Para continuar con nuestro intento de desmenuzar el verdadero rostro de
los artistas, aquí te presentamos la segunda parte de la lista de
personalidades con las que hemos tenido la fortuna de interactuar.
Tienen mala fama, pero son buena onda
Salma Hayek
La prensa mexicana y una buena parte de la latinoamericana se han
encargado de satanizarla, pero la verdad es que la veracruzana es
profesional, cordial, simpática y muy directa e ingeniosa para
responder cualquier pregunta si no viene con mala intención.
Es muy
considerada y cortés, le gusta presentar a sus invitados unos a otros,
les presta atención y agradece cada comentario y siempre cumple con las
entrevistas prometidas, aunque no se haya hecho una petición formal.
Tom Cruise
La difusión de teorías acerca de sus creencias religiosas lo han bajado
de estatus. Pero lo cierto es que es una persona de buen trato. Cuando
vino a México, pidió estar dos horas con sus fans, se tomó fotos y les
firmó todos los autógrafos que le pidieron. Siempre con una sonrisa.
Con la prensa tuvo una atención muy personal, incluso felicitaba a los
periodistas que eran papás, saludaba de mano y de beso. A su regreso,
les dejó a los miembros de la distribuidora un arreglo de dulces con
una tarjeta agradeciendo el recibimiento.
Gael García Bernal
Parece que la prensa no quiere a Gael. Escriben que es sangrón y que no
le gusta dar entrevistas. Serán entrevistas agresivas u ofensivas. En
TOP Magazzine lo hemos entrevistado cinco veces y siempre se ha
mostrado amable, sencillo y accesible.
Gael da respuestas amplias y profundas, que desembocan en una agradable charla que da la sensación de ser viejos conocidos.
Tipazos
Tom Hanks
Muchos actores sienten los encuentros con la prensa como un \"mal necesario\", pero él parece divertirse contestando preguntas.
Es como un niñote, habla fuerte, se rasca la cabeza y, si no entiende
un cuestionamiento, tiene la gentileza de tomarse el tiempo para
razonarlo y contestar lo que se le pide.
Después de una rueda de
prensa en la que promocionaba El Expreso Polar (2004), coincidimos con
él en el elevador y nos retó a manera de juego que le hiciéramos una
pregunta \"off the record\".
Lástima que en ese preciso momento se abrió la puerta del elevador y debimos salir de él. Ni modo, será para la próxima.
Hugh Jackman
Su gran carisma es capaz de convertir las ruedas de prensa en una
reunión de amigos en donde él es el anfitrión que procura que cada
invitado se sienta como en casa.
En la presentación a los medios de
Australia (2008), una de las grabadoras que estaban frente a él terminó
de grabar pues la cinta había llegado a su fin. Para que el reportero
no tuviera que levantarse a cambiar de lado el casete y perdiera con
ello parte de la entrevista, Jackman salió al quite e hizo el
procedimiento rápidamente.
A cualquier otro actor le hubiera valido gorro el casete, a él no.
Robert Pattinson
Cuando vino a México, en la convivencia privada que dio el actor firmó cada uno de los papeles que le acercaron.
\"Yo vine aquí a convivir con mis fans, así que firmaré todo\", dijo y se tomó múltiples fotografías.
Se le notaba un cansancio extremo, pero aún así sonreía. En entrevista,
saludó de beso a las mexicanas porque dijo que sabía que así lo hacían
los latinos. Se quería quedar para viajar en nuestro país, pero su
productora no se lo permitió.
Antonio Banderas
Ha probado
su calidad como actor, pero no puede dejar atrás su impacto como
símbolo sexual latino, algo que se comprueba cuando se le tiene cerca
porque huele muy bien.
Su amabilidad y accesibilidad son
memorables. Siempre con la sonrisa a flor de labios, explota bien su
galanura, además de que mira con atención a quien le hace una pregunta
como si fuera la persona más importante. Es, simplemente, hermoso.
John Travolta
Es ya un ícono de Hollywood. Tenerlo en el reparto es garantía de éxito y su filmografía da prueba de ello.
En persona, hay pocos que se le comparen en amabilidad. Siempre va de
traje formal a las entrevistas y jamás se altera aunque tenga todo el
día dando entrevistas ni ante el más terrible ataque a la cienciología.
