El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
11:45 am Hospital General de México.
En el área de urgencias entraban corriendo dos
paramédicos, llevando en la camilla a un hombre inconsciente, un hombre de
aspecto robusto, moreno y muy entrado en los cuarenta, con un gran corte a la
altura de la sien izquierda, de donde caía abundante sangre, se presumía que
esa era la causa por la que aún no despertaba.
Detrás de él, estaba junto con otro paramédico, una
señorita con algunos raspones en la cara, asustada y llorando a mares, no podía
hablar, solo lloraba, tenía la mirada desesperada mirando al hombre de la
camilla, quería estar con él, y no separarse jamás.
-Caso de accidente de tránsito, el señor se metió
delante de una camioneta para salvar a la señorita. Contusiones graves en
cabeza y abdomen, golpe en la cabeza y sien izquierda, hemorragia severa causa
de la inconsciencia.- dijo de manera rápida el paramédico a la enfermera de turno, mientras entraban e internaban al paciente.
-Sala 2 pasen rápido el DR. Gómez lo atenderá- dijo la
enfermera.
Lo ingresaron a la sala y cerraron la puerta, la joven
desesperada quería entrar, no podía dejarlo, sentía que si lo hacía no lo
volvería a ver jamás.
-Por favor, tengo que entrar con él, entiéndame
necesito sentirlo junto a mi.-Dijo ella tratando de entrar pero el paramédico
le impidió el paso, la sostuvo y la levó al tópico.
-Señorita, aún está en Shock, vamos a hacer lo que
esté en nuestras manos para salvarlo, tenga fe, por favor está usted también
con lesiones, por favor déjeme atenderla.
-Por favor ayúdenlo, no lo entiende no lo puedo
perder, esto le ocurrió por mi culpa.- dijo ella más desesperada aún.
-Lo haremos, por favor pase por aquí- El joven la
llevó al tópico, la acomodó en la cama y sacaba los implementos para socorrerla,
solo eran unos raspones pero ella sentía morirse, sin él la vida no tenía
sentido.
La enfermera de la entrada llegó al tópico con unas
carpetas. Se acercó de manera amable a
la Joven para hacerle unas preguntas.
-Discúlpame, pero necesito llenar el formato de
ingreso del señor, ¿me podrías ayudar?
-Si ?dijo ella en un susurro.
-¿Cuáles son los datos del paciente?
-Emiliano Beltrán,
46 años, de México.
-¿Y los suyos?
-Julieta Vélez, 40 años, también de México.
-¿Como ocurrió el accidente?
Julieta no quería recordar esa escena trágica, pero
era necesario hacerlo, tragó saliva y suspiró ya que había dejado de llorar, el
paramédico curaba las heridas de sus brazos con algodón y alcohol.
-Estábamos en el Jardín de Artes Gráficas, discutimos
y me fui del lugar, estaba cruzando la Calle Vértiz sin fijarme, venía una
camioneta a excesiva velocidad, no me percaté y sentí que él me empujó, caí en
el pavimento, pero lo vi a él volar con el impacto, cayó rodando varios metros
mientras la camioneta frenaba, yo sólo lo vi ahí, mientras el chofer llamaba a
la ambulancia? yo? yo -No se contuvo y volvió a llorar.
-Tranquila, estas en shock, deja que mi compañero te
de un sedante o algo para calmarte, así podrás descansar un rato, si deseas
puedes llamar en recepción a algún familiar, para que te pueda llevar a casa-
dijo con lástima la enfermera, sentía pena por Julieta, verla ahí desesperada y
temblorosa.
-NO NO, -dijo Julieta- no me puedo ir, no lo puedo
dejar, como está ya puedo verlo.
-No, aún sigue en terapia intensiva, pero te
avisaremos, tranquila, te avisaré yo personalmente.
La enfermera salió del tópico, mientras el paramédico
terminaba de curarla.
-Ya está, no te paso mucho, si deseas te doy el
calmante y te quedas aquí, o puedes ir a casa para descansar, él sigue en manos
de los doctores así que no te preocupes.
-NO NO- dijo ella- no me iré, estoy bien muchas
gracias, puedo ir a la sala de espera quiero llamar a alguien.
-Por supuesto, ve con cuidado.
Julieta salió de ahí, aun mas desesperada, necesitaba
saber de él, ya llevaba como 40 minutos ahí y no tenía noticias de Emiliano.
Llegó a la entrada y pidió el teléfono, la enfermera se lo alcanzó, marco
rápidamente y deseaba que le contestaran de prisa.
-Gabriela, Soy Julieta- dijo sollozante.
-Juli, mi nena que pasa, porque lloras, donde estás,
tengo tiempo llamándote al celular y me manda a buzón- Gabriela sonaba
preocupada.
-Gaby estoy en el Área de urgencias del Hospital
Central, ven por favor aquí te explico.-Julieta no podía contener el llanto- Te
lo suplico ven rápido. Y colgó
Se sentía morir, necesitaba verlo, sentir su tacto,
saber que vive y estará ahí para amarlo, todo esto era su culpa, solo su culpa.
Se sentó en la pequeña sala de espera y empezó a recordar todo lo acontecido, si
tan solo lo hubiera comprendido, si tan sólo le hubiera dado tiempo de
explicarle, esto no estaría pasando, no estaría sola ahí esperando lo peor en
esa maldita sala de urgencias. Julieta se sentía horriblemente culpable y se
daba golpes de pecho imaginarios ?Maldito Orgullo Julieta- decía para sí misma ?Maldito
orgullo, y si lo que viste no era cierto, y él te dijo la verdad, Emiliano
perdóname.
-Julieta- Gabriela había llegado a urgencias, sacándola
de su tortura personal.
Gabriela era su hermana y mejor amiga, la única que en
este momento podía darle aliento y comprenderla, al verla se acercó a ella y la
abrazó muy fuerte.
-Juli que haces aquí, ¿qué pasó?
-Gaby, yo y Emiliano, yo,- Julieta no aguantó y volvió
a llorar.
-Hermanita por favor cálmate y cuéntame que pasó.
La enfermera de recepción se acercó a las jóvenes, y
con voz suave les indicó:
-Señorita Vélez.
-Dígame, Emiliano está bien, por favor dígame que está
bien- Julieta increpó a la enfermera, ella con tristeza le dijo.
-Lo siento señorita Vélez, pero El señor Beltrán, sigue inconsciente, no ha respondido a ningún
estímulo, al parecer el golpe en la sien y la hemorragia fueron el causante que
?la enfermera parecía tomar aliento para decirlo, al parecer le había tomado
cariño a Julieta- el Dr. Gómez indicó que está en estado de Coma.
?Estado de Coma? ?Estado de Coma?, NO eso era lo peor,
era estar muerto en vida, era lo más cruel para ellos, ellos que se habían
amado tanto.
Julieta no aguantó, volvió a llorar, Gaby la abrazó y
la enfermera con tristeza le dijo:
-El doctor me indicó que puede pasar a verlo, solo que
debe ser por un momento, yo creo que tu presencia puede ayudar a recuperarse.
Gaby le dio valor y ella siguió a la enfermera, se
puso la ropa médica adecuada y entró a la habitación de Terapia Intensiva.
Ahí estaba, inerte echado en esa cama, con la
respiración asistida, sin mover nada , con los ojos cerrados, esos ojos color
miel, esos ojos que adoraba, tal vez no volverían a abrirse.
Julieta llorando se acercó, tocó su mano, se sentó a
su lado y trato de hablarle, quizás respondía a lo que ella decía, y podía
regresarlo del coma.
-Emiliano mi vida, por favor regresa,-Julieta se
sentía morir al tocarlo, no sentía su calidez, eso le atormentaba.- Mi vida
vuelve, sabes que yo no soy nada sin ti, eres mi luz, anda despierta, ya no
seas el engreído de siempre y regresa a mí, recuerda todo lo que hemos pasado,
todo lo feliz que somos. Recuérdalo mi Cielo, regresa por favor.- Ella rompió
en llanto ante Emiliano Beltrán, quien parecía muerto.
-Por favor Emiliano NO TE VAYAS.
Huy Carlita,que capitulo tan interesante,y ahora nos toca esperar para ver que pasa,jijiji , y aquí me quedo hasta el final. felicidades amiga, como siempre me sorprendes con tu imaginación. abrazos fuertes
Y ahí se encontraba Julieta Vélez, echada llorando a mares
al costado del hombre que más había amado en su vida, ese hombre que alguna vez
le había jurado nunca dejarla sola. Ahí estaba haciendo memoria de todos los
buenos momentos que había tenido, que ahora parecía derrumbarse ante sus ojos,
le dolía no sólo las heridas físicas producto del accidente. Sino las heridas
del alma, del corazón que ahora anhelaba con todas sus fuerzas volver a ver
esos ojos miel que tanto deseaba.
Siempre fue muy aplicada y responsable, porque su padre,
Fernando Vélez así se lo había inculcado desde niña, a ella y a Gabriela, su
hermana menor. Ellos vivían en San José del Cabo, en Baja California Sur, México,
un lugar paradisiaco, habían perdido a Elena su madre cuando daba a luz a Gaby,
por lo que Julieta no se acordaba muy bien de su mamá, ya que le lleva año y
medio a su hermana, así que tuvieron siempre más figura paterna en casa.
