El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
Hola!!!!!!!!!!!!!!
Estoy super emocionadicima por que al fin termine el primer capitulo de mi libro pues como se los prometi
se los traigo para que lo leean ,espero que les guste ,en realidad esta historia significa mucho para mi por que no solo la heh escrito sino que e me a tocado el poder vivirla de cerca.Si les gusta seguire publicandolo para que lo leean asi que ustedes mandan ja,bueno les dejo una probadita del 1 capi
besos y abrazos
uNA HISTORIA CONTIGO
La primera impresión que le había dado ese lugar el día anterior, ahora le parecía muy distinta y mientras esperaba en aquella oficina miro por la ventana, sabía que en cuanto le fuera asignado un salón y le dieran su pase de entrada todo comenzaría; se hundió entonces en sus pensamientos recordándose así misma que era lo que la había llevado hasta ahí.
Se había atrasado dos semanas desde que inicio el curso ya que durante las vacaciones, justo a la semana de haber cumplido sus XV años la habían atropellado .De tal manera que para cuando se recupero fue demasiado tarde pues ya no había espacios en ninguna escuela, por fortuna o al menos eso creía ella ; ahí si la habían recibido. Cuando salio de la oficina se detuvo frente al patio principal y suspiro profundamente para tomar el valor que comenzaba a irse y siguió su camino hasta llegar a las escaleras. Vanessa se quedo parada frente a la puerta ,afortunadamente y por alguna razón sus nuevos compañeros no se habían percatado de su presencia ,fue entonces cuando Vanessa se decidió a cruzar la puerta para pasar a ser el blanco de aquellas miradas detenidamente curiosas que se posaban sobre ella ,y a pesar de saber que esa reacción era normal no pudo evitar sentirse incomoda, entonces camino hasta la ultima fila para sentarse al final de esta, saco uno de sus libros personales mientras esperaba a que comenzara la clase ante todas las miradas ,y se dio cuenta que ese día prometía ser bastante largo.
Al poco rato entro la maestra , he Vanessa equipos para trabajar en la clase, nuevamente paso delante de esas miradas y tomo su lugar, al parecer el salón como en su antigua escuela estaba también divido en hombres de un lado y mujeres de otrosí el equipo que le había tocado estaba conformado por casi la mayoría de las mujeres del salón y casi de inmediato hizo amistad con tres de ellas Elisa, Margarita y Cristina. La clase finalizo y las siguientes clases trascurrieron de la misma manera hasta llegar el primer descanso para esos momentos Vanessa ya formaba parte de un grupo para reunirse en los ratos libres todo parecía marchar bien así que solo le quedaba disfrutar. Casi para terminar el día he irse a su casa recordó que había quedado de pasar a recoger sus libros para el curso pero a esa hora lo más seguro era que ya no hubiera nadie en la oficina; así que tendría que esperar hasta el día de mañana para ir por ellos regreso al salón tomo sus cosas y se fue.
Al regresar a su casa ,casi de inmediato se sentó frente a la computadora y comenzó a escribir,desde que sus papás se la habían regalado en su cumpleaños pasado, se había convertido en la distracción perfecta para ella, casi siempre se pasaba noches enteras escribiendo todo lo que se le ocurría. Hacia tiempo que estaba escribiendo una historia y se proponía terminarla sin pensar quizá que ponerle el fin seria tan difícil, esa noche cuando ya no sintió fluir las ideas se fue a dormir profundamente
Sin saberlo aquel miércoles por la tarde llegaría a significar mucho más que el simple recuerdo de su segundo día de clases .Era la primera hora de clase cuando Vanessa dejo de mirar por la ventana al mandarla el profesor a pedir sus libros ,entonces bajó las escaleras y cruzó el patio ,antes de llegar miro a un joven recargado en el marco de la puerta principal; Vanessa no pudo evitar mirarlo era demasiado guapo para no hacerlo, pero justo en el momento en que mantenía su mirada sobre el, fue descubierta por el hasta ese momento desconocido ,y pudo darse cuenta que ahora eran aquellos impresionantes ojos verdes los que la miraban a ella y le dirigían una agradable sonrisa, a la cual Vanessa no correspondió y casi de inmediato entro a la oficina donde se suponía le entregarían sus libros
-buenas tardes me mandaron a solicitar mis libros-una de las maestras muy amablemente la atendió-pero... ¡¿donde te metiste ayer niña?!te estuve esperando -
-De verdad lo siento mucho, se que ya había quedado de venir es solo que se me olvido y bueno cuando me acorde pues...ya no había nadie
-Si, te estuve esperando y al ver que no venías me fui ,en fin, necesito que me firmes una hoja para podértelos entregar permíteme un momento-Mientras la maestra buscaba la hoja, Vanessa dio un vistazo afuera y se dio cuenta de que el mismo muchacho al que había estado mirando antes en ese momento la observaba a ella, caminó rumbo al patio principal sin quitarle la mirada de encima solo que esta vez Vanessa respondió sosteniéndole la mirada y así estuvieron hasta que el ventanal de la oficina se termino. En ese momento la maestra le dio la hoja para que firmara, cuando termino la maestra e Vanessa salieron de la oficina para ir por los libros y para su sorpresa él se encontraba sentado en una de las bancas afuera de la oficina, debían de pasar frente a él al seguir su camino y sin querer resbalo de las manos de Vanessa uno de sus anillos, al intentar recuperarlo del suelo se encontró con la mano del desconocido quien también se agacho a recogerlo, sus manos se tocaron levemente pero Vanessa fue más rápida y lo tomo primero; aun así le dio las gracias y una sonrisa antes de seguir su camino, sintiendo su mirada sobre ella.
