El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
ANTES QUE NADA GRACIAS POR SUS COMENTARIOS EN VERDAD SON MUY IMPORTANTES PARA MI PUES ES LO QUE ME IMPULSA A SEGUIR ESCXRIBIEDO , ESPERO EN VERDAD QUE ESTA PARTE DE LA HISTORIA LES PARESCA IGUAL DE BUENA QUE LA ANTERIOR Y LES ADELANTO QUE CADA VEZ SE PONDRA MAS INTERESANTE.
NUEVAMENTE MI AGRADECIMENTO, PUES MIENTRAS USTEDES QUIERAN Y ME LO PERMITAN YO SEGUIRE COMPARTIENDO ESTA HISTORIA CON USTEDES
GRACIAS
La clase finalizo y todos salieron al receso mientras Vanessa
Guardaba sus cosas. Esa vez como nunca antes odios ser la ultima en salir, no cuando Octavio también estaba ahí para su mala suerte cuando estaba a punto de salir escucho a Octavio llamarle
- No crees que me debes una disculpa-Vanessa se detuvo como si sus piernas se hubieran paralizado, y su orgullo de mujer salio a flote ,no creía posible que ese hombre le hablara en esa forma ¿quién se creía?,entonces se dio la vuelta y lo miro con una sonrisa de incredulidad.
- -¿Perdón?!!!, si usted es el que debería de disculparse después del papelón que me hizo hacer
- Yo no era el que venia embobado viendo a no se quien o no se que.
-Pero pudo haberme esquivado-
- Ni tiempo me diste , de reaccionar, además con tu gritería no pude ni disculparme
-¿Disculparse?-Vanessa no se esperaba que le dijera eso y el lo noto
-Si disculparme por haberme portado así contigo.-No sabia que contestar ante esa respuesta y con un cierto nerviosismo pudo responderle
-Discúlpeme entonces usted también... bueno me voy por que mis amigas me deben de estar esperando - ni siquiera se despidió y ambos coincidieron en la puerta al salir, y entonces Octavio le cedió el pase “como todo buen caballero” Se dijo Vanessa recordando a los príncipes y caballeros de los cuales le fascinaba leer, salio diciendo gracias apresuradamente bajo las escaleras, el resto del día fue de lo mas normal.
Dos semanas después hubo una reorganización de grupo por lo cual junto con algunos compañeros fueron reasignados a otro salón, por lo tanto Octavio había dejado de ser su maestro, justo cuando comenzaba a simpatizarle, se había dado cuenta que no era del todo como pensaba. El caso es que el ya no estaba ahí y sin saber por que comenzó a sentir una nostalgia y a extrañarlo, tenia mucho sin verlo sin embargo ese día, se volvió a cruzar en su camino.
La clase había terminado e Vanessa se encontraba leyendo un libro que le parecía de lo más interesante, se trataba de una novela romántica donde una joven reencontraba al amor de su vida en medio de un extraño caso de un libro perdido, su pretendiente muerto y una maldición que la perseguía ,se encontraba tan interesada que salio del salón con el libro en mano y sin dejarlo de leer se dispuso a bajar las escaleras, y en realidad ya estaba acostumbrada a hacerlo solo que esta vez bajo un escalón en falso y no tuvo tiempo de recuperar el equilibrio .Una mano la sujeto del brazo justo cuando pensó que terminaría rodando por las escaleras y la jalo hacia él, Vanessa no podía reaccionar ,solo sentía como esa mano le apretaba el brazo mientras ella se aferraba por completo al hombro de quien la sostenía ,y entonces escucho su voz
-Esto se te está convirtiendo en una costumbre de lo más desagradable - le dijo casi al oído-¿pretendes matarte o que?, como se te ocurre ir leyendo al bajar te pudiste haber matado-Vanessa se dio cuenta de que Octavio la sostenía firmemente y en ese momento fue como si todo se hubiera detenido, se quedo suspendida en sus pensamientos, en aquella mirada, su voz y sus manos, ¿como no se había dado cuenta? Era como si el destino le jugara una mala pasada al ponerlo en su camino ,no lo podía creer, todo el tiempo lo había tenido frente a ella y hasta ahora se daba cuanta, se encontraba perdida en sus pensamientos hasta que Octavio la saco de ellos
-Vanessa, ¿me escuchas, estas bien?-cuando regreso a la realidad lo encontró mirándola fijamente
-Si, si, muchas gracias, de verdad-de pronto su mirada cambio y se torno de seriedad
-Bien me alegro, debes tener cuidado, yo...yo me tengo que ir por que tengo clases y tu será mejor que regreses a tu salón no seas tan i prudente y por atención por donde vas-
Vanessa no supo que mas responderle, lo miro irse y lo siguió con la mirada hasta que desapareció, ahora le parecía tan diferente, lo veía de una manera muy distinta.
Era temporal de lluvias, y afuera parecía que el cielo quería desplomarse. Esta vez no llego a escribir, sino que se encontraba en su cama acompañada únicamente de su reproductor de música, y la tenue luz de su lámpara de noche. No podía concentrarse en nada solo pensaba en él, si cerraba sus ojos ,si respiraba ,en cualquier a cualquier parte en que miraba parecía estar presente...¿por que se sentía así?, intentaba pensar en cualquier cosa que no tuviera nada que ver con Octavio pero le era casi imposible, miró por la ventana la luz de la luna le recordaba a la de sus ojos y su sonrisa, la lluvia que golpeteaba los cristales del ventanal a los latidos que se dispararon de su corazón cuando se aferro a él y el viento parecía susurrar su nombre se levanto de la cama y se arropo con una manta, abrió el balcón y se detuvo al margen de la puerta y miro fijamente afuera, estaba todo tan silencioso y se hundió aun mas entre la manta.
