Finalmente serán las cadenas de televisión privadas y las operadoras de telecomunicaciones las que financiarán la nueva TVE.
La
vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha
anunciado hoy tras la reunión del Consejo de Ministros que TVE
suprimirá toda su publicidad a partir del mes de septiembre. Ahora la
decisión será remitida al Consejo de Estado y la Comisión del Mercado
de las Telecomunicaciones para que emitan sus informes
correspondientes. La iniciativa requiere un informe previo del Consejo
de Estado y la aprobación posterior en Consejo de Ministros antes de
llegar a manos de los diputados.
Siguiendo el modelo francés, el
Gobierno cargará al sector de las telecomunicaciones una nueva tasa del
0,9% de sus ingresos brutos (unos 288 millones). Con ello se pretende
sufragar el 24% del presupuesto anual de RTVE (1.200 millones). El
resto de la financiación se completará con la aportación de los
Presupuestos Generales del Estado (45%=550 millones), el 3% de los
ingresos de las televisiones privadas (120) y la tasa por el uso del
espectro radioeléctrico (20%=240).
Los sectores implicados no
han recibido muy bien la noticia, algunos defienden la eliminación de
la publicidad de TVE, si bien no comparten la fórmula elegida por el
Gobierno como alternativa a la financiación del Ente público. El
ejecutivo ha decidido que las cadenas privadas contribuyan a financiar
TVE a través del 3% de sus ingresos. Este impuesto se une al del 5% que
abonan desde hace 10 años (1999) a la industria cinematográfica y al 6%
de sus ingresos que abonan a las entidades de gestión de derechos.
Por otro lado, el Gobierno se ha comprometido a que en ese 5% se puedan computar también las series de televisión.
Así
las cosas, las cadenas privadas pagarán un canon de 120 millones de
euros al año con destino a las arcas de TVE, pero a cambio se
repartirán una cantidad cinco veces mayor: 600 millones de euros.
Aunque este \"botín\" podría desviarse por los anunciantes a otros
soportes publicitarios, los planificadores y las agencias tienen muy
claro que no todos los medios tienen el mismo impacto a la hora de
comunicar determinados mensajes.
Las que peor han aceptado la
decisión del Gobierno han sido las operadoras de telecomunicaciones. De
hecho, ya han comunicado que subirán la factura del teléfono e internet
de los usuarios para así financiar el fin de la publicidad en TVE. Así
de claro lo ha advertido esta misma semana Jesús Banegas, el presidente
de la asociación que agrupa a las empresas del sector de las TIC.
Algunas
de las compañías especificarán en las facturas mensuales y en color
rojo el porcentaje que pagan sus clientes por mantener TVE. \"La nueva
tasa del Gobierno para TVE se suma al canon digital que también pagarán
los consumidores, incluso aquellos que no ven la televisión\", ha
denunciado Banegas.
TVE tendrá nuevas limitaciones con este nuevo modelo
El
anteproyecto del Gobierno para TVE recoge también la limitación de 80
películas de estreno (norteamericanas). La cadena no podrá emitir más
que estas películas en el conjunto de sus canales en prime time. Por
otro lado, la pública tendría restringido el acceso a acontecimientos
deportivos de primer nivel, ya que en ningún caso podrá destinarse más
del 10% del presupuesto anual a este tipo de adquisiciones, salvo en el
caso de los JJ.OO y los Juegos Paralímpicos.
Además, TVE tendrá
nuevas obligaciones -según el proyecto- de servicio público sobre los
debates parlamentarios, la oferta infantil o la subtitulación de
programas. No hay que olvidar que TVE tendrá que hacer frente a 8.000
nuevas horas de emisión, el equivalente a la desaparición de los
anuncios en La 1 y La 2.
Las
cadenas privadas seguirán obligadas a destinar el 5% de sus ingresos a
financiar largometrajes españoles o europeos, una tasa que en el caso
de TVE pasará a ser del 6%. |