El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
![]()
Aquí recordando... y llegando al final de este paseo.
Hace un tiempo buscando en internet, me encontré con una foto, la cual me llamó la atención además de por como se ve ahí Fernando, que me encanta, por lo que me transmitió al mirar el perfil de su cara. Era como llegar un poquito más a él. Es por lo que me apetecía escribir sobre ella. Ya en mi tema "El y su elegancia", mencioné algo sobre que recordaba una foto que me gustaba en la que se veía informal...pues ésta es.
-------00000-------
Era la última prueba que necesitaba pasar para quedarme con aquel trabajo...Me dirían el nombre de una persona conocida, respecto a la cual tendría que investigar para posteriormente escribir un artículo sobre ella, y en unos días entregarlo para su valoración. Si esta era positiva, pasaría...sino tendría que volver a empezar.
Aquella mañana, la redactora jefa de la revista, cuando llegó mi turno, recuerdo que me dijo: señorita, tuvo suerte porque le ha tocado un actor..., y qué actor, pero no lo va a tener fácil. Y diciéndome el nombre y el lugar donde podría encontrarlo en las próximas horas, cogí mis cosas y me fui, pensando en lo cierto de aquellas palabras.
Llegué al hotel y rápido me puse a buscar información sobre él. Era alguien que me sonaba de alguna noticia y alguna que otra novela, pero no mucho más. Pero a medida que indagaba, más interesante me resultaba este señor y más me acordaba de aquellas palabras: "...pero no lo va a tener fácil".
Intentaría que mi artículo se basara lo menos posible en su privacidad, aunque reconozco que a medida que iba conociendo más sobre él, más interesante me parecía y más curiosidad me provocaba saber de su vida. Y tal vez eso era lo que esperaba la redacción de mí, pero no lo iba a hacer, no ahora que sabía su opinión en relación a ese tema, a través de lo que pude averiguar y analizar sobre él.
Así que con ello en la mente, al día siguiente viajé hacia el lugar donde podría encontrarlo: una concentración de motos. Procuré ponerme algo apropiado para pasar desapercibida. Así que me decidí por unos vaqueros, camiseta sin mangas, botas y cazadora de piel negra. Había mucha gente y no sabía como lo iba a hacer. No sabía por dónde empezar ni a quién preguntar para poder acceder hasta él. A fuerzas de intentarlo varias veces, por fin me dejaron pasar hacia una zona cercana donde estaba, pero me dijeron que no podía dirigirme a él. Entre el tumulto pude acercarme, y conseguí verle aunque un poco lejos. De pronto pasó por mi lado un motorista, el cual imaginaba que hacia él iría, y sin pensármelo, le llamé la atención y le dije que por favor le comentara al Sr. Colunga que necesitaba hablar un momento con él, le conté el por qué y que necesitaba que me atendiera ya que era importante para mí. Entonces me contestó que lo intentaría, pero que no me aseguraba nada, ya que era una persona muy reservada con su vida privada. Vi cómo se pusieron a hablar y fue cuando dudé si hacerlo, pero no me pude contener, y cogiendo mi cámara le hice una fotografía.

En ese momento ambos miraron para mí, y haciéndome una señal con la mano, el chico me indicaba que me acercara a ellos, dejándome pasar el personal de seguridad.
Cuando llegué al lugar donde estaban, saludé, me miraron y lo único que escuché por respuesta fue:
- Chica, no me gusta que me hagan fotos sin permiso y tampoco suelo hablar sobre mi vida privada, así que no te voy a poder ayudar.
Me quedé paralizada, aunque reconozco que más que por sus directas palabras, por cómo me miraba. No sabía que decir, me hubiese gustado reprocharle, que por su indiferencia podría perder la única prueba que necesitaba, pero no fui capaz, solamente di las gracias y me volví, yéndome de allí. De pronto escuché su voz que me decía:
-¿Tan fácil me lo vas a poner?, ¿es que no piensas hacer nada más?.
