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Ingredientes Ingredientes para 2 personas 20 langostinos medianos (enteros) 3-4 dientes de ajo Guindilla cayena Sal Aceite de oliva extra Vino blanco Perejil picado Manos a la obra Hoy toca darnos un capricho con unos langostinos al ajillo, una receta
realmente fácil de preparar, rápida, y con la que el triunfo está asegurado. Si este año en Navidad te toca ser el anfitrión de alguna celebración, y aún
no sabes con que aperitivos navideños sorprender a tus invitados, estos langostinos son
una apuesta segura, fáciles, ricos y a muy buen precio (no pasa nada porque
sean congelados). Importantísimo que sean langostinos enteros, para así
poder aprovechar la cabeza, y usar un buen aceite de oliva virgen. Vamos con el paso a paso de los langostinos al ajillo: 1º.- Comenzamos pelando los langostinos, reservando por
un lado las colas peladas(si tenemos un poco
de maña, podemos quitarles la tripa que en ocasiones puede ser un poco
?arenosa?), y por otro las cabezas. 2º.- En una cazuela de barro o una sartén, ponemos aceite de oliva virgen,
y doramos los ajos picados y un trocito de guindilla cayena
(cuidado que algunas pican mucho, más vale prevenir). 3º.- Añadimos las cabezas de los langostinos,
estrujándolas bien o con la mano o con una cuchara de madera. Damos un par de
vueltas, y cuando veamos que cambian de color y el aceite se empieza a poner rojillo, las retiramos
(podemos guardar alguna para decorar). 4º.- Por último incorporamos a este aceite las colas de langostinos (con sal al gusto), y damos unas
vueltas. En un par de minutos (no hacer mucho para que queden jugosos),
añadimos un chorrito de vino blanco, y
dejamos que se ligue bien con el aceite, creando una salsa más densa y con un
sabor increíble. Servimos espolvoreando un poquito de perejil picado. A disfrutar de un aperitivo espectacular, y a muy
buen precio, no hace falta que seangambas
o langostinos frescos de Huelva, ¡con unos langostinos
congelados queda un plato riquísimo! Eso si, te recomendamos que compres
mucho pan, porque el plato va a quedar limpio de tanto mojar.
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