El equipo de Colunga Team y yo te damos la Bienvenida a nuestra casa. Deseamos que te diviertas y que convivas con respeto y cariño con los demás integrantes de nuestra gran Familia.
Dada la expectación de como será el próximo personaje que interpretes Fernando, y temiéndome tu colaboración con Juan Osorio, me atrevo a proponerte algo diferente; sé que no pasará de aquí, pero ya sabes lo que pienso, soñar es gratis y a veces hasta divertido.
Espero que te guste.
Marcos Arriaga era un hombre incapaz de dar amor, tal vez porque siempre lo tuvo.
Desde niño gozó del cariño de su padre y el amor desmedido de su madre, hijo único y de familia adinerada, jamás careció de nada; siempre fue el orgullo de su padre y la mayor devoción para su madre,
jamás se le negó cosa alguna, y eso lo convirtió en un hombre despegado, con poca predisposición a las manifestaciones de afecto, más bien frío, algo déspota y prepotente.
Era ese tipo de hombre para quienes la mujer no es una compañera, si no un trofeo a mostrar, cuanto más atractiva y de familia influyente, mejor.
Como niño de familia bien, vivió una juventud alocada y sin límites, sus correrías y desenfreno dieron al traste con su carrera universitaria, y tras el trágico fallecimiento de sus padres, su modo de vida lo llevó a la ruina.
Fue entonces cuando comprobó de que estaban hechas las personas superficiales como él, sus amistades le cerraron las puertas, y su elegantísima y riquísima novia lo dejó por otro hombre adinerado, nadie quería ser visto con una persona caída en desgracia, no era bueno para la reputación.
Con su orgullo machacado, recogió lo poco que le quedaba, liquidó sus asuntos y se marchó lejos de su vergüenza.
Dejando atrás su pasado y con lo poco que pudo rescatar de su patrimonio, se instaló en una pequeña ciudad, compró una bonita casa de dos plantas a las afueras, rodeada de bosques, a orillas de un precioso lago que le brindaba la privacidad y aislamiento que buscaba.
Teniendo que ganarse el pan, Marcos se convirtió en una voz en la oscuridad.
Su timbre de voz, su profundidad, su léxico exquisito y las melodías que la acompañaban, hicieron de él el locutor más famoso de las ondas.
Cada noche, mientras la ciudad dormía, Marcos conducía su programa radiofónico para personas tan solitarias como él.
La noche y su cabina de radio lo tranquilizaban, durante el día siempre estaba de pésimo humor, la luz del día le recordaba su desperdiciada juventud, su ruina, sus errores y todo aquello que no se perdonaba; estaba enfadado con el mundo, pues le era más fácil que estar eternamente enfadado consigo mismo.
La noche era su refugio, las calles de su pequeña ciudad estaban desiertas cuando se dirigía a su trabajo, y allí, en su burbuja, escuchaba a personas tan solitarias como él,
llamaban para solicitar algún tema, pero siempre acababan contándole sus problemas, sus miedos o aquello que las afligía, su voz, su pausada voz, la forma de dirigirse a ellos hacía que se abrieran y para su sorpresa él se descubría aconsejándolas y regalándoles bellas melodías para aliviar su ánimo.
Sus días eran rutinarios, había hecho de la rutina un modo de vida.
Al volver a su casa del trabajo, se preparaba un suculento desayuno, después se iba a dormir; las recurrentes pesadillas sobre su pasado no favorecían su descanso, por eso se levantaba entrada la tarde y de mal humor,
entonces dedicaba las dos siguientes horas a hacer ejercicio, su rutina de ejercicios era muy importante para él, le gusta tener buen aspecto, no para los demás pues no se relacionaba con nadie, a penas con su asistenta, necesitaba tener buen aspecto porque saber que era capaz de imponerse una obligación y cumplirla, hacía que se sintiera bien consigo mismo.
Más tarde, se preparaba la cena y se tomaba su tiempo para disfrutarla, el placer por la comida y el buen vino era de las pocas cosas que conservaba de su vida anterior.
Su pulcritud lo hacía dejar su casa en prefecto orden antes de salir para el trabajo; y así pasaban sus días.