Y volviéndome le contesté:
-¿Y qué más puedo hacer?, entiendo que no tengo derecho a preguntar. Pero sabe, le podría decir alguna que otra cosa...porque para usted todo debe ser muy fácil en la vida, ¿verdad?...
Y un poco mosqueada, más conmigo misma que con él, por lo que acababa de decir, continué mi marcha.
- Así que piensas que todo me vino fácil, ¿no?...
- No quise decir eso exactamente...disculpe. - Y mientras, yo seguía caminando... -.
- Y también veo que no llevas bien cuando no consigues lo que quieres...jaja.
- Le he dicho, que no era mi intención...lo siento, - le contesté sin dejar de caminar -.
- ¿Te gustan las motos?
Me quedé parada, por la pregunta y por lo cerca que sentí su voz. Me había seguido..., estaba tras de mi y girándome le contesté:
- Si mucho, ¿por qué?.
- ¿Te apetece montar?.
Y aunque me sorprendió la pregunta, sin pensármelo dije:
- Me encantaría.
- Entonces, acompáñame...
Aquella mirada, me hizo olvidar completamente el motivo de mi visita a aquel lugar, no sin antes quedarme apenas sin respiración cuando casco en mano, le pude ver bien esos rasgos, ese cabello despeinado y alborotado, y con esa barba de un par de días, que es la que da ese toque interesante para mi gusto, no más.
Por un momento pensé que tal vez estaba siendo irresponsable, pero me dejé llevar...seguro que algo sacaba de aquella excitante experiencia para comentar.
Le seguí y aunque quería evitarlo, no pude dejar de mirar su forma de caminar, lo bien que le quedaba esa ropa que llevaba. Su fuerte espalda y esos brazos musculosos, con los que era imposible no imaginar ser abrazada. Traté de volver a la realidad y centrarme en lo que fui a hacer, pero me resultaba difícil.
Llegamos hasta donde tenía su moto. Sonriendo, amablemente me acercó un casco, me lo coloqué, dejando visible por atrás mi liso y oscuro pelo, al cual había decidido dejar suelto.
Subió a la moto, y seguido lo hice yo. Era una sensación muy agradable sentirlo tan cerca, fue amable conmigo haciéndome sentir cómoda en todo momento. Resultó grato e increíble aquel trayecto. Esa mezcla de su cuerpo, la velocidad y el sonido del motor. Una bonita experiencia...
Tras haber viajado por una carretera muy curvada y rodeada de vistosos árboles, llegamos a un lindo y verde paraje. Dejamos la moto y retirándonos el casco, nos acercamos a la orilla, en lo más alto, percatándonos de lo bello del paisaje. Y sentándonos en unas rocas me dijo:
- Pregúntame lo que quieras...
Y así lo hice, mucho fue lo que me extendí...y resulto agradable, sí. No quería que terminara. Pero sucedió, llegó la hora de volver y le comenté:
- No debes preocuparte, porque esto en secreto lo quedaré. Gracias por haber confiado. Mi artículo no lo basaré en nada de lo que me has contado...
Y con una bonita sonrisa, a mí se dirigió diciendo:
- No me tienes que dar las gracias..., lo hice porque me apetecía y además, porque desde que te vi sabía que no lo harías.
El viaje de vuelta, aunque lo gocé y fue bonito, resultó algo triste...porque él se iría y yo, debía regresar...
ARTÍCULO
Título: "Algo que contar sobre un gran actor y aventurero".
Autora: Atardecer.
Contenido: Basado en una fotografía tomada poco antes, de que me dieran una lección sobre ciertos aspectos de la vida...
"Me impactó, sí. Esta foto además de que me gustó, al observarla más me llamaba la atención. Y no sólo por esos musculosos brazos, que si se agradece que estén visibles, sino por lo que me transmitió el perfil de su cara que se dejaba entrever, por ese estilo informal y a la vez cercano, por lo interesante de su ser. Así tal cual lucía, me impresionaba...y era su interior el que me llegaba, mientras yo le entrevistaba.