En lo poco que llevaba de vida solamente había sentido algo así por una persona, sin embargo la vida los mantenía en caminos distintos. Nunca se imagino que ese sentimiento pudiera volver a embargar su corazón, desde siempre lo había querido ,y ahora precisamente cuando más se daba cuenta lo mucho que significaba en su vida, que era parte de ella, llegaba a su vida Octavio que la hacia confundirse, nunca le había importado querer tanto a su príncipe a pesar de saber que jamás volvería a verlo, era muy poco lo que podía saber de el de no ser por sus mensajes, pero lo conocía de toda la vida podría decirse que lo conocía mejor que a ella misma, aunque eso de poco le servia pues quizás nunca podría estar frente a él. Sabia que no podía compararlos, pero...tenían algo en común, sus ojos tenían esa misma mirada y briíllo ,su sonrisa tan sincera tan tierna como la de un niño que parecía devolverle la alegría ,sus manos fuertes y suaves ;su voz que parecía uno de los truenos que en ese momento caía haciendo que se estremeciera de igual forma, su seguridad al hablar, su sola presencia que la hacia sentir pequeñita ,la abrumaba y a la vez le causaba una feliz inmensa.¿Como era posible que los dos causaran ese mismo efecto?.A uno lo quería desde niña y al parecer así seria toda la vida, y el otro apenas y lo conocía pero la hacia sentir tanto. Era como si el destino le regresara lo que le había arrebatado, pero era igual de imposible. De nuevo un relámpago se escucho y la hizo sobresaltarse, se fue a dormir y durante toda la noche solo soñó con él.
A la mañana siguiente despertó sintiéndose alegre, sabía que lo que comenzaba a sentir hacia Octavio no era lo correcto, pero ¿como negarte algo que ni siquiera sabes que es?, con una energía y ganas de ir a la escuela se levant6o de la cama.
Parecía que el día no podía ser mejor para Vanessa pues en cuanto llego pudo ver a Octavio y de pronto esa absurda emoción la invadió. Se encontraba sentado en una de las bancas bajo uno los árboles leyendo, y sin comprender después por que lo había hecho se acerco a él con una sonrisa.
-Hola, ¿como le va?-le digo mientras le extendía su mano para saludarlo, Octavio se quedo mirándola, pensó que quizá había hecho mal en haberse acercado
-discúlpame Vanessa no te reconocí, muy bien y a ti-le respondió al tiempo que estrechaba su mano y le devolvía la sonrisa-
-Bien, bueno en realidad le quería dar las gracias por lo de ayer
-bueno me alegra saber que por lo menos pude hacer algo bueno por ti, aunque parece que eso de caminar distraída es extraña cualidad tuya, debes de tener cuidado que no siempre estaré cerca para salvarte de terminar en el suelo
-¡No iba distraída!, es solo que di un paso en falso es todo
-Lo que casi provoca que termines de nuevo en el suelo, ya te había dicho que tuvieras cuidado con las escaleras ¿lo recuerdas?-Vanessa sonrió, claro que lo recordaba y parecía que el también pues por un momento le pareció ver unas chispa de diversión en sus ojos, comenzaron a conversar mientras llegaba la hora de entrar a los salones y a partir de entonces era frecuente que al verse se saludaran y hasta se detuvieran a conversar un momento. Le sorprendía estar hablando libremente de todo aquello con un hombre al que conocía tan poco. Pero había algo liberador en hablar con alguien que no la conocía en realidad, al que no le importaba cómo hablaba o se comportaba, cada conversación era diferente e interesante, Octavio siempre tenía una respuesta para cada cosa, lo que por lo general terminaba pasando de platica a debate.
No comprendía por qué la atraía: tenía caracteres y personalidades completamente distintas, eran perfectos polos opuestos.
Muy pronto sus sentimientos comenzaron a confundirse, Vanessa era como cualquier chica de su edad, le encantaba la música y la lectura, en cuanto a los chicos ese un tema que no le importaba mucho hacia tiempo que ese no era tema de interés para ella. Pero desde que había llegado a esa escuela conoció a Ignacio, era de un grado mas avanzado que ella, y no se había cansado de perseguirla desde el momento en que se conocieron, tenia fama de ser todo un casanova entre las chicas pero para Vanessa no era mas que un patán, era engreído y presuntuoso creía que podía tener todo lo que quisiera ,al las chicas las trataba y las veía como un simple objeto el cual poder presumir ante sus amigos iguales de inmaduros a el, era simplemente un cretino que era capaz de envolver a cuanta chica creyera en el ,pero si tenia esa misma idea respecto a Vanessa definitivamente se había equivocado, púes ya se había propuesto a darle un lección a Ignacio.
Una tarde mientras Vanessa y sus amigas esperaban a que llegara el maestro bajaron al patio principal, al bajar las escaleras se cruzo con Ignacio quien le bloqueo el paso
-permíteme pasar, Ignacio, llevo prisa-
-a si y por que la prisa muñeca- A Vanessa se le estaba agotando la paciencia y la verdad no tenia ganas de estar jugando pero parecía que el no lo entendía
-¿que quieres para dejarme en paz?, créeme que eres muy...molesto.
-pues a mi me pasa lo contrario, me pareces muy linda-
-Apártate Ignacio, tengo que pasar y francamente no estoy de humor en este momento además mis amiga me están esperando-le dijo mientras observaba como Elisa la esperaba impaciente
-Tranquila, por supuesto que te dejo pasar pero solo si me das un beso-
-¡Bueno, pero tu estas tarado! por supuesto que no lo voy a hacer así que mas te vale que te apartes -Ignacio se comenzó a acerca hacia Vanessa lo que provocó que ella tuviera que retroceder un poco terminando acorralada entre Ignacio y la pared
-Por favor Vanessa es solo un besito, además estoy seguro de que te mueres de ganas por besarme-en definitiva la distancia entre ellos dos cada vez era menos y las ganas de vomitar de Vanessa al tener tan cerca a algo tan asqueroso eran demasiadas. En ese momento escucho un ruido y ambos miraron hacia el área de los primeros, y justo en una de las terrazas se encontraba Octavio que por lo visto había estado observándolo todo, Vanessa se encontró con su mirada la cual no supo como interpretar, entonces Octavio bajo las escaleras de la terraza y cruzo el patio sin despegar la mirada de donde se encontraba Vanessa y se perdió entre los pasillos
-Eres un pesado-le dijo Vanessa al tiempo que lo empujaba y lograba esquivar para seguir su camino dejando a Ignacio solo en las escaleras y mientras se marchaba lo escucho gritarle
-Hasta pronto lindura, yo también te quiero, entonces Vanessa se volvió hacia Ignacio pensando poder decirle que era un entupido pero pensó que haciéndolo se vería igual de tonta a el pero para su sorpresa cuando giro nuevamente para seguir su camino se encontró de frente con Octavio, lo que provoco en ella un estremecimiento que no le permitió respirar, el ni siquiera la miro solo paso junto a ella y se fue.