Ana, su asistenta, era una muchacha joven, una madre soltera que conoció la primera vez que visitó su actual ciudad, sus padres la echaron de casa al conocer su embarazo; esquivo y de mal humor fue al supermercado para llenar la despensa de su nueva casa, la muchacha, con un bebé en los brazos, pedía en la puerta para al menos poder alimentar a su hijo.
A pesar de toda su frustración y desprecio por el mundo, Marcos no pudo si no apiadarse de ella, fue consciente de que había personas en peor situación que la suya, al fin y al cabo él solito se buscó su ruina, pero la criatura que la joven tenía en los brazos no era culpable de nada.
Sobre el garaje de su casa, había una pequeña vivienda, tal vez anteriormente la propiedad tuvo un guardés y allí se hospedaba. Instaló a la chica y a su bebé en ella proponiéndole que se ocupara de la limpieza de su casa y el cuidado de su ropa por un salario justo, con la condición de que lo hiciera mientras él no estaba;
la muchacha aceptó, aunque de vez en cuando la encontraba a la vuelta del trabajo, no porque ella tuviera un interés romántico en él, la diferencia de edad era casi como la que tenía con su padre, sus servicios a penas eran necesarios, ese hombre no dejaba nada fuera de sitio, era simplemente porque estaba agradecida e intuía los demonios que él llevaba dentro.
Por su parte él era consciente de que no necesitaba sus servicios, le ofreció el trabajo por temor a que su necesidad acabara llevándola por caminos poco recomendables, fue solo un impulso y eso le sorprendió, él no era altruista, pero saber a la chica y a su bebé a salvo le producía una agradable sensación. ¿Quién sabe?, tal vez muy dentro de él habitaba un ser humano, tal vez tenía alma.
Con el paso del tiempo Marcos había empezado a sentirse a gusto con su nueva vida, le gustaba lo que hacía y ya se había acostumbrado a que Ana metiera sus narices en ella; solo una cosa no había cambiado, su carácter seco y esquivo hacia los demás.
Seguía sin querer relacionarse con nadie, a penas con Ana y su hijo, un pequeño revoltoso al que había cogido cariño y más de una vez había sorprendido haciendo alguna trastada, pero el crío se ganó su corazón tiempo atrás y Marcos lo solapaba y hasta le seguía el juego a veces.
Y con su jefe, un hombre ya entrado en años, jovial y simpático que se sentía feliz por haber logrado su sueño, tener su propia emisora de radio, la primera que se estableció en ese lugar; solo una cosa apenaba al hombre, saber que su sueño se evaporaría tras su muerte pues su única hija no lo compartía, ella prefirió abandonar el pueblo y vivir en la ciudad donde era una notable ejecutiva en una gran empresa.
El viejo le caía bien, en cierto modo le recordaba a su padre, orgulloso de su hija pero también algo decepcionado por su actitud.
Nunca fue mi idea contar una historia completa, solo dar un perfil para un personaje.
Solo resta decir que el jefe murió repentinamente, su hija regresó para el funeral y liquidar sus asuntos, incluída la venta de la emisora, y continuar con su vida en la ciudad; pero se encontró con una clausula muy especial en el testamento de su padre:
No podía vender la emisora antes de dos años
No podía delegar su gestión en nadie, solo ella debía dirigirla
No podía despedir a Marcos antes de finalizar el plazo y su programa sería respetado tal y como él lo conducía.
El incumplimiento de cualquiera de esas clausulas significaría la pérdida total de su herencia, no es que fuera mucho, ni tampoco que ella lo necesitase, pero eso incluía los recuerdos de su madre y una pequeña pero preciosa casa en la playa donde pasó todos los veranos en su infancia, la mayor parte de ellos junto a su madre mientras su padre atendía su negocio.
Ella adoraba a su padre, pero su madre murió siendo aún muy joven y sus cosas y ese lugar la hacía sentirse más cerca de ella.
Queda este final abierto para cualquier opinión.
¿Marcos y la heredera se odiarán?
¿Acabarán enamorándose?
¿Será una pelea sin tregua?
Cualquier opinión es buena, solo una no es viable; y es que Marcos acabe con Ana, ya maticé que la diferencia de edad lo hace inviable.