Sonríe y es empático con los entrevistadores, quienes, por cierto, lo adoran.
Jennifer Aniston
Antes que nada, debemos decir que a nadie se le ven los Seven Jeans como a ella.
La entrevistamos el mismo año en que se divorció y se supo que Brad
Pitt y Angelina Jolie tenían una relación, pero Aniston no prohibió a
la prensa hacer preguntas privadas, como sí lo hacen otros actores
cuando quieren evitar preguntas incómodas.
Previo al estreno de
Dicen Por Ahí (2005), habló de su situación personal de manera franca,
mirando a los ojos e incluso haciendo bromas; en ningún momento asumió
una postura a la defensiva ni fue evasiva.
Viggo Mortensen
Su sencillez es legendaria. Un fin de semana de febrero del 2007,
Mortensen no telefoneó a un reportero de Top Magazzine para dar una
entrevista que se había acordado.
Esa noche dejó personalmente dos
mensajes en el buzón de voz que revelaban su humildad, pues se
identificaba como un actor que aparecía en la saga de El Señor de los
Anillos, cuando en realidad no necesitaba presentación.
El lunes,
que era día feriado, habló muy apenado. Dijo, en español, que se había
equivocado de horario porque estaba en Londres. Se disculpó con el
reportero por hacerlo trabajar en día festivo y le dio una entrevista
de 45 minutos.
George Clooney
Se cuece aparte. Ya triunfó como actor, productor y director. Todo un éxito.
En persona, es el hombre más encantador del mundo. Informal, sonriente,
siempre con la camisa por fuera, saluda de mano a todos o los palmea en
el hombro y hace sentir a los periodistas como si fueran cuates de toda
la vida.
Brad Pitt
Cuando entra al cuarto, transmite una
aura de gran estrella. Pero su sonrisa rompe el hielo. Sus respuestas
son con bromas y buen humor. No se toma muy en serio a sí mismo. Al
final, le da tiempo a cada uno de los periodistas. Les tiende la mano y
se queda platicando unos minutos con quien se lo pide, a pesar de que
los guaruras los querían correr.
En una visita a México, pidió
que detuvieran su camioneta para saludar a los fans que lo esperaban
fuera de donde sería el evento, porque a eso venía. Lo hizo, pero el
gentío se le vino encima, así que sólo bajó la ventana y saludó desde
lejos.
Mark Wahlberg
El actor de Max Payne (2008) dista
mucho del tipo rudo que siempre interpreta en sus películas. Es una
persona que, aunque no demuestra mucho sus emociones, ama y se siente
orgulloso de su familia.
Su vida gira alrededor de Dios como resultado del duro pasado que vivió, y constantemente lo menciona.
Físicamente es imponente, pero cuando se expresa se nota sereno; sin
embargo, siempre existe la posibilidad que explote con una pregunta
inadecuada.
Johnny Depp
Ser superestrella puede nublar la cabeza de cualquiera, pero no la de Johnny Depp.
El actor es dedicado, sencillo, atento y en todo momento busca dejar
satisfechos a la prensa o a sus fans, a los cuales asegura les debe su
carrera.
No es extraño verlo en las alfombras rojas o incluso en
conferencias de prensa repartiendo autógrafos, tomándose fotos y
dedicando tiempo de calidad a cada persona que se le acerca.
Angelina Jolie
Es tan cortés que incluso le ofreció algo de beber a un reportero de
esta publicación antes de iniciar la entrevista. Hasta le hizo
preguntas personales, mostrando interés en una pequeña cicatriz que él
tenía en la mano.
En verdad responde a lo que se le pregunta. Se toma unos segundos para reflexionar antes de contestar y es muy elocuente.
Su amabilidad o dominio de las relaciones públicas es tal que llama por su nombre a cada periodista y hasta se interesa por el contexto político y social de sus respectivos países.
Guillermo del Toro
Charlar con el director es como una plática entre viejos amigos.
Sencillez absoluta y disposición. Se burla de sí mismo y es
carismático. No sólo firma todo objeto que se le da, sino que hasta se
toma el tiempo para hacer un dibujito.
Patrick Dempsey
¿Pueden creer que un actor se pueda sonrojar con un piropo? Patrick Dempsey lo hace.