Pude comprobar que es un gran actor, además de por lo que previamente había visualizado y me había informado sobre su trabajo, por lo que percibí de él mientras me contaba...teniendo que añadir que es una persona interesante y grata.
Y es esa versatilidad que posee, la que le hace aún más atractivo. Ya sea trabajando o de aventura, en esmoquin o camiseta...es su interior el que transmite.
Podría escribir más sobre él, pero les invito señores lectores, a que hagan algo mucho más gratificante. Escuchen alguna de sus entrevistas y vean algunos de sus trabajos, y juzguen ustedes mismos.
Desde España, Atardecer."
Como ya preveía, no pasé la prueba...pero me valió para recordar algo: que las cosas no se deben conseguir a costa de lo que sea. También que trabajar en esa redacción, no merecía la pena...
Un abrazo. Atardecer.
PD: Espero no haber sido imprudente poniendo esta fotografía, ya que intenté recortarla, pero al traerla al tema, no me dejaba pegarla. Si es así, pido disculpas.
Ahora que estamos a solas...
llévame a pasear en un barco velero,
sobre las olas del mar.
Ahora que nadie nos ve,
realicemos esa aventura, esa... y alguna más,
y permíteme que te diga,
que tú presencia yo necesito, para poder continuar.
Ahora que estamos a solas,
es que yo te pido, que no me dejes naufragar.
Que a ti yo me aferre...,
y con este viaje, yo pueda disfrutar.
Compartamos...
además del sonido de las olas, ese olor a sal,
que la brisa marinera nos va dejando al pasar.
Enséñame a manejar las velas,
y a percibir lo que el mar nos transmite,
déjame que te mire y pueda mezclar tu reflejo
junto a la luz de la luna, para que cuando no te tenga
sólo con mirarla a ella, me recuerde tu presencia.
Ahora que estamos a solas,
abrázame fuerte, para que el calor de tu cuerpo
me proteja de ese frío,
de ese frío y esa escarcha,
que el agua desprende a altas horas de la madrugada.
Ahora que nadie nos ve,
envíame una señal, por favor,
de que volverás... para llevarme a navegar,
a través de olas del mar.
Ahora que a solas te extraño, es que yo te pido
que algo de oxígeno tu me aportes,
por si caigo a la mar... yo no me ahogue.
Es por eso que te pido, que me abraces
y que al oído me susurres, que a por mí tu has venido
para llevarme contigo a realizar ese recorrido.
Abrázame contra tu pecho y deja que mis ojos cierre,
para sentir esa experiencia, que he soñado otras veces.
Ahora que estamos a solas,
es que aprovecho para decirte,
que si una fuerte tormenta en medio de la mar nos coge,
ese momento yo quiero vivirlo como algo bello contigo.
Y qué lindo si el amanecer,
abrazados y aferrados él nos encontrara.
Ahora que nadie nos ve,
es que te pido: dame fuerzas para no naufragar,
por si tu este viaje conmigo no emprendes
este trayecto sin ti...yo me atreva a realizar.
Un abrazo. Atardecer.
Querida Maite, hace tiempo que quería agradecerte con un pequeño detalle, además de por el aprecio que te tengo, por tu comprensión y tu amabilidad siempre conmigo y porque entramos casi al mismo tiempo a este lugar y desde que a mí te dirigieras en uno de mis primeros temas, de aquellos en los que sólo estábamos Él, mi esencia y yo, siempre has estado ahí y has tenido unas cariñosas palabras para mí. No es mucho lo que te puedo ofrecer aparte de mi cariño, sólo este sueño que espero disfrutes. MUCHAS GRACIAS QUERIDA FLSOLA. Un abrazo muy fuerte.