Caminaron por el largo pasillo que las llevaba hacia donde estaban los libros, donde la maestra comenzó a buscarlos entre las distintas cajas que había ,Vanessa por poco se queda boquiabierta al ver la pila de libros que la maestra sostenía en sus manos, que si bien no eran muchos ,eran gruesos y pesados y lo confirmo cuando le fueron entregados para así volver a su clase, al llegar al patio se volvió a encontrar con el muchacho pero por impresionar lo ni siquiera ponía atención al caminar, no se dio cuenta del desnivel del suelo así que se tropezó y de pronto choco contra alguien lo que hizo que todos los libros se cayeran al suelo y en lugar de ofrecer una disculpa hizo todo lo contrario.
Para entonces ese primer encuentro pareció no tener futuro...quizá nunca lo tuvo en realidad, Vanessa se encontraba tirada en el suelo, se sentía avergonzada ,y fue peor cuando casi todos los que se encontraban presentes se comenzaron a reír por fortuna el muchacho ya se había ido. Y a pesar de estar consiente que la culpa había sido de ella, no le importo y en ese momento descargo todo su coraje en contra de la persona con quien había chocado, y mientras intentaba recuperar el equilibrio escucho su voz.
-¿Estas bien, te lastimaste?-en su tono de voz había una preocupación genuina, pero Vanessa no se percato de ello, se encontraba demasiado avergonzada y molesta-Por supuesto que no, no estoy bien-casi le grito mientras juntaba sus cosas esparcidas por todos lados.
-Deberías fijarte por donde andas, pudiste haberte lastimado enserio
-Mira aléjate de aquí, no necesito tus comentarios
-Cálmate, no te pongas así por favor-
- Que no vez por donde caminas, ¿eres ciego o que? -
- ¿Disculpa? , pero la que no veía por donde iba eras tu, venias por las nubes-
Se sentía ofendida al escuchar a ese tipo pero era tanto su enojo y su vergüenza al pensar que el otro chico hubiese visto tan bochornoso momento, que no se detuvo siquiera a ver al extraño si no que se concentro en recoger sus cosas, pero si pudo grabar su voz y sus manos que muy caballerosamente le ayudo con sus cosas regadas en el suelo. En realidad le importaba muy poco de quien se tratara, aún no lo conocía y ya l resultaba de lo más desagradable. Lentamente subió la mirada y unos hermosos ojos marrón aparecieron, poblados por un par de cejas , esos ojos que la miraban con arrogancia y detenimiento, tenían algo tan abrumador, le provocaron un ligero temblor que rápidamente disimule y en un santiamén estaba de pie de nuevo.
-De manera que fuiste tú el tarado que me tiro-y fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba a tan solo unos cuantos pasos de el, lo suficiente como para mirar un poco más de cerca su rostro, pero volvió a realidad recordándose que no debía dejarse llevar y por mucho que tuviese esa presencia tan atrayente no dejaba de ser un pelmazo
-Te equivocas, no fue mi culpa, tú te tropezaste y chocaste conmigo-estaba demasiado cerca, y sin saber por que comenzaba a sentirse nerviosa-Claro que no-Vanessa lo miraba fijamente mientras el retrocedía un poco y negaba con la cabeza, y continuo-¿Es que acaso no se fijo que venia cargada de libros y apenas veía el camino? me hubiera esquivado por lo menos-
-Pues a mi me pareció que los libros no eran mucho impedimento y veías muy bien-Vanessa sintió que se estaba burlando de ella y antes de que pudiera contestarle el siguió hablando
-Mira ya te dije que no fue mi culpa...en todo caso eres tú quien me debe una disculpa ¿no crees?