El actor es amable con la prensa, muy educado y si le dicen algo bonito hasta rojo se pone.
Durante una sesión de promoción de Grey\'s Anatomy, una periodista
asiática que le cuestionó sobre ser sexy lo puso tan rojo como la
sangre de la sala de operación donde trabaja su personaje.
Con mucho tacto y humor, Dempsey pudo salir bien librado del embrollo.
Parecen una cosa... son otra
Jim Carrey
En la pantalla desborda locura en cada gesto y cada movimiento, pero Jim Carrey puede llegar a ser una persona muy seria.
Si no hay una cámara de televisión enfrente, el comediante resulta hasta tímido.
Su plática es bastante seria, dejando escapar en pequeños momentos a
ese Carrey desenfrenado al que estamos acostumbrados como público.
Willem Dafoe
Generalmente le dan papeles de villano o personajes dramáticos de gran
intensidad. Es un gran actor, con fuerte personalidad y es feo, ambas
cosas son incuestionables.
Pero es un hombre amable, inteligente,
culto y muy simpático, aspectos que resultan una gran sorpresa porque
todo el mundo esperaría hallarse ante un hombre adusto y poco
tolerante.
Además es impecable en su arreglo personal, al grado que hasta atractivo puede resultar.
Forest Whitaker
El ganador del Óscar como Mejor Actor es bastante peculiar en persona.
No irradia esa personalidad abrumadora de su personaje en El Último Rey
de Escocia (2006).
Es amable, pero actúa como niño tímido. Responde
inteligentemente, pero mira hacia abajo y pocas veces cruza la mirada
con quien lo entrevista: es tan sencillo que resulta difícil creerlo.
Habla despacio y con voz muy modulada. Resulta sorprendente porque
significa que en realidad se transforma frente a las cámaras.
Donald Sutherland
En vivo tiene una mirada muy penetrante que se asemeja a la del loco
piromaniaco que interpretó en Marea de Fuego (Backdraft, 1991), pero
tiene una personalidad cálida, cortés y hasta dulce.
Pone un
ambiente de paz porque habla pausado y en voz baja y llega a la
entrevista con una jarra de té que sirve y toma despacio.
Philip Seymour Hoffman
Es un gran actor de carácter y lo ha demostrado suficientemente. Su
Óscar por Capote (2005) es sólo el reconocimiento oficial a su talento
como actor.
En persona es muy desagradable. Tiene una personalidad
agresiva, se viste como camionero aunque parece luchador rudo, con
camisetas y barba de varios días.
Es muy presuntuoso y pesado cuando habla de su trabajo.
Brendan Fraser
Tiene cara de niño amable y sonriente porque su nombre se relaciona más
con la comedia. Sin embargo, es un buen actor y también ha dado
muestras de ello.
En persona es muy pedante aunque hace esfuerzos
para que no se note. Trata de verse serio y resulta pesado, no es tan
simpático como en el cine.
Ashton Kutcher
La exageración en gestos y voz que derrochaba al conducir el programa Punk\'d desaparecen cuando lo tienes frente a frente.
En vivo parece el más seriecito de la clase y hasta puede pasar por
tímido, pues cuida mucho sus palabras y se frota las manos mientras
habla.
Eso sí, es de los que mantiene la mirada clavada en su entrevistador, detalle que se aprecia.
Vin Diesel
Tiene físico de mercenario y voz intimidante, pero el protagonista de
Rápido y Furioso (2001) es amable y juguetón. Se ríe constantemente y
bromea con la prensa.
Su cuerpo no resulta tan impactante en
persona; explica que transforma su musculatura dependiendo del
personaje que va a interpretar.
Leonardo DiCaprio
Si
creías que Leo es como Jack Dawson (su personaje en Titanic, 1997),
estás equivocado. Es muy amable, sencillo y educado; pero le toma mucho
tiempo tener confianza. Es muy tímido. Quizá odie las entrevistas y
siempre empieza con reservas, como analizando cada pregunta que le
hacen.
Su lenguaje corporal es a la defensiva, casi no mira a los
ojos y cruza los brazos. Pero poco a poco, si se siente en ambiente, se
va abriendo y contesta más a fondo.
Al final, incluso, te puede felicitar por las preguntas que le hiciste. O en el caso contrario, casi salir corriendo.