-------00000-------
Una bonita noche...
Recuerdo que por entonces me encontraba circunstancialmente en esa ciudad, realizando un curso de Bellas Artes en la Universidad, a la vez que durante el fin de semana obtenía un dinero extra trabajando unas horas en un lujoso restaurante como camarera en la sección bar.
Era sábado y ese día al final de la cena los comensales podrían disfrutar de un agradable concierto. Comenzaron a llegar y a ellos me dirigía, dándoles la bienvenida así como anotando lo que deseaban tomar. Estaba terminando de atender una mesa, cuando veo que mi compañero, hacía pasar al salón a otras dos personas, un caballero y una señora, ambos muy elegantes.
Me dirigí a ellos para indicarles su mesa. A medida que me acercaba, pude conocer de quién se trataba y algo dentro mío dio un vuelco. Era Él, no lo podía creer.
Respiré profundo y sonriéndoles les saludé:
- Hola, bienvenidos. Gracias por su elección y espero que pasen una agradable noche. Cualquier cosa que deseen, háganmelo saber, por favor.
- Muy amable, gracias -me contestaron sonrientes-.
Seguidamente, les llevé hasta su mesa y dejé que se acomodaran. Me retiré y mientras, yo disimuladamente los observaba. Qué cómodos y alegres se les veía. Pasado un momento me acerqué y les pregunté sobre lo que tomarían. Me alejé a por lo solicitado y cuando volvía hacía ellos, pude ver como mantenían una interesante conversación. Pero los tenía que interrumpir, aunque no me apetecía...
- Disculpen, si me permiten. -Y sirviéndoles las copas, pude oír como ella le decía...
- "Fernando, yo te admiro...". -Que amable y simpática me resultaba aquella señora. Se veía guapísima y sus ojos brillaban de alegría...debía de ser por tenerle a él frente suya. Porque, aunque yo no estaba en esa situación, lo poquito que me miró, hizo que se me volcara el corazón.
- Muchas gracias Maite, -le dijo él-. Y agarrándola de la mano, le comentó:
- Es muy grato para mí estar hoy aquí contigo, compartiendo este momento. Os agradezco todo el cariño y admiración que sentís hacia mí...
- Deseo que disfruten de su sabor... -les dije-. Ahora vendrá mi compañero para que le indiquen que plato desean degustar. Cualquier cosa que necesiten...
- Gracias, -me contestaron-. Y me aparté de ellos el espacio suficiente para no intimidar pero para atenderles cuando fuera necesario.
Aproveché este momento para disfrutar de ellos y de esa experiencia que estaban viviendo y compartiendo. No sé que parentesco les unía, pero si se notaba que existía amistad.
Que bien lo estaban pasando, debían de estar contándose anécdotas y experiencias vividas, porque no paraban de hablar y de reír. Y así, cuando me dirigía a ellos y me volvía a retirar, es que podía conseguir quedarme con algún pedacito de esa agradable conversación.
De fondo esa bella música sonaba y yo disimuladamente no dejaba de observar. Que atractivo e interesante se veía él. Y que amabilidad le ofrecía a ella. La verdad, pensé...quién pudiera estar en su lugar. Me encantaría dirigirme a él para decirle algo, simplemente un "gracias por todo Sr. Colunga", pero no quería interrumpir aquel bonito momento que estaba sucediendo en ese lugar. Era suyo y de nadie más...
Llegaba el final de aquella linda cena y a ellos me dirigí de nuevo. Les pregunté, ¿qué tal todo, les gustó?, y amablemente el me contestó que todo había estado exquisito, dándome las gracias. Y la señora me dijo muy simpática: para repetir, guapa. -riéndo los tres-. Seguido les pregunté:
- ¿Van a desear alguna cosa más?.
- Si por favor, cuando pueda nos trae una botella de champán, gracias. -dijo él-.
- Ahora mismo, -les contesté-.