Queda en vuestras manos, solo decir que el final es más o menos así:
Curaba almas atormentadas sin darse cuenta de que pese a su mal humor y su frustración, estaba haciendo lo que querría que hicieran por él, pero su estúpido orgullo no le permitía; sin advertir que con cada llamada de agradecimiento iba sanando su propia alma.
Gracias Sherley
Las imágenes intentan ajustarse al relato, siempre me ha gustado ilustrar los textos.
Pero lo de continuarla no está en mi ánimo, ya dije que no quería contar una historia, por eso la escribí de forma concisa, simplemente unos trazos para entrar en situación y un final abierto a cualquier desenlace.
Gracias por tu visita y por comentar
Un saludo
HOLA PRINCESA YA ECHABA YO ALGO BUENO DE ESA MENTE IMAGINATIVA QUE TIENES ME A ENCANTADO LEERTE Y ME GUSTARIA QUE LA TERMINARA A UN QUE DICES QUE PREFIERES QUE LO HAGAMOS LAS QUE TE LEEMOS YO NO TE PUEDO AYUDAR MUCHO PERO QUE TAL SI JUNTAMOS A LA HIJA DEL DUEÑO DE LA EMISORA ,MUCHOS BESOS PRINCESA Y GRACIAS POR TRAER COSAS BONITAS A ESTA CASITA QUE HACE QUE A UNA LE GUSTE ENTRAR A VERLAS
Jajaja.... lo siento Lupiz pero así la concebí, no establecí u final, aunque ceo que es bien evidente.
Pero se admiten sugerencias....
Feliz finde guapa.
Hola Jennisal
No se trata de ser mala reina, esta es una historia abierta, y podéis perfectamente exponer vuestros finales.
Gracias por tu visita y comentario guapa.
Feliz Domingo
Gracias Nieves
Sí después de mucho tiempo rompo con mi vacío literario y retomo por breve tiempo aquella afición que tanto me gustaba.
Pero tú mejor que nadie sabe por qué ya no escribo.....
Vas bien encaminada en tus comentarios; las disputas y desacuerdos son la sal de las historias de amor, y es evidente que las de amor/odio son las más reconocidas:
Camila comenzó detestando a Ricardo, Matilde a Manuel, Julia a Eladio, etc.
Creo que esas luchas encarnizadas de ¿será o no será? y ese ¿qué pasará ahora? son lo que le da ese el punto de atractivo a las historias.
Quizás ese odio entre Marcos y la heredera se torne en amor, pero no antes de un largo recorrido de desencuentros.
Hasta un momento puntual, un hecho concreto en el todo cobra sentido.
Sí Carmen, sería un locutor fantástico, ¡¡claro que me lo imagino!!
Pero ¡ay! con Ana no, creo que inconscientemente son los únicos personajes con nombre para matizar el rol de cada uno.
El final de Marcos debe ser con la heredera porque ella tampoco es lo que parece.
Un beso amiga, encantada de volver a leerte.
Pues Nieves, su imagen queda clara en las ilustraciones que subí; ya sabes que no me gustan los hombres con pelos en la cara, hablo en la historia de su pulcritud y perfecta apariencia.
Así es como a mi me gusta, además el ejercicio, la higiene y su aspecto en general siempre perfecto (y no de traje, sería ilógico para una cabina de radio) son la base de su nueva vida, esa cuestión de imponerse una obligación y cumplirla es primordial para él.
Ese camino es el correcto Loli, como ves sí colaboraste en el final del relato.
Gracias por entrar corazón y por tu aportación.
Un beso guapa
Uffff, Paqui, imposible que yo pueda seguir una historia asi, soy nefasta para ello. Lo que pasa es que la historia me ha fascinado y ahora estoy ansiosa por saber como acaba. Me encanta la idea que has planteado y el papel es muy bueno para Fernando.
Respecto a la historia de amor yo no veo tan mal ese amor en edades diferentes, nunca ha interpretado un papel así. Un pigmalión, un hombre que a demás de los problemas interiores que tiene también tiene que luchar contra un sentimiento que empieza a nacer, un amor hacia su asistenta contra el que lucha precisamente por esa diferencia de edad, pero que no puede controlar. El final, ya es otra cosa...
Como siempre, felicidades por tu tema me encanta leerte, por eso sigo siendo tu fan numero uno!!!
