Acuario: 21 de enero al 18 de febrero

Signo Fijo de Aire regido tradicionalmente por Saturno, actualmente también por Urano

Los nativos de los últimos grados (días) del signo todavía transitarán durante este año la cuadratura del planeta del orden y la organización. Los efectos de Saturno disonante pueden presentarse como un período de grandes desafíos donde todo se retrasa, se limita o cuesta un esfuerzo adicional. Saturno está asociado con rechazos, así como con obstáculos, caídas de posición o pérdidas materiales. Sin embargo, nos enseña a reconocer, apreciar y observar la dura ley del esfuerzo, única garantía del mérito personal. Los acuarianos han vivido esta influencia durante los dos últimos años y, hasta que Saturno no se aleje completamente de Escorpio y comience a influir desde un ángulo más beneficioso, perdurará en algo su influencia un tanto restrictiva. Eso ocurrirá el 18 de septiembre, cuando Saturno ingrese definitivamente a Sagitario y marque uno de los eventos astrológicos más importantes del año. Para Acuario, después del esfuerzo, todo irá fluyendo más armónicamente. Los tránsitos de Saturno en aspecto favorable señalarán siempre progresos obtenidos por esfuerzos meritorios, así como por la puesta en práctica de virtudes y de principios sólidos como la constancia, el tesón y la responsabilidad. Los más favorecidos serán aquellos que hayan nacido en el primer decanato, a quienes se les presentará la oportunidad de construir sólidamente algún proyecto largamente anhelado.

Urano desde Aries seguirá enviando sus innovadores efluvios al segundo decanato del signo aumentando los deseos de innovación y de cambios. Puede suceder que algo se resuelva de forma  repentina o inesperada. A menudo, es el paso de Urano el que empuja a liberarse, a no sentirse trabado para a tener la impresión de que se abre un nuevo horizonte. Urano es impredecible e imprevisible, simboliza lo que perturba, lo que rompe el orden establecido, por lo tanto, si el influjo es armónico, como en este caso, producirá resultados favorables que pueden traer consigo el súbito final de una preocupación

Ambos planetas, confluyendo en buen aspecto, aportarán exactitud, precisión, mucha prudencia y circunspección en los trabajos científicos. El espíritu será inventivo pero permanece objetivo, se apoya en el cálculo y en la experiencia. La intuición no se arriesga a ser falseada por la imaginación. La evolución material se hace lenta pero de un modo seguro, dando resultados concretos, sólidos y duraderos.

Esta influencia estimula las facultades mentales y habrá posibilidad de grandes progresos intelectuales ya que el espíritu estará ávido de nuevas experiencias. Las ideas abundan en hallazgos y la intuición se desarrolla y favorece las innovaciones. Es un período fértil en creaciones de toda clase. Estos tránsitos refuerzan también la solidez de las amistades o permiten entablarlas con personalidades de gran valor científico o técnico. Las relaciones formadas durante ese período son sinceras, profundas y duraderas.

La primera mitad del año, Júpiter orbitando desde la oposición puede inclinar a estos nativos a los excesos, a la exageración, al desorden o a la falta de control, especialmente de julio a octubre 2015 cuando los dos benéficos (Júpiter y Venus) influirán en un ángulo adverso al signo de Acuario; de acuerdo a cómo se manejen las situaciones puede manifestarse como un fuerte deseo de reconocimiento y aprobación por parte de los demás.

Será conveniente -durante este período- no definir situaciones definitivas de la pareja, ya que puede haber falta de confianza en sí mismos y en las propias posibilidades.

Se corre el riesgo de gastar más de la cuenta, comprar cosas innecesarias o hacer malas inversiones, gastos por lujos, viajes, fiestas o juegos de azar.

Con Venus transitando por su propio signo, Acuario tendrá un magnífico comienzo de año 2015, la protección del planeta del amor y del placer se hará sentir. Será entonces cuando las relaciones se afirmen más, los días serán provechosos en todo sentido y las iniciativas románticas les permitan tomar decisiones acertadas en relación al futuro afectivo.