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San José de Nazaret | ||
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Patriarca, Confesor Esposo de la Stma. Virgen María Patrón de la Iglesia Universal[1]? |
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Apodo | El santo silencioso | |
Nacimiento | Fecha desconocida Belén de Judá |
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Hijos | Jesús de Nazaret, Jesús histórico, Joses, Santiago el Justo, Joseph Barsabbas, Simón y Judas | |
Fallecimiento | Antes del inicio de la vida pública de Jesús Nazaret de Galilea |
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Venerado en | Iglesia católica, Iglesia ortodoxa | |
Festividad | 19 de marzo Romano Domingo siguiente a la Navidad Bizantino 3 de enero Mozárabe 1 de mayo San José Obrero (fiesta del trabajo) |
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Atributos | Por antonomasia, con el niño Jesús en brazos. Vara florida, con azucena o nardo. Cayado. Serrucho de carpintero. |
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Patronazgo | Iglesia universal (declarado por el papa Pío IX en 1870) Países: Austria, Bélgica, Canadá, Costa Rica, Corea del Sur, Italia, México, Nueva Caledonia, Panamá, Perú, Vietnam Ciudades y municipios: San José; Turín; Municipio Antolín del Campo, Villa Insurgentes Personas: carpinteros, emigrantes, viajeros, niños por nacer Por antonomasia, es el «patrono de la buena muerte» por atribuírsele haber muerto en brazos de Jesús y María. También es patrono de la Acción Católica Argentina, y se lo considera protector de la familia cristiana |
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José de Nazaret (heb. ???? ?????) fue, en el cristianismo y según diversos textos neotestamentarios, el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre putativo de Jesús. Según el Evangelio de Mateo, era de oficio artesano (en el original griego, «??????»; Mateo 13:55a), lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero, profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era "artesano" (Marcos 6:3a). Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo 1:1-17[2]? y Lucas 3:23-38[3]? lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. Se ignora la fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años pero antes del inicio de su predicación. En efecto, el Evangelio de Lucas menciona a «los padres» de Jesús cuando éste ya cuenta con 12 años (Lucas 2:41-50[4]?), pero no se menciona a José de Nazaret en los evangelios sinópticos durante el ministerio público de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que éste tuviera lugar. Las Escrituras señalan a José como «justo» (Mateo 1:19[5]?), que implica su fidelidad a la Torá y su santidad.
La figura de José fue contemplada y admirada por diversos Padres y Doctores de la Iglesia y es hoy objeto de estudio de una rama particular de la teología, la josefología. La exhortación apostólica Redemptoris custos, escrita por Juan Pablo II y publicada el 15 de agosto de 1989, es considerada la carta magna de la teología de San José.[6]?
Según el Evangelio de Lucas José era hijo de Helí o Elí (Lucas 3:23[7]?). Según el Evangelio de Mateo Jacob fue padre de José (Mateo 1:16[8]?).
El Evangelio de Mateo 1:18-24[9]? muestra parte del drama que vivió José de Nazaret al saber que María estaba embarazada. Iba a repudiarla, en secreto porque era justo, porque no quería que fuera apedreada según lo dispuesto en la Torá (Deuteronomio 22:20-21[10]?). La Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén interpreta que la justicia de José consistió en no querer encubrir con su nombre a un niño cuyo padre ignoraba, pero también en que, convencido de la virtud de María, se negaba a entregarla al riguroso procedimiento de la ley de Moisés.[11]? Según el Evangelio de Mateo, el ángel del Señor le manifestó en sueños que ella concibió por obra del Espíritu Santo y que su hijo «salvaría a su pueblo de sus pecados», por lo que José aceptó a María (Mateo 1:20-24[12]?).
Luego, antes que Herodes I el Grande ordenara matar a los niños menores de dos años de Belén y de toda la comarca, José tomó al niño Jesús y a su madre y huyó a Egipto (Mateo 2:13-18[13]?). Al morir Herodes, José entró nuevamente con el niño y su madre en tierra de Israel pero, al enterarse de que Arquelao, hijo de Herodes el Grande, reinaba en Judea, tuvo miedo de ir allí y se retiró a la región de Galilea, a Nazaret (Mateo 2:19-23[14]?).[Nota 1]? Según el Evangelio de Lucas, Nazaret había sido el lugar de residencia de María, ya desposada con José, cuando acaeció la Anunciación (Lucas 1:26-38[15]?).
