El melodrama protagonizado por Silvia Navarro y Fernando Colonga ha llegado a un punto clave dentro de su historia, pues la boda entre Fernanda (Silvia Navarro) y Damián (Sergio Sendel) desencadenará la tormenta de intrigas que mantendrán a los televidentes al borde de sus asientos.

Arranca lo bueno. Después de casi una semana de estar viendo a Fernanda pasear de aquí para allá con su vestido de novia, por fin se realiza la tan esperada boda en la que Franco Santoro (Fernando Colunga) se queda con las ganas de armar un relajo y Gonzalo Elizalde (Rogelio Guerra) no puede evitar el llanto al recordar los momentos felices con su hija. A partir de este momento, Mañana es Para Siempre se perfila como el próximo gran fenómeno de la televisión mexicana (si es que la trama no empieza a deformarse antes de tiempo), hasta ahora sus niveles de audiencia se habían mostrado bastante alentadores, sin embargo, lo denso del drama comenzará a desarrollarse a partir del mencionado evento. Con las na…rices frías. Durante las grabaciones, el termómetro nunca superó los dos grados centígrados, lo que jamás te imaginarías viendo a los integrantes de la trama con atuendos tan ligeros, en especial las damas. Lo anterior habla del tremendo compromiso de quienes hacen posible esta historia. Termina la fiesta.Desafortunadamente para Fernanda, la boda duró menos que un suspiro, pues en plena pachanga recibe la noticia de la muerte de su nana, mientras la observa Franco. Sorpresivamente la novia despide a sus invitados y da por terminados los festejos, pues acaba de confirmar que Soledad (María Rojo) murió

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