Yendo a complacer dicha petición, uno de mis compañeros me indicó algo que le había dejado dicho el señor en recepción. Volví hacia ellos y comencé a servirles las copas. Entonces les dije:
- Que disfruten y que sus deseos se hagan realidad al brindar.
- Sabes chiquita, uno de los míos, esta noche ya se hizo...-me dijo ella-.
- Y sabe señorita, que para mí ha sido un placer haber podido colaborar con ello..., - y mirándonos los tres nos sonreímos-. Qué bonito momento fue aquél para mí también.
Les dejé con su brindis y me fui hacia recepción. El caballero había dejado un bonito regalo para ella, el cual yo acercaría hasta su mesa. Qué linda sensación sentí, cuando él al verme con el ramo de rosas, disculpándose ante ella, se levantó y sin que le viera me lo cogió y con sorpresa, a ella se lo ofreció.
Que bello momento. Con una inmensa sonrisa él se lo entregaba diciéndole: para ti querida Maite, y con lágrimas de alegría ella muy agradecida lo recibía: muchísimas gracias querido Fernando.
Y con un galante gesto, la dirigía hacia la salida. Cuando se disponía a liquidar la cuenta, ella fue hacia el baño. Y al quedarme a solas con él, fue que me atreví.
- Muchas gracias Sr. Colunga por su profesionalidad y su forma de ser. También le agradezco por ese sueño que acaba de hacer realidad...-se quedó algo sorprendido de que yo pudiera conocer de él, ya que no le había dicho nada de esto en toda la noche-.
- Gracias a ti...perdón, ¿tu nombre?
- Atardecer.
- Pues eso, gracias a ti Atardecer. Y sí, es una linda persona y se lo merecía.
Salió un momento para pedir el coche y ella que regresaba, por lo que aproveché para comentarle:
- Me alegro mucho por ti, has sido muy afortunada. Lo mereces por como eres...Sabes, me recuerdas a una persona a la cual estimo, llamada Flsola.
Hizo una expresión con la cara al escuchar ese nombre. Me iba a preguntar algo, tal vez por el mío, pero él la llamó para irse, pues tenía que acompañarla al aeropuerto porque su vuelo saldría en unas horas. Acercándose a mí, con un abrazo se despedía...Cuídate chiquita, me dijo.
Y él, montándose en el coche, de forma amable y sonriente con un saludo se despidió. Tal vez mi nombre a ella le dijera, porque vi que hablaban...y con cara expresiva, un fuerte beso desde lo lejos me mandaba.
En ese momento intuí que podría ser Maite, pero ya nada podía hacer, porque ya ambos...se habían ido.
Atardecer.
Continuación...
Seguí corriendo hasta llegar a la entrada principal. Allí pedí que trajeran mi coche y mientras esperaba fue cuando me percaté de que aún llevaba su chaqueta, la cual seguía oliendo a él...lo que provocaba que mis lágrimas no cesaran.
Trajeron mi coche y entré rápida en él. Pensé en dejar la prenda para que se la devolvieran pero...en el fondo, no quería desprenderme de ella. Estaba nerviosa, pero quería salir cuanto antes de allí. Arranqué el coche y unos metros más adelante tuve que frenar. La lluvia había apretado y unida a los focos hicieron que no le viera. Estuve a punto de cogerlo...Era él, acercándose para obstaculizarme el paso, allí estaba empapado pero impidiendo que me marchara.
Se acercó a la ventanilla obligándome a abrirla y viéndolo allí mojado, ese rostro, esa mirada y ese cuerpo trasluciéndosele a través de su camisa empapada...hizo que me sintiera impotente pero a la vez estúpida...sí, porque me impedía a mi misma ser feliz aunque sólo fuera por un momento. Estaba embelesada en mis pensamientos, cuando me percaté de que estaba abriendo la puerta y me decía:
- Atardecer, no te puedes ir así. No te encuentras bien y la noche no es la apropiada para conducir en tu estado.