Educadas en disciplina y respeto por todos, ambas hermanas
sobresalieron en la escuela y tenían planes de estudio en la Capital, pero sus
sueños tenían que esperar, ya que Fernando fue diagnosticado de Cáncer a los
Ganglios, por lo que ambas muchachas tuvieron que trabajar desde meseras hasta
dispensadoras en tiendas comerciales, para poder solventar el tratamiento de su
Padre. La terrible enfermedad se llevo a Don Fernando dos años después.
Ambas ya mujeres fuertes e integrales, dejando a sus padres
en el Panteón de la ciudad, decidieron cumplir sus sueños y viajar a la
Capital. Con todos sus ahorros, llegaron al DF, para poder postular a la UNAM,
donde Julieta estudió y terminó con éxito Administración de Negocios, mientras
que Gaby se dedicó a las Artes Plásticas. Ambas rentaban un departamento
cómodo pero austero, cerca a la zona
financiera del distrito Federal, en la Colonia Obrera, vivieron tiempos
difíciles, pero con los años les llenó la plenitud tanto económica como
familiar, se tenían la una a la otra y esos jamás cambiaría.
Julieta había logrado una pequeña fama en su carrera de
Administradora durante casi 10 años, pero en su último empleo, las condiciones
fiscales en las que halló a la empresa no eran de su agrado, por lo que
amablemente presentó su renuncia, los dirigentes se lo increparon pero ella de
manera diplomática les explicó sus motivos, y de esa manera decidió darse un
tiempo para ella y luego volver a buscar trabajo.
Fue uno de esos días, casi al mes de estar desempleada, que
Gaby le pidió algo a su hermana.
-Juli. Por favor ven conmigo a la exposición, te lo
ruego-Gaby ponía carita tierna para convencer a su hermana- No quiero ir sola,
el va a estar ahí.
-¿Quién ?va a estar? ahí?, que le tienes tanto miedo.
?Julieta la miraba interesada en la expresión de la niña, mientras le servía el
desayuno, ahora ella era la encargada de las labores de la casa.
-Daniel, no te acuerdas, ese chavo al que mandé volar hace
un año, su mejor amigo es el artista de la exposición, y ya se enteró que yo
estaré ahí, sabes que no puedo faltar, es por el tema de mi tesis, el expositor
es pieza fundamental de mi trabajo y tengo que estar ahí.
-Entonces ese tal Daniel aún te interesa, porque lo mandaste
a la goma?
-En realidad no lo sé, te parecerá extraño, pero no estoy
segura cuando estoy con él, y no quiero parecer nerviosa ni rogona, por favor
Julieta, es el último favor que te pido.
-Ahí vas de nuevo, eso mismo me dices siempre, y mira
cuantos favores me debes.
-Anda Juli por favor, y mira que esta vez hay posibilidad
que te devuelva el favor.
-NO me quiero imaginar cómo- Julieta miraba extrañada a su
hermana.
-Mira, esta exposición tiene un fin altruista, están invitados
empresarios y personalidades, así que pues quien sabe y ahí está tu futuro
jefe.
-A poco, en ese tipo de encuentros no se habla de contratos
de trabajo Gaby- Julieta volteaba los ojos mientras le servía el jugo a la
joven.
-Quien quita que si, y sin las cosas van mejor, aparte de
nuevo jefe, encuentras nuevo ?amor?.-Gaby se reía por el ataque de sarcasmo.
-Ohh contigo nada es serio Gaby- le reprochó Julieta- Así
menos voy a querer ir, y ya te dije que no ando en plan de conquista. Estoy muy
bien como estoy. Mi respuesta es NO.
-Juli por favor te lo ruego, en serio será lo último que te
pido- Gaby volvió a poner puchero para ver si lograba cerrar el trato, Julieta
no pudo refutar más.
-Caray, siempre me convences, Esta Bien, pero no tengo nada
que ponerme?
Gaby le había escogido el vestido de su closet para el
evento, Julieta tenía una belleza natural extraordinaria, que muy poco mostraba
por tener que llevar ternos en el trabajo. Pero los vestidos le quedaban
divinos, y en esta ocasión, el vestido azul marino que tenía guardado le
sentaba muy bien.
Ambas hermanas llegaron al Casino Español, lugar bellísimo
donde se realizaría la exposición de Pintura y Escultura, estuvieron cerca de
grandes personalidades, los periodistas, las luces, los flashes inquietaban un
poco a Julieta, esa no era su zona de confort, pero por su hermanita, lo que
fuera.
Gaby en un momento se alejó porque debía hacer algunas
preguntas sobre el tema de la exposición ya que era uno de los temas de su
trabajo, dejando a Julieta algo rezagada, ella admiraba unas esculturas cuando
la atención de todo el mundo se dirigió a la entrada, al parecer alguien muy
importante había llegado.
Julieta trató de ver quien entraba, un hombre joven y alto, de cuerpo fornido, moreno, con una mirada
penetrante color miel, se conectó por unos segundos con esa mirada intensa, y
fue como un electroshock, ese porte, imponía respeto y presencia, fue muy
interesante verlo pasar por la entrada, todos los flashes dirigidos a él, la
prensa corrió para poderle pedir una entrevista, pero él ni se inmutó, los
ignoró soberbiamente y pidió a su edecán que le abriera camino para dirigirse
hacia el dueño de la exposición.
-Bah!! Altanero y Patán es de esos ricos insoportables- se
decía Julieta para sí dejando de ver el
tumulto que se creó.
-Licenciada Vélez- alguien la llamó sacándola de sus
pensamientos. Julieta volteó para ver quién podía haberla ubicado en medio de
este mundo ajeno a ella.
-Licenciada, que sorpresa, está usted muy bella, el año sabático
le ha sentado muy bien- UN señor bonachón le estrechó la mano.
-Licenciado Álvarez como está Usted, me da gusto verlo-
Julieta le estrechó también la mano amablemente, era un empresario lechero
importante que había sido su jefe por 2 años.
-Julieta que alegría verte, y en este lugar donde creo que
no encajamos- sonrió- Mira el destino nos hizo encontrarnos de nuevo. Seguro
estas aquí por tu hermana Gaby, recuerdo que me dijiste que estudia Artes
Plásticas.
-Así es Señor, nos tenemos una a la otra, así que la
acompañe esta vez porque era muy importante para su tesis, ella se gradúa como
Pintora en 2 meses. Y Usted también que hace aquí.
-Ya sabes Julieta, eso de las obras altruistas, por eso
estoy aquí, me enteré que dejaste tu último empleo, me dije porque lo harías,
pero sabiendo para quien trabajarías, pues entendí tu actuar. Sabes tengo un
amigo que necesita una profesional a carta cabal como tu para manejar sus
empresas, aquí te dejo su tarjeta, le indicas que vas de mi parte y que te
recomiendo yo, sé que ese puesto es el ideal para ti- le alcanzó una tarjetita
de presentación muy sofisticada, donde se apuntaba nombres y varios números telefónicos.
-Muchas gracias Señor Álvarez, usted siempre tan amable-
volvieron a estrecharse la mano y el señor se retiró.
A los 20 minutos Julieta y Gaby se encaminaban en un taxi
hacia su departamento, ambas felices, al parecer la noche si fue productiva,
-Ves te lo dije, ahora ya tienes una entrevista asegurada, y
como se que eres la mejor Administradora, ya tienes ese puesto asegurado. Y no
lo digo nada más porque sea tu hermana-dijo Gaby riéndose.
-Ay Gaby, eres un amor, y dime que tal te fue ese tal
Daniel- dijo Julieta.
-Pues nada mal, me enteré que sigue solo, terminó con su
última novia, estuvimos hablando de eso hasta que llegó el mayor benefactor de
la Noche, ese hombre tan guapo y varonil que alborotó todo.
-Si lo ví, me pareció muy petulante, ni siquiera volteó a
ver nadie, parece que cree que no lo merece nadie.
-Daniel me dijo que un gran Empresario, ahora no me recuerdo
su apellido pero dice que sale siempre en las Revistas de Sociales, es muy
importante.
-Pues Tener dinero no le quita lo altanero y ególatra.
-Ay Julieta así no encontrarás a nadie, no sé qué pretendes.
-Gaby, sólo quiero un hombre sencillo, honrado, que le guste
trabajar y me ame. Sólo eso, y la conversación termina aquí.
Llegaron a su departamento y dejaron la conversación sobre
el rico arrogante y guapo zanjada ahí.
Julieta días después del evento se animó a llamar a esos
números de la dichosa tarjetita, hizo caso de todo lo que le había dicho Álvarez,
y después de varios días, de llamadas, entrevistas, exámenes y demás, estaba
casi seguro el puesto para ella. Sólo quedaba la entrevista con mismísimo
dueño, la que se concretó tres días después.
La Oficina principal de las Empresas quedaba en el centro
empresarial del DF, y ahí fue Citada Julieta para el viernes a primera hora.
