Fondo

El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.

EN LA LAGUNA... ( CAP 12) *** COMPLETO ***

 
- Hola Atardecer...
- Hola Director, ¿qué tal?...
- Bien, con ganas de comenzar con la grabación. ¿ Y tú... ?
- Contenta de poder seguir...
- Recuerda, todo saldrá bien.
- Gracias por estar ahí...
- Nada, es gratificante para mí... Comenzamos en 10 minutos, ok?
- Estoy lista...

 

En la laguna... 1,2,3... grabando!!

 

 

 

 

 

 

 

Y allí se quedó Carla destruida por dentro, mientras observaba como Miguel se alejaba. No pudo impedir que unas lágrimas corrieran por su rostro. No sabía qué hacer. Le hubiera gustado salir tras él y poder explicarle, saber hacia dónde iría, poder calmar su rabia. Pero no, tenía que dejar que todo se tranquilizara, pues ahora de nada serviría.

 

Ella tenía que averiguar, pues aquello que Miguel dijo la dejó bastante intrigada, haciendo que algo por dentro se inquietara.

 

Se acercó hasta las escaleras del porche y se sentó, con la vista puesta en la laguna. No podía dejar de pensar en él y en cómo se sentiría.

 

Miguel había recorrido varios kilómetros de carretera, con una sensación de impotencia y desazón, pero a la vez no dejaba de pensar en Carla, y en el estado en que se encontraría ahora. Tal vez lo mejor hubiera sido hablar con ella, - pensó-, pero no era el momento, porque interiormente tenía que calmarse hasta poder comprender cualquier cosa que ella pudiera expresarle por encima de esas imágenes que se le venían una y otra vez a su mente.

 

En el fondo sabía que Carla tendría una explicación hasta hacerle entender... pero ahora solo veía a ese maldito traidor con sus manos puestas en ella, así como imágenes que iban y venían, de su compañero y amigo Esteban.

 

Se desvió hasta una zona de descanso, un bonito lugar desde el que a través de la gran vegetación, se veía unas vistas estupendas pudiéndose observar la ciudad al fondo. Necesitaba salir del coche y respirar aire fresco, así como gritar la rabia que sentía por todo lo que últimamente estaba aconteciendo en su vida.

 

Inspiró profundo y se puso a observar sin más el horizonte. Una leve molestia en su nariz, le hizo recordar que aún no había limpiado la sangre que aún permanecía en esa zona, aprovechando para hacerlo. Ensimismado en sus pensamientos reaccionó cogiendo su móvil dispuesto a llamar a Álex, porque su corazón le pedía que regresara donde Carla, pero su cabeza le decía que no debía. Así que se comunicó con su amigo.

 

- Hola Miguel, ¿qué tal?...

 

- Hola Alex, ¿te cojo en buen momento?

 

- Si dime...

 

- ¿Estás fuera de casa?

 

- Voy saliendo en este momento... ¿por qué?

 

- Necesito que nos veamos allí... si es posible.

 

- En mi casa, pero tú ¿dónde estás? ¿Pasa algo?

 

- Voy de camino para allá... estoy bien, ya hablamos.

 

- Ok, aquí nos vemos.

 

Alex se había quedado fuera esperándolo, apoyado en su coche mientras realizaba algunas llamadas. Algo más tarde llegó su amigo. Al bajarse y ver su aspecto sabía que algo no iba bien, preocupándose.

 

- Miguel... ¿qué ha pasado?, ¿estás bien?

 

- Si estoy bien..., pero necesito asearme. Igual te he interrumpido... será poco tiempo.

 

- No, no te preocupes, iba a pasar por el despacho a recoger unas cosas. Luego había quedado para picar algo con unos compañeros, pero nada que no pudiera dejar. De hecho ya los avisé.

 

Tras saludarse, entraron a la casa.

 

- No sabía que vendrías este... No se trata de un accidente, ¿verdad? - preguntó Alex al ver el golpe y a su amigo bastante tenso.

 

- No, no lo es.

 

- Tal vez deberías ir a que te vieran, pues la nariz puede estar...

 

- No, no te preocupes... no es nada. Es la sangre lo que más exagera?

 

Ambos se dirigieron al salón. Miguel dejó sus cosas y directamente fue a servirse una copa. Tras coger una de las botellas, la soltó...

 

- No creo que sea buena idea, pues por cómo te veo necesitarías más de una... Mejor cuéntame...

 

- Si, tienes razón - le dijo Miguel, yendo hacia la ventana, desde donde se veía parte del jardín.

 

Alex se acercó hasta él y dándole un apretón en el hombro fue hasta uno de los taburetes que había un poco más allá, en la zona bar y allí esperó a que su amigo le contase.

 

- ¿De quién se trata...? Se adelantó Alex aunque sospechaba el nombre que iba a escuchar.