-Esta raro ¿no?-Comento Elisa mientras miraban a Octavio alejarse
-No le hagan caso es un tarado que no sabe como molestar,¡es insoportable!
-no, yo no me refiero a Ignacio, de sobra sabemos que es un pelmazo. Yo digo que se me hace raro que el profesor de literatura, parecía estar como…molesto
-Pues yo no le vi, nada de raro, digo a lo mejor tuvo un mal día o algo-contesto Vanessa aparentando indiferencia
-Créeme que es extraño, es que a el nunca lo habíamos visto así molesto , o tu que opinas
-Bueno no se. tengo muy poco de conocerlo y …-antes de que pudiera acabar sonó el timbre que les indicaba que tenían que regresar a su salón pues la clase había comenzado
Durante toda la tarde no volvió a ver a Octavio ,ni siquiera durante los descansos ,ya que ella no salio, la razón era que no sentía animo suficiente como para salir además de que si el no estaría allí no tendría caso bajar .Comenzaba a oscurecer y dentro de poco la escuela se vería tétrica ,para la ultima clase Vanessa a no quiso permanecer en el salón y no entro a la clase ,decidió entonces quedarse en una de las bancas del pat6io y tomar un poco de aire mientras era la hora de irse .Llego al patio y todo parecía muy tranquilo ,no había demasiadas luces pero si las necesarias como para alumbrar el se sentó en una de las bancas y miro al cielo, ya había llegado la noche y el silencio la rodeaba, sé encontraba afuera del laboratorio y la única oficina abierta a esa hora era la coordinación académica ,la cual no entendía por que seguía trabajando a esa hora pero tampoco le importaba mucho en realidad ,había pocas estrellas en el cielo y se sentía una atmósfera de tranquilidad miro su reloj y se dio cuanta que solo llevaba cinco minutos afuera así que aun le quedaba mucho tiempo ,pensó que hace mientras llega la hora de marcharse pero nada se le ocurrió
De pronto sintió la presencia de alguien más parada a su lado, estaba oscuro lo que le impidió de momento localizar la figura que se encontraba junto a ella, por un momento pensó y casi deseo que tratara de Octavio pero se equivoco
-Órale que pensativa, ¿puedo hacerte compañía?-demasiado distraída por la inevitable certeza de sentirse decepcionada por que no era Octavio, cuando hubiera jurado que era él
-Por supuesto Griselda-Era solo una compañera de su clase con la que había tenido muy poco trato, pero en ese momento no le importo tanto que se sentara a fin de cuentas terminaría matando el tiempo platicando con ella alguna bobada
-Y... ¿Que haces aquí a media luz?-pregunto Griselda con cierta curiosidad, realidad ni Vanessa lo sabia, quizás lo mejor hubiese sido quedarse en el salón y dejar de pensar en tantas cosas
-Quería tomar un poco de aire, además no sentí muchas ganas de entrar a la clase ¿Y tú?-
-Pues, digamos que comparto tu decisión respecto a lo de la clase-por un momento se produjo un silencio algo incomodo que fue roto por Griselda
-Y entonces,¿que es lo que opinas de el Vanessa?-pregunto como quien no quiere la cosa ,Vanessa sintió que la sangre se le iba a los pies.¿como era posible que ella supiera lo que sentía por Octavio ,si hubiese habido mas luz entonces Griselda había podido ver como cambiaba de un color a otro
-Digo, me refiero a que si te gusta-
-¿que crees tú?-Le respondió Vanessa un tanto inquieta y mirando al frente
-En realidad no tengo ni la más remota idea. A mi eso me tiene sin cuidado
-Eso me cuesta creerlo viendo la importancia que se refleja en tus palabras
-O.K esta bien, admito que Ignacio no es uno de los mas caballerosos pero es bastante guapo-Fue entonces que al escuchar ese nombre Vanessa pudo volver a su color, ¿pero a donde quería llegar con ese comentario? entonces continuo-que no es uno de los mas fieles también, pero aun así trae a casi todas las chicas locas por el, y bueno por lo que acabo de ver.
-¿Que fue lo que viste?-Esa chica era una entrometida, pero seria interesante ver que era lo que pretendía
-Bueno pues...al parecer eres la única que no ha caído en sus redes.
-Quizá ya era hora de que alguien le enseñara la realidad de la vida, francamente no entiendo que les puede gustar de un tipo tan...nefasto
-El punto aquí es que Ignacio no es de los que se queda con los brazos cruzados, aun no lo conoces Vanessa-”Ni el a mi” pensó Vanessa mirándola con una amplia sonrisa -si quiere algo lo consíguela muchas les encanta y la única razón por la que la mayoría cae es por que con Estaban no ay segunda oportunidad y bueno además su novia...
-¿Tiene novia? Vanessa creyó que ya no había nada que hiciera más despreciable a Ignacio, hasta que se entero que también jugaba con la novia
-Pensé que lo sabias, pero por lo que veo no esta por demás decirte que te cuides de ella por que si se llega a enterar que le gustas a Ignacio, no creo que te vaya muy bien
-Puedes estar segura que me tiene muy sin cuidado la novia ,por que no pienso caer en sus juegos ,además pienso darle una necios a ese engreidote todas formas, te agradezco que te intereses por mi -le dijo sonriendo con ironía en sus palabras, que al parecer Griselda no logro captar
-Bueno pues mas vale que tengas algún plan, por que aquí viene-Vanessa miro al frente y vio que Ignacio se acercaba hasta llegar a donde se encontraban
-Oye linda,¿por que no vienes un momento conmigo?-le dijo con un tono mas grave de voz tratando de escucharse mas seductor pero lo único que logro fue que Vanessa se le revolviera el estomago-¿Que te hace pensar que quiero ir?, además estoy ocupada-
-No digas tonterías, estoy seguro que lo que tienes que hacer puede esperar-respondió Ignacio con arrogancia, y con eso lo único que logro fue que Vanessa se mostrara mas indiferente y diseñar un plan para darle una lección
-Vamos Vanessa, té aseguro que cualquier chica en tu lugar estaría encantada por que yo la tomara en cuenta y que además le diera un beso-OK ya había sido suficiente, había intentado portarse bien con el
-Me siento halagadísima por ese honor –le dijo forzando una sonrisa mientras en su mente comenzaba a pensar de que manera le daría una lección y no tardo mucho en idearla-y pensándolo bien creo que tu también me gustas –Vanessa se acerco a el lentamente como si fuera a besarlo y justo cuando Ignacio pensaba que lo haría le dio un rodillazo en sus partes nobles
-¡estas loca ¿Qué te pasa?! - Le grito furioso cuando se doblo en el suelo del dolor, mientras Vanessa solo miraba tratando de contener la risa que le provocaba
-Eso es poco comparado a lo que te mereces y a lo que te voy a hacer si no dejas de molestarme, haber si así te queda claro que no me interesas, y para que aprendas a tratar a las mujeres baboso-Muy satisfecha de su acción se doy la vuelta mientras escuchaba a Ignacio intentando gritarle con el pequeño hilo de voz que le había quedado.
