El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
San Leandro de Sevilla | ||
---|---|---|
Pontífice, confesor y doctor | ||
Nacimiento | ca. 534 Cartagena, España |
|
Fallecimiento | 13 de marzo, 600 o 601 Sevilla (España) |
|
Venerado en | Iglesia católica Iglesia ortodoxa |
|
Canonización | Culto inmemorial | |
Orden religiosa | Orden de San Benito | |
Festividad |
|
|
Leandro de Sevilla (Cartagena, c. 534-Sevilla, 13 de marzo de 596), obispo católico y Santo nacido de una notable familia hispanorromana. Su padre era hispanorromano, y su madre era, supuestamente, visigoda, incluso se ha dicho que fuera hija de Teodorico, rey de los ostrogodos, pero esto debe de ser falso, puesto que los matrimonios mixtos estaban prohibidos.[cita requerida] Fue hermano de San Isidoro. Su padre se llamaba Severiano o Severino[4]? y se le adjudica el título de dux (si bien su hermano Isidoro menciona que era simplemente un ciudadano), y su madre era Teodora o Túrtura. San Leandro es reconocido, porque fue el que consiguió que se convirtieran al catolicismo las tribus visigodas que invadieron España y que su rey Recaredo I se transformara en fervoroso creyente.
Fue arzobispo de Sevilla desde el año 578 hasta el año 600, en el que es sustituido por su hermano menor San Isidoro de Sevilla, y está considerado como uno de los grandes impulsores del catolicismo en la España visigoda de su tiempo.
Debió nacer hacia el año 534, en la ciudad de Cartagena, en el Levante español, en el seno de una importante familia, de madre alegadamente visigoda y de padre hispanorromano.
Con la invasión bizantina de su tierra levantina en el año 554, la familia se marchó a Sevilla, ciudad donde Leandro completó su formación, quizás motivada por la conversión de su madre a la religión católica.
Al morir sus padres Leandro se queda al cuidado de sus hermanos menores, ingresando años más tarde en un convento. Fue nombrado obispo de Sevilla en el año 578 e influyó activamente en la rebelión del joven Hermenegildo contra su padre, el rey Leovigildo, siendo quizás quien le asesorara para su conversión al catolicismo.
Leandro vivió tres años en Constantinopla, mandado por el propio Hermenegildo para obtener ayudas para su causa; allí mantuvo estrecha relación con san Gregorio Magno y llegó a escribir su Expositio in Librum Job.
De vuelta a Sevilla sufrió la persecución de Leovigildo, siendo de nuevo desterrado por unos años; un tiempo en el que escribió diversas obras contrarias al arrianismo. Cuando de nuevo regresó a tierras hispalenses llegó a instruir a Recaredo, hijo de Leovigildo, en la religión católica. La conversión de Recaredo y posteriormente la de todo el pueblo visigodo en el año 586, fue celebrada tres años más tarde por el obispo Leandro con la convención del III Concilio de Toledo.
Considerado uno de los Padres de la iglesia y fundador de la escuela teológica de Sevilla, tuvo especial interés en la enseñanza oral y escrita del catolicismo y en la formación de los religiosos.
Su gran importancia histórica para la iglesia se hace patente en la estatua de barro cocido a tamaño natural que le representa en la Puerta del Bautismo de la Catedral de Sevilla, formando pareja y frente a la de su hermano y también obispo de Sevilla, San Isidoro. Aparece también, junto a San Isidoro, en el escudo de Sevilla.
San Diego de Alcalá | ||
---|---|---|
San Diego por Zurbarán
|
||
Nacimiento | 1400 San Nicolás del Puerto, Reino de Sevilla) |
|
Fallecimiento | 13 de noviembre de 1463 Alcalá de Henares, Corona de Castilla |
|
Venerado en | Iglesia católica | |
Canonización | 10 de julio de 1588 por Sixto V | |
Orden religiosa | Orden de Frailes Menores | |
Festividad | 13 de noviembre | |
Atributos | Crucifijo, rosas | |
Fray Diego de San Nicolás, O.F.M., conocido como san Diego de Alcalá (San Nicolás del Puerto, Sevilla, 1400-Alcalá de Henares, 13 de noviembre de 1463), fue un fraile franciscano español considerado santo por la Iglesia católica.