 

- De Salvador...

 

- Imagino que habéis coincidido en algún lugar, te provocaría y acabasteis a puñetazos... ¿me equivoco?

 

- Me lo encontré abrazado a ella... a Carla!, - dijo Miguel mientras su cara se tensaba y apretaba el puño-.

 

Alex al escuchar eso, cerró un segundo los ojos, acordándose de aquel día cuando trató de decirle...

 

Miguel continuaba contando...

 

- Vine para estar con ella y aclararle mejor, pues supo de Elena, fue algo que sucedió que ya te contaré... y hubo un malentendido. No quería que se sintiera mal... así que me pille unos días e hice un montón de kilómetros, para después encontrármela con ese tipo.

 

- Pero sólo estaban abrazados ¿no?

 

- Cómo que sólo... te digo que estaba con Carla y simplemente dices eso... ¿es que no te sorprende?... O es que... - comenzó a decir Miguel a ver la cara de su abogado -.

 

- Miguel, tienes que saber algo... No, no me sorprende porque sé que se conocen.

 

- ¿Qué...? ¿Qué estás diciendo Alex...? ¿qué tu sabes qué? - preguntaba Miguel más sorprendido aun-.

 

- Lo supe cuando ella estuvo en el hospital tras el accidente. Te acuerdas del aquel conocido de Carla... pues se trataba de Salvador... Alberto se enteró y fue por él que lo supe.

 

-¿Cómo...? Maldita sea Alex, ¿sabes lo que me estás diciendo?

 

- Si lo se Miguel...

 

- Entonces por qué no me lo dijiste antes... ¿Alcanzas a imaginar lo que esto significa para mí? -dijo Miguel bastante cabreado-.

 

- Traté de decírtelo aquel día que viniste a mi despacho antes de viajar, cuando me hablaste de tus sentimientos hacia Carla, pues vi que ibas en serio con ella. Te dije que tenías que saber algo... Pero en ese momento no se si recuerdas, tuve que atender una visita y te dije que me esperaras pero decidiste marchar.

 

- Pero hubo más momentos para podérmelo decir, justo cuando te enteraste por ejemplo. Y además Alberto también lo sabía y tampoco me dijo nada... ¿Qué pretendíais, seguir tratándome como un estúpido? - dijo cada vez más sorprendido y enfurecido-.

 

- Entiende Miguel, sé que tenía que habértelo dicho antes, pero trataba de buscar el momento oportuno pues podías cometer una tontería... de hecho al principio cuando me hablabas de ella, traté de que pasaras y no te metieras en líos... y lo decía por eso. Pensé que no había necesidad de decírtelo porque tú ya te ibas e igual no volvías a verla. Sólo que después acabaste enamorándote de ella y ahí es que traté de avisarte...

 

- Pero debiste hacerlo al principio... no ahora, que la tengo metida bien adentro y no sé cómo voy a hacer para sacarla...

 

- Pero por qué tienes que hacer tal cosa... Os amáis... él solo es un conocido.

 

- Un conocido Alex, ¡por favor!... te digo que los vi abrazados en la laguna? - dijo Miguel dando un golpe en la pared -.

 

- Trata de calmarte porque así no adelantas nada... Igual te estás precipitando. ¿Has hablado con ella?

 

- Que me calme ¿dices...? Mira creo que no fue una buena idea haber venido... - dijo yendo hacia la salida-.

 

- Miguel por favor... no hace falta que te vayas, lo hago yo. Quédate, date una ducha y trata de calmarte. Tómate el tiempo que necesites. Si cuando estés más tranquilo quieres que hablemos, sabes dónde buscarme. De verdad que lo siento... pero a día de hoy no me arrepiento, y ¿sabes por qué...? porque de haberlo sabido antes no te hubieses dado la oportunidad de conocerla como lo has hecho, y todo por seguir en el pasado y por no dejar a un lado lo ocurrido... Y hasta donde la conozco y por lo que se de ti, es una gran mujer que merece la pena no perder...

 

Y tras decir Alex esto, Miguel lo miró fijamente? y más enfurecido aún al escuchar lo cierto de las palabras de su amigo, salió de la casa. Se introdujo en su coche y acelerando rápido se marchó, ante la mirada de Álex, que sentía todo lo que estaba pasando, pero que a la vez entendía la actitud de su amigo.

 

Mientras tanto Carla en ese tiempo había llamado al teléfono de Salvador para que le explicara a que se refería Miguel con lo que dijo, pues algo le inquietaba. Pero le saltaba el contestador.

 

Aunque trató de evitarlo, al final lo necesitaba y llamó a Miguel. Pero este no lo cogía... preocupándole aún más. Pensó en Alex, lo más seguro es que estuviera con él y de no ser así, tenía que ayudarla a saber de él. Lo llamaría pues debía de tener aún su teléfono de cuando el accidente.