Ella siempre lucía elegante, para todo, pero esta vez ella misma quiso estar
aparte de elegante, atrayente y sofisticada, la razón de ello la desconocía.
Salió temprano de su departamento y al llegar a las
oficinas, la dirigieron hasta la oficina del Dueño, la cual era amplia y algo
fría, la secretaria le indicó que se sentará y esperara que el señor no tardaba
en llegar tenía algún asunto de última hora, porque él siempre era puntual.
Julieta nerviosa, porque siempre en cada entrevista es como la primera vez, se
sentó y esperó no más de 5 minutos, cuando lo sintió entrar, ella por inercia
se puso de pie, pero la voz del hombre la dejó en shock, una voz de mando
poderosa y atrayente.
-No se levante Licenciada Vélez, tome asiento por favor,
pido disculpas por mi demora, no suelo llegara tarde a nada, pero a veces
sucede, me presento..
Julieta vio de nuevo esos ojos color miel que ahora la
miraban fijamente y con tanta fuerza que era capaz de tumbarla al piso en
cualquier instante.
-Soy Emiliano Beltrán, dueño de Industrias Beltrán, a sus órdenes.
Emiliano Beltrán tenía el mundo a
sus pies.
Justo ese día tenía varios
convenios que cerrar, sus empresas se dedicaban a la Industrias Textiles, eran
líderes en México, y planeaba expandirse a nivel internacional, pero nada le
había costado barato, el imperio ante sus ojos era fruto del esfuerzo de su
Padre, Don Jerónimo Beltrán quien había empezado desde pequeño comerciante de
telas, Emiliano había sido fruto del amor con Sofía, su amada esposa, pero por
una enfermedad terminal, murió a los meses de dar a luz, por lo que educó solo a su hijo. Ambos salieron
adelante, y aprovechando las habilidades de Emiliano y sus logros en el
estudio, logró que terminara con honores los estudios en Ciencias Económicas
Globales en la UNAM, y que gracias a una beca pudiera realizar su MBA en EEUU
en Administración, mientras el pequeño empresario se había convertido en el
mayor distribuidor de telas de tres estados, Emiliano y su habilidad había
logrado hacer crecer la empresa y convertirlas en varias distribuidoras a nivel
de la República. Así que no tenía nada que perder y un gran camino por recorrer
como dueño de muchos negocios. Pero aún faltaba algo, El Amor.
Emiliano en su estancia en EEUU,
creía haber encontrado la dicha en una mujer, también mexicana, que se adueñó
de su corazón, la pérfida era de las mujeres que amaban los lujos y no deseaban
más de lo que ven sus ojos, pero su belleza era imán para los arriesgados,
Emiliano cayó en sus fauces y casi deja los estudios por ella, le cumplía todos
sus caprichos, pero cuando sobrevino una crisis económica a Don Jerónimo, y el
joven enamorado dejó de darle sus lujos la mujer le robó lo poco que tenía y
huyó sin dejar huellas. Emiliano se dejó al abandono porque en verdad se había
enamorado y decidió después de varios días, enfocarse 200% al estudio y al
trabajo. Se juró a sí mismo no volver a creer en las mujeres, pues todas eran
interesadas y mostrar un perfil más duro y talvez algo arrogante, para que la
que caiga, sepa bien lo que está haciendo.
Ahora que lo tenía todo en cuanto
a dinero se refiere, decidió darse un placer con una modelo de pasarela,
Virginia Lascuraín, la cual era algo superficial, pero que en algo podría
entretenerlo fuera de la oficina. Justo ella fue la causa de que ese día haya
llegado tarde a la cita, porque le llamó para pedirle un regalo. Él tuvo que
complacerla porque se había olvidado de ir a una cena con ella y había que
compensar el error.
-Disculpe mi demora, odio estas situaciones,
acostumbro a ser muy puntual, pero tuve un pequeño percance.-Dijo Emiliano,
tratando de evadir la mirada de la joven, que tenía algo que le era muy
interesante.- Tome asiento, por favor. El licenciado Álvarez me la ha
recomendado mucho, eso es algo muy interesante, no suelo hacer yo estas
entrevistas de manera personal, pero su hoja de vida me daba curiosidad.
-¿Qué es lo que lo inquieta de mi
hoja de vida Señor Beltrán?- Julieta sentía como náuseas porque este hombre le
parecía demasiado arrogante y desde la primera vez que lo vio.
-Bueno aquí dice que Usted
trabajo sólo unas semanas en su última empresa, me puede explicar por qué.
-Sí Señor, yo amablemente
presente mi renuncia a esta empresa, porque me indigna que se cometa
arbitrariedades en cuanto al manejo de impuesto se refiere.
-y Dígame que clase de
irregularidades eran que usted no soportó- Emiliano la miraba de frente. Pero
los ojos de Julieta parecían afilados cuchillos a punto de asesinar.
-Se ?maquillaron? los balances
para hacer un pago menor de impuestos y esto había sido la constante por un
periodo de un año, lo descubrí porque me pidieron una auditoria para el
Gobierno, el cual el anterior administrador no había realizado, lo hable con
los dueños, y me dijeron que eso solía pasar en casi todas las empresas, y que
no debía decir ni una sola palabra. Mis principios me impedían presentar
información falsa, al negarme me dijeron que ninguna mujer podía estar a la
altura de una administrador, porque nos
ganan nuestras hormonas, así que amablemente me retiré.- Julieta terminó la
explicación rápidamente, quería terminar ya esa entrevista, no soportaba seguir
sola con ese hombre era una mezcla de aversión con intriga, quería saber más sobre
el hombre y que opinaba de lo que le había dicho.
-Interesante- dijo Beltrán- muy
interesante, veo que usted es un hueso duro de roer, me parece que nos
llevaremos bien, Srta. Vélez, me gusta su ímpetu, y que no tenga miedo a las
críticas, a primera vista se ve que es una gran profesional, ahora veo porque
Álvarez me la recomendó. El puesto es SUYO, pase por Recursos Humanos para
firmar su contrato, solo le plantearé dos cosas, primera; YO siempre tengo la
RAZON, y segunda: ODIO la traición. Me ha entendido.
-Entendido Señor Beltrán, gracias
por la oportunidad- Julieta sospechaba que algo más pasaría en este nuevo
trabajo, tenía miedo y a la vez una infinita curiosidad de saber más sobre este
hombre tan hostil.
-Bienvenida Srta. Vélez a
industrias Beltrán. Le diré a mi asistente que le muestre su nueva ubicación y
empezamos a trabajar ya.- Estrecharon sus manos y se produjo como una descarga
eléctrica entre los dos, ambos se habían conectado como genéticamente, era el
inicio de una nueva aventura para los dos- El tiempo vuela Julieta, vamos a
trabajar.
Julieta salió como despedida por
un huracán de la oficina de su nuevo jefe, siendo conducida por la amable
asistente hacia la oficina de enfrente, al entrar Julieta la halló cómoda y
hasta acogedora, nada que ver con la oficina de Beltrán que se sentía sobria,
hasta lúgubre. Bueno a veces dicen que las cosas se parecen a su dueño.
-Srta. Vélez me da gusto que esté
usted aquí, mi nombre es Marcela, a sus órdenes.-dijo la Asistente.
-Julieta a secas- dijo Julieta
más alegre, al contrario del dueño, los demás empleados eran muy cálidos- Vamos
a trabajar mucho y a convivir aquí así que mejor ser más directas, te puedo
preguntar algo Marcela?
-Dime Julieta.
-El Sr. Beltrán es así de parco
con todos, es de esos jefes que causan temor a todos.
-Bueno yo llevo un año aquí, si
es así la mayoría del tiempo, solo se pone de buen humor cuando viene su padre,
Don Jerónimo. Cualquiera pensaría que incluso su novia le alegraría la vida,
pero es como que se aburre más con ella, aunque te digo entre amigas, la novia
es de esas niñas fresa, con mucho dinero y poco cerebro.
-JAJAJA- Julieta empezó a sentir
lástima por su pobre jefe, al parecer sería así por el resto de su estancia en
esa empresa, pero bueno trabajo es trabajo- Marcela será mejor que me digas
donde es Recursos Humanos, porque el dragón saldrá de su oficina y escupirá
fuego a todos si no nos ve trabajando.
Mientras en la oficina del
frente, Emiliano extrañamente tiene inmensas ganas de hablarle a alguien, saca
su móvil del bolsillo, teclea algunos números y espera la contestación.
-Hijo me alegro que me llames sentía
la enorme sensación que me necesitabas- Don Jerónimo estaba emocionado al otro
lado de la línea.
-Papá, yo también tenía ganas de
oírte- Emiliano tenía una voz más jovial, más serena, más tierna al momento de
hablar con su padre- Puedo verte hoy, tengo algo que me inquieta y quien mejor
que tú para ayudarme.
-¿Hijo ven parece que necesitas
un consejo verdad?
- Si papá en 20 minutos estoy en
casa ?y colgó.
El chofer de Emiliano lo llevó rápidamente
a una lujosa finca fuera de la ciudad, Don Jerónimo vivía ahí desde hace varios
años, ya que dejó todo el control de las industrias a Emiliano, él vivía
plácidamente en las afueras porque siempre le gustó la vida de campo, además
que ahí podía recordar a su amada Sofía.