Hola Aure, bienvenida al tema de "Elije tu final", jajajaja....
Si me lo permites te iré contestando poco a poco, ando justa de tiempo y me diste un amplio abanico de posibilidades con las que explayarme.
Sí recuerdo que expuse mi intención en el tema del profesor de Nieves, era algo que ya me rondaba por la cabeza desde hace un par de años y por fin decidí plasmarlo en papel, o más bien en documento Word, jeje...
Gracias por tu felicitación aunque no me creo merecedora de ella, al fin y al cabo es una historia inconclusa.... siempre he pensado que Fernando haría un gran locutor, una voz suave hablándole a la noche, adornándola con exquisitas melodías, creo que sería un buen formato de serie, cada episodio un radioyente, y en cada uno de ellos el desarrollo del personaje central, Marcos.
La verdad es que le puse nombre porque era necesario dotar al protagonista de una identidad, y también porque ese nombre me encanta, en valenciano es como se debería haber llamado mi hijo Marc, así habría sido si no hubiese llegado ya con nombre, de manera que se quedó con Fernando para toda la vida, casualidad ¿no?, jajajaja.....
La verdad es que no se trata tanto de generosidad, como de implicación Aure, dejarlo sin final fue una idea para ver si la gente se animaba a participar, algo impensable tratándose de un tema mío, pero yo siempre dejo una puerta abierta, si no entran, ni modo como dicen por ahí.....
Y fíjate que ya me picaste con tus tres finales, espero que nos los cuentes para poder llegar a buen puerto con ésta historia atípica pero con encanto.
Aure
Marcos es un hombre torturado por su pasado, por eso la noche, la oscuridad de la noche lo atrae, en cierto modo sí es su compañera porque es su oscuridad en la que confía; la noche es tan oscura como su alma.
Como dices, vive una soledad deshabitada, pero por voluntad propia, Marcos no se perdona, no puede perdonarse no haber encajado bien la muerte de sus padres y haber lapidado el patrimonio familiar del que su padre se sentía tan orgulloso, un imperio hecho con el propósito de que él lo heredara y lo hiciera crecer más y más, pero sobre todo no se perdonaba el saber que su padre murió decepcionado de él.
Por eso se refugió en la soledad de la noche y en el anonimato de una voz al otro lado, pensó que solo tendría que recibir peticiones y poner la música que le pedían.
Pero sus introducciones, sus melancólicas introducciones de cada noche, su voz cálida y pausada, las inflexiones con las que matizaba cada palabra, hicieron que el programa se fuese poblando de otro tipo de radioyentes; gente que al igual que él buscaba la noche como refugio.
Gracias por cumplir mi deseo de conocer tus finales Aure, con tu permiso diseccionaré cada uno de ellos, pero será más tarde, pues en un momento he de salir y no puedo entretenerme.
Un saludo guapa
Jajaja.... sé lo que es escribir desde otro medio que no sea el ordenador, y es terrible, a mi me pasa igual con mi Tablet, el cambio de software es un rollo.
Pero no hay nada que disculpar, se entiende a la perfección.
Hola Mara
Es un final abierto y estoy convencida de que ya has imaginado alguno, de manera que no te cortes y deja volar tu imaginación.
Pero con Ana no corazón, nunca he sido partidaria de esas parejas en las que el marido puede ser el padre, no es algo que yo contemplaría.
¡¡Anímate mi fan Nº1, nunca es tarde para empezar a crear!!
Impactante tu primer final Aure, pero verás; Ana proviene de una familia acomodada, no rica pero sí con cierto nivel. Tiene dos hermanos y por supuesto también tiene madre; ésta es más partidaria de sus dos hijos varones, y aunque la quiere, prefiere centrar sus energías en ellos que no la avergüenzan y son más dóciles y manipulables.
Aunque le dolió su reacción y no comparte su punto de vista, Ana adora a su padre, para él ella siempre fue la niña de sus ojos, confiaba y se enorgullecía de ella, tal vez por eso su reacción al enterarse de su embarazo fue tan extrema.
Ella está dolida con él pero lo quiere, por eso puso su nombre a su hijo, sorprendiendo a Marcos al saberlo, y lo peor que le podría pasar a Ana es que su padre fallezca antes de hacer las paces.
