila de hojas enrolladas. Ahora están enmarcados en fino caoba, cada uno de ellos. Hasta que en el fondo hay uno más pequeño, un bosquejo en carbonilla, de una familia. Toma el teléfono y llama a su amiga.

-     Ven aquí rápido, con cámara y todo.

Al rato Carla la encuentra arrodillada en el piso, entre los cuadros.

-      ¡Tus grabados, te los devolvieron!

-      Si, y mira también lo que me enviaron. Este es más pequeño. Es la prueba que Sofía necesita. La obra completa.

-      Tiene un pósit (notita): ?atesóralo como yo lo hice? Pero ¿Quién te los envió?

-      No sé, pero hay una carta, déjame ver.

?Querida Señora:

Le envío sus grabados que tan despiadadamente le fueron arrebatados. Me he tomado la libertad de enmarcarlos.

También adjunté uno nuevo, que ha vivido entre los tesoros de mi familia por años. Sabiéndola tan conocedora del arte, lo dejo en sus manos. Confiando que atestigüe la obra que se encuentra expuesta en el centro de la plaza.

Sin más, sólo me queda pedirle mil disculpas por el daño que le he ocasionado. Etc. Etc. Firma: Lorena Peñalver y Beristaín.?

-      Y de té dejó un cheque. ¿La vas a denunciar?

-      No Carla ¿no te das cuenta quién es esa señora? Es la madre del Martín de Sofía.

-      ¡La denunciamos! Martín trató muy mal a Sofía ¿no?

-      Es cierto, pero ya ha tenido suficiente ¿no te parece?

-      Le darás la otra mejilla, te conozco.

-      Por supuesto. La dejaré en manos del Señor. Por mí parte, ya lo he olvidado.

En el hospital

-      ¿Doctor, como lo ve a mi hijo hoy?- pregunta Lorena. Martín escucha con atención. Franco también está con ellos.

-      Se recupera, señora, lentamente como es lo esperado, pero el pronóstico medico es muy favorable. Es cuestión de tiempo.

-      Otra buena noticia, hijo. Los abogados me acaban de decir que recuperas al niño. Hoy irán por él- le dice tratando de lograr su entusiasmo, Franco.

-      No va a ser fácil, Camila y esa gente es capaz de todo.

-      Y todo saldrá muy bien, ya lo verás y viviremos felices todos en mi casa ¿verdad?- imposible resistirse a esa sonrisa, se dicen con la mirada padre e hijo- ya estoy preparando todo, su cuarto y el tuyo.

Tantos años apartados, es lógico que quiera tenerlos con ella y disfrutar de su compañía.

-      Está bien mamá, como tú quieras.

-      Y cambia esa cara, que todo se va resolviendo. ¿No ves?

Martín sonrió con gentileza, quería salir disparado del hospital. Encontrar a Sofía, explicarle todo. La idea de perderla era más fuerte que nunca. Miró varias veces su móvil, esperando que ella llamara. Pero pronto desistió, ella tiene su orgullo. No podría haberse enamorado de ella si fuera diferente.

¿Y si la llama él? Seguro le cortan la llamada o se la niegan. Estarán enojadas, con justa razón, él se portó de lo peor. Está inquiero en la cama, sus padres se miran saben porque está nervioso

-      ¿Estás pensando en ella verdad?

-      En ella y en mi hijo.

Esa noche, solo en su habitación, Martín miró una foto de Santiago:

-     Dios, devuélvemelo. Te prometo lo que quieras pero devuélvemelo. Si quieres castígame a mí, pero no a él ¡No es justo!

 

En su casa, Sofía acomoda  los papeles que le sirvieron para su investigación. Entre ellos encuentra una foto del cuaderno de su madre, la misma imagen que ha recibido Pamela. También una foto grupal del secundario, con marcador están señaladas en un círculo su mamá y Lorena Peñalver y Beristaín. ¡Fueron compañeras de estudios!

-      ¿Qué pequeño es el mundo verdad?- la interrumpe tía Benita que ha entrado a llevarle un té.

-      Si, y cruel también.

-      Mi niña, ya te enamorarás de nuevo. Dicen que Francia es el país de las luces y estoy segura que allí encontrarás un nuevo amor.

-      Ya hable con los médicos de Milagros, nos esperan allá.