 

En ese momento... recibía una llamada. Era su amiga Lidia para que se vieran en la tarde.

 

- Hola Lidia...

 

- Hola amiga, ¿qué tal?

 

- Bien...

 

- ¿Qué te pasa? Te noto rara...

 

Y Carla no se pudo contener comentándole lo sucedido, incluido el motivo por el cual había venido Miguel ese día, respecto a lo de Elena.

 

- Ay... amiga no... Siento por lo que estás pasando... Y ese estúpido de Salvador, siempre en el momento menos adecuado, haciendo de las suyas... fastidiándote como de costumbre. Ay! es que no lo aguanto... nunca pude con él.

 

- Pero ahora el que me preocupa es Miguel, no sé donde habrá ido... como estará. Además pensará que tengo algo con Salvador... ay no. Además lo culpa de algo pasado, respecto a un amigo que murió... y tengo que saber más sobre eso. Pero ando llamando a Salvador y no es posible hablar con él.

 

- No tienes que hablar nada con ese tipo. Pasa de él. Siempre hubo algo en el que no me gustaba...

 

- Antes no era así... solo que empezó a pretender algo conmigo, y acabó fastidiándolo todo, pues no termina de respetar mi decisión.

 

- ¿Y qué piensas hacer con respecto a Miguel...? - preguntó Lidia-.

 

- No sé, lo he llamado pero no me coge. He pensado en hablar con Alex, tal vez él sepa y si no pues, podría ayudarme a saber algo de él. Pero no sé, igual es mejor dejar pasar un tiempo a que se calme, a que vea las cosas de otra manera.

 

- A qué vas a esperar Carla, a que se marche con esa idea... pensando que tienes algo con ese tipo.

 

- Pues no debería de pensar eso Lidia, y si lo hace es que no confía lo suficiente en mí.

 

- Ay, Carla... te comprendo, pero por mucho que confíe en ti... entiéndelo, te vio en brazos de Salvador, al que al parecer no soporta...

 

- Ya lo sé amiga, claro que lo entiendo... por eso es que me gustaría poderle contar y estar cerca suyo.

 

- Creo que deberías preguntar a Alex si sabe de él.

 

- Está bien, pero disculpa? dime, ¿cuál era el motivo de tu llamada?.

 

- Bueno era para vernos esta tarde. Había quedado con los amigos para tomar algo pues ¿sabes?, ha venido Javier a pasar unos días.

 

- Ah, ¿ha venido tu hermano?? pues entonces la risa está servida. Os divertiréis.

 

- Preguntó por ti?je. Podías acompañarnos, aunque sea un rato para tomar un café. Te vendrá bien. Aunque imagino que tú ánimo en este momento no sea el mejor, tal vez necesitas hacerlo para desconectar y relajarte un poco.

 

- No sé, no me apetece la verdad? pero ya te digo si decido ir.

 

- Ok, un besote y no pienses mucho si?. Por cierto, ¿has comido?

 

- No, aún no? y no creo que lo haga pues no me apetece.

 

- Nada de eso, come algo y descansa un poco, ok?

 

- Bueno... Gracias Lidia, seguro que todo esto se soluciona en algún momento, o eso espero.

 

Tras terminar de hablar con su amiga, decidió llamar a Alex. Pero mientras buscaba el número, decidió no hacerlo. Mejor así, ya intentó hablar con Miguel y no fue posible. Además, el estaría bien?, sabía cómo controlar las situaciones, solo sería cuestión de tiempo para que pudieran hablar? o en eso confiaba.

 

Miguel aparcó su coche cerca del hotel que un momento antes había decidido reservar para el tiempo que se quedaría por allí. Pensó en ir a su casa y saludar a su familia, pero prefirió dejarlo para otro momento cuando estuviera más tranquilo, además se vería obligado a responder a ciertas preguntas y no le apetecía. Por eso decidió no ir para la casa a dormir?, y sobre todo para que su madre no se preocupara.

 

Mientras conducía había sonado su teléfono y sin llegar a cogerlo había desviado la mirada hasta él, viendo que era ella, resultando más difícil todo aquello.

 

Salió del automóvil y al coger sus cosas, entre ellas su móvil tuvo una tentación de llamar. Pero pensó que era mejor no hacerlo, aunque tenía que reconocer que tras esa furia que se apoderaba de él, aún seguía su deseo de estrecharla entre sus brazos.

 

Llegó a la habitación. Entró y se fue directamente a dar una ducha. Dejó que el agua refrescara y calmara su cuerpo y su mente. Tras terminar comenzó a vestirse colocándose unos vaqueros y una camisa blanca, la cual dejó sin abrochar. Su cabello permanecía húmedo y algo revuelto, tras haberlo frotarlo con la toalla.