Vistió el hábito franciscano hermano lego en la Orden de los Frailes Menores de la Observancia. Fue misionero en Canarias, donde llegó a ocupar el puesto de guardián del convento.
Fue canonizado por el papa Sixto V en 1588 en la única canonización realizada por la Iglesia Católica durante el siglo XVI, ya a finales de este. Es considerado patrono de los Hermanos legos franciscanos (no clérigos) por haber sido el primer hermano lego canonizado en la Orden.
Su celebración tiene lugar el 13 de noviembre.
Nació a finales del siglo XIV en el seno de una familia modesta, en el pueblo de San Nicolás del Puerto, al norte de la provincia de Sevilla y en plena Sierra Morena. Sus padres, de fe cristiana, le pusieron el nombre de Diego, derivación de Santiago, patrón de España.
Desde su más temprana juventud se consagró al Señor como ermitaño en la capilla de san Nicolás de Bari, en su localidad natal, y después en el eremitorio de Albaida[1]? bajo la dirección espiritual de un sacerdote ermitaño.
Fue un hombre bastante viajero para su tiempo; vivió en Canarias, Roma, Castilla y Andalucía y recorrió numerosos lugares de Córdoba, Sevilla y Cádiz. Durante su peregrinación a Roma pasó por numerosos lugares de España, Francia e Italia. Residió en los conventos de La Arruzafa (Córdoba),[2]? Lanzarote, Fuerteventura, Sanlúcar de Barrameda, Santa María de Araceli (Roma) y Santa María de Jesús (Alcalá de Henares), donde falleció en 1463.
Muy poco se sabe de sus primeros años. La más fiable de sus biografías, la de Francisco Peña, abogado y promotor en Roma de la causa de su canonización, y que debió poseer los mejores datos en torno a la vida de san Diego, así lo reconoce. Cristóbal Moreno, traductor en el siglo XVI al castellano de la obra latina de Peña, también hace constar esta insuficiencia de datos sobre su niñez y primeros años. Y hasta la Historia del glorioso san Diego de San Nicolás, escrita por el que fue guardián del convento de Santa María de Jesús, de Alcalá de Henares, donde vivió y murió el santo, se remite para esta época a las anteriores biografías de Peña y Moreno. La Historia de Rojo, el guardián complutense, aparecida en 1663, sesenta años después de la muerte de Moreno y a un siglo de distancia de la obra latina de Peña, no pudo ampliar con nuevos datos, como parecería lógico por haber vivido en el mismo convento, lo que la bula y anteriores biógrafos nos comunican. Alonso Morgado tampoco nos enriquece el conocimiento de la niñez de Diego con aportaciones que llenen el vacío de sus primeros años.
Tras su paso por Albaida y confirmada su voluntad de consagración a la vida religiosa, se trasladó al convento de San Francisco de la Arruzafa, en Córdoba. Allí ingresó Diego como hermano lego en la Orden de los Frailes Menores de la Observancia (Franciscanos de la Observancia). De hecho San Diego es el patrón de los hermanos franciscanos legos, es decir, que no son sacerdotes.
Durante su estancia en este convento visitó numerosos pueblos de Córdoba, Sevilla y Cádiz, dando lugar a una devoción que aún pervive en las tradiciones de no pocos de esos pueblos.
El de la Arruzafa es uno de los conventos de España restituidos a la primitiva y rigurosa observancia franciscana, hacia 1409, por fray Pedro Santoyo. En el lugar que ocupaba se encuentra ahora el Parador de la Arruzafa.