José (o Joseph en su transcripción arcaica al español, usada hasta inicios del s. XIX) es un nombre masculino de origen hebreo que deriva de yôsef (????) «añada», del verbo lehosif (??????) «añadir». La explicación del significado de este nombre se encuentra en el libro del Génesis.
Entonces se acordó Dios de Raquel. Dios la oyó y abrió su seno, y ella concibió y dio a luz a un hijo. Y dijo: «Ha quitado Dios mi afrenta.» y le llamó José, como diciendo: «Añádame Yahvéh otro hijo.»
Génesis 30,22-24
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El hecho de que José de Nazaret sea mencionado como padre putativo de Jesús,[Nota 2]? habría dado lugar en castellano al acrónimo Pepe, resultante del conjunto de ambas iniciales.[16]?[17]? Sin embargo otros piensan que se trata de una versión reducida de Jusepe (antigua versión del nombre en español).[18]?
El Evangelio de Mateo en griego señala que Jesús de Nazaret era «hijo del artesano» (Mateo 13:55a) y el Evangelio de Marcos expresa que a Jesús mismo le hacían de ese oficio: «¿No es éste el artesano?» (Marcos 6:3).
El término griego usado en ambos casos, «??????», no corresponde específicamente a «carpintero», sino a «artesano», a «obrero»,[19]? aunque más frecuentemente se diga de José que era carpintero. De hecho, así se lo suele traducir en la mayoría de las Biblias, incluyendo la Biblia de Jerusalén: «¿No es éste (Jesús) el hijo del carpintero?» (Mateo 13:55a).[20]?
Los Padres de la Iglesia fueron los primeros en retomar el tema de José de Nazaret. Ireneo de Lyon señaló que José, al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la María es figura y modelo.[21]? A Ireneo se sumó Efrén de Siria con un sermón laudatorio,[22]? Juan Crisóstomo,[23]? Jerónimo de Estridón,[24]? y Agustín de Hipona, quien apuntó de forma taxativa refiriéndose a José y a María:
Juan de Parrano, Santo
Martirologio Romano: En Spoleto, en la Umbría, san Juan, abad de Parrano, que fue padre de muchos siervos de Dios (s. VI).
Etimológicamente: Juan = Dios es misericordia, es de origen hebreo.
Durante los disturbios monofisitas en el oriente, un sirio, llamado Juan dejó su tierra natal, se dirigió al occidente y se estableció no lejos de Espoleto. Allí construyó una abadía, de la cual llegó a ser superior, y también fundó otra casa religiosa cerca de Pésaro.
Una leyenda no muy digna de confianza nos informa que cuando el santo estaba por abandonar Siria, su patria, oró de esta manera: "Señor, Dios de los cielos y de la tierra, Dios de Abraham, Isaac y Jacob, te suplico a Ti que eres la luz verdadera, que me ilumines, ya que espero de tí que hagas prosperar el camino que tengo delante y que sea para mí señal del lugar de mi descanso donde la persona a quien le preste mi salterio, no me lo devuelva ese mismo día".
Desembarcó en Italia y viajó hasta los alrededores de Espoleto, donde encontró a una sierva de Dios, a quien le prestó su salterio. Cuando le pidió que se lo devolviera, ella dijo, "¿a dónde vas, siervo de Dios? Quédate aquí y emprende tu camino mañana". Juan accedió a pasar allí la noche y, recordando su oración, se dijo, "esto es ciertamente lo que le pedí al Señor: aquí me quedaré". A la mañana siguiente, recibió de nuevo su salterio y, no había caminado la distancia de cuatro tiros de flecha, cuando apareció un ángel que lo condujo a un árbol, bajo el cual le pidió que se sentara para anunciarle que era la voluntad de Dios que se quedara en aquel lugar y que allí tendría una gran congregación y encontraría el descanso deseado.