 

Seguido, se fue hasta una de las botellas que había en la zona bar y se sirvió una copa bien cargada. Se acercó hasta la ventana que daba a la terraza y allí se quedó observando, pensativo? dándole un buen trago a la bebida.

 

Se retiró un poco, hasta sentarse en un sillón que había cerca y allí recostado, siguió tomando, hasta terminarse el contenido. El cansancio del viaje le pudo, y se quedó dormido.

 

Cuando despertó se percató de la oscuridad que se había instalado en la habitación. Salió fuera y pudo ver como el sol se iba acomodando para su puesta. Necesitaba salir de allí, solo que no sabía hacia donde ir para que la cabeza no diera más vueltas. Estaba entre llamar a Álex, o ir hacia su casa y ver a su familia. Y tras unos minutos pensando, se decidió por hacer esto último? tal vez guiado en cierta manera por la esperanza de encontrarse con ella.

 

Tras ir al baño y estar listo se marchó saliendo hacia el destino previsto.

 

Entretanto en la casa de la laguna, Lida y Javier trataban de convencer a Carla de que se fuera con ellos a tomarse algo, pues llevaba toda la tarde encerrada y con el móvil desconectado.

 

- Lidia, te digo que estoy bien? me apetecía estar aquí tranquila, nada más.

 

- Por favor Carla, tranquila ¿dices?? Imagino que habrás tenido todo este tiempo dándole a la cabecita y lo peor sin llegar a conclusión alguna?

 

- Es que no se trata solo de que Miguel me viera abrazada a Salvador? Es todo lo que sucedió alrededor de ello lo que me inquieta?

 

- Ay? mi Carla, te desconozco por completo. ¿Dónde está esa chica fuerte que no se le ponía nada por delante? eh?. Que rápido buscaba una solución para todo y la encontraba animando al personal? ¿dónde? ? dijo Javier dándole otro abrazo -.

 

- Amigo? como me ha alegrado verte de nuevo, y ¿sabes??, esa de la que hablas hace como un par de años que se fue y le cuesta volver?

 

- Nada de eso amiga, sabes que no eres el tipo de mujer que se queda parada sin hacer nada. Entiendo que no te apetezca, pues no es nada agradable lo que te sucede? pero un par de copas te vendrán muy bien.

 

- Ay? no, hace tiempo que no tomo y me caerán mal. Por favor, yo estoy bien aquí, de verdad.

 

- Carla? por favor te lo pido yo, cámbiate que nos vamos. No insistas porque no nos iremos sin ti? ¿verdad Javier?.

 

- Así es Lidia? - respondió él-.

 

Carla se había dado un baño antes justo de que sus amigos vinieran, y como vio que no tenía otra opción, se dispuso a cambiarse de ropa para salir. Solo estaría un rato? pero así dejarían de insistir quedándose tranquilos. Eligió unos vaqueros que combinó con una blusa negra y una chaqueta tallada del mismo color.

 

Cuando iban por el camino se cruzaron con el coche de Miguel. Este se echó a un lado para que no hubiese problema al pasar pues el camino era más bien estrecho para pasar dos coches holgadamente. Lidia, que era la que conducía al percatarse de que era él, se paró bajando la ventanilla. Miguel al comprobar de quienes se trataba hizo lo mismo. Fue inevitable que su mirada fuera directa hacia Carla, la cual no pudo sostenerla por mucho tiempo, dirigiendo su rostro hacia el frente, a la vez que quería matar a su amiga por haberse parado.

 

- Hola Miguel, ¿qué tal? Veo que luces igual de bien que siempre. Vamos a tomar algo, si te apetece puedes acompañarnos.

 

- Qué, ¿hay algo que celebrar?? Porque por mi parte no es así? todo lo contrario. -Dijo el irónicamente dirigiendo su mirada a Carla-.

 

 

- No, no se celebra nada, pero tal vez hablar vendría bien ¿no crees??.

 

 

- Te agradezco, pero no creo que sea el momento? ahora si me disculpáis.

 

 

- Ok, doctor? guapo, pero testarudo?

 

 

- ¿Qué dijiste??

 

 

Publicado por atardecer

Publicado el 22/03/2014 18:14 - Total Temas: 301 - Total Mensajes: 11947
NO SE QUE PASA... LO SIENTO... MAÑANA INTENTO PONERLO DE NUEVO PUES YA NO ME ES POSIBLE...
TEMA CERRADO... DE NUEVO...JEJE... Atardecer.
Publicado por atardecer
Publicado el 22/03/2014 18:18 - Total Temas: 301 - Total Mensajes: 11947
ENTRADAS POPULARES
Publicado por ADRI_LORE
Publicado el 11/11/2025
Publicado por ADRI_LORE
Publicado el 11/11/2025