El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
San Cirilo de Alejandría | ||
---|---|---|
Patriarca de la Iglesia ortodoxa | ||
Predecesor | Teófilo I | |
Sucesor | Dióscoro I | |
Otros títulos | Patriarca de Alejandría | |
Iglesia | Iglesia ortodoxa de Alejandría | |
Culto público | ||
Festividad | 27 de junio Forma ordinaria del rito romano 9 de febrero Forma extraordinaria del rito romano 18 de enero y 9 de junio Bizantino |
|
Atributos | vestimentas obispo griego | |
Venerado en | Iglesia copta, Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Iglesia Luterana | |
Patronazgo | Alejandría | |
Información personal | ||
Nacimiento | c. 370-373 Alejandría, Imperio romano de Oriente |
|
Fallecimiento | c. 444 Alejandría, Egipto |
|
Cirilo de Alejandría (Alejandría, c. 370/3 - ibíd., 444) fue un eclesiástico romano natural de Egipto, Patriarca de Alejandría desde 412 hasta su muerte,
Sobrino del obispo Teófilo, acompañó a su tío al Sínodo de la Encina (403), en el cual fue depuesto Juan Crisóstomo. Más tarde sucedió a su tío como obispo y patriarca de la sede alejandrina (412). Muchos se opusieron a su nombramiento, quizá por su genio impaciente y dominador. Su episcopado se caracterizó por la presión contra judíos, paganos y otras confesiones cristianas, así como por sus roces con las autoridades imperiales y su lucha de poder con el Patriarcado de Constantinopla.
Sus obras atestiguan un conocimiento extenso, además de la Biblia y de los escritores eclesiásticos, de los autores no cristianos de su época. Parece ser que durante un tiempo se retiró al desierto, donde recibió de los monjes educación ascética, según se deduce de las cuatro cartas que le escribió Isidoro de Pelusio. Es considerado santo por las Iglesias Católica, Ortodoxa, Copta y Luterana
En 1882 Cirilo fue proclamado doctor de la Iglesia por el Papa León XIII, quien al mismo tiempo atribuyó el mismo título a otro importante exponente de la patrística griega, san Cirilo de Jerusalén. Esta proclamación se basó en su firmeza al servicio de la doctrina y en la valentía demostrada en defensa de la verdad católica, en particular contra el supuesto error de Nestorio, patriarca de Constantinopla, por lo que corrió el riesgo de ser desterrado y durante algunos meses vivió la humillación de la cárcel: ?Nosotros ?escribió? por la fe de Cristo estamos dispuestos a padecerlo todo: Las cadenas, la cárcel, todas las incomodidades de la vida y la misma muerte?.
El 17 de octubre del año 412 sucede a su tío en el patriarcado alejandrino. Su episcopado continuó su feroz lucha de poder entre las sedes de Alejandría y Constantinopla, pero además se caracterizó por un nuevo aumento de la presión contra paganos, herejes y judíos (tras la calma de los últimos años de Teófilo) y sus roces con el poder imperial. Uno de sus primeros actos fue la persecución de los novacianos (a pesar de la existencia de un edicto imperial de tolerancia hacia ellos): ordenó cerrar por la fuerza sus iglesias, expulsándolos del país, y decomisó el patrimonio tanto eclesiástico como privado del obispo novaciano Teopento.
Cirilo persiguió también a los mesalianos (del sirio msaliyane = orantes), que ya habían sido declarados herejes en el sínodo de Side de Panfilia del año 390. Los mesalianos defendían la creencia que la salvación sólo se puede ganar gracias a la continua oración.
En 414, Cirilo instigó una serie de motines antijudíos y expropió casi todas las sinagogas de la capital egipcia para convertirlas en iglesias cristianas. El Patriarca hizo comparecer ante sí a los principales líderes judíos, lo cual suscitó una revuelta nocturna de protesta ante tales actos. En respuesta a este suceso, una gran muchedumbre, dirigida por Cirilo, asaltó y destruyó la sinagoga principal y saqueó las propiedades de los judíos. Por último, el Patriarca desterró a los judíos de Alejandría involucrados en los disturbios, incluidos mujeres y niños, privados de su hacienda y de alimentación, en un número de, presuntamente, cien mil o incluso de doscientos mil.[cita requerida]
El prefecto Orestes se quejó ante el emperador Teodosio II por estos actos. Inmediatamente una horda de 500 monjes del desierto de Nitria partió hacia Alejandría para proteger al Patriarca, ante su inminente deposición. Al ver que el Prefecto estaba en un carro, los monjes se abalanzaron sobre él y uno de ellos, llamado Amonio, hirió de un golpe en la cabeza a Orestes. Amonio fue apresado, torturado y ejecutado. Cirilo rindió al atacante honores de mártir.[1]
En 415 ó 416 una turba de cristianos fanáticos asesinó a la célebre filósofa Hipatia, maestra del prefecto Orestes. Debido a ello, durante siglos se ha acusado a Cirilo de ser el principal responsable de la muerte de la filósofa, aunque no hay certeza sobre su papel en la misma. El autor más cercano a los hechos, Sócrates Escolástico, indica que la muerte fue causa de oprobio para Cirilo y la iglesia de Alejandría, lo que sugiere una implicación del patriarca y su entorno en los hechos.[2] La acusación aparece formulada con más claridad en la obra de Damascio, filósofo pagano del siglo VI que sufrió la persecución del emperador Justiniano I, y cuyo testimonio sobre Hipatia aparece recogido en la enciclopedia bizantina Suda.[3] El obispo copto del siglo VII Juan de Nikiû confirma los hechos y justifica la muerte de Hipatia, a la que presenta como una bruja peligrosa.[4] El propio Cirilo reprochó a los alejandrinos su carácter levantisco y pendenciero en su homilía pascual del año 419. En 422 otra turba asesinó al sucesor de Orestes como prefecto imperial, Calisto.