-Ni creas que esto se va a quedar así ¡Te lo juro!-
Dejando a Ignacio intentando levantarse y a Griselda sentada en la banca siguió su camino y llego hasta el segundo patio y se sentó cerca de la fuente , no le interesaba saber nada de nadie , ni cuanto tiempo faltaba para irse a su casa, miro fijamente al cielo oscuro del cual comenzaban a asomarse unas cuantas estrellas las cuales eran las únicas que alumbraban el lugar pues a esa hora los alumnos de esa hora ya habían salido, entonces escucho un ruido entre la oscuridad , intento forzar la vista para ver quien o que era ,y entre las sombras apareció la figura de Octavio, sintió que el corazón le daba un vuelco ,parecía que el no había notado su presencia pues iba muy ocupado mirando su celular y se dirigía rumbo a la puerta y Vanessa lo saludo
-Adiós buenas noches profe-pero no obtuvo respuesta solo una mirada distante y siguió su camino ,cosa que molesto a Vanessa un poco quien no pudo evitar casi gritarle –si gracias por ignorarme, mal educado-nuevamente la miro y siguió su camino
¿pero que rayos le pasaba?, según ella ya habían hecho las pases, quizá definitivamente si había tenido un muy mal día , de pronto las palabras de Elisa se vinieron a su mente ¿seria posible que le hubiera molestado el verla con Ignacio?, era una locura el pensarlo pero ¿entonces por que ni siquiera la saludo?.Hay comenzaban sus problemas, si tan solo se hubiera dado cuenta de todo lo que le ocasionaría ese sentimiento que comenzaba a nacer , se habría evitado tantas cosas ,nuevamente su libro debía esperar ,no se sentía de ánimos como para escribir, su mente estaba enfocándose en una sola cosa ,y ahí sentada junto a la fuente se preguntaba ¿Cómo era posible que en tan presente en su vida ,hacia algún tiempo todavía vivía tan tranquila, no sabia de su existencia, su nombre ,caminaba sin pensar en él. Y ahora las noches no le bastaban para pensar en él, se hacia presente en casi todos sus sueños, era como si se hubiera vuelto casi esencial en su día a día… ¿se estaría enamorando de él?, no, sabia perfectamente que aquello era ridículo, no se podía sentir amor así por una persona que apenas conoces ¿o si?, quizá era u a ilusión pasajera, pero entonces ¿por que sentía esa necesidad de saber de él?.
Al día siguiente Vanessa llego tan temprano como pudo pero no lo vio por ninguna parte, nuevamente sintió esa sensación de decepción que había sentido antes .Subió al salón donde mirando como siempre por la ventana se dio cuenta de que Octavio iba llegando, sintió una alegría casi indescriptible, y el impulso de salir y saludarlo pero estaba en clase y eso aparte de tonto seria imposible .La siguiente clase debería ir a tomar la clase al aula de computación ,cuando llego se sentó frente al ordenador sin poderse concentrar en lo que debería hacer ,comenzó a mirar por el salón y entonces lo vio sentado al fondo de el aula muy concentrado escribiendo en uno de los ordenadores
Y así estuvo observándolo unos minutos ,sin poder apartar la vista ,sentía una fuerte atracción hacia él, quizá no había llegado hasta el extremo de enamorarse ,pero estaba a punto de hacerlo, fue cuestión solo de unos cuantos días para que su interés aumentara .En cuanto termino la hora tomo sus libros y se acerco a saludarlo
-¡Hola ,¿Qué tal?-le dijo un tanto nerviosa y con una absurda sonrisa ,se sentía como una tonta frente a él, pero no entendía por que ,siempre había tenido el suficiente control de su emociones sin embargo ese hombre la hacia sentirse perdida
-Hola Vanessa,¿Cómo te va?-mirándola con esos ojos tan misteriosos , en toda su vida Vanessa solo había conocido una persona con una mirada como esa, y le recordaba demasiadas cosas
-Muy bien , ¿y a usted?, espero que ahora no este enojado como ayer-
-No entiendo muy bien a que te refieres, pero no, no estoy enojado
-Bueno pues me alegra, por que si me hubiese ignorado como el dia de ayer que lo salude me hubiese sentido muy ofendida
-¿De que hablas Isabela?, yo no te ignore, seria incapaz de hacerlo
-¡Claro que lo hizo!, para ser exacta dos veces
-Estoy casi seguro de que te equivocas pero aun así te pido una disculpa, quizá no te escuche pero no fue mi intención hacerlo
-No se preocupe, pero si se notaba algo molesto, quizá lo hicieron enojar no lo se…¿su novia?
-¡Para nada!, y te repito que yo seria incapaz de te, me es imposible hacerlo
Vanessa no supo como interpretar sus ultimas palabras, pero tampoco tendría por que hacerlo el solo estaba siendo amable era todo
Durante el resto de la tarde trataba de pensar en algo que no tuviera nada que ver con Octavio, pero le era muy difícil, se había convertido en una locura…entonces casi con un ligera tristeza recordó a Octavio y a esa persona a quien tanto le recordaba al mas grande amor de su vida
Octavio Parecía algo más grues
Octavio Parecía algo más grueso, Y a pesar de algunas diferencias evidentes su parecido era increible,ojos que tenían la desconcertante costumbre de hacerla sentir débil ante él, sus manos ,su voz y esa desmedida inteligencia no sabia por que lograba inquietarla .Y entonces se dio cuenta de que no solo deseaba saber mas acerca de él , sino que además estaba peligrosamente cerca de amarlo
A la salida mientras caminaba por el patio rumbo a la puerta, y casi como si lo hubiese llamada con el pensamiento se cruzo con Octavio en el camino.