Emiliano llegó, se quitó el saco
y la corbata y bajo del coche, entró a la casa y vio a su padre quien lo
esperaba en la sala, al verse ambos se dieron un gran abrazo, la cercanía entre
ellos aliviaba el corazón de Emiliano, en los momentos donde su rudeza
disminuía y entraba la tristeza solo su padre lo alivianaba, la sabiduría de
anciano le aclaraba la mente y endulzaba su corazón.
-Hijo mío, mi Emiliano, que gusto
verte, ya me tenías olvidado ingrato- Dijo el anciano en tono de broma.
-Jamás papá, si bien la vida de
trabajo me tiene envuelto, mi corazón siempre te busca papá, eres mi único
refugio, olvidarte nunca.- Emiliano encontraba paz y amor en el abrazo de su
padre.
-Hijo te noto algo extraño. Que
pasó, cortaste con Virginia?
-A veces lo deseo, pero no sé,
ella es muy bonita pero muy superflua, en realidad no la tomo muy en serio,
solo lo hago para estar ahí en las páginas de sociales y no especulen sobre mí
y porque no me he casado, pero no es para mí, creo que nadie es para mí.
-No digas eso, que esa mala mujer
haya jugado contigo no significa que todas sean iguales, trata de abrir tu
corazón hijo.
-Pues no quiero sufrir otra vez
papá, pero hoy..
-Hoy que pasó?
-Contraté una administradora que
se encargue de dirigir todo, una persona de confianza, pero de esa mujer me
atrajo algo más, Papá era como verla por medio de un cristal, es muy hermosa,
tiene una seguridad y unos principios muy bien definidos, me dejaron en la
luna, la vida al parecer le enseñó mucho y talvez como yo no ha tenido una vida
fácil, me atrae mucho, su belleza externa e interna, pero tengo miedo de que
vuelvan a jugar conmigo.
-Hijo de lo que me has dicho,
siento que esa mujer te ha tocado las fibras, eso que ninguna mujer ha tocado,
porque ves por dentro y por fuera de ella, la ves como tu igual, y no la
comparas con las niñas fresas que frecuentas- Emiliano pone los ojos en blanco
a la mención, no le gustaba que su padre le reproche su relación con Virginia-
Es en serio hijo, no sé qué haces con Virginia, pero bueno, no es mi asunto,
solo te digo conoce a ese niña Emiliano, después tomas una decisión y dejas que
entre en tu vida, ese es mi consejo. Conócela, no apresures el tiempo deja que él
decida tu destino.
-Gracias papá, te soy sincero en realidad
ni yo sé porque aún soporto a Virginia, pero Julieta Vélez me ha conquistado, y
es solo nuestro primer encuentro.
Padre e hijo se quedaron
conversando muchas cosas más, pero el consejo de Jerónimo se guardó en el
corazón de su hijo, Conócela, si era cuestión de conocerla, porque sí que le
causó una muy impactante impresión, esa bella mujer lo atraía.
Los días y las semanas se pasan
volando, y más cuando amas tu trabajo, Emiliano veía en Julieta a una gran
profesional, las primeras semanas se le indujo en toda la política de las
industrias, ella aprendió rápido, así que se puso en marcha para realizar
varios informes, ella los presentaba a tiempo, y dando cátedra en el manejo de
cuentas, balances y crédito fiscal, era muy hábil y siempre dispuesta a la
escucha, eso cada día más atraía al jefe enojón, según le decían por los
pasillos. Hubo varias veces en las que ambos se quedaban hasta tarde en la
oficina preparando nuevas estrategias, revisando convenios, en fin creando
nuevas cosas en beneficio de las empresas, eso tenía contentos a ambos, pero más
que eso. Su acercamiento había logrado separar la brecha de intolerancia de
Julieta quien estaba descubriendo a un hombre con nobles sentimientos.
-Sr. Beltrán, esto es el resumen que
me pidió- Julieta le alcanzaba unos documentos a su jefe algo distraída.
-Julieta, mírame- ella hizo caso
al instante, porque quería ver eso ojos miel tan misteriosos, el recibió los
papeles y continuó- No crees que a estas alturas deberíamos dejar eso de Señor,
mira llevamos varias semanas trabajando casi hasta la madrugada y hemos formado
un gran equipo, la confianza existe así que, creo sería mucho más practico que
me dijeras nada más Emiliano, además si quiero ser tu amigo no quiero que me
andes diciendo Señor.
-Quieres ser mi amigo Emiliano?- Julieta
incrédula le contestó. Dentro de ella su subconsciente gritaba, si acepta.
-Por supuesto, que dices.
Amigos?- le extendió la mano.
-Amigos-ella le estrechó la mano
y volvió a sentir esa descarga, era como un choque de genes entre ellos y la
sensación era verdaderamente SUBLIME.
Pero en toda historia, siempre
hay una mosca en la sopa, y Virginia estaba en medio de ese gran sentimiento
que estaba creciendo entre ellos, la hermosa modelo, presentía que en ese
tiempo las visitas del empresario había disminuido, ya no le pedía que fuera a
su casa, ni se aparecían en algún evento social, la joven no sentía amor por
Emiliano, pero deseaba los millones que él manejaba y perderlo sería su ruina
como modelo. Así que no quiso quedarse con la duda y se presentó un día en la
empresa.
-Julieta me pasas el informe que
está en el escritorio? Por favor?- Emiliano estaba viendo unos documentos y quería
que Julieta estuviera presente más que por trabajo, por tenerla cerca, su dulce
aroma floral y su excelente compañía se habían vuelto vitales, y lo mejor a
ella no le molestaba en lo absoluto.
-Señor Beltrán- sonó el intercomunicador,
la voz de Marcela se escuchaba nerviosa
-A ver Marcela, te advertí que no
quería ser molestado- hablo Emiliano fuertemente- estoy trabajando y no estoy
para nadie.
-Señor lo siento, pero tiene una
visita ansiosa de hablar con usted.
-Pues que ESPERE, ¿QUE NO ME
ENTENDIÓ?- Emiliano asustó a la joven, pero recibió una mirada asesina de
Julieta, advirtiéndole de su tono de voz- Discúlpame Marcela, no fue mi
intensión- inexplicablemente ver a Julieta lo calmaba, miró a su amada y con
los ojos le decía, discúlpame mi vida- Dile que vuelva mañana, con gusto la
recibo.
-Señor ya se lo dije, pero la
señorita insiste en verlo y yo?..
La puerta de la oficina se abre de
repente y pasa Virginia, yendo a toda prisa hacia Emiliano y dándole un beso en
los labios, Emiliano y Julieta estaban incomodos con la escena era como si
alguien les hubiera desinflado el globo
de amor que crecía entre ellos.
-Mi Príncipe, porque te niegas a
verme, que hice algo malo o qué- Virginia al parecer no había visto a Julieta,
Emiliano no la quería ver en ese preciso momento, quería decirle que se fuera
de inmediato, pero su caballerosidad le
impidió sacarla de ahí.
-Mejor los dejo solos- Julieta se
sentía extraña y prefirió salir de la oficina, pero tenía un sentimiento más
fuerte que la incomodidad, eran ¿celos?
-Ay disculpa no te vi- Virginia
trató de justificarse sin lograrlo, ignorar a Julieta era premeditadamente
calculado, quería saber que pasaba entre ellos- Soy Virginia Lascuraín, la
novia de Emiliano. Y tu eres?, bueno no me interesa, príncipe porque no me
quieres ver si yo te ext..
-A ver Virginia- Emiliano había
perdido la paciencia y decidió hacerlo de una vez- primero la tratas con
respeto, ella es Julieta y trabajo con ella aquí, mira si no te he visto en
estos días, es porque no quiero verte punto, es mejor que arreglemos fuera de
esta oficina no me gusta mezclar las cosas? si debía dejarla, esta era una
oportunidad de oro.
-Es mejor que salga- dijo Julieta
muy incómoda.
-No Julieta, que te pida
disculpas, no permitiré que te hable así- Emiliano en realidad estaba muy
molesto.
-Mi amorcito, no tengo porqué
ofrecer disculpas a nadie. Y me vas a decir porque no quieres estar conmigo.
-Mira Virginia, no quiero tu
compañía y es todo, tú lo sabías desde un inicio. Así que será mejor que te
vayas, no me gusta que entres sin permiso a mi oficina, así que mejor vete.
-Que Emiliano, ya te conseguiste
nuevo juguete, por eso me botas- Virginia se mostró áspera con Julieta- no creo
que esta golfa me pueda superar.
-BASTA VIRGINIA FUERAA DE MI
OFICINA, HASTA AQUÍ FUIMOS PAREJA, TE ME VAS DE AQUÍ- Emiliano soltó un sonoro
grito, que asustó a ambas mujeres.
Virginia miró a ambos con malicia
y se fue. Julieta se sentía tan ofendida que no quería seguir ahí, decidió
salir. Emiliano no la dejo.-
-Discúlpame por favor, esa loca
no debió hablarte así, por favor perdóname por la escena.