Tu tercer final increíble Aure!!
Pero ya sabes que la adopción no cabe, Ana tiene una familia y aunque no volverá con ella, pues ya hizo su vida en esa pequeña ciudad, nadie puede sustituir a su padre.
Lo de un Marcos casado con su profesión es colosal, muy Fernando, pero ese no sería un final apto, sabemos que las personas que consumen este tipo de productos quieren historias de amor.
Entiendo que no todos los finales tienen que ser rosa, pero así es como se conciben estas historias.
Yo opino que los finales tipo "Lo que el viento se llevó" son geniales, me encantan!! pero no me negarás que al principio te quedas algo así como ¡¡¿What?!!
Tal vez ese sea el secreto del éxito, pero Marcos esta muy solo y sería injusto dejarlo así ¿no crees?
Aure, con más tiempo te contaré la historia de Marcos y la heredera, ya dije que ella no es lo que parece.
De momento solo te digo que no te preocupes por no ilustrar tus comentarios, no se trata de "La que sabe, sabe", es más una cuestión de tiempo y ganas, que sé que a ti no te faltan, pero te falla el tiempo. Yo aprendí a hacer estas cosas en una época de mi vida en la que me sobraba, al contrario que ahora, pero es como montar en bici, no se olvida.
Para desintoxicar de tanta letra, buscaré una imagen de mi archivo que sea propicia y haremos como que la pusiste tú ¿vale?
Un saludo
Lo prometido es deuda Aure, y creo que éste queda bien para el tema, así que como si fuera de parte tuya, jeje....
Aure
La heredera es una mujer dura e intransigente, no soporta que le digan lo que tiene que hacer, pero no es por despotismo, si no porque sobrevive en un mundo de hombres.
Es una mujer muy trabajadora y muy buena en lo suyo, a lo largo de su carrera ha tenido que pelear tres veces más duro que cualquier hombre para conseguir la mitad que ellos con el mínimo esfuerzo, ocupa el puesto que ocupa porque se lo ha ganado a pulso, pero antes que ella ascendieron hombres mucho menos preparados, pese a su experiencia y buen hacer laboral, percibe un sueldo menor que cualquier hombre con su mismo puesto, es un muy buen sueldo, no ese el problema, el problema es esa marcada diferencia; vive una competencia muy desleal solo por su condición de mujer, por eso su ?aversión? a los hombres.
El hecho de verse obligada a permanecer en la pequeña ciudad en la que nació a causa de la estúpida clausula del testamento de su padre, la irritaba en extremo; y para colmo tenía que soportar a ese locutor por dos años nada menos.
Ella no podía quedarse allí, tenía unos días por la muerte de su padre, pero si su ausencia se prolongaba, sus colegas harían todo lo posible por dejarla fuera, no podía delegar en nadie para gestionar la emisora y tampoco podía venderla sin perder sus recuerdos más queridos.
¡¡Odiaba esa situación!!
De nuevo los hombres complicaban su vida.
Más tarde seguiré contándote Aure, ahora tengo una reunión.
Un abrazo
Creo que ese banner no iba aquí, ¡Ups!, me equivoqué de tema, jajaja...
Continúo con el final Aure
El principio entre Marcos y la heredera no fue bueno, él estaba bastante afectado, había llegado a tomarle afecto al viejo, y sentía una especie de vacío combinado con notable una dosis de ira, a penas la noche anterior habían estado hablando, antes de que Marcos empezara su programa, el hombre le hablaba de su hija y de la desilusión que le supuso el que ella no mostrase interés por la emisora.
En otras ocasiones ya le había hablado de ella y de su interés por el mundo empresarial, la bolsa y todo ese mundo urbano que siempre atrajo a su hija.
Marcos ya se había hecho una idea sobre esa mujer y no le gustaba.
Decidió que era una mujer superficial, egoísta, ingrata y una mala hija; y odiaba pensar así pues ese perfil le recordaba mucho al antiguo Marcos, y le dolía en el alma pensar que sus padres pudieran haberse sentido así.
Ella llegó hacia medio día, desencajada por la terrible noticia.