-¿Lista para irte Vanessa?-le pregunto con una agradable sonrisa, como todas las veces que se encontraban
-Si, y me imagino que usted también –A diferencia de las otras ocasiones, ahora no se sentía tan nerviosa, todo lo contrario
-¡Eso quisiera!, pero no, por desgracia aun debo quedarme a terminar algunos asuntos
-Que lastima, bueno pues en ese caso espero que termine pronto, que descanse adiós
-¡Gracias!, igual tu-Vanessa continuo su camino rumbo a la salida cuando...-¡Vanessa!-la voz de Octavio la hizo detenerse y darse la vuelta para mirarlo
-¿SI? Dígame- por un momento ambos permanecieron en silencio mirándose hasta que él rompió ese silencio
-Que…que pases buenas noches, nos vemos mañana- Se sintió un poco decepcionada pero de igual forma le sonrió y le agradeció, para después seguir su camino, y se dio cuenta que era demasiado tarde el intentar frenar algo que por desgracia ya no podía hacerse había enamorado de Octavio.
Al día siguiente durante el primer descanso, se dirigió de inmediato a su refugio preferido, la biblioteca y aunque al resto de compañeros y amigos les pareciera una anticuada por frecuentarla tan seguido, ese era el único lugar donde Vanessa podía sentirse plenamente segura y tranquila, siempre había una sonrisa amable para recibirla y fue ahí donde se le ocurrió una gran idea, algo que la mantendría ocupada , se lo contó a la maestra encargada y al parecer le pareció interesante pues acepto ayudarla, pero aun tenia que pedir la aprobación de el director y esa misma tarde fue a proponerle su idea al director .
Cuando entro a la oficina casi se quedo helada al ver a Octavio, hasta ese momento solo se limito a sonreírle y siguió a la secretaria que la hacia pasar a la oficina, se sentó en una silla esperando a que llegara el director y lo hizo pero no venia solo… ¡Octavio lo acompañaba!, los nervios se apoderaron de ella, se dio cuanta que no podía articular palabra, ¡Cómo presentaría el proyecto en ese estado!
-Bien señorita, escucho-Vanessa se sentía un manojo de nervios, la mirada de Octavio se encontraba de pie junto al director frente de frente y con su mirada fija en ella.
-Bueno pues el objetivo e que los alumnos se interesen mas por la escuela, mediante actividades…-Y ahí de encontraba frente a él intentando no sonar o parecer nerviosa, cuando termino de exponer, hubo un silencio que la hizo mantener las manos sobre el regazo para que no le temblaran
-Me parece muy productivo y por supuesto que doy mi aprobación-Vanessa estuvo a punto de saltar de la silla de alegría, pero se contuvo a hacerlo- y me imagino que necesitaran alguien que los apoye así que les asignare a algún tutor
-Se lo agradezco mucho, en realidad yo creo que seria estupendo que la maestra…
-Ninguna maestra, tengo a la persona indicada y, serás tú- dijo señalando a… ¡Octavio!
-¿¡Él!? - preguntó Vanessa, sorprendida, con un hilo de voz, ambos se miraron, y después miraron igual de sorprendidos al director,
-Tengo entendido que tú participaste es un proyecto así ¿no Octavio?
-Si, lo hice antes de graduarme- respondió el amablemente
-Perfecto entonces no creo que tengas ningún inconveniente en ayudarles
-En lo absoluto- Mientras miraba a Vanessa
-Bueno pues entonces pónganse de acuerdo y espero ver pronto realizado ese proyecto- Ambos salieron de la oficina, y se despidieron pero antes de retirarse, Octavio le recordó que deberían de ponerse de acuerdo y quedaron de verse durante el descanso en la biblioteca.
La hora anterior a el descanso no había asistido el maestro por lo tanto, Vanessa decidió avanzar con algunos trabajos que tenia que entregar durante la semana, se encontraba sentada cuando sintió a alguien a sus espaldas, y dio un brinco al encontrarse a Octavio.
-Disculpa por asustarte, venia por lo del proyecto, pero si estas ocupada puedo volver más tarde y…
-¡No!, digo…no, siéntese por favor solo necesito y segundito para organizarme
-Estuve pensando en unas ideas y me gustaría saber si estas de acuerdo–le dijo extendiéndole unas hojas.
-Muy bien –le respondió con una breve sonrisa-Eh…de acuerdo-murmuro Vanessa, mientras acomodaba las cosas regadas en la mesa-Por que … ¿Por qué no se sienta y los revisamos de una vez?
-Gracias, bueno, en pensado en las fechas, el modo en que se manejara y se dará a conocer a los alumnos
Vanessa se sentía muy nerviosa, ¿Por qué le pasaba eso?, ¿Por qué se ponía a hablar sin ton ni son cuando el se quedaba callado o estaba frente a ella?
-Hay algo que no me queda claro- murmuró Vanessa frunciendo el entrecejo, Octavio se inclino y echo un vistazo el punto que ella marcaba
-¿Las fechas de inicio?
-Si, ¿comenzara a la par de las fechas de exámenes?-Vanessa alzo la mirada y se halló con la nariz de Octavio estaba a tan solo unos centímetros de la suya, al tenerlo así de cerca ,su mirada estaba a la misma altura que la de ella y miró fijamente unos ojos brillantes y adustos
-¿Te parece que sería mejor hacerlo en otra fecha?-Ahora que lo tenia así de cerca podía apreciarlo mejor, en su mirada expresaba carácter pero hasta ese momento se convirtió en una mirada dulce y tierna, y lo mejor eran sus labios que en ese momento le dirigían una hermosa sonrisa. Vanessa sintió que de repente le faltaba el aliento. No podía apartar la vista de él, e intentantaba desesperadamente pensar en alguna manera de salir de aquella situación, y la única manera de hacerlo fue volver de nuevo la vista a la carpeta
-Eh…Bueno es que me parece que eso nos dificultaría, es decir en esos días todo es un caos total y los nervios harían que hubiese muy poca atención, en cambio si lo hacemos en fechas mas lejanas lo mantendría al margen y con la atención adecuada-Octavio miro las fechas detenidamente, Vanessa se mordió el labio inferior en espera de su veredicto, finalmente Octavio lo acepto
-Tienes razón, entonces cambiaremos las fechas, comenzaremos la siguiente semana-casi podía sentir el olor de su perfume que inundo sus fosas nasales, Vanessa se aparto de él a una distancia apropiada.