-Por lo que veo tu utilizas a las
mujeres a tu antojo- Julieta se sentía engañada y enojada consigo misma, estaba
dándole la oportunidad a un hombre que ella creía bueno- que podía esperar
de un hombre como tú, y yo ingenua dándote el chance de
ser mi amigo, pero algo dentro de mi sabía que eras un asco de persona- Se
acercó y tomó el pomo de la puerta, pero Emiliano la sujetó y la atrajo hacia
él, el contacto físico entre ambos, les causó mucha euforia, Emiliano respiraba
su aroma florar y eso lo volvía loco. Ella quería salir del apretón pero su
interior gritaba que la abrace.
-Tu no me conoces aún Julieta- Él
la acercaba más a su cuerpo, miraba sus labios, esos labios que por varios días
quería besar- esa careta que tú dices que llevo, es un escudo, mi corazón no
quiere sufrir otra vez, pero contigo yo..
-Conmigo qué- Julieta sentía el
contacto con él y en el fondo no quería que la soltara- me puedes soltar me
lastimas.
-Ya estamos aquí así que me vas a
escuchar- Emiliano la miró directamente a los ojos, quería que ella viera a
través de ellos- Contigo me descontrolo, desde que te vi sentí un impulso
extraño, como la primera vez que me enamoré, pero el miedo se apoderó de mí,
ese MIEDO de ser golpeado por el amor de una mujer, pero me atraes mucho
Julieta, así que decidí abrirte mi vida, dejarte entrar, en este tiempo yo me
he quedado a propósito a trabajar hasta tarde, porque quería saber más de ti,
tu indiferencia era un desafío para mí, por eso te pedí que seamos amigos, para
que con la cercanía podamos conocernos mejor y..
-Y qué Sr. Beltrán, pudiera usted
acostarme conmigo y satisfacer su curiosidad?-Julieta quería cortar con este
juego de una buena vez, pero también quería saber más.
-Déjame terminar- Emiliano deseaba
con ansias callarla a besos, pero tenía que terminar y expulsar lo que llevaba
dentro- La atracción fue creciendo, yo me quise negar, pero no pude, no puedo,
y no quiero. Me gustas Julieta, Te quiero, eres la mujer que siempre busqué,
pensarás que soy un arrogante que busca mujeres como Virginia para
entretenerme, pero no, Virginia es una niña vacía que solo le interesa la fama
y el glamour, en cambio tu eres una verdadera mujer, seguro que has sufrido y
mucho, igual que yo, a los dos nos han tratado muy duro la vida, los golpes de
todo por lo que hemos pasado nos hace madurar, por favor no me digas que no lo
has sentido, me doy cuenta Julieta-
acerca sus labios a los de ella, al principio ella se mueve en señal de desprecio,
pero termina cediendo. Ambos se sienten atraídos y el empieza a jugar con sus
labios, los acaricia suavemente, y los besa con ternura y después con pasión,
no puede contener sus sentimientos, ambos han querido este momento por meses y
la vida se los permite.
-NO Emiliano, no puede? ser-
Julieta trata de salir del apretón, pero él no la deja.
-Te quiero Julieta, y este beso
me demuestra que a ti también te gusto, por favor déjame demostrarte que no soy
un patán- se separan por un momento, pero sin perder el contacto visual- te lo
ruego, Julieta tú me has hecho volver a creer en el amor. NO TE VAYAS.
Julieta logró zafarse del apretón
y sale de la oficina raudamente, al llegar a su despacho, la felicidad la
inunda, ella si se estaba enamorando de su jefe, estos días juntos le había
permitido conocerlo, era un hombre de bellos sentimientos, correcto, caballero
y muy responsable, la barrera de odio que tenía con él estaba desapareciendo,
hoy al verlo con esa mujer, le dio un terrible ataque de celos, por esta
cercanía le había generado un sentido de propiedad que no sentía por nadie, y
el beso que se dieron, lo confirmó, no lo quería ver más que con ella, era su
HOMBRE.
Tomó su móvil, y tecleó a
Gabriela.
-No me digas que por fin lo
besaste- Gabriela con su buen sentido del humor quería empezar la conversación,
ella quería que su hermana fuera feliz.
-Por qué dices eso Gaby.-
-Porque lo vienes deseando desde
hace meses, tu no me lo dices pero cuando hablas de él te brillan los ojos, te
has enamorado verdad?
-Esto es amor?.
-Si hermanita, es AMOR y me
alegro que sea un buen hombre, me encantaría conocerlo, lo he visto en las
revistas de sociales, es muy guapo y caballeroso, pero una duda no es que tiene
novia.
-Tiempo pasado, la tipa vino, me
trató muy mal y él la corrió y le terminó- Julieta se puso contenta ante su
propia afirmación- Me dijo que estaba equivocado con respecto a ella y que yo
era la mujer que buscaba.
-Orale, si te dijo eso es que
quiere algo más serio, se feliz hermanita, pero todo con pies de plomo.
-Bueno pues ya estoy aquí
enamorada a mil de Emiliano Beltrán, ya no creo regresar atrás.
Mientras el enamorado jefe
llamaba a su padre por teléfono, estaba tan feliz, por fin había podido confesarle
su amor a Julieta, y Don Jerónimo debía saberlo.
-Hijo, que pasó? Ya se lo
dijiste?
-Papá, que bien me conoces
-Eres mi hijo, como no saberlo,
pero dime que te dijo.
-Nada, fue muy extraña la
situación, pero le declaré que me gusta mucho y nos besamos, ella no se negó y
me correspondió, eso es buena señal.
-Me alegra hijo, te lo dije,
conócela y deja al tiempo decidir, me alegra que estés enamorado otra vez.
-Si Papá
y esta vez para siempre.
Había llegado la hora de salir de
la oficina, Emiliano había dado la tarde libre a todo el personal
administrativo, los empleados todos atónitos por el cambio de humor de su jefe
se fueron felices, mientras él había estado preparando una sorpresa.
Julieta estaba viendo unos
archivos en la computadora, pero con la concentración a la mitad de
rendimiento, estaba pensando en el beso que se habían dado, se tocaba los
labios añorando volver a sentir los labios de su hombre junto a los suyos, y
sentir ese aroma varonil que la volvía loca. Cuando en eso entró un mensajero
con un bello arreglo de Tulipanes rosados, firmó la hoja de recepción y el
joven se retiró, encima de las flores
había una pequeña tarjeta cuyo texto decía:
Sin dudarlo ella tecleó su número
y esperó la contestación.
-Mi niña que me respondes?-
-Acepto Sr. Beltrán, que debo
hacer?
-Mi chofer la llevará es un lugar
muy especial para mi. Aquí le tengo preparada una sorpresa.- y colgó.
Se arregló lo mejor que podía
estaba radiante por lo que le pasaba, mientras se miraba en su pequeño espejo,
llegó el chofer del empresario y la condujo a la salida de la empresa. La
condujo hacia la finca del Sr. Beltrán, la ayudó a bajar y la condujo a la sala
de la casa, donde Don Jerónimo la recibió.
-Eres preciosa Julieta, mi
chamaco anda loco por ti y le doy razón, eres muy bella, soy Jerónimo Beltrán,
padre de Emiliano- El anciano sonreía tiernamente, se veía contento con su
visita.
-Es un placer Señor, su hijo es
muy guapo y veo que le sacó a su padre.
-Pasa linda, aquí este joven te
tiene una sorpresa, los dejo en su casa, no me gusto ser el tercero en
discordia, así que la casa es toda suya- Jerónimo la condujo hacia el comedor,
le guiñó el ojo a su hijo y junto con el chofer se fueron del lugar, Emiliano
había hecho la cena, algo ligero pero con mucho amor, estaba la mesa con velas,
dos copas de vino y la comida, Emiliano estaba guapo aún con el delantal y muy
nervioso.
-Mi vida esta es mi sorpresa, te
imaginaste verme cocinando, pues aquí estoy, soy un hombre sencillo y ahora más
enamorado que nunca.
-Emiliano esto es lindo, no sé qué
decirte.
-Pues cena y después me cuentas
que te pareció.
Cenaron y charlaron amenamente,
el ambiente era cálido y romántico, estaban tomando el vino cuando Emiliano se
acercó al stereo que tenía cerca, la música suave y romántica invitaba a
bailar.
PRESIONA PARA ESCUCHAR LA MUSICA QUE ESCOGIO EMILIANO
Emiliano le tendió la mano
invitándola a seguirle el paso, Julieta no dudó y se dejó llevar, La música era
el marco ideal para el AMOR, un amor que había nacido muy a pesar de los dos,
pero que no dejarían escapar por NADA.
-Emiliano, bailas muy bien- dijo Julieta
recostando su cabeza en su hombre.
-No te creas, no se bailar en lo
absoluto, pero por ti, hasta practiqué en mi soledad, para que cuando pueda
decirte lo que te voy a decir, sea el momento más perfecto, y tengo la certeza
que es ahora a nunca. Mi niña, te lo diré de frente, hoy nos besamos y confirmé
que te AMO, y te amaré por siempre, quieres ser mi novia?
-Emiliano, si quiero, yo también
te AMO, y para siempre.
