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Ya tenemos al Galán de julio

Hace rato que debíamos haberlo elegido. Por algo le dicen “El Rey de las telenovelas”, pero como la norma es que se elige personaje antes que actor, preferimos esperarlo a que nos brindara este pedazo de héroe que Fernando Colunga crea en Soy tu dueña. Por eso nombramos a José Miguel Montesinos como “Galán de julio”.

Son ya dos décadas que Fernando Colunga lleva enamorando fans, y eso que comenzó con roles medio villanescos. A mediados de los 90’s, se volvió un cotizado galán que encarnaba a héroes tradicionales de Delia Fiallo, Inés Rodena y Caridad Bravo Adams. Era atractivo, y competente como actor, pero esos héroes acartonados, egoístas y llenos de prejuicios no hacían aflorar ni su capacidad histriónica ni su sex-appeal. Por suerte, llegó Abrázame muy fuerte, en donde tanto le mentían, tanto lo traicionaban, tanto le pintaban el cuerno que se vio obligado a desplegar toda su paleta de matices actorales.

Sn embargo, fue Carla Estrada la que labró ese diamante en bruto y con sus héroes de época que le pegaban a las mujeres, preñaban a las esposas de otro y hasta asaltaban barcos, nos mostró a un Colunga sexi, intenso, oscuro, que sobrecogía y nos hacía soñar. Pasada esa etapa, Fernando pasó a manos de Nicandro Díaz que está haciendo maravillas con él. Primero nos lo mostró trágico y vengativo en Mañana es para siempre, y ahora nos lo trae alegre, simpático y…juvenil. Porque yo a Colunga no lo veía tan relajado ni tan jovial, desde sus días en Plaza Sésamo.

José Miguel Montesinos es un protagonista diferente. No es cómico como Pedro Fernández en Hasta Que el dinero nos separe, o Jaime Camil en La Fea más bella. Es simplemente una persona cordial y optimista, lo que complementa de maravilla la amargura y furia de La Dueña (Lucero). Esa compenetración es muy difícil de conseguir. Francisco Gattorno lo logró en La Dueña pero porque era un rostro nuevo. En cambio, que Colunga al qué hemos visto sombrío y trágico nos haga creíble a José Miguel, es todo un logro.

José Miguel Montesinos es un protagonista cercano, querible, el tipo de hombre que soñamos con encontrar, que sea comprensivo con nuestras manías, paciente con nuestros berrinches, que no nos tome mucho en serio cuando metemos la pata y que traiga optimismo a nuestra vida para levantarnos el ánimo cuando lo tenemos hasta el suelo.

José Miguel suele sonreír más que los otros héroes, aunque presentimos que también lo veremos llorar. Pero por el momento es un hombre de eterna sonrisa como un niño ingenuo lo que inspira confianza. Además, me hizo tomar conciencia de que Colunga tiene una sonrisa divina. Debería estar sonriendo todo el tiempo. La sonrisa acompaña la musculatura que también es la de un hombre joven. Como Fernando ha sometido a su ya privilegiada anatomía, a dietas y ejercicios, se vale que ande descamisado porque ninguna de sus millones de fans se queja.

Pero no seamos frívolas, que José Miguel es más que un buen cuerpo y linda sonrisa. Es un tipo genial, buen patrón, buen vecino y buen hijo aunque su vecina sea una toda una ” víbora” y a su Mami también parece que le gusta reptar como boa. Es un hombre generoso, sin rencor y tremendamente útil. Ya a Valentina le ha salvado la vida y  la ha salvado la cárcel, y eso que no es ni médico ni abogado. Lo que si posee son dotes de sicólogo, ya que es el único que siente lástima por la “Víbora” y que ve por debajo de ese disfraz de cactus que usa Valentina para defenderse del mundo. Sin embargo, no es un mandilón ni un santo. Lo más bien que le dio su guantazo a Rosendo (Sergio Goyri).

Pero José Miguel también tiene sus secretos y su pasado oscuro. Por algo se habla en clave de “algo que pasó” y los que le rodean le piden que olvide. Ningún galán puede ser perfecto sin sus pecadillos y misterios, y a éste no le faltan. Por todas esas razones, nombramos “Galán de julio” a José Miguel Montesinos.