- Estoy bien, no te preocupes...Déjame ir por favor.
- No, esta vez no lo voy a hacer.
- Tengo que irme, además mira como estoy, toda mojada...ya no estoy en condiciones para seguir en esa fiesta...
- Pues entonces ya somos dos...Además no pensarías llevarte mi chaqueta y dejarme así verdad?.
Ante su belleza y humor, sólo pude sonreír. Fue entonces cuando me cogió mi mano y me ofreció salir del coche.
- Déjame que te acompañe por favor...Yo conduciré. Además no puedes continuar así mojada por más tiempo...
- Está bien, gracias...
Y abriéndome la puerta, me introduje de nuevo en el coche, pero ahora acompañada por él.
Vi que se dirigió al señor que estaba en la entrada indicándole alguna cosa. Igual era algo relacionado con su coche, o tal vez...De nuevo me inquieté...
Cuando entró, le dije:
- No hace falta, puedo irme sola...no me gustaría que hicieras esperar a alguien por mi culpa.
- Atardecer, nadie me está esperando, sí?...Estoy aquí porque me apetece y se que a ti también...por mucho que quieras aparentar lo contrario.
Y arrancando el coche, nos marchamos. Que grato fue aquel momento, gozar de su presencia.
Durante el trayecto no pude dejar de observarlo, mientras me conversaba, me decía alguna broma o simplemente se quedaba segundos mirándome esperando una mirada o respuesta de mi parte...
Al llegar hasta el hotel donde me hospedaba, aparcó mi coche. Entramos y me dijo que me acompañaba hasta la puerta. Una vez allí, me miró y tras un silencio por mi parte, se dispuso a despedirse.
- Bueno, te dejo para que te pongas cómoda y puedas descansar...
Y abriendo la puerta le dije:
- Pero para volver...
- No te preocupes, avisaré un taxi.
- Pero estás mojado...
- Solamente un poco, no es nada...Será mejor que me marche, y agarrando mi mano la besó a la vez que me atravesaba su profunda mirada...hasta que empezó a alejarse.
Entré y cuando iba a cerrar la puerta, no pude...volví a salir diciendo:
- Pero creo que deberías...
Se paró y acercándose, me agarró susurrándome al oído:
-Tal vez temes que me pille un resfriado...?
- No me gustaría, quedaría en mi conciencia...
- Y qué harías para impedirlo...?
- ¿Qué tal un café y algo para que te seques un poco?
- Me parece estupendo y te lo agradezco...
Mientras yo me cambiaba, poniéndome cómoda, el entró al baño y noté como secaba un poco su ropa. Al salir, pude comprobar de nuevo lo guapo y atractivo que estaba. Se había quitado la corbata dejando entreabierta un poco su camisa, acompañando a todo esto un pelo alborotado y aún algo humedecido...que aún lo hacía más interesante.
Luego permitiendo que yo terminara, se dispuso a preparar unos cafés en un mini bar que había en la habitación y allí en aquel sofá, junto aquel ventanal a través del cual se podía divisar una grandiosa ciudad iluminada...compartimos un precioso momento.
Y allí nos quedamos así, cómodos, simplemente conversando, observándonos, compartiendo unas horas en la madrugada...sin prisas, sin pausas...
-----000-----
Gracias de nuevo Novelera por este tema, en el cual si participé en su momento y con el que me permitiste soñar..., sueño que quise hoy continuar...
PD: Aprovecho tu tema para FELICITAR AL SR. COLUNGA por su GRAN potencial artístico. GRACIAS.
Besos. Atardecer.
Aquella imagen no se borrará de mi mente...ni de mi retina.

Me encontraba allí de casualidad...
Una semana antes coincidí con una antigua compañera en una exposición de fotografías. Hacía tiempo que no nos veíamos, así que, decidimos tomar algo y charlar un rato.