-¡Pero si solo eso me faltaba!, déjeme ver si entendí, ¿le debo pedir una disculpa, por ser un tarado y un engreído, por tirarme y hacer que todos se rieran de mi?, no me haga reír
-No, te equivocas y no confundas las cosas, aquí la que se tropezó y casi me tira a mi eres tú -sus miradas se encontraban fijas una sobre la otra, eh Vanessa lo miraba con una mezcla de incredulidad y coraje.
-Caray, ¿siempre te levantas con ese genio?
-No, solo cuando me encuentro con tarados como...ahora-Vanessa le dedico una sonrisa forzada
-¡Oye ya bájale!, no es mi problema que por andar viendo a un mocoso te andes tropezando, si pusieras más atención por donde vas nada te pasaría y no andarías insultando a la gente.
-¿Sabe que?, no pienso seguir discutiendo con alguien tan...tan desagradable.
-Bueno, como que ya me insultaste demasiado ¿no crees?-En sus ojos se reflejaba una chispa de diversión y sus labios se curvaban intentando reprimir una sonrisa, con la que, lo único que lograba era que Vanessa se irritara aun mas, él por su parte parecía disfrutar mucho la situación.
-¿Que es lo que le causa tanta risa?...ha ya entiendo, sé esta burlando de mí ¿verdad?
-¡No!,es solo que no puedo creer que andes por la vida con ese mal carácter, ya en serio ¿siempre eres así?-Vanessa ya no lo soportaba, la estaba poniendo nerviosa y comenzaba a perder la paciencia.-No pienso seguirle el juego...ya fue suficiente así que quítese que voy a pasar, no sea que de nuevo “me tropiece” ,permiso-Él se aparto y con la mano hizo el gesto de darle el pase ,Vanessa se sentía una tonta por haberse puesto a discutir como una loca pero no lo había podido evitar ,tenía algo que lograba exasperarla y no sabía por que.
Y reanudo su marcha aun con el coraje y la vergüenza corriendo pos sus venas, de seguro aquel tarado estaría burlándose de ella, apenas iba subiendo las escaleras cuando lo escucho, casi en tono de burla.
-Cuidado con los escalones. No queremos que termines de nuevo en el suelo-De repente sintió el firme deseo de girarse y arrojarle sobre la cabeza el libro mas pesado que tenia en las manos; pero eso de lanzar cosas nunca se le había dado, era muy extraña la ocasión que le atinaba al blanco. Si hubiera volteado lo habría encontrado muerto de la risa así que prefirió seguir caminando a toda marcha hasta el salón. por que de seguro el siguiente maestro ya estaría ahí al llegar se tranquilizo al ver que por fortuna aun no llegaba así que se dirigió a sus amigas mientras esperaban, y al ver el estado en el que llegaba (rodillas algo raspadas y un carácter del demonio) le preguntaron a que se debía. Vanessa les contó paso a paso y después de un rato de risas y burlas de lo sucedido, todas concluyeron que la culpa no había sido del “tarado “como Vanessa se refería a él, pero ninguna le pudo dar razón de quienes se trataba o quienes eran, tanto el chico al que había estado mirando como con el que había chocado.
El resto del día transcurrió de una manera tan normal que Vanessa termino por olvidarse del incidente ocurrido al principio, al terminar el descanso todos regresaron al salón para la siguiente clase que al parecer era la preferida del grupo pues por los comentarios que hacían sus compañeros era la menos aburrida .
-Al menos algo bueno debía de haber en este día tan...absurdo-susurro Vanessa, apoyó la cabeza en las manos, cerró los ojos mientras se masajeaba las sienes intentando relajarse antes de que comenzara la siguiente clase. Un hombre se detuvo en la puerta del salón, llevaba un par de libros. Vestía una camisa blanca con rayas, tejanos y zapatos de vestir, no era exactamente un look muy formal, caminaba con una soltura envidiable, que lo hacia irresistible. De 1.87 más o menos .de cabello castaño, con una personalidad un tanto enigmática. Entonces escucho una voz que la hizo estremecerse, poco tiempo después se daría cuenta que desde ese momento y cada vez que la escuchara tendría ese efecto en ella. Reconoció esa voz casi de inmediato,-Buenas tardes, todos a sus lugares por favor -
-Muy bien. Saquen sus libros y ábranlos en la pagina...-
Vanessa tratando de engañarse intentaba pensar que solo era una coincidencia o una confusión, miró hacia la puerta y pudo obsérvale cruzar la puerta para sentarse directamente en su escritorio. Tratando de esconderse en el rincón de su butaca, sé atrevió a pensar que quizá no la hubiese visto. Solo que su pesadilla se hizo realidad cuando él le miro directamente a los ojos mientras las comisaras de sus labios se arqueaban ligeramente, lo que hizo que Vanessa se sobresaltara y se volviera un manojo de nervios.
