05-Nov-2008

La columna

Víctor Manuel Tolosa

Kuno Becker no pudo

Aunque todo parecía que la telenovela Verano de amor marcaría el regreso a la televisión mexicana de Kuno Becker, pues resulta de que siempre no, que por agenda del actor es imposible que pueda atender los llamados de la producción. No todo está echado por la borda, pues quizá el actor pueda aparecer con algún personaje corto.

Lo que sí puedo decirles es que esta telenovela, que inicia en enero, traerá muchas revelaciones actorales, como son la participación de Gonzalo García, un chico bien preparado originario de Guadalajara, y también la presentación en la tele de Brandon Peniche, hijo de el actor Arturo Peniche, que estoy seguro será una gran revelación en el mundo de los melodramas, pues bien reza el dicho: “de tal palo, tal astilla”.

 A la que sí volveremos a disfrutar de sus actuaciones, que a mí en lo personal me encanta, es a Lola Merino. La verdad, la verdad, me decepcionó muchísimo el final de la telenovela de Fuego en la sangre. Todo hubiera quedado en una hora, pero entiendo que había muchos comerciales.

Muchas cosas ilógicas que la verdad no somos tan tontos como para no entender. Primero, fue casi toda una noche el pleito de Juan Reyes con Fernando Escandón. Me pregunto: ¿Quién aguanta tanto? Después, Gabriela Elizondo se aventó varias horas dentro del ataúd, implorando que la rescatara su amado, quien nunca llegó, así como tampoco nunca le faltó el oxígeno, pues ella hablaba y hablaba y no pasaba nada, cuando en cuestión de segundos el oxígeno escasea en una situación así. Luego, agarran al sepulturero y, según esto, lo iban a entregar al comisario del pueblo por ser cómplice del tal Fernando Escandón, pero después y sin enterarnos, el enterrador aparece con su pala dispuesto a sacar el dinero que estaba descansando junto al cuerpo de Gabriela Elizondo.

 ¿Pues qué pasó? Nunca nos enteramos cómo se escapó el susodicho maleante. Luego el malo de la película, Fernando Escandón —ya sé, ya n sé— que es novela, pero más bien se me figuró como una película del meritito oeste, no me va a decir usted que la persecución no fue como tal, veíamos a los protagonistas brincando de vagón en vagón y los dos hermanos Reyes corriendo a caballo al lado del tren para defender al hermano Juan, pero de repente, ¿que cree,? que el tren pudo más que los caballos, aunque se veía que iba despacio, y entonces los televidentes gritamos: ¡Houston, Houston! Perdimos de vista a los hermanos Óscar y Franco Reyes.

Ya no supimos nada de ellos y desaparecieron en la nada y todo para que el bien y el mal lucharan cuerpo a cuerpo en el tren, hasta que finalmente caen de éste y en un paraje desolado se enfrentan cara a cara los dos (Fernando y Juan), y es aquí donde termina con su vida el malo de la serie, metiéndose un balazo en la garganta, por la parte trasera salió todo, pero por el frente o sea la garganta, quedó intacta, pues entonces ¿en su pistola usaba balas expansivas o de qué otra manera entiendo todo esto? Luego: ¿Dónde quedó Santa (Silvia Pinal)? o qué, el abuelo Agustín (Joaquín Cordero), ¿ya tan pronto se separó de ella? Porque llegó a la boda muy solterito y nada supimos de su mujercita y eso que andaban muy enamorados.

Había gente que no tenía ni vela en el entierro, pero la que sí nos hizo mucha falta fue Santita. En fin, para mí no fue el final que esperaba de esta telenovela que durante diez meses nos mantuvo frente al televisor. Desde el primer capítulo entró bastante bien, prueba de ello fue el rating que registró desde el inicio, hasta el final, ya que se mantuvo siempre en los más altos niveles de audiencia.

Por eso mismo nos merecíamos un final más impactante, más significativo, para el horario prime time, del domingo por la noche. ¿O no? Espero que la nueva producción de Mañana es para siempre no nos haga lo mismo. Yo lo invito para que hoy, a las diez de la noche por el 98.5 de FM, seamos más de tres en la radio. Tres de noche. La mejor revista nocturna del cuadrante en México.

GRACIAS POR LA NOTA!

¡QUÉ  DIFERENCIA! Desde que terminó Fuego en la sangre, el Canal de las Estrellas luce diferente, sobre todo en el horario de las 9 a las 10:30 de la noche. Las dos telenovelas que hoy ocupan el espacio que dejaron los hermanos Reyes, Mañana es para siempre y Alma de hierro tienen todo para alcanzar buen rating. Por ejemplo. Lucero se “luce” como villana, haciéndole la vida imposible a Fernando Colunga y familia, y, por su parte, Alejandro Camacho, en su papel de Hierro, está sensacional.