Sellaron el hermoso momento con
un maravilloso beso.
La feliz pareja era la más
buscada de los medios, por fin se había flechado al soltera más codiciado de
México, y por una bella y talentosa mujer, fueron la comidilla de los medios
por varios meses, pero a ellos no les importaba. Emiliano la llevaba a cuanta
reunión tenía, la presentaba como la mejor ejecutiva de sus industrias y la
dueña de su corazón, y ambos realizaban reuniones de trabajo y convenios,
Industrias Beltrán tuvo un gran crecimiento, y eso los ponía muy contentos.
Pasaron varias semanas, y en la
mesa de un restaurante del centro del DF, una modelo miraba una bella portada
de la pareja más comentada de la ciudad.
-No me conoces aún Emiliano
Beltrán- Virginia Lascuraín miraba la portada de la revista y maldecía
interiormente la felicidad que expresaba la pareja- Tú y tu noviecita, aún no
saben de lo que soy capaz.
Un año entero de miel sobre
hojuelas, Emiliano sin duda alguna había encontrado a la mujer de su vida, él
era muy feliz, había salido de su coraza y demostrado que era un hombre muy
romántico, y lleno de detalles, en el tiempo que habían tenido de conocerse, el
lo contó su historia de decepción a Julieta, para poder sanar heridas y
comenzar con un corazón sin reproches ni remordimientos.
-Por eso me volví frio con las mujeres
mi Niña- una noche después de trabajar Él la llevó a cenar- porque sentía que
así no podrían volver a herirme, así no me sentía vulnerable, pero tú lo
cambiaste todo.
-Tu también cambiaste mi vida Mi
cielo- Julieta se acercó y le dio un beso- Eres un hombre extraordinario, y te
adoro, sabes que daría mi vida por ti.
-Y yo la mía mi Niña, siempre- Se
sentían embelesados por tanto amor, pero fueron opacados por los flashes, ya
que un fotógrafo de sociales los había captado besándose, ellos salieron raudamente
del restaurante por la puerta trasera ayudados por el personal del local y
subieron al coche, ya dentro ambos rieron ante la situación.
-Ay Emiliano esto de andar
escapando de las cámaras ya me parece algo gracioso- ella sonreía y Emiliano la
tomó del cuello y se acercó lentamente.- Que haces Emiliano??
-Soy su jefe Srta. Vélez y le
ordeno en este momento que me bese- Emiliano la miraba directamente a los ojos
y le decía con la mirada que la amaba.
-Sus Deseos son ordenes mi
adorado jefe- Julieta lo besó con pasión, ambos se deseaban con locura y no
dejarían que esto acabara nunca.
Días después, para poder librarse
del acoso de la prensa, Emiliano decidió darse unas vacaciones y viajar junto a
Julieta a San José del Cabo, para conocer el lugar donde había vivido su niña y
tener tiempo solo para ellos.
Julieta viajó muy contenta porque
volvería a ver la tumba de sus padres después de casi 9 años, y podía estar a
solas con su hombre, el ser que tanto amaba.
Al llegar al panteón, y ponerle
flores frescas al mausoleo, Emiliano le preguntó.
-Mi niña, extrañabas a tus
padres?- la miraba con ternura.
-Si y mucho, pero me prometí a mi
misma no regresar hasta haber progresado y que mis padres se sintieran orgullosos de nosotras.
-Y murieron juntos?.
-No mi cielo, mi madre murió
dando a luz a Gaby, yo tenia casi dos años, no tengo muchos recuerdos de ella
pero mi padre nos quiso tanto que no sentimos mucho la falta de mamá.
-Mi niña, lo siento y fíjate que
a mí también me faltó mi madre, ella a los meses de darme a luz murió. Mi padre
al igual que el tuyo fue padre y madre, y me llenó de amor, más que padre, él
se convirtió en mi único amigo. Dios me lo dé muchos años más.
-Lo sé mi cielo, mi papá nos educó
en responsabilidad y humildad, y estoy muy feliz de haber vivido junto a él.
Emiliano tomó la mano de Julieta,
la beso con ternura y miró la tumba de Don Fernando.
-Don Fernando, le prometo que
jamás le haré daño a Julieta, ella es mi verdadera felicidad y en memoria de mi
madre, la trataré como una reina.
Dicho esto se dieron un beso y
salieron del panteón, ambos se dieron un paseo por las hermosas playas, y
decidieron cenar en un hermoso restaurante en la orilla, entre jugueteos
después de la cena regresaron a su habitación del hotel.
-MI niña, no sabes cuánto te amo,
eres mi razón de vivir.-Emiliano le daba besos en el cuello mientras subían en
el ascensor.
-Emiliano Beltrán con calma, por
favor espera a que lleguemos a nuestra habitación.
-Que no hay cariño aquí o que
Srta. Vélez,
-Hay mucho cariño mi cielo, pero
con calma- Julieta se acaloraba a cada beso del empresario. Llegaron a la
habitación, donde estaba preparada la cama con velas alrededor, una botella de
champagne y rosas rojas.
-Y esto Emiliano?- Julieta lo
miraba con amor, mientras rodeaba con los brazos el cuello de Emiliano.
-Mi niña, te amo, en este tiempo
he descubierto más de ti y me enloqueces, tu amor sanó mi corazón que había
dejado de creer en las mujeres, y ablandaste mi carácter, quiero sentirte cerca
de mí y te deseo con desesperación. Pero si no estás lista lo entenderé.
-Mi cielo, yo también te amo y si
deseo ser tuya, jamás dejes de amarme- Y lo besó.
Empezaron con el juego de
seducción de costumbre pero esta vez no pararían hasta ser uno solo, Él primero
empezó por el cuello, luego le quitó la blusa, y la pequeña falda. Ella
desabotonó su camisa, y acarició su pecho, Emiliano siguió explorando su cuerpo
a besos, y el perfume floral se metió por los poros. Lo enloquecía.
Ambos seguían encendiendo su
pasión con grandes besos y caricias, hasta que Emiliano la cargó, la llevó a la
cama y la puso con suavidad encima, los besos fueron más intensos y ella puso
sus manos en el cinturón de sus pantalones, los abrió y continuó su misión.
Ambos desnudos y entregados al
amor, se unieron hasta llegar al clímax, ambos juntos en esa cama se declararon
todo el amor que sentía el uno por el otro y para ellos el mundo dejó de dar
vueltas y se paró el tiempo a favor suyo.
-Gracias mi niña, me haces el más
feliz del planeta.- Emiliano la abrazaba y la cubría con la sábana para que no tuviera
frio.- Tu vida y tu corazón ahora esta enlazado junto al mío. Eres hermosa y
ahora eres solo mía.
-Mi cielo yo también te AMO, y
sentirte tan cerca es lo más increíble.
-Ay ni niña ahora nos
pertenecemos y jamás nos separaremos. Descansa en mis brazos que jamás te
dejaré. Ambos se quedaron dormidos bajo el calor del amor y el sonido del mar.
A La mañana siguiente, Emiliano
se despertó temprano para atender algunas llamadas urgentes de trabajo,
mientras dejaba dormida a Julieta, se veía tan angelical mientras duerme que no
quiso despertarla.
-Te ves tan bella mi Niña
mientras duermes, Dios es el único que sabe cuánto te amo- Le dio un beso en la
frente y se levantó para entrar a la regadera y poder realizar sus llamadas.
Entre todas ellas, tenía un mensaje de Virginia, le marcó rápidamente para
saber que quería después de la forma en que la botó de la oficina.
-Que pasa Virginia?-Emiliano
salió de la habitación para evitar que Julieta escuche.
-Hola Emiliano, sé que no te
gusta ya verme pero quería hablar contigo, para que quedemos como amigos, y
creo que me la debes.
-Mira Virginia, no tengo nada que
hablar contigo, y si no estoy equivocado le debes una disculpa a mi novia.
-De eso quiero hablarte- Virginia
sonaba sincera, pero Emiliano aún dudaba- para poder concretar algo con tu
novia, quiero arreglarlo contigo primero. Acepta mi invitación para tomar algo apenas regreses de
tu viaje, que te parece en el restaurante donde frecuentábamos.
-Está bien en dos horas en el
Centro Histórico del DF, pero será la última vez. ?Y colgó.
-Pasa algo Mi cielo, tenemos
algún contratiempo o me estás ocultando algo- Julieta tenía un sexto sentido,
Emiliano evadió un momento sus ojos- Que pasa Emiliano me preocupa, es algo de
trabajo o es de tu papá.
-Dios no quiera mi niña, no es
nada de eso-Emiliano le acarició la cara y continuó- Debo adelantarme para ver
unos pendientes y además te quiero dar una sorpresa.
-Hay más sorpresas?- MI cielo no
sabes cuánto te adoro- ella se acercó, rodeó su cuello con sus brazos y lo besó
apasionadamente.- Entonces nos vemos en el DF? Voy a hacer algunas compras para
Gabriela y nos vemos en el departamento o en la oficina?
-Pues creo que mejor en la
oficina. Tenemos que revisar unos presupuestos- Dios es testigo que eres mi
vida entera.