En 1441, fue enviado como misionero a las Islas Canarias, al convento de Arrecife (isla de Lanzarote), donde trabajó de portero. En su función de portero del convento, tuvo ocasión de ejercer la caridad con gran generosidad, a veces considerada excesiva por sus hermanos de comunidad. Después vivió en el convento franciscano de Fuerteventura hasta que regresó a la península en 1449. Durante cuatro años desempeñó el cargo de guardián del convento. Las Islas Canarias, que en 1402 habían sido reclamadas para su colonización por Jean de Béthencourt, habían sido evangelizadas inicialmente por los franciscanos. Muy pronto prosiguieron la tarea los Franciscanos Observantes (un movimiento de reforma dentro de la Orden de los Hermanos Menores, fundando en 1422 el convento de Fuerteventura. A la muerte del primer guardián y Vicario de la Misión de Canarias, todos los ojos recayeron en fray Diego, que fue elegido sucesor y tuvo que trasladarse allí. Los dirigentes de la Orden se habían saltado la norma legal de no conferir ningún cargo de gobierno a un hermano lego. Embarcó para la Gran Canaria, pero una tormenta le obligó a retroceder a Fuerteventura, donde, al poco tiempo, recibió la orden de regresar a España, yendo a Sanlúcar de Barrameda.
Con ocasión de la celebración en Roma del Jubileo de 1450, decretado por el papa Nicolás V y la canonización de Bernardino de Siena, miles de Frailes Menores peregrinaron a dicha ciudad, entre ellos fray Diego. Gran número de religiosos venidos a Roma cayeron enfermos, víctimas de una epidemia que azotó la ciudad, y el amplio convento de Araceli fue convertido en enfermería. Fray Diego se ocupó de la dirección del improvisado hospital, donde permaneció durante tres meses curando a los enfermos.
De regreso a España, pasó por varios conventos, entre ellos el de Nuestra Señora de la Salceda, en Tendilla (Guadalajara). En 1456 se traslada al Convento de Santa María de Jesús (Alcalá de Henares), que acababa de ser construido por Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo. Éste fue el más antiguo de los conventos fundados en esta ciudad, situado fuera de sus murallas, junto a la actual Universidad. En dicho convento pasará el resto de su vida, siete años, trabajando como jardinero y como portero. Tendría algo más de sesenta cuando murió. Sus restos se encuentran desde entonces en la Catedral de Alcalá de Henares. Actualmente se conservan en una urna de plata del siglo XVII, y su cuerpo incorrupto se expone todos los años el 13 de noviembre.
Habiendo sido popular en vida entre los más humildes, congregó junto a su sepulcro a los más poderosos después de muerto. Enrique IV de Castilla acudió a su sepulcro para pedirle la curación de Juana la Beltraneja. Cardenales de Toledo, príncipes de España, el mismo rey Felipe II después, acudieron junto a su tumba, llevados por un sentimiento de confianza en su santidad milagrosa.
Felipe II hizo llevar la momia hasta las cámaras regias a fin de invocar la mediación divina en la curación de su hijo el príncipe Carlos, cuando en 1562, estudiando en Alcalá de Henares, tuvo una grave caída por las escaleras en el Palacio Arzobispal, dándose un golpe grave en la cabeza. Este hecho se consideraría después milagro y sería popularizado por Lope de Vega.[3]?
Fue el único santo canonizado a lo largo de todo el siglo XVI, por el papa Sixto V, el 10 de julio de 1588, culminando el proceso introducido por Pío IV a instancias del rey Felipe II de España, convirtiéndose en el primer santo español de la Edad Moderna.[4]? Entre los seis milagros aprobados por la Sagrada Congregación de Ritos para su canonización, el más famoso es, precisamente, la curación del príncipe Carlos.
Otro milagro que se le atribuye es el de haber salvado, en un viaje que hizo a Sevilla durante su estancia en la Arruzafa, a un niño que imprudentemente se había metido y dormido en un horno, el cual fue encendido mientras tanto. Tras la mediación de Diego el pequeño apareció fuera del horno sin la menor quemadura. Éste y otros milagros los solía atribuir el humilde fraile a la intervención de la Virgen María.
Fue un santo muy popular. Muchos conventos, iglesias y capillas, e incluso una ciudad de California, están dedicadas a su nombre.
.
Abrazos colungueros
.