-Me parece bien, y…me alegra haber podido dar alguna idea, igual y si necesita que le de mi opinión sobre algo mas, no tiene mas que pedirlo-Oh, oh ya había comenzado a hablar sin parar ,tenia que poner corte -En realidad estoy muy emocionada ,tengo muchísimas ideas ,me importa demasiado y espero que todo salga bien por.. << ¡Por dios, Vanessa silénciate!>>se ordeno mentalmente, y miro al suelo
-Pero igual,tenemos mucho tiempo para hacerlo ¿verdad?-le sonrió un poco avergonzada
-Si, supongo que no es necesario- Le devolvió la sonrisa mientras se levantaba del asiento-bien, pues te dejo para que termines…con lo que hacías-Octavio estaba por irse cuando Vanessa lo hizo detenerse al hablarle –muchas gracias por ayudarnos-La sonrisa en los labios de Octavio se hizo mas amplia y sin saber por que o que, pero se encontró de nuevo hablando sin parar –Si tengo
alguna otra idea o algo, se lo digo mañana, bueno si lo veo mañana, pero si no pues después ¿no?
-Sabes que estoy a tus ordenes, para lo que necesites búscame-Le contesto luego hizo un gesto de despedida y se fue
Al llegar a casa se tumbo sobre la cama, no sentía las mínimas ganas de hacer nada, se sentía como en una nebulosa en la que lo único que giraba entorno se trataba de Octavio. Sabía que no debería trabajar junto con él. Era obvio que reaccionaba a él de un modo muy extraño, si era verdad que se estaba enamorando de él,
Vanessa sintió un estremecimiento al recordar lo ocurrido por la tarde, su mirada y su sonrisa. Sabia que estaba mal pero el estar Cerca de Octavio la hacia sentirse muy feliz,
Días después nuevamente se reunieron, todo marchaba bien, sin embargo no podía evitar sentirse algo nerviosa y feliz al mismo tiempo, le era un poco difícil concentrarse estando frente a él, pero por lo menos comenzaba a recuperar la serenidad , ya se sentía capaz de mirarlo a la cara. A el se encontraba casi en trance con sus pensamientos cuando la voz de Octavio la hizo reaccionar.
-Referente a lo de trabajar juntos... –Vanessa de inmediato imagino que le diría que ya no podría ayudarle, y como por instinto comenzó a hablar
- Comprendo , y creo que es mejor repartir el trabajo, ¿verdad?
-Si, esta bien, sin embargo quería decirte que me ha dado mucho gusto el que me hayan asignado para ayudarte y que espero que todo salga bien
La mano de él estaba en la mesa, y Vanessa alargó la suya con sutileza situándola sobre la de él, y casi con un susurro le dio las gracias, se observaron un momento. Los ojos de él se ensombrecieron y Vanessa comenzó a retirar su mano, entonces Octavio la sujeto y la cubrió con la suya para después entrelazar los dedos con los de ella. La mano de Vanessa temblaba. Esta se inclinó instintivamente hacia adelante, hacia él.
El timbre que anunciaba la salida repiqueteó con fuerza y los dos se sobresaltaron. Vanessa se echó hacia atrás en la silla, con las manos posó las sobre el escritorio para evitar que él viera que le estaban temblando.
-Creo que… es hora de marcharse- Sonrió con ternura
-Desde luego.
Nadie de los dos se movió. No sabia cuanto tiempo estuvieron en la biblioteca, se la había pasado tan bien conversando con Octavio, que al pensar en lo que haría más tarde, su vida le pareció bastante aburrida.
Aisló ese pensamiento y con disposición se levantó de la silla con una sonrisa.
Y así seguían pasando los días hasta que llego el día en que todo término, esa era la última vez en que se reunirían pues el proyecto había cumplido su propósito .Vanessa llego a casa y se arrojo en la cama, abrazando su almohada. La idea de asistir a la escuela, a pesar de pasar la tarde con sus amigas la llenaba de aburrimiento; no era nada comparado con lo que había vivido en las últimas fechas.
No era solo la satisfacción de sentirse útil o hacer algo que el gustaba, Ni siquiera las emociones que le provocaba y que anhelaba volver a sentir. Lo que más echaría de menos era... a él. Pensó que a estar así tan cerca de Octavio y sus ojos se llenaron de lágrimas ¿Pero por qué le dolía tanto? Y entonces se dio cuenta de que no solo le agradaba su compañía sino que en verdad se había enamorado de él, tal vez Octavio y ella pudieran conocerse mejor y ser buenos amigos. Estaba conciente de que estaba mal que quisiera verlo y más por lo que comenzba a sentir o por que le recordaba a otro hombre que debería alejarse pero también sabía que no seguiría su conveniente consejo.
En los días siguientes, intentó distraerse con sus actividades de siempre pero a pesar de todo eso, no dejaba de pensar en Octavio y parecía que cada día se volvía mas grande lo que sentía por él, Ya habían pasado cuatro días desde la ultima vez que se vieron, y con tristeza pensó que eso seria lo mejor, que su ausencia era una señal del destino para que entendiera que debería alejarse…decidido que no volvería a verlo. Estaba distraída con esos pensamientos cuando la inquietó un ruido de pasos en el pasillo. Alzó la vista en el preciso segundo en el que Octavio aparecía en el umbral para luego entrar a la sala de cómputo
Vanessa lo miró y por un momento pensó que era un conjuro de su imaginación. Luego se levantó con alegría, no resistió las ganas de ir a su lado, toco la puerta muy despacio la puerta y al escuchar respuesta la abrió encontrándose con la mirada de Octavio. Sabía que su sonrisa era demasiado amplia, que él seguramente se preguntaría qué le ocurría. Pero no podía controlarse,
-¡Vanessa!, pasa, ¿qué se te ofrece?- le pregunto con muy amablemente y con esa sonrisa que siempre le brindaba al saludarla o encontraba por algún pasillo o lugar, había que justificar su presencia y también el disimular su desmedida alegría al verlo
-No nada, en realidad…solo pasaba por aquí y pues al verlo quise pasar a saludarlo- Le tendió la mano con la esperanza de que no notara cuanto temblaba y el la estrecho, cada vez que se saludaban era como si duraran una eternidad tomados de la mano como si ninguno de los dos tuviesen la intención de soltarse
-Bueno pues eso me alegra mucho, pero siéntate –le dijo señalando la silla que estaba frente a él
-Y dime ¿Cómo te va?