Sofía no quiere seguir hablando de él. Lo han hecho toda la noche tratando de entenderlo, pero fue inútil. Mira su celular, a ver si tiene una llamada de Martín pidiendo disculpas. ¿Y ella lo perdonaría? Ella siente que es mejor olvidarlo.

 

Con las luces altas de los vehículos y a toda velocidad  entran en una residencia fuertemente armada servicio social y la policía para buscar a Santiago. La jefe de operaciones ?la Mati?, así le dicen, no se dará por vencida, es conocido su empeño y grandes sus logros. Hombres armados no son un obstáculo para ella.

-      ¡Señora Camila venimos a buscar al niño. Se debe cumplir con la ley. Entréguelo y no habrá problemas!

-      ¡No, de ninguna manera!- contesta a los gritos

Su pareja da la orden y comienza una balacera. Un ruido infernal. De uno y otro bando los hombres van cayendo. Los oficiales logran avanzar. Mati queda esperando, del otro lado se escucha el llanto de un niño.

-     Camila, esto no es necesario. Entregue al niño.

Avanza unos metros y se encuentra cara a cara con el jefe malherido, pero firme apuntándola, se paraliza, un oficial avanza desde atrás y le da un tiro en la cabeza. Su cuerpo cae como una bolsa de concreto.

-     ¡Nooo!- grita nuevamente Camila y la apunta con el arma temblorosa. Sus cabellos remolinados, el maquillaje corrido y los ojos más rojos y extraviados que nunca- ¡te acercas y lo mato!

No tuvo tiempo de mover el brazo y poner el arma en el cuerpo del pequeño. La Mati la tenía en la mira y sin dudar le voló la cabeza. Al caer su cuerpo la oficial corre a sostener a Santiago justo a tiempo.

Luego llama

-      ¿Señor Martín Santamaría?

-      Si, el habla- escucha el llanto del niño.

-      Tenemos a su hijo

Martín suspira aliviado

-     ¡Gracias Dios!

 Luego de unos días

-      ¿Qué hora es?- pregunta angustiado Martín mientras mira por la ventana y recuerda el rostro de Sofía.

-      Ya casi es hora

-      ¿Mamá?

-      Fue a verla

En el aeropuerto Sofía, Milagros y Benita esperan abordar el avión rumbo a Francia, sorpresivamente una mano la sujeta. Es Lorena:

-     Sofía quiero que tengas esto- le cuelga la medalla de la Virgen de Guadalupe- se abrazan emocionadas- quiero saber de ti, no me olvides- se despiden

En el hospital Martín sostiene entre sus manos la misma medalla y escucha:

?¿Quién puede decir adónde va el camino, dónde el día fluye? Solamente el tiempo... 
¿Y quién puede decir si su amor crece, como su corazón eligió? Solamente el tiempo... 
¿Quién puede decir porqué sus suspiros del corazón, como su amor vuelan? Solamente el tiempo... 
¿Y quién puede decir porqué grita su corazón, cuando su amor muere? Solamente el tiempo... 
¿Quién puede decir cuándo los caminos satisfacen, ese amor pudo estar, en su corazón? 
¿Y quién puede decir cuándo duerme el día, si la noche guarda todo su corazón? La noche guarda todo su corazón... 
¿Quién puede decir si su amor crece, como su corazón eligió? Solamente el tiempo... 
¿Y quién puede decir adónde va el camino, dónde el día fluye? Solamente el tiempo... 
¿Quién sabe? Solamente el tiempo...
¿Quién sabe? Solamente el tiempo...?

 FIN DE LA PRIMERA PARTE


Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:17 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950

TE INVITO A LA SEGUNDA PARTE 


Publicado por Marsofisan
Publicado el 13/11/2016 19:20 - Total Temas: 138 - Total Mensajes: 2950
BUENOS DIAS A TODAS  EN EL FORO !!

HOLA MARSOFISAN
A MI MANERA EN FORMA DE BANNER TE DOY  LAS GRACIAS POR TU ROMÀNTICO RELATO PARA  CUÈNTAME !

FELIZ SEMANA !!

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Publicado por palapa
Publicado el 14/11/2016 04:25 - Total Temas: 128 - Total Mensajes: 8258
HOLA MARCE,ESPERO TENGAS UN LINDO LUNES,MIL BESOS.
Publicado por mer47
Publicado el 14/11/2016 13:41 - Total Temas: 208 - Total Mensajes: 14578
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