-Y tu la mía Mi cielo- Julieta no
aguantó y siguió besándolo- Por favor no me dejes, antes de irte desayunamos
juntos?
Ambos desayunaron en el hotel, y
Emiliano salió antes para poder encontrarse con Virginia, era alrededor de las
10am, y el restaurante donde se daría la cita estaba algo vacío. Virginia ya
estaba ahí esperándolo y al verlo le sonrió.
-Bienvenido Príncipe, por favor
gracias por venir, por un momento pensé?
-Mira Virginia, tengo un sinfín
de cosas que hacer así que seremos breves, dime como le vas a pedir perdón a mi
novia.
-Mira Emiliano no hablemos de
ella, hablemos de nosotros, creo que terminamos mal, y tú me gustas mucho no me
daré por vencida.-ella se acercó muy sensualmente, jugaría su última carta.
Virginia había citado también a
Julieta para poder limar asperezas, sin que Emiliano se enterara, así les puso
una trampa a los dos.
Julieta entraba al restaurante,
estaba preguntando en la entrada por su mesa reservada, cuando Virginia la vio,
así que se acercó mucho más a Emiliano. Y en un acto muy osado le dio un beso,
el empresario trató de liberarse, pero esta escena fue vista por Julieta.
-Eres un imbécil Emiliano-
Julieta entre lágrimas le gritó, mientras salía de la estancia. Virginia miraba
con placer este encuentro mientras Emiliano se la quitaba de encima.
-Julieta, ESPERA .. JULIETAAAAA!!!!!!
La joven cruzaba por las calles
del centro del DF, sin mirar, chocando con la gente a su alrededor, las
lágrimas no eran suficientes para tanta rabia que tenía, se sentía utilizada,
ella le entregó toda su vida, se tragó las críticas de todos, porque sabía que
era una muy buena persona, pero para qué?, para después de tenerla en su cama,
dejarla y regresar con su antigua novia. Eso le dolía más que todo, el engaño,
la forma en que Emiliano no le contó su encuentro con ella, eso pesaba más en
su mente.
Sin darse cuenta había llegado al
Jardín de Artes Gráficas, vio un asiento desocupado, y se sentó a descansar, a
pensar y a desahogarse.
Emiliano había corrido detrás de
su novia, también chocando con la gente, sabía que todas las evidencias lo
acusaban, pero tenía que hacerle entender que él no era culpable, él no lo
había planeado, ella abusó de la situación. Al Ver a Julieta sentada en el
parque se acercó para recuperar aire y poder hablar.- Mi niña no es lo que
parece, Virginia..
-Esa era tu sorpresa?, querías
romperme el corazón?. Pues fíjese Sr. Beltrán, lo logró, mi corazón está hecho
añicos y usted es el causante, aléjate
de mí, no quiero volver a verte.- Julieta era un mar de lágrimas
-Julieta por favor, déjame
explicarte.
-¿Qué me vas a explicar Emiliano?
Como te burlaste de mí, y ella tan descaradamente me escribió para decirme que
quería pedirme perdón. Lo que hicieron los dos fue burlarse de mí, y no me
digas que eres inocente de esto, porque me ocultaste que vendrías a comer con
ella, no crees que al saberlo lo hubiera entendido, tenía que enterarme así, me
enamoré de ti como una estúpida y esto jamás te lo perdonaré- Ella se levantó
del asiento y empezó a caminar. Emiliano desesperado por no poderse explicar la
sostuvo del brazo, ella en un impulso lo empujó- No me toques, nunca vuelvas a
tocarme, déjame en paz te lo suplico.- empezó a andar sin ver, solo las lágrimas
podían desahogar lo mal que se sentía. Seguía caminando y no se dio cuenta que
cruzaba una pista rápida. Emiliano corría detrás de ella cuando de pronto..
- JULIETA ? CUIDADO!!!
Julieta sintió el empujón,
Emiliano la sacó de la vía y la hizo caer en la banqueta, ella al darse cuenta
vio solo una camioneta negra y a Emiliano volando metros más lejos de ella.
-EMILIANOOOO
Julieta seguía acostada llorando
a lado de su novio, quien parecía muerto en vida, el recuerdo de su vida juntos
le dolía mucho más, verlo así sin moverse era un duro puñal para su corazón,
pero debía hacerse a la idea que talvez el nunca regresaría.
presiona aqui para el suspenso
Cuando de pronto, la máquina de signos vitales empezó a sonar muy
fuerte, al parecer algo andaba mal
La enfermera entró a la
habitación para sacar a Julieta, con otras enfermeras mas, todas hacia
Emiliano, trataban de tomarle sus signos vitales, la máquina seguía emitiendo
ese insoportable sonido, Julieta sentía que se le iba el alma a los pies, no podía estar ocurriendo eso.
Luego una de ellas salió dela habitación, gritando:
-PACIENTE ENTRÓ EN PARO, EQUIPO
DE REANIMACIÓN A TERAPIA INTENSIVA!! URGENTE!!!!
-Señorita Vélez, por favor debe
salir, el estado del Sr. Beltrán es crítico, entró en paro Cardiaco.
Hola Carlita,otro capitulo sorprendente,huy a quien no gustaría tener un " Emilio" asi.felicidades como siempre y aquí me quedo asta el final .un abrazo fuerte
-Señorita Vélez, por favor debe
salir, el Sr. Beltrán no debe recibir visitas, su estado es crítico.
-Por favor se lo suplico señorita
déjeme estar con él, necesito saber que está bien.
La enfermera tomó a Julieta, la
llevó a la puerta de la habitación y le indicó que esperara afuera, en la sala
de espera estaba Don Jerónimo y Gaby, al verla llorando a mares se acercaron y
le preguntaron si era verdad lo que escucharon.
-Sí, estaba con él y de pronto
empezó a sonar esa maldita máquina, todas las enfermeras entraron, luego el
doctor y no me dejaron seguir ahí, si él se MUERE yo me muero también, Dios mío
no te lo lleves- Gaby la abrazó, sabía que su hermana necesita mucho apoyo y
consuelo en este momento.
-No te preocupes hija, Emiliano
es un hombre es fuerte, estoy seguro que pasará este problema y lo tendremos
mucho tiempo más.
-Es mi culpa Don Jerónimo, yo no
vi la pista, caminé sin rumbo, si lo hubiera dejado explicarse no estaríamos
aquí en este hospital, y él al borde de..- el llanto no cesaba, pero necesitaba
ser consciente de lo había pasado.
-Pero Juli, como terminaron así,
no entiendo.- Gaby le preguntó.
-Virginia me mandó un mensaje
diciéndome que quería limar esperezas conmigo, que no había sido su intensión
insultarme y me citó en ese restaurante. Cuando llegué ahí estaban los dos, y
ella lo besaba, empecé a llorar y salí huyendo, corrí todo lo que pude y llegué
a un parque, él me alcanzo y discutimos, ahí volví a andar, en eso no me di
cuenta que una camioneta llegaba a toda velocidad, Emiliano me empujó y recibió
el impacto y?
-Y no te pareció extraño que te
escribiera después de tanto tiempo de tu relación con él, si su intensión
hubiera sido buena te hubiera escrito antes, esto parece una trampa, y
lamentablemente Emiliano no está aquí para aclararlo.
El doctor Gómez estaba en la sala
de espera, los tres se acercaron a él para saber el estado de Emiliano
-Disculpen por no acercarme antes
pero tenía otros paciente que atender, como sabrán el Sr. Emiliano está en un
proceso de Coma profundo, su estado en estas primeras 72 horas es muy crítico,
logramos reestablecerlo y salvarlo del Paro Cardiaco, lo reanimamos a tiempo,
pero debemos estar alerta, la recomendación es no molestarlo por el momento,
ustedes saben que esta clase de pacientes pueden reaccionar mañana, en meses, o
en años. Debemos estar pendientes de cualquier novedad. Yo sé que suena duro,
pero es lo mejor.
-Puedo pasar a verlo Doctor.-
Julieta quería verlo y estar con él todo el tiempo posible.
-Mañana puede volver cualquier
cosa o cambio de estado le avisaremos por favor debe irse.
Julieta no cesaba de llorar, no
tenía consuelo, su hermana la condujo a su camioneta y la llevó al departamento
donde últimamente la pareja vivía. Julieta entró a la recamara y empezó a
llorar más, todo se lo recordaba, su aroma estaba impregnado en el ambiente, y
le dolía saber que no lo volvería a abrazar, a sentir su presencia, a besarlo.
Las lágrimas no paraban y así se durmió en la cama, sola sin su amado Emiliano.
Al día siguiente, estuvo temprano
en el hospital, aún no era hora de visitas, pero ella no podía dejar de estar
en la espera. Presentía que en cualquier momento despertaría y esta pesadilla
acabaría, mientras esperaba, fue a la capilla del hospital, donde había una
imagen de la Virgen de Guadalupe, se hincó en el reclinatorio y empezó su
oración.
-Morenita linda, por favor te lo
ruego, te lo imploro, no me lo quites, a pesar de todo, y lo que haya pasado,
Emiliano es mi vida, es mi razón de ser, soy feliz a su lado. Además él es un
buen hombre, por favor no te lo lleves, no te lo lleves, te lo ruego.