-Muy bien, ¿esta ocupado?, por que igual, yo nada mas pasaba a saludar no le quiero quitar su tiempo de verdad
-No para nada, de hecho estoy esperando la siguiente hora pues tengo que dar clases, por eso te pedí que te sentaras y mientras platicamos y rato o tienes clase
-Pues no, de hecho esta hora es libre-Vanessa tomo asiento y comenzaron a conversar
Habían estado hablando un largo rato de diferentes cosas Le sorprendía estar platicando libremente de todo aquello con un hombre al que conocía tan poco…y sin embargo al mismo tiempo la hacia sentir que lo conocía de toda la vida, había algo liberador en hablar con alguien que no la conocía, al que parecía no le importarle cómo hablaba o se comportaba, pues siempre tenia una sonrisa o una palabra agradable para ella .O quizá solo era su parecido con esa persona tan especial para ella que la hacía sentirse tan bien, y de repente la platica dio un giro muy extraño al hacerle una pregunta que la sorprendió
-Y… ¿tienes novio? Vanessa- ella duro unos minutos en silencio, le sonaron extrañas sus palabras, ¿Por qué le preguntaba eso?...pero al fin le pudo responder dudosa
-No…no tengo novio
-¡¿Y eso por que?!no quieres o no te dejan, por que me imagino que debes tener miles de pretendientes-seguía sin comprender a que venían sus preguntas pero aun así le respondió nuevamente insegura con que era lo que exactamente la mantenía fuera de ese terreno
-Digamos…bueno digamos que me inclino por la primer opción, no me interesa, creo que los novios son una absoluta perdida de tiempo, pero y...-Justo cuando le iba a preguntar a que se debía su interés, sonó el timbre y tenia que irse a clases
-Bueno, pues parece que debemos irnos, ambos tenemos clases
-Si… vamonos- Deseo en ese momento que jamás hubiese sonado el timbre, Octavio se puso en pie y abrió la puerta, sosteniéndola para que Vanessa pasara; salió después de ella y llevó inconscientemente una mano a su codo en un gesto de caballerosidad, Vanessa sintió su mano y hacerse un nudo en la garganta solo mantuvo la mirada fija al frente, de que, temiendo de que si lo miraba, se sonrojaría. ¿Sentía él también la misma sensación de estremecimiento que le provocaba a ella ante el más insignificante toque de sus manos? ¿O era una reacción de arrebato que sólo sentía ella?
Lo que fuese, sabía que lo mejor que podía hacer sería irse antes de que el notara su sonrojo, despidiéndose con un rápido y sencillo adiós al bajar las escaleras.
En los últimos días, se había integrado a su grupo de amigos un joven llamado Adrián, a Vanessa le parecía muy gracioso pues cada vez que ella estaba cerca el se ponía nervioso. No era demasiado guapo pero tenia unos rasgos bien definidos y agraciados, de su misma estatura, y era algo tímido, pero lo que mas le impresionaba eran sus ojos grises, que siempre la miraban, varias de sus amigas ya tenían mucho tiempo de conocerlo y desde antes de que se lo presentaran a Vanessa no dejan de hablarle ni un segundo de lo divertido, lo inteligente y buen amigo que era Adrián, hasta que por fin cedió a que se lo presentaran y resultaron llevarse muy bien.
Ese día mientras daban un caminaban por el patio de la escuela Adrián la tomo del brazo, a Vanessa le pareció un poco extraña su acción pues por lo general siempre se ponía nervioso al estar demasiado cerca
-Vanessa, hay algo que quisiera decirte, pero no se si podría-En su voz se notaba su nerviosismo al hablar mientras la miraba directo a los ojos
-¿Qué pasa Adrián? ¿Por que tan serio? Sabes que puedes decirme lo que sea- le dijo con una sonrisa intentando que se sintiera mas tranquilo
-Bueno, pues la verdad es que desde hace tiempo me gustas mucho y quisiera pedirte que fueras mi novia-¡Como no se había dado cuenta! Se encontraba tan hechizada con Octavio como para tener tiempo de fijarse en otros pretendientes, y ni siquiera lo había colocado a Adrián entre ese grupo, mantenía una mirada de ilusión por que le diera un si que Vanessa no se atrevía a decirle que no, que no podía por que sin pensarlo se había enamorado de su profesor de literatura, seria absurdo, y tampoco tenia el valor para hacerlo, pensó que quizás nada perdía con darle una oportunidad y acepto y Adrián la estrecho en sus brazos con una gran emoción que la cual Vanessa no terminaba de entender.
Justo en ese instante la puerta de la oficina administrativa se abrió, Vanessa se quedo helada al ver que Octavio se encontraba ahí y los estaba mirando desde el otro lado del escritorio donde redactada algo en la computadora, ¡no podía creerlo!, se veía tan…apuesto y su corazón sintió salirse de su pecho, y entonces ocurrió lo que Vanessa rogaba por que no sucediera, precisamente ahora que estaba abrazada de Adrián, y entonces ocurrió sus miradas se cruzaron, no sabia que hacer, ahí se encontraba frente a la persona de quien estaba enamorada pero en brazos de su “novio”, quien lejos de soltarla parecía no querer hacerlo .Por un momento pensó en empujarlo pero solo se limito a sonreír y saludarlo con una inclinación de cabeza .Octavio por su parte imito su gesto pero sin sonreírle.,se veía muy concentrado en lo que hacia, sin embargo parecía mirarlos por momentos pues la puerta aun permanecía abierta, con una expresión incomprensible para Vanessa que sin pensarlo se acerco hasta la puerta mientras Adrián sujetaba su mano
-¡Hola! –le saludo intentando alejarse de Adrián pero este se aferro màs a ella, mirando a Octavio con recelo pues era obvio que se había dado cuenta de la reacción de Vanessa lo que la hizo sentirse despreciable al tener a su novio a su lado mientras su corazón palpitaba por el hombre al que tenia frente a ella
-Buenas tardes Vanessa, ¿Cómo te va?-le respondió concentrado en lo que hacia, de una manera indiferente por lo cual le provoco a Vanessa una leve punzada en el pecho, pues era la primera vez que la saludaba de esa manera, por lo que decidió mejor irse
-Bien…gracias…bueno pues… ¿adiós?- con una voz que denotaba una ligera tristeza, Octavio solo la miro y le dijo adiós sin mirarla siquiera.