Ahora que lo tenía frente a ella no sabia que hacer...quizá podría pedirle una disculpa, se reprochaba el haber actuado como una mocosa berrinchuda ,-Ahora si que la armaste buena Vanessa -se dijo mientras miraba nerviosa por la ventana, pero también comenzó a sentirse molesta-Vaya descaro el suyo, al no decirme quien era-no era posible ese hombre era el mismo con el que había tropezado, al mismo que casi había insultado, él “tarado” y además era mi maestro , no era posible, estaba segura que es e tipo no se cansaría de hacerme el curso imposible por lo que había pasado al que había insultado, era nada más y nada menos que si maestro de química-física; y se preguntaba una y mil veces por que ese tipo de cosas le pasaban a ella ,¡por que no pudo haber insultado a otro!,y su intranquilidad se volvió aun más peligrosa cuando Cristina le dijo que debía ir con el maestro para que la registrara en la lista de asistencia, y entonces pensó si no seria mejor salir y plantarse a media avenida para que los coches le pasaran por encima, tal vez seria menos la tortura y de seguro menos humillante.
-No, no voy ni puedo ir-dijo casi de inmediato Vanessa, su respuesta tomo por sorpresa a sus amigas
-Haber explícate, ¿como esta eso?-le pregunto Elisa que al igual que las demás no entendía ni una palabra de lo que Vanessa había dicho.
-Bueno pues, ¿se acuerdan del “tarado”?-todas asintieron al mismo tiempo, entonces Vanessa continuo-resulta que es...el profe-las cuatro chicas miraron a donde se encontraba él y luego a Vanessa.
Fueron dos horas las que Vanessa sintió como una tortura, durante la primera todo se mantuvo en silencio, Vanessa solo se dedico a su libro y no a observar a aquel individuo que por alguna razón la hacías sentirse desesperada, sentía su mirada sobre ella, entonces alzó la vista para mirarle un momento y se encontró con que él hacia lo mismo, lo siguió mirando como retándolo a que dijera o hiciera algo, pero su mirada se concentro de nuevo en sus papeles y sus listas .Sabia que debía de ir pero,¿ como hacerlo? ha lo mejor comprendía que todo lo que le dijo fue producto de su enojo y entonces lo miro mas detenidamente. La primera ocasión se había fijado en sus ojos, solo que esta vez era diferente, tenían algo extraño ,en ellos había algo que la hacían desear acercarse ,que parecían ser capaces de ver mas allá de lo que ahí a simple vista. Su voz de tono imperturbable y provocadora, en esos labios tan expresivos donde se producía esa sonrisa fría y estudiada, que en esos momentos jugueteaba en su boca, que en conjunto intentaran tratar de decirle a Vanessa que adivinaba cada uno de sus pensamientos en ese momento. Observo la anchura de sus hombros y sus manos ,tenia la sensación de ser un tipo aburrido pero a la vez una ola de misterio lo acechaba ,y comenzó a sentir una curiosidad por descubrir cual era el enigma que lo rodeaba
Faltaba poco para que terminara la clase y ya había terminado el trabajo, solo que seguía sin saber como se, él por su parte parecía estar demasiado entretenido con su celular pero cuando levanto la mirada pudo ver que Vanessa se dirigía a su escritorio, con el cuaderno que al llegar deposito de mala gana y mirándolo desafiante como diciéndole “terminemos con esto de una buena vez”
-Si. Dime ¿en que puedo ayudarte?-le pregunto de una manera muy seria e intentando parecer interesado, Vanessa por su lado aparto su vista un momento antes de responderle cruzándose de brazos.
-Vengo a...bueno...pues a que me registre en la lista-¿pero que le pasaba?, no entendía por que se ponía así de nerviosa ante ese hombre.
-Bien, y ¿cual es tu nombre?