Cirilo fue una figura de relieve por el desarrollo teológico de sus escritos, en especial por su defensa de la unión entre la divinidad y la humanidad de Jesús, frente a las tesis de Nestorio, que en el año 428 ascendió a la sede de Constantinopla. Cirilo aprovechó el error dogmático de Nestorio para deponerlo de su sede. Participó activamente en el Concilio de Éfeso (431), convocado por el emperador Teodosio II, y logró que se proclamara a María la Theotokos: [1] Madre de Dios. Cirilo presidió el Concilio bajo la autoridad el Papa Celestino I.
Cirilo abrió las sesiones con 154 obispos de su partido sin esperar a que llegaran los obispos antioquenos, sirviéndose de cuantiosísimos sobornos durante todo el proceso. Sus regalos fueron tan abrumadores que, de hecho, logró que el emperador Teodosio II, en principio contrario al patriarca alejandrino, cambiara de parecer, y acabara por deponer y desterrar a su rival dogmático.[5]
Sus numerosas obras están recopiladas en 10 tomos de la Patrologia Graeca de Migne. Aun cuando no se opuso a las decisiones del Concilio de Nicea, tampoco era proclive al uso de la terminología admitida en ese sínodo debido, según afirmaba, a que se trataba de expresiones que no están contenidas en la Biblia y pertenecen más bien a la filosofía griega.[6
Zoilo de Córdoba | ||
---|---|---|
Santo y mártir | ||
Nacimiento | siglo IV Córdoba |
|
Fallecimiento | 304 | |
Venerado en | Carrión de los Condes (Palencia) | |
Festividad | 27 de junio | |
Atributos | Espada en la mano y una corona de laurel o de flores que a veces se la impone un ángel. |
San Zoilo de Córdoba fue el primero de una veintena de mártires cordobeses que perecieron en los albores del siglo IV bajo la persecución de Diocleciano.
Constituido el Imperio romano como una tetrarquía, Hispania quedó dentro de la región gobernada por el césar Constancio I, quien atenuó en las zonas de su mando las persecuciones a los cristianos, que tuvieron como instigador en el resto del Imperio al césar Galerio. Dada esta circunstancia, es de suponer que el martirio colectivo de Zoilo y sus compañeros no sucediese antes del año 303, en el que aparecieron los tres primeros edictos, y que tuviera lugar en el 304, en el que un nuevo edicto imperial condenaba a los cristianos indiscriminadamente.
La noticia más antigua que tenemos de Zoilo es de la segunda mitad del siglo IV y nos la da el español Prudencio en el Himno IV del Peristephanon, en el que hace una relación de cerca de 30 mártires poco anteriores a él y en su mayor parte españoles; aparte de los nombres, poca materia histórica podemos extraer de este elenco (casi una letanía), en el que se dice «Corduba Acisclum dabit, et Zoellum», pues es indistinta la nomenclatura Zoelo, Zoilo o Zoyl. En el Martyrologio jeronimiano se incluye a Zoilo y compañeros mártires en el 27 de junio, lo que coincide con la mayoría de los martirologios históricos, excepto algunos de los más antiguos que citan a Crescente en primer lugar, pero ello se debe, según cree Hensquenio, a que fue anterior la invención del cuerpo de éste. Wadelberto usó la voz antistes para significar que Zoilo fue el primero entre sus compañeros (no para conferirle la dignidad de obispo, de la que no hay vestigio alguno), lo que, unido a la cita exclusiva de Prudencio, a que sólo existe acta martirial de Zoilo y a la ratificación operada por el culto en España, autoriza a considerar a Zoilo como el principal de los martirizados con él.
En el año 613, reinando Sisebuto, el obispo de Córdoba Agapito II tuvo la revelación del nombre del mártir y del sitio donde yacía su cuerpo. Acompañado de clérigos y fieles descubre los restos que hace trasladar a la iglesia de San Justo, la cual, para dignificar la memoria del mártir, es ampliada, conmutando desde entonces su título por el de San Zoilo. De esta iglesia de San Zoilo fue clérigo, ya en el siglo IX, San Eulogio, quien sitúa el templo en el centro de la ciudad.