Recordamos aquel tiempo en el que asistimos juntas a ese interesante curso de fotografía. Fue un tiempo bonito por lo de aventuras que vivimos. Aprendimos mucho además de divertirnos de lo lindo. Amalia era una chica que no se preocupaba por casi nada y a todo le buscaba una solución rápida. Aunque tengo que reconocer, que muchas veces en sus locuras le acompañé. De ahí que ese curso fuera aún más intenso cuando estuvimos realizando prácticas. Lo de sitios que pudimos patear buscando un buen enfoque donde poner nuestro objetivo...desde una rara flor a un peludo gusano, hasta una bonita puesta de sol o una mirada de anciano. Desde la belleza en la montaña, como la miseria de una calle...Fachadas, riqueza y ríos...se mezclaban con el mismo flash que después desafiaba al mar o a la pobreza. Pero fuera como fuese la sesión ese día, al final de la misma siempre buscábamos aunque fuera duro...una sonrisa. Y riéndonos recordamos, que las carcajadas...casi siempre venían de alguna agencia de modelos masculinos...sobre todo por el descaro de Amalia.
Y así charlando sin más, de pronto me dijo:
- Que bueno que hayamos coincidido...Así podrás acompañarme.
- ¿ A dónde ?...
- A una fiesta.
- Ay...Amalia, sigues igual de loca y veo que Andrés no te ha corregido nada, jaja.
- Ah claro, la que se queda atrás no?...Va a estar divertido.
- ¿Qué fiesta y cuándo sería? Bueno da igual porque no estaré. Salgo de viaje en unos días. Así que nada...
- A ver, sería el lunes 26...
- Amalia ¿pretendes que me vaya contigo un lunes de fiesta? Además precisamente ese día salgo para Londres...No puedo.
- Pues cancela y te vas el martes...´
- Jaja, pero vamos a ver, muy interesante tendría que ser para hacer eso.
- Es que lo es, podrás disfrutar un montón con tu cámara como antaño...jeje.
- A ver, ¿de que se trata...?
- Ya veo que la curiosidad te pica...
- Bueno, ya sabes que cuando de fotografía se trata...Pero, vamos a ver, ¿que fotografía vamos hacer en una fiesta a saber de qué...?
- De chicos guapos...jaja.
- Mira amiga, ¿sabes qué?...paso de tus travesuras esta vez.
- Atardecer en serio, es una especie de gala. Ya sabes que Andrés tiene conocidos en el mundo del arte y bueno es como una fiesta en la que habrá actores, músicos, gente relacionada con la fotografía, la literatura...etc. Y se hará un pequeño homenaje a unos cuantos en su categoría pero sin que sepan nada. Así que estará interesante. Y bueno, por qué no asistir. No tienes nada que perder...y así me divertiré mucho más. Por favor...
- Está bien, puedo retrasar mi vuelo un par de días más.
- Bien, estará genial.
Y así, pasaron los días y llegó ese lunes 26.
A medida que nuestro coche se acercaba al lugar donde se celebraba tal evento, se veía la gente que iba entrando al edificio y aunque se trataba de una fiesta íntima en comparación a otras de este tipo, era bastante las personalidades que por allí se veía.
Y una vez dentro en aquel salón, ya acomodados, disfrutando de las charlas en buena compañía y de todo lo que allí acontecía, no sólo con Amalia y Andrés sino con amigos de ambos que me iban presentando, fue pasando el tiempo, hasta que por un momento se paró...ese en el que, mis ojos se encontraron con él, con su presencia...con su atractivo y se detuvieron sin pestañear.
Mi cuerpo empezó a temblar nervioso y mis retinas no querían dejar de mirar aquella espectacular imagen y todo lo que en ella se podía observar, no solo su belleza y elegancia, también su saber estar, su gran talento y profesionalidad...cualidades todas que su interior aún más sabe ensalzar.