-Vanessa, mí nombre es Vanessa. Aqui esta mi pase-le dijo extendiéndole el papel que le habían entregado para presentar a los maestros.
-Bonito nombre Vanessa,-y la miro a los ojos directamente y casi de inmediato regreso su mirada a seguir escribiendo en su lista-bien pues ya esta, ¿algo más?-
Vanessa no podía comprender su actitud, ése hombre actuaba como si nada hubiera pasado, mientras ella había pasado los momentos anteriores preocupada por lo que fuera a pasar o decirle al presentarse.
-No... Bueno si, es que realidad quería-
-Mi nombre es Octavio y como te darás cuenta seré tu profesor de Literatura-la interrumpió con un tono de seriedad antes de que ella pudiera disculparse pero pensó quizás había sido lo mejor.
-Muchas gracias, permiso-le respondió con aspereza giro sobre sus talones dándole la espalda y regreso a su asiento y de nuevo lo miro pero esta vez lo hacia intrigada Octavio, como le había dicho llamarse tenia algo que la intrigaba ¿pero por que actuaba así? no lo entendía y creo que jamás logro hacerlo ,justo en el momento en que esa pregunta le pasaba por la mente sonó el timbre de salida, y de inmediato junto sus cosas siendo la primera en salir a toda prisa, en realidad era lo que había querido hacer desde que Octavio entro por la puerta ,y al hacerlo respiró tan profundo como nunca antes lo había hecho feliz d poder estar en un lugar tan grande y sin su presencia. Y esa noche al llegar a su casa de nuevo se enfrasco en su historia solo que esta vez era diferente, las ideas y la inspiración fluían en ella como un nunca antes, y se sorprendió al darse cuenta que a su fantástico cabalero de brillante armadura, estaba tomando una apariencia muy parecía a Octavio y más aun se dio cuanta que no había dejado de pensar en el desde el momento en que abandono el salón, así que decidió irse a dormir y quizás al día siguiente todo tendría una mejor cara.
Al día siguiente por la tarde y con unas ganas enormes por que el día terminara ,Vanessa se encontraba cansada, ya que por la noche por mas que había intentad conciliar el sueño no lo pudo lograrlas clases le parecieron ese día eternas y para colmo la siguiente clase era Literatura y el tema parecía ser aburridísimo, en ese momento no quería ni saber ni como se llamaba de lo cansada que se sentía ,Octavio no había llegado así que pensó en tomar un pequeño descanso mientras esperaba recostando su cabeza en la mesita de la butaca y fingiendo leer el libro cerro los ojos sintiendo que el sueño la vencía, de pronto se escucho un silencio casi sepulcral en todo el salón pero no lo tomo demasiada importancia.
Octavio acababa de entrar pero Vanessa ni siquiera oyó sus pasos hasta instantes después escuchó la voz de Octavio a tan solo unos centímetros de distancia
-Buenas tardes Vanessa, espero que hayas encontrado algo interesante en el libro para aportar a la clase de hoy
Vaya mala suerte ¿que acaso nada le saldría bien o que? se preguntaba mientras lo miraba de frente.
-Bueno...no en realidad solo lo hojeaba y así-
-Eso pensé, aunque no te imagino leyendo un libro con los ojos cerrados, debe ser interesante-Vanessa intento buscarse una historia convincente, pero por desgracia no encontró excusa alguna. Era inútil clamar inocencia sin decir loa verdad ,así que forzó una sonrisa radiante al tiempo que alzaba la mirada pero fue so0lo para encontrarse a Octavio contemplando su sonrisa con un gesto de disgusto, aún así se armo de valor y confeso
-La verdad es que no pase bien la noche me dio insomnio y...-
-Me sorprende que no puedas dormir, con tanto trabajo que tienes por hacer para ir a la par del grupo. Cualquiera pensaría que terminarías agotada- “Así que es una manía la que tiene de interrumpir”, pensó Vanessa mientras lo miraba y le sonreía gentilmente.
-¿Si?...a bueno entonces me imagino que se debe al cambio.
-Bueno pues solo espero que no te quedes dormida nuevamente en mi clase, ¿de acuerdo?-dicho esto y mientras Vanessa asentía se fue hasta su escritorio y comenzó la clase, en toda su vida jamás había tenido que tratar con alguien como el, lo miraba y se preguntaba ¿como era posible que fuera su maestro? y ¿como habiendo tantas personas en el mundo tenia que tratar con alguien así? Si, eso se pregunta Vanessa, entonces comenzo a sospechar que haber llegado a ese lugar había sido un error.