Era el mes de diciembre y la tierra estaba endurecida por el hielo; pero el árbol, bajo el cual se hallaba sentado Juan, estaba en flor, como en primavera. Algunos cazadores que pasaron por allí le preguntaron de dónde venía y qué hacía. El santo les contó toda su historia y quedaron llenos de asombro, especialmente por la forma en que vestía, pues nunca habían visto cosa parecida. "Por favor no me causen daño, hijos míos", dijo Juan: "pues sólo he venido aquí al servicio de Dios". La súplica era innecesaria, pues los cazadores ya se habían fijado en el árbol florecido y reconocieron que el Señor estaba con aquel hombre. Lejos de querer hacerle daño, partieron entusiasmados a anunciar su llegada al obispo de Espoleto, quien se apresuró a ir a saludarlo, y lo encontró orando bajo el árbol.
Los dos lloraron de alegría cuando se encontraron y todos los presentes dieron alabanzas a Dios. En aquel lugar, Juan edificó su monasterio y allí vivió por cuarenta y cuatro años más, hasta que se durmió en paz y fue sepultado con himnos y cánticos.
Martirologio Romano: En Spoleto, en la Umbría, san Juan, abad de Parrano, que fue padre de muchos siervos de Dios (s. VI).
Etimológicamente: Juan = Dios es misericordia, es de origen hebreo.
Durante los disturbios monofisitas en el oriente, un sirio, llamado Juan dejó su tierra natal, se dirigió al occidente y se estableció no lejos de Espoleto. Allí construyó una abadía, de la cual llegó a ser superior, y también fundó otra casa religiosa cerca de Pésaro.
Una leyenda no muy digna de confianza nos informa que cuando el santo estaba por abandonar Siria, su patria, oró de esta manera: "Señor, Dios de los cielos y de la tierra, Dios de Abraham, Isaac y Jacob, te suplico a Ti que eres la luz verdadera, que me ilumines, ya que espero de tí que hagas prosperar el camino que tengo delante y que sea para mí señal del lugar de mi descanso donde la persona a quien le preste mi salterio, no me lo devuelva ese mismo día".
Desembarcó en Italia y viajó hasta los alrededores de Espoleto, donde encontró a una sierva de Dios, a quien le prestó su salterio. Cuando le pidió que se lo devolviera, ella dijo, "¿a dónde vas, siervo de Dios? Quédate aquí y emprende tu camino mañana". Juan accedió a pasar allí la noche y, recordando su oración, se dijo, "esto es ciertamente lo que le pedí al Señor: aquí me quedaré". A la mañana siguiente, recibió de nuevo su salterio y, no había caminado la distancia de cuatro tiros de flecha, cuando apareció un ángel que lo condujo a un árbol, bajo el cual le pidió que se sentara para anunciarle que era la voluntad de Dios que se quedara en aquel lugar y que allí tendría una gran congregación y encontraría el descanso deseado.
Era el mes de diciembre y la tierra estaba endurecida por el hielo; pero el árbol, bajo el cual se hallaba sentado Juan, estaba en flor, como en primavera. Algunos cazadores que pasaron por allí le preguntaron de dónde venía y qué hacía. El santo les contó toda su historia y quedaron llenos de asombro, especialmente por la forma en que vestía, pues nunca habían visto cosa parecida. "Por favor no me causen daño, hijos míos", dijo Juan: "pues sólo he venido aquí al servicio de Dios". La súplica era innecesaria, pues los cazadores ya se habían fijado en el árbol florecido y reconocieron que el Señor estaba con aquel hombre. Lejos de querer hacerle daño, partieron entusiasmados a anunciar su llegada al obispo de Espoleto, quien se apresuró a ir a saludarlo, y lo encontró orando bajo el árbol.
Los dos lloraron de alegría cuando se encontraron y todos los presentes dieron alabanzas a Dios. En aquel lugar, Juan edificó su monasterio y allí vivió por cuarenta y cuatro años más, hasta que se durmió en paz y fue sepultado con himnos y cánticos.
Buenas noches chicas,
Espero que todas estéis bien, colaboradoras y visitantes
Yo ando como siempre o más.
Atorada con el trabajo.
Os deseo a todas un feliz martes
Besos Mercedes
Gracias por todo lo que nos regalan.
A Julio le quedó hermoso el tango.
¡Feliz martes! Abrazos colungueros.