El monje Usuardo, que estuvo en Córdoba el año 858, incluye a Zoilo en su Martirologio haciendo expresa memoria de la aparición a Agapito II, y de este dato Hensquenio deduce que el Acta del martirio fue también revelada al obispo Agapito o Agapio. Posteriormente el Cerratense recoge este relato en el siglo XIII y el P. Flórez lo incluye en España Sagrada, pero impugna la teoría de que el acta de Zoilo sea tardía.
De la mencionada Acta, al menos literariamente posterior, resulta la legendaria caracterización de Zoilo y su martirio siguiente: Zoilo era un joven de familia ilustre que manifestaba públicamente su celo cristiano. Denunciado ante el juez, éste le consideró como el más cualificado entre otros detenidos, por lo que trató de hacerle apostatar para que su ejemplo arrastrase a los demás. Entre juez y juzgado se establece un diálogo (que a nuestros días llega plagado de piadosas ingenuidades) en el que Zoilo rehúsa sobornos, afirma su fe y pretende evangelizar a su juzgador. El juez le manda azotar sin que la tortura surta efectos y entonces a un verdugo se le ocurre sacarle a Zoilo los riñones por la espalda, sin que tampoco éste muera por el nuevo suplicio. Desesperado el juez, desenvaina su propia espada y le corta la cabeza. Seguidamente manda degollar a los restantes arrestados y ordena que todos sean sepultados entre los paganos para que los demás cristianos no encontrasen sus cuerpos. Sobre el número y la identidad de estos otros mártires se han suscitado dudas, pues compulsados los martirologios históricos resultan ser 20 ó 21, y entre los nombres citados existen coincidencias con los atribuidos a los hijos de Santa Sinforosa. El P. Flórez recoge 20 nombres, que son: Crescente, Julián, Nemesio, Fratria, Primitivo, Justino, Statheo, Novaciano, Clemente, Marcelino, Zedino, Félix, Venusto, Marcelo, Itálica, Lello, Capitón, Tinno, Timarco o Tusco y Silvano.
En el siglo XI, el conde de Carrión, Gómez Díaz, trasladó los restos del mártir desde Córdoba hasta el monasterio benedictino de San Juan Bautista en Carrión de los Condes, que ya se llamó de San Zoilo. El Cerratense enumera los prodigios de la traslación y los milagros conocidos de Zoilo, lo que ha sido transcrito por Flórez. El Breviario Mozárabe conserva un himno gótico que, glorificando a Zoilo, dice:
Patrono En la actualidad , San Zoilo es el patrón de la ciudad de Carrión de los Condes (Palencia), aunque las fiestas patronales en su honor no se celebran el 27 de junio sino en agosto , siendo el día grande de sus fiestas (el día de San Zoilo) el penúltimo lunes del mes de agosto. El acto más importante de ese día es la procesión del santo, que es portado por los quintos de la localidad. También es el patrón de la localidad Morañega de Flores de Avila ( Avila), y cuya festividad se celebra el 27 de Junio cada año.
El
hombre que yo amo tiene algo de niño la
sonrisa ancha tierna la mirada tiene la palabra de
mil hombres juntos y es mi loco amante sabio
inteligente
el hombre que yo amo no le teme a nada pero
cuando ama lo estremese todo guerrero incansable
en busca de aventuras tiene manos fuertes
calidas y puras
el hombre que yo amo sabe que lo amo me toma en
sus brazos y lo olvido todo el es mi motivo, es mi
propio sol el me da alegrias que nadie me
diÓ
el hombre que yo amo sabe que lo amo vuela
siempre lejos pero vuelve al nido
el hombre que yo amo sabe que lo amo yo lo quiero
loco, pero loco mio
el hombre que yo amo siempre sabe todo no sabe de
enojos no entiende rencores
el arregla todo con sabiduria con solo mirarme me
alegra la vida
el hombre que yo amo camina en mi mente es mi
unico ilodo entre tanta gente el hace una fiesta
con mi pelo suelto ladrÓn mis sueÑos
duende de mi almohada
el hombre que yo amo sabe que lo amo me toma en
sus brazos y lo olvido todo....( se repite de
nuevo)....
Buenas noches chicas,
gracias por todo; refranes, santoral, canción, visitas y todo lo demás.
Estamos ultimando un evento, y el tiempo
escasea.
Os deseo a todas un
feliz martes.
Besos desde mí desolada
Andalucía.
Mercedes
Deseo que en el fondo del meollo, no ande la burrocracia;
si
burrocracia
Gracias, Soledad, Fina y Mercedes.
Fina, ¡qué bonitas esculturas de árboles! A nosotros, del mosquito Aedes, dizque porque abunda en esa región, jajaja. Cada cual interpreta el arte a su manera, digo yo.
Lindo martes para todos los que pasen por esta salita. Abrazos colungueros.