Fue Amalia, la que con su risotada me hizo salir de mi embelesamiento, eso y la preciosa música que sonaba de fondo, haciendo todo aquello aún más bello.
- Jaja, Atardecer...me da que ya encontraste donde enfocar...jaja. A que esperas para sacar tu cámara?.
- No Amalia, no lo voy hacer. Ni aunque sea una rapidita...no. Así que no me insistas...Esta vez quiero, que el objetivo que enfoque sea simplemente mi retina...y ahí permanecerá.
- Como quieras guapa...pero aún así yo discretamente le echaré una.
- Sabías que iba a estar, ¿verdad?...Como iba a imaginarme que lo vería aquí...ay.
- Pues sí Atardecer, claro que lo sabía...de ahí mi insistencia para que vinieras. Te dije que sería interesante...
- Ya lo sé, pero no imaginé qué tanto...Gracias.
- Y lo mejor, es que en nada le toca recibir su premio y es Andrés el que va ha realizar la entrega del mismo...y tú le vas a acompañar.
- No, no...Amalia, eso no.
- Si, porque ya está hablado. Tu le dedicarás unas palabras y él se lo entregará, teniendo en cuenta que los besos serás tú quién los recibirás...jaja.
- De nuevo metiéndome en líos...eh? Pero que líos...
Y llegó el momento de retirarnos para prepararnos para ese momento. Dándole un beso grandote a Amalia y girándome hacía él observando una vez más su interesante presencia...de allí me alejé.
Sin apenas darme cuenta, allí estaba en aquel escenario con su mirada en frente, sin saber que yo diría su nombre e incluso unas palabras.
Así que armándome de valor, empecé a pronunciar...
"Hola, buenas noches a todos, es muy grato para mí estar hoy aquí, he sido invitada no solo a este merecido homenaje sino a tener el honor y el placer de dedicar unas palabras y asistir a la entrega de un merecido premio a una larga y gran trayectoria artística, a un actor único y especial no sólo por su enorme talento, profesionalidad y potencial artístico, sino por la entrega y dedicación a su trabajo, a su arte, por esa disciplina e ilusión que pone en cada nuevo proyecto y por ese saber separar su vida personal...Este premio hoy se entrega al Mejor Actor...y podría decir mucho más sobre él, pero lo voy a resumir en dos palabras: FERNANDO COLUNGA."
Fue pronunciar su nombre y emocionarme no sólo por lo que significaba todo eso para mí, sino por ver su reacción, su expresiva y sonriente cara. Y así, como él sabe hacerlo, elegante y caballerosamente subió al escenario, dirigiéndose a mí dándome las gracias y un par de besos, respondiéndole a ello con un enhorabuena. Posteriormente dando un apretón de manos a mi compañero, recogió su merecido premio, el cual agradeció con unas interesantes palabras.
Más tarde, durante la recta final del evento, entre música y copas, tuvimos la oportunidad de hablar ya que se acercó a donde estábamos y fue un placer poder conversar con él durante un tiempo, ya que es una persona, un ser...del que se aprende con sólo escucharle...
PD: MUCHAS GRACIAS Y FELICIDADES, SR. COLUNGA por todos sus proyectos, por tantos y tan diferentes personajes, con los que nos hace disfrutar y deseándole mucho éxito para los nuevos que decida realizar.
Un abrazo. Atardecer.
Esmeralda
la agradecida soy yo, para mi es un placer leerte, lo sabes, pero no me cansaré
de decírtelo. Escribes espectacular, me encanta!! Me transportas a cada lugar, resaltando cada
detalle por pequeño que sea, es como cuando lees un libro y de algún modo te
metes dentro de algún personaje en particular y en todos en general, eso es
exactamente lo que me ocurre con tus sueños. La forma que tienes de expresarte
me fascina, comienzo a despegar y a soñar, impresionante!
Muchas
gracias Esmeralda!!
Besos
desde Suiza y nunca dejes de soñar!!


.