Esa noche se la pasó escribiendo hasta que ya no pudo más, su caballero de armadura y corcel valeroso comenzaban a perderse, para darle espacio a una nueva historia...
Así fueron pasando las semanas y eran pocas las ocasiones en las que Vanessa veía o sabia algo de Octavio ,faltaba poco para las vacaciones de navidad , esa tarde Adrián invito a Vanessa a tomar un refresco en la cafetería .Al llegar de inmediato escogieron una mesa ,antes de ir a comprar las bebidas Adrián le dio un beso en la mejilla a Vanessa y mientras esperaba a que regresara se dio cuenta de que Octavio se encontraba al fondo en una de las mesas leyendo y parecía estar preparando una de sus clases, sintió que la alegría la invadía , no supo si el se había percatado de su presencia, lo miraba cuando Octavio alzo la vista y se fijo en ella, Vanessa agito su mano saludándolo pero de la misma manera en que la había visto regreso a su libro ignorándola, su actitud le dolió aun más que la vez anterior, entonces llego Adrián con las bebidas y platicaron un momento ,sin embargo Vanessa tenia su atención puesta en otra parte y parecía solo estar escuchando, Octavio ni siquiera la miraba era como si ninguno estuviera ahí.
-Vanessa ¿te encuentras bien?-Adrián la saco de su trance
-¿He? , A si disculpa es que me quede pensando en otra cosa discúlpame de verdad ¿me decías?
-Que si tenias clase la hora siguiente para acompañarte e irme a la mía por que mi maestro no tarda en llegar
-AMM…No ,pero mejor ya vamonos para que no llegues tarde-justo cuando se levantaron para irse, Octavio alzo la mirada, y Vanessa al darse cuenta ,se arrojo a los brazos de Adrián y lo beso ,el primer beso que desde que le había pedido que fueran novios no le había dado hasta ahora, un beso que no tenía significado para ella, mas que el hecho de que ahora si gozaba de la toda la atención de Octavio y de mas de un presente, durante el beso Vanessa miro a Octavio que se encontraba frente a ellos mirándolos con un expresión fija , y sintió la mas grata satisfacción al ver como se marchaba tomando sus libros y saliendo del lugar. No sabría si su reacción era de celos y de molestia pero la disfrutaba, y en cuanto cruzó la puerta Vanessa se aparto de Adrián quien en su rostro solo reflejaba sorpresa, y con una sonrisa y sin decir palabras Vanessa también salio de la cafetería dejándolo casi pasmado
Cuando se disponía a salir Vanessa se dio cuenta de que había dejado olvidada su credencial y se devolvió por ella , cuando al fin la recupero paso por el salón de Adrián , pensando que quizás podrían irse juntos pero el aun se encontraba en clase .Mientras caminaba por uno de los pasillos, pensativa por lo que había pasado en la cafetería; ese beso que le había dado a Adrián la hacia sentirse una estupida , no entendía que era lo que la había orillado a hacer eso .Fue cuando se percato de que alguien estaba a sus espaldas y escucho que la llamaban, era Octavio reconocía perfectamente su voz , sin embargo esta vez fue ella quien fingió no escucharle y siguió caminando pero el volvió a llamarle y esta vez no pudo resistirse a voltear.
-Ha es usted- le dijo intentando aparentar que no le importaba que fuera el
-¿Por qué tan triste Vanessa?, ¿Acaso ya te corto el novio?
-Ja, imposible, el pobre no puede vivir sin mi, además ese caso seria yo quien rompiera con el –Habían llegado al patio principal donde Vanessa se recargó en uno de los muros y Octavio también se detuvo y la miro.
-Y… ¿de verdad es tu…Novio?- inquirió él con expresión dura como la roca .Le hubiese contestado que sí, y que lo quería demasiado, pero no pudo hacerlo pues de su boca inevitablemente salio la verdad
-¡Por supuesto!-Vanessa se sentía ofendida con su pregunta –aunque…creo que dentro de poco terminaremos-le comento con una especie de aflicción en su voz
-No comprendo por que, si hace unos momentos hubiese jurado que estabas fascinada con él- le dijo con voz irónica y sonrisa socarrona, Vanessa arqueó las cejas al escuchar su entonación, estaba segura de que sus palabras se referían a lo que había pasado en la cafetería y le pareció interesante saber que rumbo tomaba la conversación
-Simplemente no congeniamos, digamos que no es mi tipo
-¡Caray!, entonces los anotas en un libretita o como-creyó ver como una sonrisa iluminó el rostro de él, de manera que a Vanessa le pareció encantador, sin embargo no podía dejar de preguntarse
¿Por qué lo decía de ese modo? ¿Qué insinuaba?, pero siguió la platica. Para saber juego que se traía entre manos
-Pues no tanto así de literal, pero si, y todavía me queda espacio para uno mas, pero entiendo que sea asunto que no le importe ¿verdad?-le contesto sonriéndole con malicia
-Te equivocas…es mas de hecho me sentí, engañado-repuso él en voz baja, Vanessa dio un respingo, al escuchar sus palabras, pensó que se había equivocado al escuchar lo ultimo
-¿Cómo?... ¡Engañado!, ¿pero por que?-Octavio se mantuvo callado unos instantes .Vanessa hizo una mueca y pudo observar su rostro alumbrado por la luz de la luna. Su voz era suavePublicado por audeo3