Tenía toda la pinta de haber salido corriendo de una reunión de negocios, su atuendo era muy masculino, formal, austero, no dejaba lugar a dudas sobre su trabajo; maletín, gafas y un teléfono móvil pegado a su mano como si fuera una prolongación de la misma.
Marcos la observó detenidamente, pese a la lógica palidez por una noticia así, no se veían en ella muestras de haber llorado, sus ojos no estaban enrojecidos, ni hinchados, y eso hizo que él se reafirmara más en su opinión sobre ella.
¿Qué clase de persona es incapaz de llorar tras la muerte de un padre?
Él mantuvo las distancias, no se presentó y no medió palabra con ella, esperaba que cumpliera con su obligación de hija y se marchara rápidamente, seguramente el viejo ya habría resuelto el futuro de la emisora antes de fallecer, no se la heredaría a su hija, a ella no le importaba.
Le apenaba tener que dejarla llegado el caso, aún le quedaban dos años de contrato, pero eso era solo papel, jamás la hubiera dejado mientras su jefe viviera, ese contrato fue pura formalidad, pero ahora las cosas habían cambiado, no tendría problemas para encontrar trabajo, el programa era suyo y cualquier otra emisora lo aceptaría encantada pues era todo un éxito radiofónico.
Bueno Margarita, estoy segura de que haga lo que haga lo hará con el corazón, apostando fuerte y con el convencimiento de que será del agrado de su público.
Si no mira Eladio, al principio casi todo el mundo lo rechazó, y ahora resulta que todas están enamoradas de él, jajajaj....
Un abrazo guapa.
Sea como sea él siempre será el príncipe ¿cierto Margarita?
El funeral dio paso a la lectura del testamento, y ahí estalló todo.
Marcos estuvo presente por deseo expreso del fallecido, por lo tanto vio perfectamente la reacción de la mujer al conocer las exigencias de su padre, pero también ella fue testigo de la reacción de Marcos al saber que estaría bajo sus órdenes; pudiera o no cambiar el formato del programa, lo cierto era que no le hacía ninguna gracia trabajar para ella.
Ninguno de los dos estaba feliz con la situación, Marcos estaba atado por su contrato, y no dudaba de que ella lo demandaría si lo rompía; y ella estaba atada a un sitio que anímicamente no le pertenecía y que podía hacer que todos sus logros profesionales se fueran al garete.
Gracias Nieves
No queda mucho más por añadir, pero intentaré completar el esquema.
Solo trazos generales, ya sabes que nunca fue mi idea contar una historia completa con diálogos incluidos; no me gusta, prefiero dar pie a la imaginación de cada quien.
Buenos días Chesca!
Más que interesante tu historia, el relato formulado impecablemente y con esa metodología abierta, hechas a volar mi imaginación que permite ir interactuando de tal manera que va generando complicidades.
Coincido con Serrana, es una historia impactante, interesante, potente. ¡Puchas! que sería genial verla en pantalla, además ya me atrapaste y Ufff! Voy imaginando posibles desenlaces desde tu propuesta y por otro lado ese Tercer final que imagine me trae otros argumentos.
Te voy siguiendo, con interés, admiración y cariño. Gracias siempre. Te dejo mi abrazo.
Ya queda poco para concluir esta historia, ya sabes que con un final "piense usted lo que más le acomode", jajajaj....
Sí, sería genial poder verla en pantalla con nuestro locutor favorito (Fernando) interpretando a Marcos....soñar es gratia amiga mía.
En cuanto pueda seguiré con ello.
Un abrazo y gracias por tu entusiasmo por esta modesta historia.
Llevarse bien iba a ser difícil, él ya la había juzgado y ella se preguntaba por qué el afán de su padre en mantener a ese hombre como algo intocable, lo cierto es que ella también lo había juzgado y declarado culpable, no le gustaba, le pondría las cosas muy difíciles para poder gestionar la emisora desde la ciudad delegando en alguien y así no perder su herencia, pero ese hombre se interponía; su querido padre lo había nombrado albacea testamentario y no tenía la menor duda de que haría que se cumpliera su última voluntad al pie de la letra.
¿Qué tenía ese hombre para gozar de tal confianza por parte de su padre?
¿Qué había hecho para que le cobrara tanto afecto?
Sí, debía ser afecto, de otra manera no le habría concedido tantos privilegios.