En ese instante, entró a la
capilla Don Jerónimo, quien al ver a la joven en ese estado la levantó y la
abrazó.
-Julieta, todo va a estar bien,
Emiliano es un muchacho fuerte, esto será un recuerdo. Por favor cálmate,
tienes que estar bien para recibirlo.
-Don Jerónimo, es mi culpa. Solo
mi culpa. No le di la oportunidad de hablar, los celos me ganaron, es mi culpa.
-Cálmate niña, por favor, no es
tu culpa, vamos a la sala de espera, quizás ya haya alguna novedad.
Gaby llegó a la capilla para
avisarles algo.
-Juli, el doctor quiere hablar
contigo, al parecer te dará permiso para dejarte ver a Emiliano. Los tres
fueron a la Sala de Urgencias y el doctor los estaba esperando.
-Puedo pasar a verlo Doctor?.-
Julieta quería verlo y estar con él todo el tiempo posible.
-Srta Vélez yo sé lo preocupada
que está, pero el paciente no debe recibir visitas.
-Por Favor doctor, Julieta es su
novia y está muy mal, se lo suplico yo también- Don Jerónimo le pidió también
al doctor- déjela un momento, después usted dirá.
-Está bien, solo un momento, la
enfermera le dirá cuando deba salir. Yo quería decirles que Emiliano está
mejorando, sólo esperaremos alguna reacción, ya les dije anoche estamos al
pendiente pero el Coma persiste.
-Muchas gracias Doctor.
Al entrar a la habitación,
Julieta volvió a verlo ahí postrado, con los cables conectados a esa bendita
máquina. Se armó de valor y se acercó, tomo su fría mano y empezó nuevamente a
llorar.
-Mi cielo, NO TE VAYAS, regresa
conmigo, por favor, te lo ruego. Todos te necesitamos, tu padre, tus amigos y
yo más que nadie. Sé qué estás aquí por mi culpa, por favor regresa, eres un
hombre fuerte, sé que saldrás de este trance, por favor mi cielo, Emiliano
despierta, despierta, te lo ruego, -apretaba la mano de su novio con la
esperanza de que respondiera- Emiliano regresa.
La mano de Emiliano empezó a
moverse, Julieta volvió a apretarle la mano, sabía que con estímulos él podría
responder, su corazón anhelaba el momento en el que el abriera los ojos.
Emiliano empezó a parpadear, el
sentía un contacto suave, pero no sabía ni donde estaba y que tiempo estaba en
ese estado, la luz empezaba a entrar por sus pupilas, sentía un tenue aroma
floral, su cerebro lo reconocía, era el aroma de ..
-Julieta?- Emiliano sentía el
contacto de su novia, pero no se explicaba que estaba pasando, donde estaban, y
porqué estaban ahí.
Julieta lloraba de alegría y besó
su mano, luego le besó toda la cara, al fin la Virgencita le había hecho el
milagro.
-Morenita gracias, me lo
devolviste, mi cielo estas bien, estas bien, mi vida te amo y no sabes cuánto
me preocupe.-le besaba la mano y lloraba, pero esta vez de alegría.
-Julieta que pasó donde estamos,
que pasó- Intentó moverse de la cama, pero le dio vueltas la cabeza, todo aún
era muy confuso para él, pero ver a su niña a su lado lo hacía sentirse seguro
y aliviado.
-Mi cielo llevabas dos días en
coma, dios mío, tanto le pedía a la Virgencita de Guadalupe que no te vayas,
que te quedaras conmigo, no te muevas mucho, no te acuerdas verdad, estuviste
conmigo en el centro, estuvimos discutiendo y yo caminé sin fijarme, tú me
salvaste pero la camioneta te atropelló, desde ese momento estuviste
inconsciente, pero ya estás bien, gracias a Dios, tu padre y Gaby están afuera,
esperando noticias, saldré a avisarles.
Julieta se levantó pero Emiliano
e sujeto la mano, reteniéndola.
-Espera Julieta, es necesario que
estemos solos ahora, sé que estuvimos discutiendo el momento del accidente, y
quiero aclararte lo que en realidad.
-Eso ya no importa mi cielo,
quedó en el olvido.-
-No Julieta, esta vez me vas a
escuchar, yo quiero darte una explicación, si no lo hacemos esta situación
puede volver y hacernos daño, tienes que escucharme mi vida.
-Está bien Mi cielo, pero con
calma aún estas en estado crítico y cualquier cosa puede pasar.
-Está bien, lo que viste fue una
trampa de Virginia, ella me llamó hoy y me insistió en vernos, me dijo que
deseaba dejar todo claro entre nosotros y me pidió ayuda para poder arreglar
contigo, que quería darte una sorpresa, yo ingenuamente si caí en su juego, por
eso no te lo dije, además no lo creí importante, porque sería la última vez que
la vería, y sería algo rápido, es por eso que viajé antes que tú, solo por eso,
yo tenía planeado otra clase de sorpresa, por favor perdona mi estupidez, te
hice sentir mal y lo lamento, yo te AMO Julieta, y vivir sin ti, es lo más
doloroso.
-Ay Emiliano, ambos debemos pedir
perdón, yo no supe ver la trampa que nos puso, a mí también me llamó y me dijo
que no te dijera nada, porque era cosa de mujeres, yo también pequé de ingenua,
y no me di cuenta de su juego, mis celos me cegaron, es que ya no puedo verte
con otra mujer, eres mío nada más MIO ?
-Soy tuyo para siempre mi niña,
no sabes cuánto te amo, ven aquí y dame un beso- la jaló con suavidad y
sosteniéndole la nuca la beso, Julieta demasiado alegre simplemente se dejó
llevar, dos días sin probar esos labios perfectos parecían una eternidad. Le
dolió separarse pero debía hacerlo- MI cielo debo decirle a tu padre y a Gaby
que ya estás bien.
Emiliano la vio salir de la
habitación y le sonrió, a veces los verdaderos sentimientos se conocen en la
adversidad, y ellos lo sabían muy bien, por fin su corazón había superado las
heridas del pasado y había encontrado la mujer idónea para pasar la vida, así
que esta sería la oportunidad de hacerlo oficial.
Don Jerónimo entró casi
corriendo, y al ver su hijo despierto lo abrazó, a Emiliano le encantaban los
abrazos de su padre, le transmitía calidez y un gran amor, se abrazaron por varios minutos, mientras Gaby abrazaba
a su hermana, la pesadilla por fin había terminado.
-Gracias papá, gracias Gabriela,
gracias a todos por el apoyo, aquí está mi verdadera familia, y quiero
aprovechar la ocasión porque creo que es el tiempo exacto para hacerte una
pregunta Julieta.
Todos tenía curiosidad por saber cuál
era la pregunta, Don Jerónimo y su hijo tuvieron un pequeño contacto visual, y
el anciano entendió lo que pasaría.-
-Espera hijo, encontré esto entre
tu pertenencias y supongo que es parte de tu sorpresa- Sacó del bolsillo del
pantalón una pequeña cajita, se la entregó a su hijo- me alegra que por fin te
hayas decidido.
-Papá que haría yo sin ti?-
Emiliano recibió la cajita y la abrió, dentro se encontraba un anillo de
compromiso bellísimo- Julieta Vélez, ¿Quisieras casarte conmigo?.
-Mi cielo, claro que si acepto.
TE AMO.-Julieta y Gaby emocionadas miraban el anillo, ella se acercó y dejó que
Emiliano se lo pusiera en su dedo. Ambos con mucha alegría y emoción se
besaron, era el inicio de una nueva etapa llena de amor.
Ya habían pasado 6 meses,
Emiliano recuperado totalmente, estaba parado junto a Gaby en la iglesia,
esperando a su hermosa novia, estaban en la ceremonia religiosa de su
matrimonio, el día más feliz de sus vidas. Era una reunión muy íntima y
privada, pero llena de amor.
Julieta entraba del brazo de Don
Jerónimo, estaba tan bella como siempre y radiante ya que uniría su vida al
hombre de sus sueños.
Tras la ceremonia del sacramento
matrimonial, el sacerdote le indicó que podía besar a la novia, todos se
pusieron de pie y aplaudieron a la feliz pareja.
-Te Amo Emiliano y ahora
estaremos juntos hasta que la muerte nos separe.
-No hay límites Julieta, ni
siquiera la muerte, te amo y te pido, que NO TE VAYAS.
-Nunca mi Amor ? Nunca..
Un final hermoso para una mini novela especial.felicidades Carlita.un abrazo fuerte
Carlita, gracias por una historia bien bonita. Tuve problemas para entrar con Chrome porque mi antivirus detectaba un virus en un gif de la página y no quería arriesgarme. Sin embargo, con Edge no alertaba. Después de consultar con Sherley, decidí entrar, de lo que me alegro porque he disfrutado un rato leyendo tu novela. Todas quisiéramos un Emiliano así en nuestras vidas. A mí ya se me fue el tren, pero soñar no cuesta nada, jajaja. Muchas gracias de nuevo por compartir tu tiempo y tu talento. Abrazos colungueros.